Con Obama,
Wall Street es una fiesta
Por Juan
Luis Berterretche
Correspondencia de Prensa, 26/04/10
Mientras Wall Street está a punto de crear una nueva bolsa para especular con las
taquillas de películas de Hollywood; las compañías de seguro destapan
champagne por la ley sanitaria que Obama les concedió y la Comisión de Bolsa
y Valores de Estados Unidos (SEC) sale de la inopia y acusa de fraude a
Goldman Sachs (pero no por la maniobra de la deuda griega). Entretanto, los
banqueros resisten con éxito cualquier regulación.
Wall Street
quiere especular con las taquillas de películas de Hollywood
Dos propuestas de empresas
que quieren lanzar bolsas financieras que les permiten a los inversionistas
especular sobre las perspectivas de taquilla de películas de Hollywood al
comprar y vender contratos a futuro, están para ser aprobadas por la Comisión
de Corretaje de Futuros de Commodities (CFTC, por sus siglas en inglés).
La Asociación Cinematográfica
de Estados Unidos (MPAA, por sus siglas en inglés); El Sindicato de
Directores de EEUU, la Alianza Independiente de Film & Televisión, la
Alianza Internacional de Empleados del Escenario Teatral y la Asociación
Nacional de Propietarios de Cine han pedido a la CFTC que postergue la decisión
sobre las propuestas. Presumen que esa “bolsa” se va a transformar en un
burdel de apuestas influyendo directamente sobre el éxito o fracaso de las
películas. De ahí no es difícil suponer que, aumentarían para Wall Street,
las posibilidades de manipular en todo sentido a la industria cinematográfica.
Greg Frazier, vicepresidente ejecutivo de la MPAA, afirmó en un comunicado:
"Cualquiera que haya seguido la crisis de los mercados financieros, y los
problemas que esto le causó a la gente en todo EEUU, sabe lo importante que
es asegurarse de que el establecimiento de nuevos mercados financieros no le
abra la puerta a la especulación descollante y la irresponsabilidad
financiera",
Y el riesgo no es sólo para
Hollywood, el corretaje de derivados sobre películas podría ampliarse y
significar una amenaza para toda la industria del entretenimiento. Trend
Exchange, una división de Veriana Networks, una empresa de medios y tecnología,
espera la aprobación regulatoria para una bolsa de futuros de películas que
iniciaría operaciones este año. La firma cree que podría terminar por
facilitar el corretaje de futuros en series de televisión, música y otras
facetas de la industria del entretenimiento.
Por su parte la firma de Wall
Street, Cantor Fitzgerald planea comenzar el corretaje de futuros de películas
en su Bolsa Cantor a fines de abril. La Bolsa Cantor usaría un formato
similar al de HSX.com, el sitio de juegos en línea de la firma, donde los
jugadores usan dinero simulado para comprar y vender acciones de actores,
directores, películas por estrenarse y opciones relacionadas a películas.
Los financistas de Wall
Street siguen obsesionados por el lanzamiento de insanos derivados, inflar
posibles burbujas y sumergirse en destructivas aventuras especulativas. Sólo
les preocupa desenvolver a pleno su rol de consumados parásitos.
Ley de Salud:
Obama postrado ante Wall Street
Con esta ley que pretendió
presentarse como una decisión histórica “Las compañías de seguros
privadas se embolsarán al menos 447 mil millones de dólares de los
contribuyentes destinados a subvencionar la compra de sus pólizas de seguro.
Este dinero reforzará su poder financiero y político y, así, su capacidad
de bloquear toda nueva reforma.” /1 No casualmente el precio de las acciones
de las mayores compañías de seguros sanitarios se dispararon al día
siguiente de Obama firmar la Ley de Reforma Sanitaria.
“Alrededor de 23 millones
de personas permanecerán sin seguro estos nueve próximos años. Eso tendrá
como consecuencias 23.000 muertes al año (las que habrían podido evitarse
con una cobertura universal) y una suma incalculable de sufrimientos.” Es
decir, más de siete “11 de setiembre” anuales sin himno, manos en el
corazón y agitación de banderitas estadounidenses.
