El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que su país continuará
aumentando la presión sobre Irán para que frene su
programa nuclear.
En declaraciones ofrecidas a la cadena de televisión estadounidense CBS, el
mandatario indicó que la república islámica se está
aislando cada vez más y que Washington tiene como objetivo
unificar a la comunidad internacional de cara a Irán.
La entrevista con el líder de la Casa Blanca se transmitió después de que
el negociador de asuntos nucleares de Irán, Saeed Jalili,
dijera en China que las principales potencias occidentales
debían dejar de amenazar a Teherán en relación a su
programa nuclear.
Horas antes, Obama le había hecho un llamado directo a su homólogo de
China, Hu Jintao, para que su país coopere con la resolución
del problema que, según Washington, representa el
desarrollo del programa nuclear iraní.
En una conversación telefónica, que según la Casa Blanca duró una hora,
el mandatario estadounidense enfatizó "la importancia
de que los dos países trabajen unidos para garantizar que
Irán se ponga a la altura de sus obligaciones
internacionales".
El diálogo entre los líderes de Pekín y Washington se produjo después de
Jalili realizara una visita oficial a China. De acuerdo con
el funcionario iraní, Pekín aseguró que las sanciones que
pesan sobre la nación persa "no son efectivas".
"En nuestras conversaciones con China, coincidimos en que medidas como
las sanciones han perdido su efectividad". En
declaraciones a la prensa en Pekín, Jalili señaló que las
sanciones internacionales no evitarán que Irán continúe
con sus actividades nucleares.
China no ha emitido ninguna declaración tras el encuentro con el
representante de Teherán. Sin embargo, la Cancillería
china dijo que guarda esperanzas de que el tema nuclear se
pueda resolver por medio del diálogo.
Diálogo
serio
Durante la conversación con Obama, el presidente chino exhortó a mantener
relaciones "saludables y estables" con Estados
Unidos.
Los dos líderes abordaron el tema de Taiwán y también hablaron sobre la
importancia de implementar los acuerdos a los que llegó el
G20 para estimular el crecimiento económico.
Según el corresponsal de la BBC en Pekín, Damian Grammaticas, en la
confrontación que se ha generado entre Occidente e Irán
debido al programa de enriquecimiento de uranio de la república
islámica, China surge como un actor clave.
A inicios de esta semana, Obama indicó que deseaba ver "en cuestión
de semanas" nuevas sanciones emanadas de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) contra Irán.
Está previsto que Hu participe en la cumbre de seguridad nuclear que
organiza Estados Unidos este mes.
China, que tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad de la instancia
internacional y que posee fuertes lazos con Irán, ha
expresado su renuencia a que se le impongan nuevas sanciones
a la nación musulmana.
Sin embargo, la embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas, Susan
Rice, señaló el jueves que China había indicado que
estaba preparada para mantener conversaciones
"serias" con las potencias occidentales de cara a
una nueva resolución de la ONU contra Irán.
Occidente ha denunciado en varias ocasiones que Irán busca desarrollar
armas nucleares. Teherán, por su parte, ha negado
reiteradas veces que su programa de enriquecimiento de
uranio tenga motivaciones bélicas, por el contrario, afirma
que tiene fines absolutamente pacíficos.
Tensiones
EEUU–China
Las últimas semanas han reflejado tensión entre las dos potencias, después
de que se pusieran de manifiesto las discrepancias entre
ambos países en torno a temas como el Tibet, el comercio y
Taiwán.
De acuerdo con un comunicado de la Cancillería China, el mandatario chino
le pidió a Obama que no contraríe a Pekín en esos
asuntos.
"Hu hizo énfasis en que los casos de Taiwán y del Tibet están
relacionados con la soberanía china, forman parte de su
integridad territorial y de los intereses fundamentales de
China".
El gigante asiático expresó su disconformidad cuando el presidente
estadounidense se reunió con el líder espiritual tibetano,
el Dalai Lama, en febrero. Así mismo, le generó molestia
un acuerdo de venta de armas por parte de Estados Unidos a
Taiwán.
Por otra parte, la Casa Blanca se ha solidarizado con la compañía de
internet Google que ha expresado preocupación por la
censura china en el ciberespacio. A eso, se suman otros
problemas en el ámbito comercial.