Una de las ventajas que se lograron cuando se creó al así
llamado papel moneda, fue que no siempre el soberano o gobernante en turno, así
como su administración, debían de comprobar que, en efecto, poseían los
metales preciosos o semipreciosos que ampararan el valor total de las
distintas emisiones de billetes que se hacían. Claro que, en principio, el
papel moneda se creó cuando en las postrimerías del capitalismo, allá por
el año 1200, era más fácil comerciar con letras de cambio emitidas por
banqueros que amparaban el depósito de tal o cual persona, comerciantes sobre
todo, con tal de que éstos no cargaran con todo el metálico efectivo. Sin
embargo, con el tiempo, la emisión de dinero pasó de ser un atributo sólo
de los banqueros, a una función exclusiva del estado, quien desde entonces
fue el único autorizado para imprimir billetes y acuñar monedas. Pero, como
dije, cuando los gobernantes se endeudaban en exceso, más allá de la
capacidad de los cofres reales, entonces venía muy bien la impresión de
billetes, sin nada realmente que los sustentara, excepto el gobierno y su
permanencia en el poder. En México, por ejemplo, esa atribución, la
emplearon bastante los distintos bandos revolucionarios, como el de Pancho
Villa, quienes imprimían billetes en las zonas que controlaban, con tal de
adquirir viandas o pertrechos, obligando a los vendedores aceptar ese
"dinero", amparado por el jefe en turno. Sin embargo, cuando dicho
jefe caía y huía del lugar, los billetes emitidos quedaban sólo como
enormes montones de papel, que no valían, justamente, ni el papel en que se
habían impreso.
Eso explicaría, la emisión desproporcionada de
billetes, en parte, que en la historia hayan existido fenómenos
hiperinflacionarios tan absurdos que, por ejemplo, en la derrotada Alemania,
posterior a la primera guerra mundial, en 1923, había billetes de
100,000,000,000,000 marcos (cien billones de marcos) que servían sólo para
adquirir una hogaza de pan. Y eso se dio en muy corto tiempo, pues en 1922,
los billetes de mayor denominación eran de 50000 marcos. Claro, era
entendible, pues la vencida Alemania, no había logrado aún reorganizar su
destrozada economía y la mayoría de sus necesidades debían de llenarse con
importaciones. Si un país importa más de lo que exporta, entonces comienza
un desbalance en sus finanzas y su economía, debido al creciente déficit que
se va generando. Así, la "solución" es, simplemente, imprimir más
y más dinero (toneladas de dinero, literalmente). En diciembre de 1923, el
valor del devaluadísimo marco era de 4,200,000,000,000 por dólar. En ese
mismo año, la inflación mensual era de 3,250,000%, es decir, que un producto
que valiera, digamos, un marco al principio de enero, al final de ese mes valía
32500 marcos, ya que los precios se duplicaban cada dos días. Tuvo que
emitirse una nueva moneda, el Rentenmark, que eliminara tantos ceros, para que
volviera a ser digamos que práctica la unidad monetaria.
Obviamente que en la actualidad, inmersos en la salvaje
competencia capitalista, lo que ampara el valor de los billetes emitidos por
un país, no se basa ya en la cantidad de oro o plata que posea (aunque últimamente
se está regresando a eso, a atesorar oro o plata, como veremos adelante),
sino en su capacidad productiva, tanto primaria, así como secundaria, o sea,
que tenga buena agricultura, así como industria. Entonces, lo que importa ese
país, debe de compensarse al menos con lo que exporta y si esto, exportar,
supera a las importaciones, pues se tendrá un superávit. Muchos de los países
que actualmente han caído en profundas crisis, como en el caso de Grecia, y
los que seguirán cayendo, se debe, sobre todo, a que producen mucho menos en
relación a lo que requieren, y por eso sus déficits están llegando a
niveles enormes, que tardarán varios años en liquidar o, de plano, nunca lo
harán. Puede emplearse la analogía de aquella persona que ganando, digamos,
400 dólares mensuales, gaste 600, lo que requerirá que viva del crédito,
pero súmenle a eso que si un día pierde su trabajo, o sea, dejara de
producir, entonces estará mucho peor, dado que seguirá requiriendo gastar
600 dólares, pero ahora esos 600 dólares provendrán exclusivamente del crédito,
hasta que quien le haya estado prestando, no lo haga más y decida de repente
cobrarle el total de su abultada deuda. Con esta fácil analogía, podremos
entender, grosso modo, lo que está sucediendo en todo el mundo. Por eso algo
común en todas estas quiebras de corporaciones y países es la frase
sobreendeudamiento.
