Es
precisamente en Wisconsin, uno de los estados más al norte
de los Estados Unidos donde se está desarrollando un nuevo
episodio de la lucha de clases dentro del país centro del
capitalismo global. La lucha es de miles de trabajadores públicos
estatales, estudiantes, sindicatos y activistas en contra
del gobernador estatal republicano Scott Walker y una
legislatura estatal también controlada por los
republicanos.
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Las
movilizaciones masivas de trabajadores incluyeron la toma
del Capitolio
en Madison, la capital del estado.
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Y
es que toda la masa de descontento popular contra Obama y
una administración que no ha hecho nada por resolver los
problemas materiales de la base social que lo votó
presidente, abrió en las pasadas elecciones legislativas
una puerta que fue utilizada por los republicanos y los tea
parties. Por esta puerta precisamente entraron Walker y los
republicanos a atacar directamente y sin contemplaciones de
ningún tipo las conquistas de la clase trabajadora en
Wisconsin.
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Bomberos
y agentes de policía se suman a las protestas masivas
80.000
personas manifestaron
el domingo 20 en Madison
Democracy
Now!, 21/02/11.-
"Hay un incendio en la casa de los trabajadores. Hemos
venido a apagarlo", dicen. En la mayor manifestación
hasta la fecha, se calcula que unas 80.000 personas se
manifestaron el domingo en Madison en contra de un proyecto
de ley presupuestaria centrado en un recorte de gastos que
quitaría a los empleados públicos el derecho a la
negociación colectiva. Los senadores demócratas
representantes del estado –que salieron del estado para
paralizar la votación del proyecto de ley– enviaron el
viernes una carta al gobernador Scott Walker en la que le
decían que los trabajadores aceptarían los recortes a las
pensiones y mayores contribuciones a los planes de salud y
de jubilación si él aceptaba tratar el tema de la
negociación colectiva. Los recortes que Walter propuso en
un radical proyecto de presupuesto excluirían a
trabajadores de la seguridad pública como policías, policías
estatales y bomberos. Pero estos tampoco apoyan la legislación.
Mahlon Mitchell, presidente de la Asociación de Bomberos
Profesionales de Wisconsin, declaró: "Un ataque contra
uno equivale a un ataque contra todos. Como bomberos y
agentes de policía, no nos quedamos de brazos cruzados.
Hacemos que las cosas cambien".
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Revisemos
de que se trata en específico esta remontada de los
republicanos en contra de los intereses de los trabajadores
y trabajadoras. Escudado en la retórica ideológica de
responsabilidad fiscal mantenida por los republicanos,
Walker ha anunciado una serie de medidas drásticas para balancear
el presupuesto estatal. En números concretos, Walker está
exigiendo que cada trabajador duplique el porcentaje de su
salario dirigido a pensión y seguro médico. En estos
momentos un trabajador público en Wisconsin aporta
alrededor de un 2.8% de su salario para el fondo de
pensiones, la propuesta de Walker es aumentar este monto
hasta el 5.8%; así mismo en la actualidad un trabajador
destina alrededor del 6% de su salario para tener acceso a
seguro médico, bajo la propuesta del republicano ese monto
aumentaría a 12.6%. Además, es parte de la propuesta de
Walker eliminar de las convenciones colectivas de trabajo
todos los rubros relativos a seguro médico y vacaciones, la
idea es limitar las convenciones colectivas solamente a
aspectos relativos al salario.
Debe
ser claro además que la política de Walker y la
legislatura republicana está enmarcada en un movimiento más
general dirigido a quebrar las estructuras de organización
de la clase trabajadora en Wisconsin. Así, como parte de la
propuesta de recortes que se discute está incorporada la
eliminación de la participación estatal en la recolección
de cuotas sindicales, la firma de contratos anuales de
afiliación sindical y votaciones secretas dentro de los
distintos sectores de clase trabajadora pública para
definir si el sector desea seguir formando parte del
sindicato.
Ahora
bien, una de las cosas centrales de señalar acá es la
masiva protesta en contra de la agenda republicana y del
gobernador Walker. Desde principios de esta semana (del 14
al 20 de febrero) miles de trabajadores, estudiantes y
activistas se han unido a la movilización que ha tenido
picos de participación que superan las 50 mil personas. El
capitolio, o sede de gobierno estatal fue ocupada en
diversas oportunidades por los manifestantes, incluso el
gobernador Walker especuló con la posibilidad de convocar a
la Guardia Nacional, organismo militar que se ocupa de la
seguridad estatal.
Paso
a transcribir y traducir algunas de las declaraciones hechas
por Mike Imbrogno, cocinero de la Universidad de Wisconsin
en Madison:
–“Nunca
había visto algo así. No eran solamente profesores y
miembros del sindicato universitario. Eran trabajadores
metalúrgicos, camioneros, fontaneros, trabajadores de
construcción… Personas que no he visto en una movilización
hace 10 años. Los carteles que las personas hicieron eran
increíbles, muchos de ellos hacían referencia a Egipto:
<Hosni Walker: dictador electo>. Había una mujer de
unos 50 años con un cartel que decía: <Camina como un
egipcio>”.
De
momento la situación parece ser confusa, en Madison capital
de Wisconsin, continúa la movilización en contra de la política
de Walker, pero se han iniciado brotes de contra-movilización
dirigida fundamentalmente por sectores afines al movimiento
Tea Party. Por su parte la estrategia de los demócratas ha
sido sacar de Wisconsin a sus legisladores como una manera
de evitar la votación sobre el presupuesto, además de
tratar de capitalizar la movilización a su política y
estructura.
Precisamente,
el día domingo 20 ha habido una movilización
multitudinaria de más de 80 mil personas, a la que se han
incorporado los sindicatos de la policía y bomberos,
quienes en principio quedaban excluidos de la propuesta de
Walker, pero que sin importar esto se han incorporado de
manera solidaria a las movilizaciones. Un hecho muy
importante al que hay que prestar atención según se
desarrolle es el contagio de la protesta en Wisconsin al
vecino estado de Ohio. Un fenómeno de contagio interesante
que parece análogo en su forma al que está ocurriendo
precisamente en el norte de África y Medio Oriente.
Una vez más
la tarea fundamental del marxismo revolucionario debe ser
posicionarse como la izquierda independiente de las
estructuras demócratas y señalar una y otra vez a la clase
trabajadora, estudiantes y activistas el cómo republicanos
y demócratas tienen finalmente la misma intención:
garantizar la permanencia del edificio político de los
Estados Unidos y descargar todas las consecuencias de la
crisis sobre los hombros de la clase trabajadora.
Precisamente las negociaciones que mantiene Obama con los
republicanos en Washington sobre el presupuesto federal son
un prueba contundente de esto.