La economía de la burbuja en EEUU
¿Última mirada hacia atrás?
Por Sam Pizzigati (*)
Too
Much – A Commentary on Excess
and Inequality, 23/02/09
Sin Permiso, 08/03/09
Traducción de Anna María Garriga
Los investigadores de la Reserva Federal acaban de
publicar un cúmulo
de datos que constituyen una historia ejemplar –sobre
desigualdad– que las familias medias de dondequiera que
sea no deberían olvidar nunca.
Cada tres años, los encuestadores del Consejo de la
Reserva Federal recorren los Estados Unidos para estimar el
comportamiento financiero de las familias americanas. Los
encuestadores llaman a unas 4.500 puertas, y llevan a cabo
entrevistas increíblemente detalladas que muestran
cualquier faceta de lo que las familias hacen y de lo que
poseen.
A veces los datos de
estas entrevistas
se hacen públicos, como la Encuesta de la Reserva Federal
sobre las Finanzas del Consumidor, el mejor – con
diferencia– resumen
estadístico nacional, de la vida económica tal y como las
familias la viven realmente.
La última edición de esta siempre fascinante encuesta de
la Fed, publicada hace solamente una semana, cubre el año
2007. Desde luego las cosas han cambiado mucho desde el
2007, el último año completo antes de que la economía de
los EEUU se hundiera en el abismo. Este irse a pique
¿deja completamente obsoletos los nuevos datos 2007
de la Fed? ¿Habría que relegar sencillamente esta nueva
encuesta de la Fed a una estantería cualquiera y olvidarnos
de ella?
No tan deprisa. Actualmente tenemos una economía que
necesita desesperadamente un remiendo. Pero no se puede
arreglar nada si no se entiende lo que se hizo mal. Los números
del 2007 de la Fed pueden
ayudar a esta compresión.
Entonces ¿qué es lo que podemos aprender de los datos de
la Fed? Sencillamente esto: en una sociedad profundamente
desigual, en que los ingresos y las riquezas se concentran
cada vez más en la parte superior, las deudas subirán y
las burbujas especulativas se hincharán. Finalmente, las
burbujas reventarán. La desigualdad siempre las hará
reventar.
Los Estados Unidos, los datos de la Fed lo dejan
meridianamente claro, entraron en el siglo XXI como en un
lugar a todas luces desigual y actuando para ser todavía más
desigual.
En 2007, las familias situadas exactamente en el centro de
la distribución del ingreso de EEUU – familias con
ingresos entre 36.500$ y 59.600$– tuvieron en promedio
400$ menos de ingresos, deducida la inflación, que en 2004.
En contraste, las familias situadas en el rango superior
de la escala económica americana obtuvieron un
significativo aumento de ingresos en el mismo período de
tiempo. El 10% más rico de la nación –familias con
ingresos superiores a 140.900$–
vio subir sus ingresos en 65.800$ en promedio, hasta
los 397.700$.
Las nuevas cifras de la Fed sobre riqueza familiar no
parecen, a primera vista, contar la misma historia.
Ciertamente la Fed encontró un incremento substancial de
la riqueza neta – o sea, la suma total de activos menos
deudas– de los americanos más ricos. En 2007, el 10%
superior de las familias de EEUU poseían casi el doble,
deducida la inflación, de la riqueza que poseían en 1998.
En el espacio de nueve años estas familias de altos
ingresos hicieron un salto de un 94%, hasta 1,2 millones$,
en su riqueza neta media.
La riqueza neta de la familia media americana ha estado
lejos de igualar este incremento. Pero la riqueza neta de la
clase media saltó de modo significativo. En 2007, la
familia típica americana de clase media poseía un valor
neto de 88.100$, un 30% más, deducida la inflación, que la
riqueza neta de esta familia en 1998 y un 12% más que la
riqueza neta de esta familia en 2004.
Esto suscita una pregunta obvia. ¿Como es posible que la
riqueza neta media familiar creciera al mismo tiempo que los
ingresos – de las familias medias– se estancaban? No hay
ningún misterio. Los valores netos crecían porque el valor
de los activos que las familias medias poseían,
especialmente viviendas y stocks, se hinchaban.
El valor de las acciones, una de las medidas claves, subió
en un 41% desde 2004 hasta 2007. El precio de la vivienda,
en estos tres años, cayó en algunos estados – las casas
en Michigan, por ejemplo, perdieron un 8% de su valor en
2007– pero en términos nacionales los valores estaban
todavía subiendo.
Gracias especialmente a esta burbuja en los precios de la
vivienda, casi las tres cuartas partes de las familias de
EEUU, el 72,4% para ser exactos, terminaron el 2007
asentados en “ganancias no realizadas de capital” que añadían,
para la familia típica de esta cohorte
burbujera, 75.000$ a la riqueza neta familiar.
Estas decenas de miles ocultaban una realidad económica
mucho más significativa: Las familias americanas medias podían
haberse hecho “más ricas” sobre el papel. Pero los números
sobre el papel no pagan facturas. Solamente los dólares
reales pagan facturas y las familias medias, con sus
ingresos estancándose, no los tenían.
En consecuencia las familias medias tomaron prestado a
niveles record, según muestran los nuevos datos de la Fed.
Entre 2004 y 2007, el saldo medio no pagado de las familias
con pasivos en sus tarjetas de crédito subió en un 30,4%,
hasta 7.300$.
Los economistas utilizan un instrumento de medida para
identificar el nivel en que la deuda se convierte en
peligrosa. Consideran que si los pagos por deuda suman más
del 40% de los ingresos se corre el riesgo de tener graves
problemas. En 2007 más de una de cada cuatro unidades
familiares de la quinta parte más pobre de la nación –
unidades familiares con menos de 20.600$– hacían frente a
pagos equivalentes a más de un 40% de los ingresos.
Los investigadores de la Fed, en 2007, encontraron niveles
de deuda peligrosamente elevados entre familias
presumiblemente “confortables”. De las familias con
ingresos entre 59.600$ y 98.200$, más de una de cada ocho,
el 12,7%, dedicaban más de un 40% de sus ingresos a
cancelar deuda.
Actualmente conocemos como se desarrolló el resto de esta
historia de deuda. Las cargas aplastantes de deuda continuarían
acosando a millones de familias americanas. Los fallos
subsiguientes en los pagos de las hipotecas derribaron el
edificio altamente apalancado de los seguros de las tarjetas
de crédito, y aplastaron a la economía.
La riqueza neta media de las familias americanas ha
descendido, según estimaciones de la Fed, un 22,7% desde
2007, más que suficiente para eliminar virtualmente cada dólar
de ganancia neta en riqueza que las familias medias
registraron a lo largo de la pasada década.
En cuanto a las familias en la parte superior ¿cuál ha
sido su parte? No tendremos una perspectiva de la Fed
respecto a como les va a los americanos verdaderamente ricos
hasta finales de invierno. Los investigadores de la Encuesta
de las Finanzas del Consumidor tradicionalmente no publican
ningún análisis referido al 1 por ciento de las primeras
fortunas familiares hasta semanas después de que aparezca
su informe inicial.
Este año, este análisis del extremo superior se esperará
ansiosamente, incluso más que en los anteriores.
(*) Sam Pizzigati es el editor general de
Toomuch.org.
|