Europa

Masivas marchas de trabajadores en Irlanda

BBC News, 22/02/09

Decenas de miles de personas marcharon este sábado por las calles de Dublín, Irlanda, en protesta por los planes gubernamentales de reducir el salario de los trabajadores del sector público. Las manifestaciones estuvieron entre las más numerosas de la historia de Irlanda.

Los manifestantes –principalmente trabajadores de la construcción, enfermeras y maestros– se oponen a la decisión del gobierno de gravar con un impuesto las pensiones de unos 350.000 trabajadores del sector público, como una forma de combatir la recesión.

Las protestas de los trabajadores desbordaron las calles de Dublin

El Congreso Irlandés de Sindicatos (ICTU, en sus siglas en inglés), que organizó la marcha, expresó que los trabajadores no causaron la crisis económica pero que, sin embargo, están pagando por ella.

En un comunicado, el gobierno irlandés dijo que reconoce que las medidas son "difíciles y en algunos casos dolorosas", pero que el gravamen a las pensiones es "razonable".

Agrega que el plan es necesario para mostrar que Irlanda está tomando el control de la situación en momentos de gran déficit.

Reportes indican que el plan puede costarle a los 350.000 trabajadores entre unos US$1.920 y US$2.300 por año.

Desempleo récord

"Los trabajadores están furiosos. Sienten que están siendo castigados por los errores cometidos por los bancos irlandeses", señala el corresponsal de la BBC en Dublín, Mark Simpson.

"El gobierno irlandés teme que la protesta de hoy (sábado) pueda, eventualmente, dar lugar a huelgas", agrega Simpson.

El corresponsal observa que, en cualquier caso, se acabaron los días en que la economía irlandesa era la envidia de Europa.

Si bien Irlanda fue en un momento la economía de más rápido crecimiento de Europa, ha caído en la recesión más rápidamente que muchos otros miembros de la Unión Europea.

El país entró oficialmente en recesión en septiembre de 2008, y el desempleo se incrementó agudamente en los meses subsiguientes.

El número de personas que reclaman el seguro de desempleo alcanzó los 326.000 en enero, el nivel mensual más elevado desde 1967.


"No estamos dispuestos a vivir en una sociedad así", declaran dirigentes sindicales

Protesta multitudinaria en Irlanda por la actitud
del gobierno frente a la crisis

Europa Press, 22/02/09

Dublín.– 125.000 personas –en un país de apenas 4 millones de habitantes–han salido a las calles de Dublín por la política del gobierno ante la crisis. Irlanda, es junto con España, uno de los países de la Unión Europea que está siendo más azotado por el desempleo.

El Congreso Irlandés de Sindicatos (ICTU, por sus siglas en  inglés), convocante de la marcha de hoy, asegura que esta  manifestación es sólo el primer paso de una campaña de apoyo a una política más justa para lograr la recuperación económica, según  recoge 'The Irish Times'.

El secretario general del ICTU, David Begg, afirmó en el acto de  clausura de la protesta que "una elite empresarial" ha destruido la  economía y que no se ha responsabilizado de ello en modo alguno. Así, emplazó al Gobierno a abrir un diálogo con los sindicatos para  analizar el Plan Nacional de Recuperación de diez puntos planteado  por los sindicatos.

Begg afirmó que el plan de diez puntos del ICTU no es perfecto,  pero es la mejor oferta que se conseguirá. "Si eres sensible te comprometerás con nosotros y dialogarás sobre él", dijo.

La presidenta del ICTU, Patricia McKeown, por su parte, acusó al  Gobierno de querer que los trabajadores realicen los sacrificios y proteger a quienes arruinaron la economía. "No estamos dispuestos a vivir en una sociedad así", dijo.

Así, afirmó que ha llegado el momento de que los trabajadores irlandeses muestren al Gobierno su auténtico poder. "Ese poder está  hoy en las calles de Dublín, en su acción fabril, pero, sobre todo, en las urnas", dijo.

Mientras, el Gobierno reconoció hoy en un comunicado que hay puntos "enteramente coherentes" en el Plan Nacional de Recuperación y  afines a sus propias iniciativas. "En concreto, recoge el punto de  vista del Gobierno sobre una respuesta nacional integrada a la actual crisis como no sólo deseable, sino esencial", explica el texto gubernamental.

"El Gobierno reconoce que las medidas que está adoptando son difíciles e incluso, en algunos casos, dolorosas. El Gobierno está también convencido, sin embargo, de que son tanto necesarias como justas", añadió.


