El
último refugio para los trabajadores se ha visto afectado
por un declive en la recaudación fiscal
La
crisis de los estados agrava el desempleo
Por
Sudeep Reddy y Conor Dougherty
Wall
Street Journal, 07/09/09
Durante
las primeras etapas de la recesión estadounidense, los
estados y el gobierno central constituyeron un refugio
seguro para los trabajadores. Pero ahora, incluso el sector
público está despidiendo empleados en su empeño por
reducir costos y equilibrar presupuestos.
Agosto
se convirtió en el tercer mes consecutivo en que los
gobiernos estatales y municipales eliminaron empleos, lo que
refleja las reducciones que han tenido que hacer para
responder al declive en los impuestos a la renta y a la
propiedad. Esta razón fue la causa de buena parte de los
18.000 empleos gubernamentales perdidos en agosto (el
servicio postal estadounidense también eliminó cerca de
8.500 puestos) y los analistas esperan que las reducciones
continúen a lo largo del año.
A
pesar de los miles de millones de dólares en asistencia
provenientes de programas de estímulo fiscal, la reducción
de presupuestos en todo el país está obligando a agencias
que dependen de esos fondos (como las organizaciones sin
fines de lucro) a reducir sus nóminas. La ola de
restricciones está llevando a más estadounidenses a
engrosar las filas de desempleados en momentos en que el
sector privado está haciendo poco para absorber a los 14,9
millones de personas que buscan trabajo en EE.UU.
Las
empresas estadounidenses redujeron 216.000 empleos en
agosto, el ritmo de pérdida más lento en un año, pero una
cifra que contribuyó a que la tasa de desempleo en Estados
Unidos alcanzara 9,7%, su nivel más alto en 26 años.
Observadores
creen que la debilidad del mercado laboral podría afectar
el consumo y el vigor de la recuperación.
La
economía estadounidense ha eliminado 6,9 millones de
puestos laborales desde el comienzo de la recesión en
diciembre de 2007. Las cifras refuerzan las expectativas de
que las empresas empezarán a añadir empleos a comienzos
del próximo año, aunque el ritmo de la generación de
empleo sigue siendo incierto.
Los
empleos del gobierno central presentan un panorama más
auspicioso, ya que EE.UU., como país, tiene más facilidad
para endeudarse en comparación con los gobiernos estatales
y municipales, que tienen que balancear sus presupuestos
antes de recibir créditos. Algunas de las reducciones a
nivel estatal se deben a déficit temporales, consecuencia
de un declive en la recaudación de impuestos a la renta y a
las ventas. Pero un giro más duradero se está gestando
dadas las significativas reducciones en los valores de las
propiedades.
Máxima
austeridad
John
Kelly, un patrullero de la policía estatal de Michigan, fue
despedido en junio debido a los problemas del estado, que
ostenta la tasa de desempleo más alta de EE.UU., para
detener un desplome en la recaudación tributaria. Los
problemas de presupuesto fueron una constante durante los
cinco años de Kelly en la policía estatal, que es la
principal fuerza de seguridad en muchas de las regiones
rurales del estado.
Hace
cerca de dos años y medio, la división de Kelly,
domiciliada en la localidad de Hart, Michigan, ahorró
dinero al trasladarse de un edificio a un tráiler en la
calle de enfrente. A los oficiales se les pidió ahorrar
gasolina al limitar sus recorridos a no más de 110 kilómetros
al día.
Mientras
busca empleo, Kelly se mantiene con el seguro de desempleo y
el salario de su esposa. La familia ahorra al limitar las
compras en el supermercado a una vez a la semana. No
inscribieron a sus dos hijos varones en las clases de béisbol,
ya que trasladarlos a todos los juegos y las prácticas
significaría un mayor consumo de gasolina.
Los
recortes de presupuestos en los gobiernos estatales y
municipales se están sintiendo más allá del sector público.
WakeMed Health & Hospitals, un sistema de salud sin ánimo
de lucro de Raleigh, Carolina del Norte, eliminó cerca de
200 empleos la semana pasada debido a que se espera que los
reembolsos estatales y federales caigan en US$35 millones en
el próximo año. "Hemos adoptado medidas
extraordinarias para eliminar lo que podamos", sostuvo
su presidente ejecutivo, William Atkinson. "No creo que
tengamos más remedio que hacer algunas reducciones", añadió.
El
golpe a los empleos municipales y estatales, debido en parte
a ingresos más bajos por impuestos a la propiedad, es un
coletazo de la crisis de vivienda que ha estancado la economía
en el último par de años. Muchos de esos trabajadores están
viendo cómo se desploma otro trecho del mercado laboral,
con pocas esperanzas de que se recupere antes del próximo año.
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