EEUU cayó aún más de lo esperado
6,2% de contracción del PBI
BBC World, 27/02/09
La economía de Estados Unidos se contrajo un 6,2% en el último trimestre
de 2008, una caída mucho mayor de lo que señalaban las
cifras hechas públicas anteriormente por el gobierno
estadounidense y que situaban el descenso en el 3,8%.
La acusada caída del Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU. –la mayor
desde el primer trimestre de 1982– responde, entre otras
causas, al mayor descenso en el consumo en 28 años y a la
contracción de las exportaciones
Así, en 2008 la economía estadounidense creció un 1,1%, el menor ritmo de
crecimiento desde 2001.
El consumo, que supone dos tercios de la actividad económica de EE.UU.,
decreció un 4,3% entre octubre y diciembre del pasado año,
el mayor descenso desde el segundo trimestre de 1980. Las
cifras preliminares indicaban una caída del 3,5%.
Mientras, las exportaciones, otro de los pilares de la economía, cayeron al
ritmo más rápido desde 1971, a una tasa anual del 23,6%.
Según el especialista en asuntos económicos de la BBC, Andrew Walker, las
últimas cifras del PIB estadounidense muestran una economía
en plena recesión, pese a que la contracción no es tan
acusada como la sufrida por Japón y Alemania.
Presupuesto
y déficit
Estas cifras se conocen un día después de que el presidente estadounidense
Barack Obama presentara su primer presupuesto, en el que se
contempla un déficit de US$1,75 billones, el mayor desde la
Segunda Guerra Mundial.
Más datos negativos sobre la economía de Estados Unidos: pronósticos de
una larga recesión
Caída que no encuentra red de contención
Por Cristian Carrillo
Página 12 , 25/02/09
El
derrape de la principal economía del planeta sigue
mostrando que aún no alcanzó un piso para detenerse. El
titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, estimó que la
recesión puede extenderse al 2010 y señaló que existe una
“contracción severa”.
La recesión estadounidense se profundiza y se extiende a todo el planeta,
mientras las autoridades extreman los controles financieros
para evitar el despilfarro de los bancos. Los datos de la
principal economía del mundo volvieron a dar cuenta de una
desaceleración de sus principales motores: los precios de
las viviendas y la expectativa de consumo se ubicaron en sus
mínimos históricos. El titular de la Reserva Federal, Ben
Bernanke, estimó ayer que la crisis durará al menos por
los próximos dos años. Al tiempo, la Fed emitió un
comunicado en el que desestima la posibilidad de una
nacionalización masiva de los principales bancos del país.
Envió también una carta a las entidades financieras para
que pidan autorización “con suficiente antelación”
antes de distribuir dividendos o comprar acciones. A pesar
de los pésimos datos del sector real, la Bolsa neoyorquina
marcó un rebote en la última mitad de la rueda, con lo que
recuperó hasta un 3,3 por ciento.
No fue un descubrimiento, pero igual causó revuelo. Las declaraciones de
Bernanke dejaron en descubierto que a las propias
autoridades de la política monetaria estadounidense se les
hace imposible prever una salida a la crisis y se siguen
sorprendiendo de su alcance. En una supuesta revelación, el
titular de la Fed habló de una “contracción severa”
para la economía durante una presentación realizada ante
la Comisión de Bancos del Senado. Advirtió que, a pesar de
los riesgos, las iniciativas adoptadas parecen estar
estabilizando a los volátiles mercados financieros, de modo
que, si surten el efecto deseado, la recesión podría
finalizar en 2009.
Se esperanzó en que el 2010 “sea un año de recuperación”, pero
reconoció que los gobernadores de la Fed prevén que “una
recuperación completa de la actual recesión tome más de
dos o tres años”. Finalmente, reconoció que los últimos
indicadores económicos “no habían sido estimulantes”.
“El deterioro del mercado laboral, las pérdidas
considerables de riquezas en capital y bienes inmobiliarios
y las condiciones restrictivas de los préstamos pesaron
sobre la confianza de los consumidores y en sus gastos”,
detalló.
El diagnóstico fue confirmado con la publicación del índice de confianza
de los consumidores, que cayó a su nivel más bajo desde
que el instituto Conference Board lo mide, en 1967. Según
la entidad, el 40,5 por ciento de las familias espera que la
coyuntura económica se degrade todavía más en el próximo
semestre, mientras 50,8 por ciento prevé que continúe como
hasta ahora. “Además, las empresas redujeron sus
inversiones, reaccionando a perspectivas que se deterioran,
así como a las dificultades para obtener préstamos”,
indicó la entidad. Por su parte, el precio de las viviendas
unifamiliares en las veinte mayores ciudades estadounidenses
cayó en promedio un 18,5 por ciento en diciembre pasado.
Bernanke confió en que el paquete lanzado por Obama y aprobado hace unos días
por el Capitolio baste para capear la crisis. A un día de
que se dieran a conocer más detalles sobre la metodología
que adoptará el Tesoro para inyectar liquidez a los bancos
al borde del abismo, la Fed emitió un comunicado con las
consideraciones que llevarán implícitas las ayudas
estatales. En un texto enviado a los bancos, el organismo
“revela su anhelo de que los grupos bancarios informen o
consulten al personal de supervisión de la Fed con
suficiente antelación” las operaciones de compra de
acciones y distribución de dividendos.