Y eso no ha exentado a ningún país, pues desde el
inicio de la actual debacle económica (una de tantas que sufre crónicamente
el capitalismo salvaje, pero de las que sale cada vez más debilitado), no sólo
naciones individualmente han ido cayendo, víctimas de las irracionales
imposiciones del capitalismo salvaje, sino regiones completas. EEUU fue quien
comenzó a generar la debacle, que consideró "resuelta" a finales
del 2009, dado que por su ya declinante dominio económico, simplemente la
trasladó a otras regiones, como a la eurozona, que desde hace ya varios meses
ha experimentado muy graves problemas económicos, como lo sucedido a Grecia,
que comento antes. España y Portugal están en igual situación. Y, por si
fuera poco, Italia, considerada como uno de los "motores" económicos
de la eurozona, junto con Francia y Alemania (este país, el más
industrializado y productivo de los tres), también ya se declaró incapaz de
hacer frente a sus deudas, sin la ayuda del Banco Central Europeo.
Eso lo logró
EEUU, trasladar la crisis, como señalé, debido a que como desde finales de
los años 40's, el dólar comenzó a imponerse como la divisa internacional de
cambio, además de como fuente de ahorro, digamos, muchos países, justo por
el poderío económico de EEUU (que además "ayudó" a la
reconstrucción europea y japonesa, luego de la segunda guerra), procuraban
tener suficientes reservas de dólares, así que esa moneda terminó por ser
aceptada en todas partes como medio de pago y de ahorro. Y si en un principio,
en efecto, dada la fuerte economía de EEUU, el dólar era una muy confiable
divisa, con los años, ante la pérdida de ese poderío económico
estadounidense, ahora ya está dejando de serlo, mucho más pronto de lo que
podría esperarse, sobre todo porque EEUU se ha ido desindustrializando,
gracias principalmente a sus corporaciones, las que han ido monopolizando la
producción industrial en dicho país, destruyendo a otras industrias y
"optimizando" a los trabajadores en activo, o sea, explotándolos más,
con tal de producir más mercancías con menos trabajo. Sin embargo, lo más
grave es que se han ido llevando a zonas salariales más bajas los empleos, no
sólo los de cuello azul, sino también los de cuello blanco, o sea, los
administrativos, los gerenciales. Escribí hace unos meses un artículo acerca
de esa situación, titulado "De nueva cuenta la fiebre del oro o de cómo
EEUU está quebrando", en el que analizo justamente la cuestión de su
desindustrialización, que actualmente sólo abarca menos del 11.7% de sus
actividades económicas (verlo en este mismo blog. En 1982, Lee Iacocca,
famoso empresario automotriz, que cuenta entre sus triunfos haber salvado a la
Chrysler de una de sus tantas quiebras, refiriéndose a la desindustrialización
estadounidense, vaticinó que "No sé cuándo despertaremos de letargo,
pero conviene que sea pronto, pues de lo contrario, dentro de unos años
nuestro bagaje económico se reducirá a los autobancos, los puestos de
hamburguesas y las galerías de videojuegos". En efecto, basta ir a
cualquier ciudad de EEUU y casi todo se reduce a comercios, malls y parques de
diversiones).