“Las personas cubiertas por
medio de sus empleadores seguirán siendo prisioneras de las redes de
prestadores de servicios a las cuales su seguro da derecho; harán frente a
costos que crecerán y a una erosión continua de las prestaciones
garantizadas.”
Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS) EEUU está en el lugar treinta y siete del mundo por
la calidad de su atención sanitaria. No participa del listado de los 25 países
más “avanzados”. Esta detrás de Costa Rica, pero algo mejor que
Eslovenia. El malgasto en salud de EEUU es escandaloso. Hasta ahora eran 6.096
dólares per cápita por año, con el agregado que no prestaban el servicio a
cerca de 50 millones de habitantes. Es decir que el gasto era aún mayor (más
de 7.000 U$S por persona cubierta) si contamos sólo los 250 millones que
recibían la pésima atención de salud que presta EEUU. Entre los 20 primeros
países con desenvolvimiento humano elevado el promedio de gasto por persona
por año es de 3.029 dólares. Y en ningún hospital de esos 20 países se
ponen a los enfermos en un taxi para que los abandonen en el suburbio en bata
hospitalaria y descalzos, como hacen habitualmente las Organizaciones de
Mantenimiento de la Salud (HMO por su sigla en inglés), seguros privados de
salud, cuando consideran que el seguro dejó de cubrir la internación.
Las compañías farmacéuticas
también salen airosas: la ley impide la importación de idénticos fármacos
más baratos, no autoriza al gobierno a negociar descuentos de precios, y
extiende el monopolio de protección de patentes sobre los fármacos biológicos
contra la competencia de los genéricos.
Para la asociación
estadounidense de Médicos para un Programa Nacional de Salud,
“Al sustituir a los aseguradores privados por un sistema de
financiación público y racionalizado, nuestra nación podría ahorrar cada año
400 mil millones de dólares de costos administrativos, lo que es un derroche
inútil. Eso bastaría para ofrecer una cobertura de salud a todas las
personas que no se aseguran hoy, y para mejorar la cobertura de las y los que
ya tienen un seguro, sin tener que aumentar un céntimo el gasto global de
Estados Unidos para la salud. Por fin, solamente un sistema con un solo
pagador permite disponer de herramientas eficaces para controlar los costos:
compras al por mayor; honorarios negociados; presupuestos globales para los
hospitales; planificación de las inversiones.”
Goldman y
Paulson & Co. salieron a cazar incautos
La Comisión de Bolsa y
Valores de Estados Unidos (SEC) que hasta ahora ponía cara de paisaje frente
a las estafas financieras de los banqueros /2, despertó de su inopia y demandó
a Goldman Sachs por uno de los variados fraudes cometidos que condujeron a la
crisis económica globalizada.
En el ilusorio auge del
mercado inmobiliario, el gerente de fondos de cobertura John Paulson (no
confundir con el ex secretario del Tesoro Henry Paulson) quería apostar a
favor de un colapso de dicho mercado, que era previsible para los entendidos.
Para mediados de 2006, Paulson & Co. había comprado seguros contra
valores hipotecarios de miles de millones de dólares que le reportarían
jugosas ganancias si las hipotecas entraban en problemas, según la propia
firma. Paulson, no obstante, quería más, pidió a varios bancos, incluyendo
Goldman Sachs Group Inc., que estructuraran valores que incluyeran las
hipotecas de peor calidad. El plan era apostar contra dichas inversiones y
esperar el estallido de la burbuja inmobiliaria, que fue exactamente lo que
pasó. Goldman Sachs y Deutsche Bank AG estuvieron entre los que decidieron
participar. Goldman Sachs y Deutsche Bank acordaron crear grandes fondos de
activos, conocidos como obligaciones de deuda garantizada (CDO, por sus siglas
en inglés), contra los que Paulson & Co. apostaría al comprar seguros
contra cesaciones de pagos (CDS).
Goldman contactó con una
firma llamada ACA Management, con "experiencia analizando riesgo
crediticio" en valores residenciales garantizados por hipotecas, para
seleccionar los títulos que constituirían los activos que respaldarían el
“paquete”. Paulson y ACA colaboraron para seleccionar los bonos menos
confiables a incluir en la cartera.