Por otro lado, contrariamente a su iniciativa “Buy America”, el
presidente estadounidense y el primer ministro japonés,
Taro Aso, acordaron resistir al “proteccionismo” y
estimular la demanda interna y externa para enfrentar la
crisis económica global. “Concordaron completamente en la
necesidad de resistir al proteccionismo”, según señala
un comunicado que difundió la Casa Blanca en horas de la
tarde, mientras se esperaba por el discurso de Obama.
En medio, Wall Street se recuperó del mínimo nivel de los últimos doce años
en que había caído anteayer. El avance se sustentó en las
declaraciones de Bernanke. El titular de la Fed negó que se
piense en una “nacionalización” de los principales
gigantes financieros: el Citigroup y el Bank of America.
Independientemente de la estatización encubierta en la que
se encuentran en los hechos esos bancos, los inversores se
conforman con que esa palabra “tabú” para la ortodoxia
financiera no sea pronunciada. En horas previas, la
presidenta de la corporación federal de seguro de depósitos
(FDIC, por sus siglas en inglés), uno de los organismos de
regulación bancaria, Sheila Bair, había indicado “que
los grandes bancos estaban actualmente suficientemente
capitalizados y que sería sorprendente que los gobiernos se
vieran obligados a nacionalizar”. Es así que el Dow Jones
logró avanzar un 3,3 por ciento y el índice tecnológico
Nasdaq hasta un 3,9 por ciento.
El PBI de EE.UU. se contrajo 6,2%
Por
Jeff Bater
Dow
Jones Newswires, 27/02/09
Washington
(Dow Jones).– La
economía estadounidense se contrajo en el cuarto trimestre
del 2008 mucho más de lo estimado previamente por el
gobierno, luego que las empresas redujeran sus niveles de
suministros como consecuencia de la debilidad en la demanda.
El producto interno bruto se contrajo a una tasa anual ajustada por factores
estacionales del 6,2% entre octubre y diciembre, informó el
viernes el Departamento de Comercio en su segunda estimación
para el PIB de ese trimestre.
El PIB del cuarto trimestre fue el más débil desde la contracción del
6,4% en el primer trimestre de 1982.
Originalmente, el gobierno estimó que la economía se había contraído un
3,8% en el cuarto trimestre. En el tercer trimestre, la
economía se redujo un 0,5%.
El PIB mide todos los bienes y servicios producidos en la economía.
Los economistas esperaban una contracción del 5,4% en el cuarto trimestre,
según una encuesta de Dow Jones Newswires.
Las empresas redujeron sus inventarios en US$19.900 millones en el
trimestre, en lugar de aumentarlos en US$6.200 millones como
se había estimado anteriormente. En el tercer trimestre,
los inventarios disminuyeron en US$29.600 millones.
Las exportaciones estadounidenses fueron revisadas a un descenso del 23,6%
en lugar de una caída del 19,7%. Las importaciones
disminuyeron un 16,0%, en lugar del 15,7% estimado
previamente.
Los gastos de las empresas cayeron un 21,1% en el cuarto trimestre. El
descenso había sido estimado previamente en un 19,1%. En el
tercer trimestre esos gastos disminuyeron un 1,7%.
El mayor componente del PIB es el gasto de los consumidores, que representa
cerca del 70% de la actividad económica total. Estos gastos
descendieron un 4,3%, frente a la estimación previa de una
merma del 3,5% y a la caída del 3,8% en el tercer
trimestre.
Las compras de bienes duraderos cayeron un 22,1% en el trimestre, cifra
revisada frente al descenso del 22,4% informado
anteriormente. Sin embargo, el descenso fue superior a la caída
del 14,8% del tercer trimestre.
Las compras de bienes no duraderos disminuyeron un 9,2% en el cuarto
trimestre. Los gastos en servicios aumentaron un 1,4%.
Las inversiones residenciales fijas, que incluyen los gastos en vivienda,
cayeron un 22,2% en el cuarto trimestre. La caída se había
estimado anteriormente en un 23,6%. En el tercer trimestre,
este tipo de inversión disminuyó un 16,0%.
Entre los indicadores de la inflación, el índice de precios para los
gastos de consumo personal elaborado por el gobierno
descendió un 5,0%, frente a la caída del 5,5% estimada en
forma previa. En el tercer trimestre, el índice aumentó un
5,0%.
El índice de precios de consumo personal que excluye los alimentos y la
energía subió un 0,8%, un leve aumento frente a la
estimación previa del 0,6%, pero inferior al aumento del
2,4% del tercer trimestre.
El índice de precios para las compras internas brutas, que mide los precios
que pagan los residentes en Estados Unidos, disminuyó un
4,1%, frente al descenso del 4,6% de la estimación inicial.
El índice ascendió un 4,5% en el tercer trimestre.
El índice de precios ponderados aumentó un 0,5%, en lugar del descenso del
0,1% estimado originalmente. En el tercer trimestre, el índice
creció un 3,9%.
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