También analizo en dicho artículo que eso, la
desindustrialización, le ha generado a EEUU un enorme déficit gubernamental,
de casi dos billones de dólares ($2,000,000,000,000), así como una deuda pública
y privada de casi 15 billones de dólares (15,000,000,000,000), que representa
casi un 95% de su PIB del 2011 ($15.3 billones de dólares). Eso, como indiqué
en ese trabajo, da claras señales de que EEUU pronto va a dejar de ser
solvente y que el dólar sólo se está sosteniendo debido a la indiscriminada
impresión de billetes. Incluso, comenté allí mismo que por esa situación,
dada la inminente quiebra de EEUU, sus barones del dinero están buscando
"seguras" inversiones, y una de ellas ha sido comprar oro y/o plata,
ya que son fuentes de riqueza "legítimas", o sea, no requieren de
la estabilidad de un país para tener su valor. Lo mismo pasa con las mercancías,
las tierras, los mares, los bosques... que representan riqueza verdadera (si
simplemente se desconocieran las "leyes" del capitalismo salvaje, no
habría ningún problema, dado que tenemos todos los recursos naturales y
humanos para salir adelante). Justamente porque los metales preciosos como el
oro están siendo tan demandados, las empresas mineras mundiales están en una
fiebre explotadora en busca de nuevos sitios con tal de encontrar oro, cueste
lo que cueste y destrúyase lo que se destruya. Aquí en México, por ejemplo,
el entreguista, corrupto gobierno panista que nos mal administra, ha dado en
"concesión" el 25% de nuestro territorio a las voraces,
inescrupulosas compañías mineras, la mayoría canadienses, que destruyen
todo a su paso, como el emblemático cerro de San Pedro, en San Luís Potosí,
que quedó reducido a montañas de polvo y piedra molida, acabando con
bosques, áreas verdes y envenenando tierras y acuíferos con miles de litros
de cianuro, empleado para la separación del metal del material pétreo (es
tan ineficiente la obtención de oro, que se requiere demoler una tonelada de
material pétreo para obtener apenas 44 gramos de oro, una onza). Y eso es una
constante en todo el mundo, en lo que podría asemejarse a la fiebre del oro
de los años 1850's en EEUU, cuando gambusinos incluso asesinaban o quemaban
bosques completos, con tal de hacerse de mucho oro y volverse así muy ricos.
Eso es justo lo que está también demostrando que el
otrora fuerte dólar, ahora está dando estertores, aproximándose rápidamente
su fin como divisa y reserva universal.
Así, es tan grave el problema del endeudamiento de EEUU
que la Asociación Nacional de la Inflación, de ese país, considera que aún
si todos los ciudadanos estadounidenses (los más de 310 millones que hay ya),
fueran gravados en sus ingresos al cien por ciento, o sea, que el gobierno les
quitara todo por completo, ni aún así se pagaría la deuda, se tendría que
pedir prestado con tal de no colapsarse. Y es que todas las quiebras, tanto de
los bancos, así como de instituciones públicas, como las inmobiliarias
Fannie Mae y Freddie Mac, que se colapsaron en el verano del 2008 (ver en este
mismo blog mi artículo "La crisis de los créditos en los Estados
Unidos: la consecuencia de gobernarse por índices", en donde abundo
sobre la quiebra de esos organismos gubernamentales), han sido absorbidas por
el gobierno, claro, empleando el dinero de los contribuyentes, los que han
pagado los platos rotos de la voracidad financiera de los barones del dinero,
quienes junto con las grandes corporaciones, han sido los directos
responsables de la debacle que hoy se está viviendo. Por ello se han dado las
protestas recientes, aún en curso, de un creciente sector social
estadounidense, no sólo de los estratos bajos, sino de los medios, tales como
estudiantes o profesionistas, en contra del 1% de la población mundial, sí,
la clase adinerada, los dueños del dinero, de la riqueza social y del futuro
de toda la humanidad, que están afectando y literalmente matando de hambre al
99% de la población restante (y en todos lados es lo mismo. En México, por
ejemplo, recientemente se reveló que sólo el 0.17% de la población, osea,
menos de 200,000 personas poseen casi el 42.5% del PIB nacional en valores de
la Bolsa, o sea, casi la mitad del valor de la economía generada anualmente).
