Estados
en quiebra: acumulan 48 de los 50 estados de EEUU déficit
presupuestal insostenible -
El
gobierno californiano analiza legalizar la mariguana y así
obtener unos 2 mil millones en impuestos
California,
que representa 12% del PIB nacional,
al borde del precipicio
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, 03/09/09
California,
la octava economía mundial, está en una crisis severa que
amenaza la viabilidad de su gobierno con graves
consecuencias para su pueblo, y que la ha obligado a liberar
a miles de prisioneros de las cárceles y hasta considerar
la legalización de la mariguana para superar el desastre.
Eso
es hoy California, que junto con decenas de otros estados de
esta unión, se están ganando el apodo de “estados
fracasados”.
Pero
no sólo es un problema en el estado que antes se
consideraba un jardín del Edén, sino que la mayoría de
los gobiernos de los 50 estados de la federación
estadunidense, al enfrentar los efectos locales de la crisis
económica, están ante una crisis política. Al intentar
ejercer su administración estatal frente las consecuencias
de una crisis que se originó en Wall Street, los
gobernantes estatales son quienes deben determinar cómo
administrar los costos y los efectos, sobre todo entre los más
vulnerables.
En
California, el estado con la economía más grande del país
(y más grande que la de España, Brasil o México), debajo
del humo que hoy cubre a Los Ángeles por los incendios en
sus alrededores, se está quemando la estructura de gobierno
que ya no puede, no tiene con qué, mantener los servicios públicos
vitales y su propia estructura de gobierno. “California,
resulta, es ingobernable”, afirma Hendrik Hertzberg,
comentarista político de The New Yorker. Antonio
Villaraigosa, alcalde de Los Ángeles dijo a The Nation que
“el sistema está roto. Es un estado al borde del
precipicio”.
Enfrentado
con un déficit presupuestal de 26 mil millones de dólares,
el gobierno bajo reglas impuestas por años de un sistema
legislativo disfuncional, se ha visto obligado a recortar de
manera salvaje los servicios públicos. Ahora, el estado que
antes era el modelo para el futuro del país, tiene cada vez
los peores servicios, incluidos escuelas, transporte, agua y
asistencia social.
Tal
ha sido la dimensión de esta crisis, que el gobierno
estatal ha propuesto recortar unos mil millones de su
sistema carcelario, lo cual implica una reducción de casi
30 mil reos.
En
tanto, una iniciativa que hace poco hubiera gozado de poco
apoyo ahora forma parte del debate sobre la crisis: la
legalización de la mariguana. Hay cálculos de que la
industria de la yerba en el estado tiene un valor de unos 15
mil millones de dólares, lo cual hace que sea uno de los
sectores económicos más dinámicos en la entidad. El
argumento a favor es que su comercialización legal podría
generar tal vez hasta 2 mil millones de dólares en
impuestos potenciales para una tesorería cada vez más vacía.
A
tal extremo ha llegado la crisis que ha generado un
movimiento llamado Repara California, cuyo objetivo es, a
través de una especie de referendo, convocar a una convención
para reformar por completo la constitución y el
funcionamiento del gobierno estatales.
La
iniciativa goza cada vez de más apoyo en un amplio abanico
de sectores sociales, de conservadores a liberales, incluido
el propio alcalde Villaraigosa, sectores empresariales y
algunos sindicatos, entre otros, simplemente por el
reconocimiento de que lo actual es inoperante.
Pero
aunque California podría ser el ejemplo más extremo, 48 de
los 50 estados enfrentan un déficit presupuestal sin
precedente este año, algo que de manera acumulativa
asciende a casi 200 mil millones de dólares y que se
proyecta llegará a más de 350 mil millones para 2011, según
el Center on Budget and Policy Priorities. Treinta estados
ya proyectan déficit presupuestario para el año entrante,
apenas semanas después de aprobar sus presupuestos más
recientes.
A
diferencia del gobierno federal, todos los gobiernos
estatales (con una excepción), por sus leyes, tienen que
aprobar un presupuesto “balanceado”, o sea, no pueden
mantener un déficit o buscar préstamos. Por lo tanto, para
lograrlo tienen que aumentar impuestos y/o recortar costos
en los servicios públicos y eso implica el despido masivo
de maestros y otros servidores públicos (enfermeras, policías,
bomberos, oficiales encargados de parques públicos y más),
y la reducción de servicios de salud, educación,
asistencia alimentaria, vivienda, deportes, cultura, apoyo a
universidades y bibliotecas públicas, entre otros. Todo
ello, por supuesto, tiene su mayor impacto entre la población
más vulnerable.
De
hecho, los inmigrantes están entre los sectores que no sólo
sufren las peores consecuencias de la crisis económica,
ahora enfrentan menos apoyo social. Los que más necesitan
acceso a servicios públicos de educación, salud, nutrición
y vivienda ahora tienen menos opciones que nunca, mientras
que la situación económica nutre el clima hostil
antimigrante.
El
paquete de estímulo económico federal de casi 800 mil
millones promulgado por el presidente Barack Obama tiene,
entre otros objetivos, mitigar los impactos de la crisis
para los gobiernos estatales, pero los expertos afirman que
no es suficiente, y que se necesitará mucho más. Sin
embargo, expertos calculan que los déficits presupuestales
de los estados serían 40 por ciento peor sin el paquete de
estímulo federal, reporta el Washington Post. De acuerdo
con cálculos oficiales, el gobierno ya ha distribuido 29
mil millones de dólares a los estados.
Sin
embargo, esto no resuelve el problema fundamental para los
gobiernos estatales, el cual proviene de los efectos de la
peor crisis financiera y económica desde la Gran Depresión.
Esos efectos incluyen un desplome en ingresos al estado que
resulta de la devastación del mercado inmobiliario
(impuestos sobre propiedad y rentas), combinado con mayor
desempleo que también reduce impuestos sobre salarios y a
la vez causa mayores egresos para servicios de asistencia
social para fondos de desempleo y apoyo básico para
familias afectadas.
Y
una recuperación económica no será posible a nivel
nacional si no se atienden los efectos de esta crisis a
nivel estatal. California representa 12 por ciento del PIB
nacional y es el mayor estado en ventas al menudeo, y también
envía más fondos al gobierno federal que cualquier otro
estado. Con su población de más de 38 millones, casi una décima
parte de la población nacional, el estado siempre ha sido
un motor económico y social fundamental para este país.
Los problemas de California, por lo tanto, tienen un efecto
nacional.
Tal
vez si todos fuman un poco más de mariguana se podrá soñar
con una alternativa para que los gobiernos estatales no le
cobren a los más pobres los costos de una crisis provocada
por los más ricos.
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