Desastre
en el Golfo de México
Continúa
la fuga de petróleo: no controlan el derrame
Agencia
EFE, 30/05/10
Washington.– La petrolera
British Petroleum (BP), responsable del hundimiento de una plataforma en el
Golfo de México que provocó la mayor marea negra en la historia de los
Estados Unidos, anunció ayer el fracaso de la operación Top Kill, que
intentaba sellar la fuga de crudo con la inyección de fluidos pesados.
El director de operaciones de
BP, Doug Suttles, explicó que no pudieron detener el flujo y que, en
consecuencia, tomaron la decisión de pasar a la siguiente opción.
En este nuevo intento, BP
utilizará robots submarinos para cortar el tubo del que escapa el petróleo,
para luego tratar de capturarlo con una cúpula de retención.
La operación Top Kill había
comenzado el pasado miércoles, y consistió en la inyección de fluidos
pesados, material y cemento al pozo submarino para sellar la fuga. Era la
primera vez que se intentaba una maniobra similar a una profundidad de 1500
metros, pero resultó un nuevo fracaso para la petrolera.
La catástrofe comenzó el 20
de abril pasado, cuando la plataforma submarina Deepwater Horizon, alquilada
por BP, explotó y se hundió en el Golfo de México, con un saldo de once
personas muertas.
A partir del incidente, se
inició una fuga de crudo de 5000 barriles diarios, aunque nuevos cálculos
estiman un número de entre 12.000 a 19.000 barriles por día. Expertos del
gobierno indicaron que ya se vertió en el golfo un mínimo de 68 millones de
litros de petróleo.
De esta manera, el desastre
se convirtió en el peor de la historia del país, pues supera el de Exxon
Valdez, en las costas de Alaska, en 1989.
El presidente de los Estados
Unidos, Barack Obama, visitó anteayer por segunda vez la zona afectada en las
costas de Luisiana, y ordenó que se triplicara el personal que trabaja en las
tareas de lucha contra la marea negra, que hasta el momento alcanzaba a las
20.000 personas.
Obama apuntó también que,
en caso de que BP fracase en sus intentos de sellar el pozo, los científicos
del gobierno, encabezados por el secretario de Energía Steven Chu (premio
Nobel de Física en 1997), examinarán todas las alternativas viables.
Un informe elaborado por el
BBVA Compass, entidad financiera filial del grupo español BBVA, calcula que
el impacto económico del derrame podría ascender a los 4300 millones de dólares.
Fracasa
el intento para detener el derrame de petróleo
Obama
admitió que no tiene tecnología
para sellar la fuga
Agence
France–Presse (AFP), 29/05/10
A 40 días de la explosión
de la plataforma de British Petroleum, la última maniobra para frenar la
marea negra llamada Top Kill fracasó, según los ejecutivos de la empresa.
Louisiana.– Tras 40 días
de fuga sin sellar, el peor derrame de crudo en la historia continúa y
preocupa seriamente al gobierno del presidente Barack Obama. “Top Kill”,
la última maniobra para frenar la marea negra en el Golfo de México, no
funcionó y fue descartada, anunció hoy el gigante petrolero británico BP.
El director de operaciones de
la compañía petrolera British Petroleum (BP), Doug Suttles, informó hoy que
fracasó la operación “ Top Kill “, que intentaba sellar la fuga de petróleo
La operación “Top Kill”
fue abandonada tras haber bombeado desde el miércoles 35.000 barriles de
fango en el pozo dañado. El ejecutivo aseguró que el sistema “top kill”
no detuvo la filtración de petróleo. “Estamos desilusionados por este
anuncio”, dijo la contralmirante de la Guardia Costera, Mary Landry, en una
conferencia de prensa en Robert, Louisiana.
BP anunció ahora que pasó a
intentar otro método que consiste en resecar el tubo dañado a la altura de
la superválvula y de “encapucharla”. Luego ligar este “capuchón” a
un nuevo tubo y mediante este tubo aspirar el grueso de petróleo y del gas
hacia la nave de apoyo en la superficie. Este nuevo método podría tomar
cuatro días o quizás más, aclaró Suttles.
Derrame imparable. El crudo y
el gas, afirmó Suttle, continúan fluyendo hacia el mar a 1500 metros de
profundidad y, según estimó, la estrategia de inyectar barro a presión en
la fuga no logró que las cantidades disminuyeran considerablemente. Se
calcula que entre 5000 y 8000 barriles de crudo diario son arrojados al golfo.
Los atormentados residentes
de Luisiana escucharon ayer al presidente Barack Obama y al presidente
ejecutivo de BP, Tony Hayward, en visitas separadas a la costa del Golfo de México
mientras intentan manejar una crisis que daña la credibilidad tanto del
gobierno como de BP.
Obama, quien enfrenta críticas
de que respondió muy lento a la catástrofe ambiental en el Golfo de México,
aseguró a los residentes de Louisiana durante su visita de cinco horas que
“no serán abandonados” y que la responsabilidad es suya.
El gigantesco derrame de petróleo
ocurrió cuando la plataforma Deep Horizon estalló el 20 de abril, dejó 11
trabajadores muertos y se hundió.
Obama está atrapado en una
situación difícil: No hay mucho que pueda hacer sobre el pozo más que
presionar a BP para que haga las cosas bien y poner a sus mejores científicos
en el cuarto. El gobierno de EE.UU. admitió que no tiene la tecnología
propia para trabajar en aguas tan profundas.
La situación no es
desconocida para la gente de la costa de Luisiana, un centro de la industria
petrolera de Estados Unidos y ahora el lugar del mayor derrame de crudo en la
historia del país, luego de que superó al desastre del Exxon Valdez de 1989
en aguas de Alaska.
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