Provocativas
maniobras bélicas del eje EEUU–OTAN–UE en Georgia
Moscú
advierte sobre movimientos militares en
el Cáucaso
IAR
Noticias, 09/05/08
En
medio de un renovado clima de tensión entre Rusia y el eje
EEUU–OTAN–UE en el Cáucaso, y con las fuerzas de la
alianza atlántica realizando maniobras en Georgia, el
presidente ruso Dimitri Medvedev previno el viernes, contra
las "temeridades militares", en un desfile en Moscú
con el mayor despliegue de armas estratégicas rusas que se
recuerde.
Durante
este, desfile donde se mostró el impresionante poderío
militar nuclear y convencional de Rusia, el presidente
Dimitri Medvedev previno el viernes contra las
"temeridades militares" y afirmó durante la
celebración del Día de la Victoria en la plaza Roja de
Moscú que Rusia "defenderá firmemente sus
intereses".
Durante
su alocución, y en velado mensaje a la OTAN, Medvédev no
ahorró críticas para las "aventuras militares"
de algunos países, en clara alusión a Georgia, a la que
Moscú acusa de agresión contra la región separatista
georgiana de Osetia del Sur.
Este
martes fuerzas de la alianza atlántica iniciaron maniobras
militares en Georgia, un enclave estratégico de
"occidente" rodeado por un dispositivo militar
ruso desde agosto del año pasado.
Los
casi treinta días de duración de los ejercicios de la
OTAN, en una región altamente militarizada y con las dos
flotas navales posicionadas una enfrente de la otra en el
Mar Negro, preanuncian un creciente estado de tensión en el
Cáucaso.
La
OTAN inició el martes 5 en Georgia maniobras militares
conjuntas en la que también participan varios países no
aliados y que ya han generado el rechazo frontal de Rusia y
las repúblicas separatistas Osetia del Sur y Abjasia.
"Cualquier
agresión contra nuestros ciudadanos recibirá la debida
respuesta", dijo, repitiendo la excusa utilizada por
Rusia en agosto pasado para desplegar sus tropas en Osetia
del Sur –la mayoría de los surosetas son ciudadanos
rusos– y expulsar al Ejército georgiano.
Medvédev,
que recibió hace un año el maletín con el "botón
nuclear", que le permite controlar los mandos del
arsenal atómico de Rusia, también rindió tributo a los
8,6 millones de soldados rusos caídos en la Gran Guerra
Patria, como se llama en este país el capítulo soviético
(1941–45) de la Segunda Guerra Mundial.
"Nuestra
victoria sobre el fascismo" en la Segunda Guerra
Mundial "es un gran ejemplo y una gran lección para
todos los países, una lección que sigue estando de
actualidad hoy, cuando una y otra vez aparecen quienes
consienten las temeridades militares", dijo Medvedev al
comienzo del mayor y más espectacular desfile militar que
se ha realizado con motivo del Día de la Victoria en la
Rusia moderna.
El
discurso de Medvedev estaba dirigido a Georgia (y por tiro
de elevación a la OTAN) , país con el que Rusia libró una
breve guerra el pasado agosto. Moscú intervino en la región
secesionista georgiana de Osetia del Sur para defender a sus
fuerzas de paz y a sus ciudadanos cuando Tiblisi intentó
recuperar el control de este territorio por la fuerza.
En
el desfile, varios guardias de honor llevaban el Estandarte
de la Victoria en la plaza Roja mientras una orquesta de
1.000 músicos tocaba marchas militares. Ésta fue la
bandera que se izó en el edificio del Reichstag, el
Parlamento alemán, para marcar el fin de la que se conoce
como la Gran Guerra Patriótica de la antigua Unión Soviética.
El
desfile, en el que participaron 9.000 efectivos de las FFAA,
constituyó una demostración del poderío nuclear y
convencional de las Fuerzas Armadas rusas.
Ante
el Kremlin pasaron los últimos tanques de combate T–90,
vehículos blindados y cañones. Además de sus enormes
misiles nucleares estratégicos Topol–M y los lanzacohetes
múltiples Smerch (Tornado), Rusia mostró por primera vez
su sistema antiaéreo S–400 Triumph (llamado Growler por
la OTAN).
Unos
70 helicópteros y aviones de combate –más del doble de
los que participaron en el desfile del año pasado–
sobrevolaron la plaza Roja a sólo 300 metros de altura.
Asimismo,
se estrenó el helicóptero de ataque Mil Mi–28 (conocido
como Havoc por la OTAN), que se puede utilizar de día y de
noche y en las condiciones meteorológicas más adversas.
Por último, los rusos pudieron observar el mayor bombardero
del mundo, el Tupolev Tu–160 (Blackjack, según la OTAN),
de la época de la Guerra Fría.
