Estados Unidos

Lo que puede pasar si le bajan la calificación de
la deuda de Estados Unidos

Por Max Seitz
BBC World, 14/07/11

Hasta ahora las agencias calificadoras de riesgo habían eludido pronunciarse sobre la abultada deuda pública de Estados Unidos, la mayor del mundo. Pero la situación parece haber cambiado en las últimas horas, y los observadores advierten que las consecuencias para la economía global podrían ser enormes.

Moody's acaba de advertir que podría bajarle la nota al país, hoy AAA, por la "creciente posibilidad" de que entre en cesación de pagos o default (es decir, que no pueda seguir abonando los servicios de sus préstamos).

La agencia explicó que Estados Unidos podría retroceder un escalón en su rating ante la posibilidad de que demócratas y republicanos no lleguen a un acuerdo para que el Congreso eleve el límite legal de endeudamiento del gobierno.

Deuda pública de EEUU

El gobierno de EE.UU. tiene actualmente un déficit presupuestario de US$1,5 billones.

Para hacer frente a él, se ha visto obligado emitir títulos del tesoro, bonos y otros instrumentos financieros.

La deuda pública ascendió a US$14,3 billones en mayo.

Cuando Barack Obama asumió la presidencia en enero de 2009, la cifra era de US$10,6 billones.

El Congreso votó por elevar el límite del endeudamiento diez veces desde 2001. Fuentes: Tesoro de EE.UU., Servicio de Estadística y Oficina de Presupuesto del Congreso.

La deuda alcanzó su techo de unos US$14 billones (US$14.000.000.000.000) el 16 de mayo, pero la administración de Barack Obama se las ha arreglado para seguir operando gracias a una alta recaudación impositiva y a que ha hecho malabarismos con sus cuentas.

Moody's es la primera de las tres mayores agencias calificadoras de riesgo estadounidenses que pone bajo revisión la nota de la mayor economía del planeta. Según los analistas, las otras dos –Standard & Poor's y Fitch– podrían seguir sus pasos.

Las conversaciones entre ambos partidos, que llevan semanas, continúan este jueves. Hasta el momento no se ha producido avance alguno; las posiciones parecen más distantes que nunca.

Y el tiempo se agota: el entendimiento de los políticos y la aprobación legislativa deben producirse antes del 2 de agosto.

Ese día, el gobierno debe pagar los intereses de bonos que emitió para obtener fondos.

Y si no se sube el tope de la deuda, la administración de Obama podría verse en dificultades para hacer frente a sus obligaciones financieras, ya que para realizar nuevos pagos debería reorganizar nuevamente sus cuentas o bien endeudarse aún más.

La primera opción parece cada vez más impracticable –queda poco dinero para gastar– y la segunda depende de los congresistas. Si ninguna de ellas resulta posible, al gobierno no le quedaría otra alternativa que declararse en default.

¿Reajuste mundial?En caso de que que se le baje la calificación a Estados Unidos y –en el peor de los escenarios– se produzca una cesación de pagos, ¿cuáles podrían ser las consecuencias para ese país y para el resto del mundo?

Una nota menor colocaría a la mayor economía del mundo por debajo de naciones como Alemania en la apreciación de los inversores.

"Esto podría llevar a una masiva venta de bonos de la deuda estadounidense, porque ya no valdrían lo mismo para quienes los poseen, perderían valor. Y uno de los grandes perjudicados sería China, el mayor acreedor de Estados Unidos", le explica a BBC Mundo Federico Steinberg, investigador principal de economía y comercio internacional del Real Instituto Elcano, de España.

"Esto podría generar un enorme reajuste de rentabilidades en el mercado financiero global, ya que los inversores saldrían a comprar títulos que aún conservan la triple A, como los alemanes y los franceses".

"También podría reacomodarse el esquema de riesgo relativo de las deudas públicas en todo el mundo. Recordemos, por ejemplo, que los bonos del Tesoro estadounidense son tomados como referencia global", añade Steimberg.