Goldman Sachs ofreció el
“brulote” denominado Abacus 2007–AC1 como inversión a sus incautos
clientes asegurando que “el interés económico de la compañía que
seleccionó la cartera se ajustaba al de los inversionistas". En cuestión
de meses, el portafolio perdió valor cuando muchos prestatarios de hipotecas
de alto riesgo o subprime dejaron de pagar sus mensualidades. Los
inversionistas en los CDO perdieron más de US$1.000 millones, lo que se
tradujo en unas ganancias de unos US$1.000 millones para Paulson. Como es
evidente, esta fue una de las tantas estafas similares que pergeño Goldman
Sachs. Fue con los seguros contra cesaciones de pagos (CDS) que compró
Goldman Sachs para cubrir los derivados de hipotecas fallidas, que el banco
empujó al abismo a American International Group Inc. (AIG). AIG quebró y fue
rescatada por el gobierno para que pudiera cubrir sus deudas por seguros (CDS)
con Goldman Sachs. /3
Para la Comisión de Bolsa y
Valores de Estados Unidos (SEC) el fraude ocurrió, porque Goldman nunca
informó a los inversionistas de los CDO el papel de Paulson en crear el grupo
de activos inmobiliarios envenenados. La agencia no acusó ni a Paulson ni a
ACA Management porque su conspiración fraudulenta no está penada por las
leyes estadounidenses. Tampoco a las agencias calificadores de riesgo Moody's
Corp. y Standard & Poor's que otorgaron una triple A
(la más alta) al “petardo basura” Abacus. Paulson & Co. ganó
en 2007 US$15.000 millones en sus apuestas contra el mercado de bienes raíces,
de los cuales el propio Paulson obtuvo US$4.000 millones.
Goldman Sachs
y la deuda griega
Goldman Sachs ayudó a que el
gobierno griego ocultara la verdadera magnitud de sus déficits con la creación
de contratos de derivados que permitieron eludir las normas de control. Grecia
entregaba información estadística a la Unión Europea de una manera que no
tenía como ser contrastada con la realidad. Como las normas de Maastricht
amenazan con aplicar fuertes multas a los países miembros del euro que
superen el límite del déficit presupuestario del 3%, Grecia recurrió al
malabarismo financiero que le ofreció el banco estadounidense, hasta el
momento, principal ganador con la crisis financiera.
Las operaciones de cosmética
contable se iniciaron en el año 2002. En una ocasión todos los gastos
militares fueron sacados de balance y en otro los miles de millones de euros
de la deuda hospitalaria. La ayuda de Goldman permitió crear figuras
invisibles a los ojos de los controladores: los complejos derivados
financieros con los cuales el gobierno podía obtener liquidez en préstamos
diferidos a 30 años.
Goldman ideó un tipo
especial de cambio para Grecia que le permitía acceder a créditos
adicionales de hasta mil millones de euros. Este crédito se disfrazaba como
intercambio y no aparecía en la deuda griega. Italia empleó un truco similar
para enmascarar su verdadera deuda pública. En el caso de Grecia, el déficit
fiscal que presentó el año 2002 fue de 1,2% del PIB. De acuerdo a los
registros actuales el déficit para ese año llegó al 6,1% (seis veces el
valor declarado) en 2007 y 2008 fue superior al 12% y en 2009 alcanzó el 14%.
Esta operación de ocultamiento del real déficit fiscal permitió a Goldman,
y al Gobierno griego obtener un mejor precio por los bonos. Goldman ganó unos
735 millones de euros con la colocación de bonos griegos desde 2002.
Pregunta capciosa: ¿Quién
era el presidente de Goldman Sachs en 2001, cuando empezó todo este engaño?
Tomen asiento, respiren hondo, ahí va: Henry Paulson. Si, Paulson que dejó
la presidencia de Goldman Sachs en 2006 para ser secretario del tesoro de Bush
junior. Un fundamentalista de libre mercado, artífice de la crisis financiera
e iniciador del rescate billonario de sus amigos, los banqueros quebrados.