Medvédev
presidió el desfile, el mayor desde 1990, junto al primer
ministro, Vladímir Putin (el poder en las sombras de
Rusia), quien decidió reanudar los grandiosos desfiles de
la era soviética, y el ministro de Defensa, Anatoli
Serdiukov, que pasó revista a las tropas.
Como
el año pasado, cuando se reanudaron las paradas con
armamento pesado, las "estrellas" del desfile del
Día de la Victoria fueron los misiles balísticos
intercontinentales Tópol–M, el arma más temible del
arsenal ruso que lleva una ojiva de un megatón de potencia.
También
se exhibió otra pieza que es considerada el orgullo de la
industria militar rusa: los cohetes táctico–operativos
Iskander–M, capaces de superar el escudo antimisiles de
Estados Unidos.
Además,
los presentes y los millones de rusos que siguieron la
parada por televisión pudieron ver las baterías de defensa
aérea con cohetes S–300 PMU "Favorit" y S–400
"Triumf" y las lanzaderas de misiles Smerch –las
más potentes del mundo–, Grad y Uragán, empleadas por el
Ejército ruso en Chechenia.
Entre
el armamento convencional, el más esperado fue el tanque
"volador" T–90, capaz de saltar desde un avión
en marcha y alcanzar una velocidad de unos 70 kilómetros
por hora.
También
sobrevolaron la plaza cazas Su–25, Su–27 y Mig–29,
bombarderos estratégicos supersónicos Tu–160, que pueden
alcanzar velocidades de hasta 2.230 kilómetros por hora, y
helicópteros Ka–50 y Mi–28.
Medvédev
considera que un nuevo acuerdo de seguridad debe ser la
alternativa a la OTAN, cuya expansión al Este es
considerada por Moscú una amenaza para su seguridad, y el
"euroatlantismo", que el Kremlin considera anacrónico.
En
las maniobras militares de la OTAN que se están realizando
en el Cáucaso, participan 650 militares de 20 países
aliados y socios, incluidos nueve Estados miembros (España,
Estados Unidos, Canadá Grecia, Turquía, Reino Unido,
Albania, Croacia y Hungría), otros diez países socios de
la Alianza (Georgia, Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Bosnia y
Herzegovina, la Antigua República Yugoslava de Macedonia,
Serbia, Moldavia, Kazajistán, Suiza y Emiratos Árabes
Unidos.
Según
interpretan analistas rusos, se trata de una peligrosa
reedición de "escalada militar" en un escenario
internacional dominado por una crisis recesiva de difícil
pronóstico y desenlace, que le suma a EEUU otro peligroso
frente abierto en una región petrolera marcada por los
conflictos en Pakistán y Afganistán.
Paralelamente,
las relaciones entre Rusia y la OTAN experimentaron un
brusco giro de tensión que dejó sin efecto las
conversaciones bilaterales que habían iniciado tras el
conflicto armado desatado en la región en agosto del año
pasado.
La
respuesta del Kremlim a los movimientos militares de la OTAN
en el Cáucaso consistió –además de mostrar su poderío
militar en el desfile– en una serie de anuncios
relacionados con su carrera armamentista.
Esta
semana el presidente ruso anunció que a partir de 2011
Rusia comenzará el rearme y modernización a gran escala de
sus Fuerzas Armadas, que en 2012 tendrán más de un millón
de efectivos.
El
ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, informó el
viernes que la versión enmendada del presupuesto militar no
prevé recorte alguno en el apartado de las fuerzas de
disuasión nucleares.
"Todo
se mantiene inalterable. No hemos tocado casi nada: ni la
investigación, ni los prototipos experimentales, ni la
modernización y los pedidos. Todo ello ha sido y sigue
siendo nuestra prioridad", afirmó Serdiukov en
declaraciones a Rossiyskaya Gazeta.
Rusia
planea gastar más de 1,5 billones de rublos en programas de
investigación y desarrollo, reparación y adquisición de
material bélico en el período de 2009–2011.
El
desarrollo de misiles Topol–M, RS–24 y Bulavá, así
como de los respectivos vectores como submarinos estratégicos
de la clase Yuri Dolgoruki (Proyecto 955 Boreo) se define
como objetivo prioritario en el ámbito de las fuerzas de
disuasión nucleares.
En
los últimos días, Rusia, que ha instalado poderosas bases
operativas en la región del Cáucaso además de tener
emplazada su flota naval en el Mar Negro, reforzó sus líneas
militares en la frontera entre Osetia del Sur (epicentro del
conflicto) y Georgia.
La
nueva demostración de fuerza en Moscú, y los anuncios de
ratificación de su carrera nuclear se orientan como factor
disuasivo y de advertencia al eje EEUU–OTAN–UE, en una
región clave en la disputa estratégica por el control de
los recursos energéticos de Eurasia que ya tuvo su primer
desenlace armado con la llamada "guerra de
Georgia" en agosto pasado.
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