Y, como ya señalé, EEUU ha ido aplazando su colapso
gracias a que puede imprimir dólares, claro, mientras éstos aún sigan
siendo aceptados, lo que ya está dejando de ocurrir. En muchos países, se
están dejando de aceptar dólares como medio de pago. Cuba, por ejemplo, sólo
acepta euros. Sin embargo, tiene aún suerte EEUU de que su divisa siga siendo
aceptada, por ejemplo, para cotizar el petróleo, pues aunque en apariencia el
barril sube en cuanto a su valor en dólares, como éstos cada vez valen
menos, en realidad el petróleo lo compra EEUU artificialmente barato, en
relación con otros países, pero además lo hace con dólares que no tienen
un sustento real, como ya mencioné. Y por eso el valor de la gasolina allí
se mantiene digamos que bajo, en relación con otros países, que estarían
pagando el precio real por dicho petróleo. Por ejemplo, mientras en EEUU el
precio promedio de un galón de gasolina es de $3.61, en Canadá, es de $5.56,
en Francia, es de $8.21, en Japón, cuesta $6.62, en Australia, se paga $5.41
y en China, $4.54 (el encarecimiento es porque como deben de pagar en dólares,
al comprarlos, les resulta más caro, no así EEUU, que sólo debe de imprimir
billetes y ya). Así que si el petróleo se cotizara ya en otra moneda, no se
haría en su equivalente en dólar, sino en su precio real (que es mucho mayor
al que actualmente se vende), por lo que EEUU tendría que pagar ese petróleo
con sus muy devaluados dólares y entonces, sí, será el principio de muy
altos índices inflacionarios, como nunca antes se hayan visto allí, pues
pagado el petróleo en precios reales, la gasolina también se vendería en su
precio real, lo que iniciaría la espiral inflacionaria, además de que todas
las demás importaciones subirían también. Y ya ha habido reuniones
"secretas", digamos, de varios países árabes, quienes junto con
China, Rusia, Japón y Francia, están planeando dar fin al dólar como divisa
internacional, dadas las debilidades estructurales ya mencionadas de EEUU, y
están buscando otra divisa más segura. Incluso, entre los países del
llamado Concejo de Cooperación del Golfo, el cual incluye Arabia Saudita, Abu
Dhabi, Kuwait y Qatar, se ha pensado en crear una moneda regional única. Y
varios de esos países, como China, están deshaciéndose lo más pronto
posible de sus reservas en dólares, pues ha vendido más del 8% de los bonos
del tesoro que poseía (comento más sobre los bonos del tesoro, que ya
tampoco ofrecen seguridad a sus tenedores, en el ya mencionado artículo:
"De nueva cuenta la fiebre del oro o de cómo EEUU está quebrando",
que está en este mismo blog. China, de hecho, con sus cuantiosas reservas de
dólares, comparte la vulnerabilidad del dólar, así que si éste cae, le
seguirá dicho país, cuan efecto dominó. Por eso es que actualmente China
está en la fiebre de comprar empresas en donde se pueda, con sus reservas de
devaluados dólares, con tal de irse deshaciendo de esa peligrosa "bomba
de tiempo").
Y en muchos países, ya no se aceptan dólares, sólo
euros, yenes o yuanes chinos. Incluso, irónicamente ya dentro de los propios
EEUU, hay regiones que están usando una especie de monedas locales, como la
que reportó el diario USA Today hace poco, el Berkshare, que se está usando
bastante en la región de Berkshire, al oeste de Massachussets, y que desde el
2006, se han cubierto transacciones por $2.3 millones de dólares en su
equivalente. Se aceptan también euros. Además, en algunas partes de Texas,
resulta curioso, ya también se reciben pesos mexicanos. Se estima que unas
150 monedas alternativas se están aceptando en distintas partes de EEUU, lo
cual es un fuerte indicador de que las cosas andan mal, pues a veces el
sentido común vale más que toda la ciencia económica o, peor, que las
falsas declaraciones de políticos mentirosos asegurando que las cosas
"están bien" y no hay de qué preocuparse (de hecho, en un reciente
viaje que hice a EEUU, pude emplear mi tarjeta de débito mexicana, sin ningún
problema).
Por tanto, se acerca el fin del reinado del dólar y con
ello, como ya he señalado, la estrepitosa caída de EEUU.