La ilusa
“regulación” del mercado financiero
"A medida que la banca
se hizo más complicada, más prestigiosa y más lucrativa, la ideología de
Wall Street, aquella que indica que las innovaciones ilimitadas y los mercados
financieros sin regulación alguna eran buenos para Estados Unidos y el mundo,
se convirtió en la posición de consenso en Washington y en ambos extremos
del espectro político" /4. El actual secretario del Tesoro Timothy F.
GeithnerTim Geithner –economista supra partidario–, “persuadió” a
Wall Street de apropiarse de los derivados de crédito cuando era presidente
del banco de la Reserva Federal de N. York /5.
Con US$1,2 billones (millones
de millones) en fondos de los contribuyentes inyectados a los mercados
financieros durante los últimos dos años, la influencia de Wall Street lejos
de disminuir, ha aumentado. El lobby de los bancos en el Congreso es el más
poderoso, más influyente y más hábil. En el gobierno Obama tienen al
titular de economía Tim Geithner y la mayoría de los asesores económicos de
la Casa Blanca: Robert Rubin, Lawrence Summers, etc. E impusieron la reelección
del fundamentalista monetario Ben Bernanke como presidente de la Reserva
Federal de EEUU. El dúo Alan Greenspan/Ben Bernanke desde la Reserva Federal
operó como agente directo de los bancos comerciales: “perpetrando fraude,
protegiendo sus ventas de activos tóxicos contra los intereses de los
consumidores y aun contra la propia solvencia de la economía”/6.
La banca estadounidense
tutela la orientación del gobierno. A través de su lobby y sus
contribuciones puede dar forma a sus propias reglas y conducir a la economía
a través de ciclos de burbujas, de crisis financieras beneficiosas para los
grandes banqueros /7 y de ajustes retrógrados de los mercados de capitales,
de mercancías y de trabajo.
El capital financiero
representa cerca de un quinto del Producto Interno Bruto de EEUU y controla
US$8,5 billones en activos, 63% del PIB del país. Wall Street domina
Washington y este actúa sumiso como un brazo de los banqueros. Por eso la
supuesta regulación del capital financiero por el gobierno Obama es una ilusión
que sólo puede terminar en fiasco.
Notas:
1/ Los entrecomillados de
este subtítulo pertenecen a la posición difundida el 22 03 2010 por los
responsables de la asociación Physicians for a Nacional Health Program (Médicos
para un Programa Nacional de Salud), asociación que agrupa a 17.000 médicos
en los Estados Unidos y lucha desde hace años para la instauración de un
seguro nacional de salud pública, que garantice a toda la población una
cobertura completa de sus gastos de salud.
2/ La Comisión de Bolsa y
Valores de Estados Unidos (Securities and Exchange Commission – SEC),
incluso se negó a intervenir cuando fue advertida sobre la estafa de Barnie
Madoff.
3/ El golpe de los seguros de
Goldman Sachs contra AIG fue estimado en principio en 12.900 millones de US$,
pero puede ser mayor.
4/
Simon Johnson y James Kwak 13 Bankers: The Wall Street Takeover and the Next
Financial Meltdown, (13 banqueros: la toma de Wall Street y el próximo
colapso financiero).
5/ Jenny Anderson, Calmo
antes y durante una tempestad The New York Times, 9 de febrero de 2007
http://www.nytimes.com/2007/02/09/business/09credit.html
6/ Michael Hudson, Wall
Street, al asalto del poder: las revelaciones de Sheila Bair ante el Congreso.
www.sinpermiso.info Michael
Hudson es un ex economista de Wall Street. Investigador
y profesor distinguido en la Universidad de Missouri, Kansas City (UMKC), es
autor de muchos libros, entre ellos: Super Imperialism: The Economic Strategy
of American Empire (new ed., Pluto Press, 2002) y Trade, Development and
Foreign Debt: A History of Theories of Polarization v. Convergence in the
World Economy.
7/ Desde enero de 2008, 165
bancos han quebrado en EEUU. El gobierno a través del Fondo de Garantía de
Depósitos (FDIC) subasta los bancos fallidos entre las demás instituciones
financieras. De esta forma, esta crisis ha conducido a una colosal concentración
bancaria.
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