El presidente Obama ha
reafirmado un acuerdo secreto de hace cuatro décadas que ha permitido que
Israel mantenga un arsenal nuclear sin abrirlo a inspecciones internacionales,
dijeron tres funcionarios familiarizados con el acuerdo.
Los funcionarios, que
hablaron a condición de no ser nombrados porque estaban discutiendo
conversaciones privadas, dijeron que el señor Obama se comprometió a
mantener el acuerdo cuando recibió por primera vez al primer ministro israelí
Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca en mayo.
Bajo el acuerdo, EE.UU. no ha
presionado a Israel para que revele sus armas nucleares o firme el Tratado de
No Proliferación nuclear (TNP), que requeriría que Israel renunciara a lo
que se estima son varios cientos de bombas nucleares.
Israel ha estado nervioso
ante la posibilidad de que el señor Obama no continuara el acuerdo de 1969
por su fuerte apoyo a la no proliferación y la prioridad de impedir que Irán
desarrolle armas nucleares. EE.UU. y otras cinco potencias mundiales lograron
progresos durante conversaciones con Irán en Ginebra el jueves, cuando Irán
aceptó en principio la transferencia de algún combustible nuclear potencial
fuera del país y abrir a la inspección internacional una instalación
recientemente revelada.
El señor Netanyahu dejó
salir la noticia de la continuación del acuerdo entre EE.UU. e Israel en la
semana pasada en una observación que atrajo poca atención. El Canal 2 de
Israel le preguntó si estaba preocupado de que se aplicara a Israel el
discurso del señor Obama ante la Asamblea General de la ONU, pidiendo un
mundo sin armas nucleares.
“Quedó absolutamente claro
por el contexto del discurso de que estaba hablando de Corea del Norte y de Irán,”
dijo el dirigente israelí. “Pero quiero recordaros que en mi primera reunión
con el presidente Obama en Washington recibí de su persona, y solicité
recibir de él, una lista detallada de los acuerdos estratégicos que han
existido durante muchos años entre Israel y EE.UU. sobre ese tema. No lo
solicité por nada, y no lo recibí por nada [ese documento].
El principal acuerdo nuclear
fue alcanzado durante una cumbre entre el presidente Nixon y la primer
ministro israelí Golda Meir que comenzó el 25 de septiembre de 1969. Avner
Cohen, autor de "Israel and the Bomb" y principal autoridad fuera
del gobierno israelí sobre la historia del programa nuclear de Israel, dijo
que el acuerdo equivale a que “EE.UU. acepta pasivamente el estatus de armas
nucleares de Israel mientras Israel no revele públicamente su capacidad o
pruebe un arma.”
No existe un registro formal
del acuerdo ni ha sido reconocido nunca por gobiernos israelíes o
estadounidenses. En 2007, sin embargo, la biblioteca Nixon desclasificó un
memorando del 19 de julio de 1969, del consejero nacional de seguridad Henry
Kissinger, que llega cerca a articular la política de EE.UU. al respecto. El
memorando dice: “Aunque idealmente podríamos querer detener la posesión
real israelí, lo que realmente queremos como mínimo es impedir que la posesión
israelí se convierta en un hecho internacional establecido.”
El señor Cohen ha dicho que
la política resultante es el equivalente de “no preguntes, no lo digas.”
El gobierno de Netanyahu trató
de reafirmar el acuerdo en parte por preocupación de que Irán tratara de
obtener revelaciones israelíes de su programa nuclear en negociaciones con
EE.UU. y otras potencias mundiales. Irán ha acusado frecuentemente a EE.UU.
de tener un doble estándar al no objetar al arsenal de Israel.
El señor Cohen dijo que la
reafirmación y que el señor Netanyahu haya tratado de obtener y haya
obtenido un documento escrito del acuerdo sugieren que “parece no sólo que
no hubo un entendimiento conjunto de lo que se acordó en septiembre de 1969
sino también es obvio que es posible que incluso las notas de los dos
dirigentes ya no existan. Significa que Netanyahu quería tener algo por
escrito que implique ese acuerdo. También afirma el punto de vista de que
EE.UU. es en los hechos un socio en la política de opacidad nuclear de
Israel.”
Jonathan Peled, portavoz de
la embajada israelí en Washington, se negó a comentar, al igual que el
Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca.
El acuerdo secreto podría
debilitar el objetivo del gobierno de Obama de un mundo sin armas nucleares.
En particular, podría afectar los esfuerzos de EE.UU. por hacer entrar en
vigor el Tratado de Prohibición Total de las Pruebas Nucleares [CTBT por sus
siglas en inglés] y del Tratado para la Prohibición de Producción de
Material Fisible [FMCT], dos acuerdos que gobiernos estadounidenses han
afirmado que deberían ser aplicados a Israel. Prohibirían los ensayos
nucleares y la producción de material para armas.
Un miembro del personal del
Senado familiarizado con la reafirmación de mayo, que pidió que no se le
nombrara por lo delicado del tema, dijo: “Lo que esto significa es que el
presidente dio compromisos, que políticamente no tenía otra alternativa que
dar, respecto al programa nuclear de Israel. Sin embargo, pone en duda
virtualmente toda la agenda de no proliferación del presidente. El presidente
dio a Israel una tarjeta para salir de la cárcel para el TNP.”
Daryl Kimball, director
ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, dijo que el paso era menos dañino
para la política de EE.UU.
“Pienso que es normal que
los dos nuevos dirigentes de EE.UU. y de Israel quisieran aclarar previos
acuerdos entre sus gobiernos sobre el tema,” dijo.
Sin embargo, agregó el señor
Kimball: “Respetuosamente estaría en desacuerdo con el señor Netanyahu. El
discurso del presidente Obama y la Resolución 1887 del Consejo de Seguridad
de la ONU se aplican a todos los países sin consideración a acuerdos
secretos entre EE.UU. e Israel. Un mundo sin armas nucleares concuerda con el
objetivo declarado de Israel de lograr un Oriente Próximo libre de armas de
destrucción masiva. El mensaje de Obama es que las mismas responsabilidades
de no proliferación y de desarme deben aplicarse a todos los Estados y no sólo
a unos pocos.”
La doctrina nuclear israelí
es conocida como “el corredor largo.” Según ella, Israel comenzaría a
considerar el desarme nuclear sólo después que todos los países que están
oficialmente en guerra con ese país firmaran tratados de paz y todos los países
vecinos abandonaran no sólo sus programas nucleares sino también sus
arsenales químicos y biológicos. Israel ve las armas nucleares como una
garantía existencial en un entorno hostil.
David Albright, presidente
del Instituto para Ciencia y Seguridad Internacional, dijo que esperaba que el
gobierno de Obama no hiciera demasiadas concesiones a Israel.
“Uno espera que el precio
para tales concesiones sea el acuerdo israelí con el Tratado de Prohibición
Total de las Pruebas Nucleares y el Tratado para la Prohibición de Producción
de Material Fisible y una aceptación del objetivo a largo plazo de una zona
libre de armas de destrucción masiva en Oriente Próximo,” dijo. “De otra
manera, el gobierno de Obama, pagó demasiado, considerando su objetivo de un
mundo libre de armas nucleares.”