Aún así, antes del colapso total, EEUU está dejando de
ser la superpotencia económica que presumía que era. Un grave indicador es
el número de pobres que ya hay, y no me refiero a gente que gane poco, no,
sino a aquéllos que ni siquiera tienen empleo y, lo peor, padecen hambre,
como en cualquier país subdesarrollado. Como señalo arriba, ha habido ya
varias protestas en distintos estados de EEUU, de gente de distintos niveles y
condiciones en contra de los barones del dinero y las corporaciones, los que sí
son rescatados por el gobierno, pero no ellos, los ciudadanos comunes. En
alguna de esa protestas, que se denominó "Ocupa una casa", se
denunciaron las abusivas prácticas de los bancos, los que han embargado a
gente que por quedarse sin trabajo o no haber podido pagar su hipoteca, fue
echada de su hogar. Esa protesta fue para ocupar casas vacías, que nadie
compra, porque no hay, sencillamente, compradores, y que allí están, sin
ocuparse, pudiendo servir a los miles de ciudadanos que las perdieron. En una
de las protestas, una sexagenaria mujer, de origen puertorriqueño, tomó la
palabra y expuso su caso. Hace un tiempo
compró su casa, dando un enganche de 85 mil dólares, los ahorros de su vida,
y comenzó pagando menos de 900 dólares mensuales como pago por el crédito
otorgado. Vivía con su hijo, hasta que éste se enroló en el ejército. Fue
enviado a Irak, en donde murió a causa de una mina terrestre. La mujer, entre
amargo llanto, denunció que mientras le llegaban cartas de Hillary Clinton y
del secretario de la defensa, Leon Panetta, de "sentidas"
condolencias, también le estaban llegando las del banco, diciéndole que le
daba unas cuantas semanas para desalojar su casa, la que por haber subido la
mensualidad a más de 3500 dólares, además de no tener trabajo o no seguir
contando con el salario de su hijo, ya no había podido seguir pagando. Esa
tendencia, que comenzó más acentuada desde el 2008, se ha mantenido, y el número
de personas sin empleo y sobre todo de pobres, ha subido incesantemente. Ni
siquiera esos pobres tienen ingresos suficientes para comer, dado que 13% de
la población depende para su subsistencia de los vales de comida que provee
el gobierno y ha ido en aumento el número de las personas que los solicitan
(ante la imposibilidad real de la mayoría de la gente que aún tiene trabajo
de comprar una casa, muchos han optado mejor por rentar pequeños
departamentos, los que incluyen todos los servicios, además de cocina
integral, por un promedio de $1000 a $1200 dólares mensuales, mediante
contratos establecidos. Así, si se quedan sin trabajo o los cambian de lugar,
simplemente dejan de rentar allí y ya no están agobiados por una hipoteca
que durará toda su vida... claro, eso si pueden pagarla. Constaté
personalmente todo eso, en un viaje que realicé recientemente a dicho país.
Escribí mis experiencias en el artículo "En busca de los signos de la
decadencia estadounidense", que se encuentra en este mismo blog).
Y cada vez son más abundantes las "ciudades
perdidas" (shanty towns), cerca de ciudades como Sacramento, Fresno,
Nashville... "construidas" con basura, como cartones, llantas,
piezas de autos... justamente como podrían verse en cualquier ciudad de país
latinoamericano (como en México, por ejemplo, que tenemos gente viviendo
entre la basura, como los así llamados pepenadores). Vaya, es ya grave eso.
De hecho, luego de que el huracán Katrina pegó durísimo en las costas de
Luisiana, destruyendo varias partes de Nueva Orleáns, costaba trabajo, al ver
esas escenas de los damnificados y los daños provocados, que tuvieran lugar
en EEUU, pues parecían mas de países como Haití, por ejemplo (de hecho,
ahora se sabe que la inundación pudo haber sido evitada si se hubieran
reforzado a tiempo los sistemas de diques que protegían a la ciudad de las
inundaciones, cosa que no se hizo por falta de fondos públicos para hacerlo.
El siguiente video muestra dramáticas fotografías del desastre:
http://www.youtube.com/watch?v=IPFIUzGAJBA&feature=related).
Como decía, el número de pobres y de indigentes ha ido
en alarmante aumento y cada vez más es muy evidente la descomposición social
que ya sufre ese país, como cualquier otra nación, en donde los estragos de
desigual capitalismo salvaje son más que evidentes (en el siguiente video se
muestran escenas y cifras de los niveles de indigencia que ha alcanzado EEUU:
http://www.youtube.com/watch?v=XyGrrUg0gIs).
Y entre las familias que aún tienen trabajo, están
excesivamente endeudadas (quebradas), pues se calcula que un 47% están en esa
situación, debiendo en promedio $8,000 dólares sólo en sus tarjetas de crédito,
pero al dividir el endeudamiento total de EEUU entre sus habitantes tenemos
que cada estadounidense debe actualmente casi ¡50 mil dólares!, impagables,
claro.
Y como señalé también, el desempleo sigue creciendo, y
actualmente casi 30 millones de estadounidenses no lo tienen y más de 10
millones de ellos ya perdieron las esperanzas de conseguir uno (además, de
todos modos, la tendencia del capitalismo salvaje es de ir desempleando, hacer
más, con menos trabajadores. Ver mi artículo en este mismo blog:
"Desempleo en EEUU, agudizada tendencia del capitalismo salvaje del
incremento en la desocupación", en donde ejemplifico justamente con el
caso de EEUU).
En su desesperación por tener empleo, los desocupados
tratan de conseguir lo que sea. Por ejemplo, en la ciudad de Long Island, 2000
personas hicieron fila por más de cuatro días para llenar la solicitud para
trabajar ¡como aprendices de mecánicos de elevadores!, de los que sólo se
ofrecían cien puestos.