Cómo se mide el riesgo

Las calificaciones de Moody's van de la AAA a la C:

AAA: excelente, riesgo mínimo

AA: muy buena, bajo riesgo

A: buena, bajo riesgo

BAA: adecuada, riesgo moderado

BA: riesgo sustancial

B: riesgo alto

CAA: riesgo muy alto

CA: posibilidad o cercanía de un default

C: en default

Para él, naciones como Alemania podrían tomar la posta de Estados Unidos y fortalecerse como parámetro de solidez financiera, lo que podría alterar la prima de riesgo de países europeos altamente endeudados como Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia.

"Temblores"

En caso de un default, las propias calificadoras, al igual que los analistas y los actores políticos y económicos estadounidenses, coinciden en que los efectos pueden ser devastadores.

Para empezar, la deuda pública de Estados Unidos es enorme por donde se la mire: equivale a un quinto de la producción mundial. Esto por si sólo –dicen– basta para que una cesación de pagos genere una tormenta en la economía global.

El propio presidente de la Reserva Federal (o Fed, el banco central estadounidense), Ben Bernanke, reconoció que una cesación de pagos podría derivar en una "crisis de grandes proporciones".

"Podría provocar temblores en todo el sistema financiero", advirtió el miércoles ante el Congreso.

Con él coincide Steinberg: "Si Estados Unidos decide no pagar su deuda, habría pérdidas cuantiosas para China y para muchos otros acreedores del resto del mundo. Incluso para la propia Fed, que en los últimos años ha comprado gran cantidad de bonos del gobierno para inyectar dinero a la economía".

"Además, podría esperarse un fuerte debilitamiento del dólar, la moneda de referencia para muchos bancos centrales del planeta. Estados Unidos también podría caer en recesión y, por su peso específico como actor económico y su importancia como gran comprador en el comercio global, arrastrar a todo el mundo".

Estornudo

Como los peligros no son menores, todas la miradas apuntan a los legisladores estadounidenses.

Los demócratas quieren que se eleve el límite del endeudamiento para que el gobierno pueda captar nuevos recursos y esté así en capacidad de pagarles a sus acreedores, mientras que los republicanos exigen recortes del gasto público a cambio de levantar ese techo.

En el pasado, el Congreso ha subido en numerosas oportunidades el tope de la deuda: lo hizo diez veces desde 2001. La necesidad de usar fondos públicos para reactivar el país tras la crisis financiera que estalló en 2008 volvió más necesaria esa medida.

Es más: Bernanke sugirió que, por tercera vez desde aquella debacle, el gobierno podría verse obligado a inyectar dinero al sistema –la llamada flexibilización cuantitativa (quantitative easing)– para seguir estimulando la economía, que no termina de arrancar.

Pero esta vez los republicanos, que en los últimos tiempos se han visto fortalecidos políticamente, han querido imponer sus condiciones. Y las negociaciones no logran destrabarse.

En momentos en que el fantasma de un default asusta cada vez más y no se asoma un acuerdo entre los partidos políticos, Obama dijo enfáticamente: "¡Ya basta!".

Pero los analistas creen que no son las palabras del presidente, sino las de las temidas calificadoras de riesgo las aumentarán la presión sobre los demócratas y los republicanos para que alcancen un entendimiento.

Steimberg cree que "los legisladores finalmente resolverán sus diferencias y Estados Unidos evitará el default".

Después de todo, parafraseando una expresión que se ha vuelto popular, cuando agencias como Moody's estornudan, los políticos tiemblan.


Las calificadoras de riesgo y la nota de la deuda de EEUU

La agencia china Dagong ya le bajo la calificación

Por María Esperanza Sánchez
BBC World, 06/07/11

El poder de las calificadoras de riesgo se ha hecho evidente en la crisis que están viviendo varios países de la eurozona, hasta el punto de que muchos gobiernos han llegado a criticar abiertamente lo que ven como un dedo acusador.

Portugal, cuya deuda fue rebajada este martes a nivel de basura por la agencia de valoración de inversiones Moody's, fue el último país en estar en la línea de fuego, en la que también se ha situado Grecia.

El canciller griego, Stavros Lambridinis, calificó este miércoles de "locura" el papel de estas calificadoras.