La crisis global para en seco a Irlanda, el Tigre celta

Por Charles Forelle
Wall Street Journal, 15/02/09

Dublín.– En una señal de que la crisis económica está golpeando a Irlanda donde más le duele, Guinness está dudando si construir o no una nueva fábrica de cerveza aquí.

Tan sólo en mayo pasado, la demanda de la costosa cerveza negra a base de malta por parte de países emergentes era tal que la empresa matriz de Guinness, Diageo PLC, afirmó que gastaría casi US$1.000 millones para construir una "superfábrica de cerveza" en un suburbio de Dublín. Los tiempos han cambiado. El mes pasado, Diageo suspendió sus planes, haciendo referencia a la "difícil situación económica global".

Irlanda, hasta hace poco el Tigre celta en pleno auge y la envidia de Europa, está tambaleando. Como los estadounidenses, los irlandeses pusieron las ganancias de su creciente riqueza en bienes raíces, pidiendo prestado para seguir construyendo. Cuando estalló la crisis de crédito, este edificio financiero se desplomó.

No hace mucho, Irlanda era un rincón pobre de Europa y durante décadas el mejor plan de negocios de un irlandés era emigrar. Luego, durante la década de los años 90, pareció que Irlanda estaba haciendo todo bien. Abrió sus puertas a la inversión extranjera, atrajo a fabricantes de tecnología con impuestos bajos y ofreció una mano de obra capacitada. Estos cambios económicos trajeron nueva riqueza, salarios más altos y casas más lujosas.

La llegada de la recesión global detuvo ese ciclo. Los salarios están cayendo, los bancos se quedaron con préstamos incobrables y los precios de las viviendas se redujeron un tercio en algunas áreas.

El frenesí seguido del derrumbe en el sector inmobiliario ha sido la ruina de la economía del país. Se proyecta que el desempleo se disparará a cerca del 10% este año. El banco central predice una caída de 4% en el Producto Interno Bruto. Hace unos días, cuando muchos países se apresuraron a apuntalar sus economías con planes de estímulo, el primer ministro Brian Cowen anunció enormes recortes del gasto para restar 2.000 millones de euros (US$2.560 millones) de un enorme déficit fiscal.

"Pusimos todos los huevos en la misma canasta", afirma Senan Griffin, el alcalde del condado Kildare, 24 kilómetros al occidente del Dublín. La nueva superfábrica de cerveza planeada por Guiness era un emblema del progreso de Irlanda, un signo de que una empresa extranjera —Diageo es un conglomerado británico— estaba dispuesta a invertir dinero en el sector manufacturero.

Kildare esperaba que la fábrica se construyera allí, ya que le había ido bien durante el auge. Intel Corp. y Hewlett–Packard Co. construyeron plantas. Entre 1991 y 2006, la población creció un 50%, a 186.000 habitantes.

Los precios de las propiedades en el condado han caído un 15% o más respecto a un año atrás, afirman las inmobiliarias. En Maynooth, una de las ciudades más grandes del condado, hay seis oficinas de bienes raíces. En una que abrió recientemente, llamada Charters, Naill McMahon, de 29 años, espera que suene el teléfono. "No hemos vendido nada", afirma.

Intel se quedará en Kildare, mientras que H–P planea parar su planta por ocho días durante el segundo trimestre. La fábrica de Guinness hubiera creado 250 empleos, calcula el alcalde Griffin.

De los 650 millones de euros que cuesta el proyecto, 500 millones de euros iban a obtenerse al achicar la vieja fábrica en Dublín y vender los terrenos sobrantes. Hoy en día, obtener esa suma es poco probable, dado el poco apetito por nuevos desarrollos inmobiliarios. Diageo prefirió no hacer comentarios.

De muchas formas, Irlanda ofrece una lección de cómo no manejar una riqueza inesperada. Alan Ahearne, economista de la Universidad Nacional de Irlanda en Galway, regresó a Irlanda en 2005, luego de unos años en EE.UU. Cuando volvió, le preocupó ver cómo se habían disparado los precios de las casas, superando el alza de los sueldos y los alquileres.

En 2006, el censo estableció que había más de 250.000 propiedades vacías, en un país con una población de unos 4 millones. Muchas eran inversiones que sus dueños no se molestaban en arrendar, dado que las ganancias obtenidas debido al alza de los precios eran tan buenas. "Para mí, esa fue la señal de alarma", afirmó Ahearne.