Otra solicitud, en Massillion, Ohio, era para un solo
empleo como conserje de un edificio. El salario era de sólo 16 dólares la
hora (3840 dólares al mes), más prestaciones. Aún así, ¡700 personas
hicieron cola para ver si se quedaban con el puesto!
En Arizona vi, por ejemplo, pegado sobre una caja de
conexiones telefónicas, el anuncio de una chica ofreciendo sus servicios de
escort, que decía "Siempre que tengas necesidad de placer, llámame",
y luego enunciaba la lista de los placeres ofertados, tales como "masaje,
uniforme, lesbianismo, anal, oral, fetiche y humillación" (Ni en México,
país de mayores necesidades ocupacionales, se pegan letreros así. En todo
caso, hay medios, digamos que "especializados", como folletines eróticos
o sitios de Internet, en los que se ofrecen). También me encontré letreros
pegados en postes en donde se ofrecían muchos artículos en "venta de
patio".
Y no sólo se están perdiendo empleos, sino que el
gobierno está reduciendo los gastos de cuestiones tan vitales como la salud,
la seguridad social, la educación. Edificios públicos se están vendiendo y,
ya vendidos, mejor se rentan, pues sale más barato (lo que menciono antes).
Además, servicios como la pavimentación de las calles, el mantenimiento de
la infraestructura o tan necesarios como la limpia, están muy limitados. Por
ejemplo, en mi reciente viaje a Arizona, presencié algo inaudito: alguna
tubería de agua potable debió romperse en una calle, lo que ocasionó una
enorme fuga que formó un riachuelo de un medio metro de ancho por unos veinte
de fondo, que corría por más de tres kilómetros, aguas abajo. El agua,
vital líquido en ese estado mayoritariamente desértico, es un inapreciable
bien, ya que se debe de llevar desde muy lejos. Incluso, México contribuye
con una cuota de agua cada cinco años, debiendo de ceder algo así como 431
millones de metros cúbicos para que ese sediento estado, con temperaturas en
promedio de 40 grados Celsius en verano, disponga de ella. Como dije,
transcurrieron dos días sin que la fuga se reparara (no supe cuándo se hizo,
pues debía de regresar ya a México). Sólo se apareció momentáneamente un
vehículo de servicios de la ciudad, con un par de empleados que sólo
cabeceaban ante el problema, seguramente incapaces de hacer algo por
remediarlo.
Incluso, el muy lucrativo negocio de las cárceles, que
en ese país son privadas, se está viendo afectado. Un estado como
California, gasta nada menos que 11% de su presupuesto anual en el
mantenimiento de prisiones, alrededor de $8,000 millones de dólares (más de
lo que gasta en el pago de educación superior, ¡absurdo! Sí, es más
lucrativo en EEUU pagar a carceleros que a maestros). Así que planea
"liberar" a 6500 prisioneros en el 2012, con tal de
"reducir" sus gastos en prisiones (este es un serio problema, el de
las prisiones, ya que como son un muy lucrativo negocio privado, cualquier
intento por despenalizar ciertos delitos, como el de la posesión de droga,
son boicoteados por los carceleros, con tal de seguir teniendo pretextos para
atrapar y encerrar gente. El intento que hizo ese estado, en el 2011, por
legalizar la posesión de marihuana, fue detenido por aquéllos).
Y abundando sobre los altísimos niveles de desempleo y
pobreza a los que me refiero arriba, George Hemminger, establecido en
California, bloguero independiente, fundador del sitio alternativo de Internet
Survive and Thrive TV, en recientes declaraciones señala que "No hay
empleos, la tasa de desempleo es altísima, es mucho esfuerzo lo que se
requiere para alimentar a las familias, comprarles ropa, calzado. Lo que era
la clase media estadounidense, está dejando de existir y por primera vez, una
gran proporción, está viviendo de vales de comida del gobierno y del seguro
de desempleo. Hay gente que no tiene dónde vivir, han perdido sus casas y lo
hacen en albergues, en tiendas de campaña, en patios traseros de familiares.
