Bienes
raíces comerciales
¿La
segunda crisis inmobiliaria de EEUU?
Por
Lingling Wei y Peter Grant
Wall
Street Journal, 06/09/09
La
Reserva Federal y el Departamento del Tesoro de Estados
Unidos luchan por impedir que los bienes raíces comerciales
le asesten un golpe devastador a la economía de ese país
justo en el momento en que trata de levantarse de la lona.
Sus
esfuerzos, no obstante, podrían ser obstaculizados por un
alza en los embargos de propiedades comerciales con créditos
hipotecarios que fueron empaquetados y vendidos por Wall
Street como instrumentos de renta fija.
Ahora,
la recesión está poniendo a prueba valores respaldados por
hipotecas comerciales del orden de los US$700.000 millones.
El
sector de bienes raíces comerciales experimenta dos tipos
de dolores que, según la calificadora de crédito Realpoint
LLC, elevaron su tasa de morosidad a 3,14% en julio, seis
veces el nivel de julio del año pasado.
Un
problema deriva sencillamente de la falta de estándares más
estrictos. En la era del dinero fácil, Wall Street les
prestaba dinero a los propietarios con la creencia implícita
de que las tasas de ocupación y arriendos de los edificios
de oficina, hoteles, negocios y otras propiedades
comerciales seguirían subiendo. El resultado es que un
creciente número de propiedades no están generando el
efectivo suficiente para pagar el principal o los intereses
de los préstamos.
El
segundo problema que aqueja a la industria proviene de la
incapacidad de los dueños para refinanciar los valores de
bienes raíces comerciales respaldados por hipotecas. Se
estima que hacia fines de 2012 vencerán préstamos por unos
US$153.000 millones. Los analistas de Deutsche Bank calculan
que cerca de US$100.00 millones serán difíciles de
refinanciar. Aunque estas propiedades cuentan con un flujo
de caja suficiente para pagar interés y principal, sus
valores han caído tanto que los dueños no podrán extender
las actuales hipotecas o reemplazarlas con nueva deuda.
Eso
significa que habrá pérdidas no sólo para los dueños,
sino para los inversionistas que compraron estos valores
respaldados por hipotecas comerciales, incluyendo fondos de
cobertura, fondos de pensiones y otros inversionistas
institucionales. Eso exacerbaría la recesión que atraviesa
EE.UU.
Un típico
valor respaldado por hipotecas comerciales contiene
hipotecas de un diverso grupo de propiedades, a menudo menos
de 100, con préstamos que van desde US$2 millones a más de
US$100 millones. Una empresa, habitualmente un banco
importante como Wachovia o Wells Fargo, se encarga de cobrar
los pagos mensuales de los deudores y entregarles el dinero
a los inversionistas institucionales que compran los
valores.
Un
aumento significativo de los embargos de propiedades
comerciales podría deprimir los valores aún más puesto
que más activos saldrían al mercado a precios de liquidación.
Esto ejercería presión para que los bancos realicen
rebajas contables de estos préstamos.
"Lo
que está ocurriendo en el mercado de valores respaldados
por hipotecas comerciales es el preludio de lo que puede
pasar en los libros de los bancos", advierte Frank
Innaurato, director ejecutivo de Realpoint.
|