Nueva York, 17 de febrero.–
Decenas de miles de trabajadores y simpatizantes suspendieron labores y prácticamente
tomaron el Capitolio estatal en Wisconsin para protestar por un intento del
gobernador para destruir los sindicatos del sector público –parte de un
asalto antisindical a nivel nacional– en un conflicto que algunos comparan
con lo sucedido en Egipto.
El nuevo gobernador republicano
Scott Walker y la legislatura controlada por su partido impulsan una
iniciativa de ley para anular pensiones, elevar el pago de seguro médico y
limitar el derecho para negociar un contrato colectivo sólo a salarios, entre
otras medidas para debilitar a los sindicatos públicos y sus conquistas
logradas a lo largo de décadas. Walker advirtió que estaba dispuesto a
desplegar a la Guardia Nacional si los sindicatos se atrevían a realizar
acciones para detener estas iniciativas.
Ante ello, desde el martes
maestros, trabajadores de hospitales públicos, enfermeras, trabajadores de
mantenimiento, de reclusorios y de salubridad pública se concentraron en el
centro de Madison, la capital estatal, apoyados por sindicalistas de sectores
privados que se sumaron en solidaridad, y durante dos días rodearon el
Capitolio y miles ingresaron al edificio gubernamental coreando: “a cerrar
esto” y “libertad, democracia, sindicatos”.
Miles de estudiantes y
profesores suspendieron clases en las universidades estatales en protesta
contra la iniciativa. Además, miles de maestros de escuelas públicas se
reportaron “enfermos” y no asistieron a sus centros de trabajo para
sumarse a las protestas, obligando el cierre de las escuelas públicas en la
capital y varios distritos más del estado. Estudiantes de preparatorias y
secundarias, en lugar de gozar sus días libres, se sumaron a las marchas y
protestas, coreando “apoyamos a nuestros maestros, apoyamos la educación pública”,
y al llegar a la plaza del Capitolio fueron recibidos con ovaciones por miles
de universitarios.
Por lo tanto, no pocos
observadores comentan que Wisconsin se parece a Egipto, y los propios
manifestantes así lo proclamaban. En algunas de las mantas y pancartas se leía:
“Hosni/Walker” (en referencia al gobernador). “Protesta como un
egipcio”. “Si Egipto puede obtener la democracia ¿por qué no
Wisconsin?” “Esta es nuestra plaza Tahrir”.
Lo que ocurre en Wisconsin,
comentó Noam Chomsky, “tal vez es el inicio de lo que verdaderamente
necesitamos aquí (en Estados Unidos): un levantamiento de democracia; ya que
la democracia aquí ha sido casi eviscerada”, dijo en entrevista con el
programa Democracy Now.
“Qué glorioso es estar en
Madison, Wisconsin, esta semana, donde el pueblo se ha levantado en rebelión
contra los republicanos neandertales que buscan destruir los sindicatos del
sector público e imponer daño masivo a sus trabajadores. Esto no se trata de
balancear el presupuesto. Es sobre destruir sindicatos como una fuerza política
y económica”, escribió Matthew Rothschild, editor de la revista nacional
The Progressive con sede en Madison. Es, añadió, “la zona cero en la lucha
contra todo eso, y los de Wisconsin están realizando la cosa más cerca a una
huelga general que jamás he visto en mi vida”.
Los sindicatos nacionales
ofrecen recursos y personal para apoyar a sus secciones estatales, reconocen
que si se logra impulsar esa ley en Wisconsin, será replicada en otros
estados donde gobernantes intentan reducir sus déficits presupuestales –que
se han multiplicado como consecuencia de la crisis económica– trasladando
los costos a los trabajadores del sector público. Iniciativas parecidas se
impulsan en Ohio, Indiana, Tenesí, y también versiones menos drásticas pero
que imponen severos recortes presupuestales a sindicalistas del sector público
–sobre todo maestros– en estados gigantescos gobernados por demócratas
como es el caso de Nueva York y California.
Tal ha sido el tamaño de las
manifestaciones que algunos legisladores estatales republicanos ya
reconsideran su apoyo a la iniciativa del gobernador, mientras que esta mañana
todos los demócratas del senado estatal se esfumaron y con ello la cámara
alta se quedó sin quórum, lo que imposibilitó un voto sobre la iniciativa
que el gobernador desea quede aprobada para mañana. Otros consideran que a
pesar de las protestas, esperan aprobar la medida muy pronto.
Hasta el presidente Barack Obama
ha expresado su simpatía con los trabajadores en la pugna en Wisconsin. En
entrevista con una radio de la entidad dijo que las medidas del gobernador
para obstaculizar negociaciones de contrato colectivo “generalmente parecen
más como un asalto sobre los sindicatos… Estos son maestros, bomberos,
trabajadores sociales y policías. Hacen muchos sacrificios y una gran
contribución, y creo que es importante no denigrarlos o sugerir de alguna
manera que todos estos problemas presupuestales son a causa de los empleados públicos”.
Harold Meyerson, columnista del
Washington Post, escribió que “mientras los trabajadores estaban ayudando a
derrocar al régimen en El Cairo, un gobierno estatal en particular estaba
procediendo a derrocar a las organizaciones de trabajadores aquí en Estados
Unidos”. Concluyó que conservadores estadunidenses frecuentemente expresan
su admiración por la valentía de trabajadores de otros países al protestar
contra regímenes autoritarios. “Sin embargo, permitir que trabajadores en
casa ejerzan sus derechos amenaza con minar algunos de nuestros propios regímenes
(republicanos en particular) y no se deberían permitir. Ahora que el
gobernador de Wisconsin ha emitido sus órdenes de marcha a la Guardia,
podemos discernir un nuevo patrón de solidaridad represiva, desde el faraón…
del Medio Oriente al faraón… del Medio Oeste”.
Para Chomsky, todo esto es parte
de un enorme esfuerzo realizado durante los últimos meses por políticos para
distraer la “atención de los que realmente crearon la crisis económica,
como Goldman Sachs, Citigroup, JP Morgan Chase y sus asociados en el
gobierno… (y culpar) a maestros, policías, bomberos, trabajadores de
salubridad… y sus sindicatos y hacerlos los villanos reales, los que le están
robando al contribuyente... Es bastante asombroso”.