Muchos sobreviven juntando latas, botellas... cosas de la basura para
vender" (hay que señalar que no hace mucho, el estado de California, por
sí solo, representaba la quinta economía mundial, y vean a lo que se está
reduciendo). Sí, de verdad que ahora hay muchísimas escenas de la pobreza a
la que han llegado muchos sectores en EEUU, que hasta parecieran que son de un
país tercermundista, como comento antes. Por lo mismo, Hemminger también señala
que la gente está muy desilusionada con Obama, en quien habían puesto muchas
esperanzas, pero que ahora se dan cuenta que ha sido ese señor un simple títere
de las corporaciones y los banqueros, y no ha hecho otra cosa que servir a sus
intereses, pero en cambio a la población, a los ciudadanos comunes, los está
dejando a su suerte. Y esa suerte, como vemos, los ha llevado a una pobreza
tan brutal, como nunca antes se había visto. Las cifras más recientes
indican que uno de cada dos estadounidenses es pobre, así como que una de
cada siete familias ya padece hambre. Muchos perdieron su "capital"
de toda la vida al no poder ya seguir pagando sus casas y que el banco se las
hubiera embargado. Incluso, increíble, ya hay algunos millonarios que ven en
esas lamentables cifras un latente estallido social. Personas como Warren
Buffet, George Soros o Richard Branson, están de acuerdo en que algo se debe
de hacer y a la mayor brevedad, so pena de graves conflictos en el muy corto
plazo. Por lo pronto, Hemminger señala que es tal la desilusión de los
empobrecidos estadounidenses, que a muchos ya ni siquiera les llama la atención
la política, más que para criticarla. Hace algunas semanas que Barack Obama
acudió a los empresarios de Hollywood para reunir "fondos" para su
campaña, aquéllos le "donaron" 72 millones de dólares, lo cual es
una total insolencia, señala Hemminger, cuando, insiste, la mayoría de lo
que solía ser la muy consumista clase media, está dejando de serlo y está
ya en los límites de la sobrevivencia pura.
Como he dicho arriba, la tendencia de las grandes
corporaciones en el capitalismo salvaje es a ir desocupando gente. Esto lo
hacen explotando más a los obreros activos (producir más con menos), lo que
eufemísticamente se llama "aumento de la productividad", así como
exportando empleos a zonas salariales más bajas (China). Súmese a lo
anterior la actual debacle económica y los millones de empleos adicionalmente
perdidos debido a ella no se recuperarán ni ahora, ni en el futuro. Aún así,
el gobierno del inepto Obama está buscando absurdas alternativas para crear
unos cuantos empleos (una, por ejemplo, hacer más difícil la estancia de
ilegales allí, con tal de que los empleos que ellos les pudieran
"robar" a los estadounidenses, los obtengan éstos, lo que es estúpido,
pues muchos de esos puestos, los estadounidenses no se consideran a ese nivel,
como para trabajar de, por ejemplo, pizcadores en el campo o trabajadores en
un rastro). Otro proyecto que se le ocurrió a Obama es la construcción de un
oleoducto desde Alberta, Canadá, que transportará petróleo obtenido del
procesamiento de las tierras aceitosas que abundan en ese país, proyecto que
además de ser muy costoso, antiecológico y peligroso, por los potenciales
accidentes que pueden presentarse, sólo creará 6000 empleos durante dos años
(Ver en este mismo blog mi artículo "Desechos radioactivos flotantes y
nuevos oleoductos, inminentes desastres ecológicos", en donde hablo
sobre la peligrosidad y los daños ecológicos que ese oleoducto, bautizado
como Keystone XL, puede provocar).
En fin, pues por todo lo comentado, estamos, en efecto,
en la antesala de que EEUU y su dólar dejen de ser factores dominantes dentro
del actual periodo histórico. Y es de esperarse que también el capitalismo
salvaje, deje ya de ser considerado como el único sistema económico que la
humanidad puede tener. Hemminger señala al respecto que el futuro en ese país
será de gente que trate de buscar la autosuficiencia por sus propios medios,
como smbrar sus propias legumbres, criar sus propias vacas, fundar comunidades
de autoayuda. Incluso, sostiene que, como señalo arriba, se dejará de
emplear al dólar como medio de pago y la gente buscará otras monedas.
"Veremos ciudadanos intercambiando trabajo por comida". Parece muy
drástico todo eso, pero ya se está haciendo en muchos países, gente
trabajando por comida.
En fin, es tiempo de que el 99% nos impongamos ya sobre
los mezquinos intereses del minoritario 1%, el único sector que aún defiende
a ultranza a este patético, decadente sistema.
Contacto: studillac@hotmail.com