Pero mientras esto sucede en Europa, muchos se preguntan por qué esas agencias han mantenido la calificación de AAA (la máxima que se otorga a un país) a Estados Unidos, la nación más endeudada del mundo.

La pregunta es más pertinente aún porque este país ha alcanzado su tope de endeudamiento (US$14,3 billones) y republicanos y demócratas no han llegado a un acuerdo para aumentar este techo, lo cual lo coloca en riesgo de entrar en default o cesación de pagos.

La razón, según le dijo a BBC Mundo Federico Steinberg, economista en jefe del Real Instituto Elcano de Madrid, es que EE.UU. es la economía más importante del mundo y tiene la moneda de reserva, "lo que le permite financiarse unos niveles de deuda y de déficit mucho mayores".

"Pesan también las propias reglas que tienen estas agencias calificadoras a la hora de evaluar. No sólo (toman en cuenta) el nivel de deuda, sino también la estabilidad política de EE.UU., su capacidad de respuesta –ya que tiene una posición hegemónica mundial– y su capacidad de influir en organismos económicos internacionales", dijo.

Eso se cristaliza en una calificación AAA que facilita a EE.UU. financiarse en los mercados a bajas tasas de intereses, en contra de lo que sucede con países con percepción de riesgo más alta, a los que les cuesta más colocar bonos en los mercados de capitales.

No todos están convencidos

Esos criterios no convencen a la agencia de evaluación de riesgo china Dagong, que no dudó en bajarle la calificación a EE.UU. hace unos meses debido a la política expansiva de la Reserva Federal.

En esa ocasión, Guan Jianzhong, el director de la agencia, le dijo a BBC Mundo que había tomado la decisión porque "para nosotros lo fundamental es la capacidad de generar riqueza de un país en un momento dado".

"Esto es diferente a la evaluación de las agencias occidentales que se basan en la capacidad de un país de financiar su deuda".

El director de Dagong señaló a BBC Mundo que esas agencias "están muy politizadas y siguen una visión muy ideológica que no se ajusta a criterios científicos".

El papel de las agencias calificadoras ha sido cuestionado por muchos en los últimos años a raíz del escándalo de las hipotecas basura en EE.UU.

Nadie olvida que éstas otorgaron la calificación de AAA a cientos de miles de millones de dólares de títulos de hipotecas subprime que terminaron siendo activos tóxicos (deudas incobrables) que dispararon la crisis de 2008.

Federico Steinberg reconoce que esto es así, pero advierte que en el caso de la deuda soberana hay razones para escucharlas.

"Por lo general saben lo que hacen cuando evalúan la deuda soberana, aunque esto no caiga bien a los países cuya calificación es rebajada".

¿Factores subjetivos?

Steinberg admite, sin embargo, que a la hora de calificar a EE.UU. también influye que el mercado de evaluación de riesgo está dominado por tres agencias que son estadounidenses: Moody, Standard & Poor y Fitch.

"En el caso de EE.UU. pesa también que las tres agencias tienen una visión más optimista de la economía estadounidense. También son más suaves porque podrían desencadenar una marea de ventas si le bajan la calificación a este país".

"Y la justificación es que es la economía más importante y tiene la moneda de reserva que es el dólar y ese es un factor importante. Las agencias pueden argumentar que se están basando en criterios objetivos, aunque coincido en que el tratamiento en este caso no es simétrico", resaltó.

La Unión Europea (UE) tiene razones para dudar y así lo expresó este miércoles cuando criticó fuertemente a la agencia Moody's tras su decisión de reducir a nivel de basura los bonos de Portugal.

La UE describió la decisión como "cuestionable" y basada en escenarios hipotéticos. El hecho es que el cambio en la calificación de Portugal encarece enormemente el costo de financiamiento del país.

En ese contexto, el gobernador del Banco Central de Austria, Ewald Nowotny, llegó a decir que la capacidad de sanción de las calificadoras es "más grande que la de Dios".

Pero según los críticos, esa capacidad de sanción no siempre se aplica de la misma forma cuando se trata de EE.UU.