Madrid.– El crecimiento del paro parecía haber entrado en una senda de
moderación en los meses centrales del año pasado gracias a
una leve mejora de la actividad y a la caída de la población
activa. Pero estos buenos augurios se volatilizaron en el último
trimestre. Entre octubre y diciembre, 203.200 personas
quedaron en situación de desempleo, una cifra que casi
dobla la registrada entre abril y septiembre (112.600).
Así las cosas, el ejercicio se cerró con un máximo histórico de
4.326.500 parados, según la última Encuesta de Población
Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Es decir, que el 18,83% de las personas de más de 16 años
en condiciones de trabajar no encontraba ocupación, nueve décimas
más que al final de septiembre y la tasa más alta desde
septiembre de 1998.
Al contrario que en el trimestre anterior, la tercera caída consecutiva de
la población activa tras ocho años de crecimiento no ha
sido suficiente en esta ocasión para neutralizar el
descenso en el número de ocupados (224.200 menos, hasta los
18.645.900).
La economía española contó al cierre del año con 22.972.500 personas en
condiciones de trabajar, 21.000 menos que en septiembre y
92.200 menos que 12 meses antes. Si no fuera por esa pérdida
de población activa, la tasa de paro estaría en el 19,2%,
según cálculos de la patronal del trabajo temporal (Agett).
Tocar
techo
El Gobierno tuvo que reconocer que el desempleo va a continuar creciendo en
los próximos meses, y no descarta que llegue al 20%. «Puede
ocurrir, pero sería una situación puntual», admitió el
secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa. A no
ser que se produjese una debacle de la población activa,
esta previsión implica que el paro todavía crecerá con
fuerza. De mantenerse el número de personas activas,
implicaría un aumento adicional de unos 270.000 parados.
Campa, con todo, defendió que el Ejecutivo prevé una «pequeña»
destrucción de empleo en el primer semestre del año, sobre
todo por la construcción, y una pequeña recuperación en
la segunda mitad, gracias al comercio y a otros servicios.
Para dar credibilidad a su pronóstico, recordó que la tasa
media de paro de este año ha sido del 18%, solo una décima
superior a la augurada por el Gobierno en junio.
Precisamente, el Consejo de Ministros elevó ayer la previsión de tasa
media de paro para este año en una décima, hasta el 19%,
mantuvo la del 2011 (18,4%), rebajó una décima la del 2012
(17%) y desveló la del 2013: 15,5%. Como reconoció el
propio Campa hace unas semanas, la economía española no
recuperará tasas cercanas a las de antes de la crisis (de
cerca del 8%) por lo menos en cinco años.
Moderación
El Gobierno, en cualquier caso, se esfuerza en transmitir que hay «ciertos
signos positivos» en la evolución del empleo. Se aferra,
así, a que el ritmo de crecimiento del paro frente al mismo
trimestre del año anterior se ha ido frenando. En el cuarto
fue del 34,87%, frente al 58,67% del tercero, el 73,73% del
segundo y el 84,47% del primero. El ministro de Trabajo,
Celestino Corbacho, alegó que los ajustes de plantillas se
están «atenuando», ya que pasaron su peor momento a
finales del 2008 y principios del 2009.
Pero también hay elementos negativos que prueban la magnitud del deterioro
sufrido. El mercado laboral ha perdido 1.210.800 ocupados en
un año y registra 1.118.600 parados más. Desde que estalló
lo peor de la crisis, en el primer trimestre del 2008, la
cifra de parados ha aumentado en 2.152.500 personas, hasta
casi doblarse.
Además, el número de hogares con todos los miembros activos en paro aumentó
en el cuarto trimestre en 83.500 frente al trimestre
anterior y en 392.800 respecto a 12 meses antes. Un total de
1.220.00 familias están en esta tesitura, mientras que
9.408.400 tiene a todos sus miembros trabajando.
Catalunya fue la comunidad autónoma que destruyó más empleos en el 2009,
con un total de 262.600 ocupados menos, el 7,73%, que da una
media de 719 por día. En el último trimestre, las empresas
catalanas destruyeron 62.900 empleos, aunque con el dato
positivo de una mejora en la industria. La siguiente
comunidad con más destrucción de puestos de trabajo fue la
Comunidad Valenciana, que perdió 211.300 ocupados en el
2009. En cambio, Valencia superó a Catalunya en incremento
de parados, con 194.400 frente a 187.300, respectivamente.
De octubre a diciembre, 35.900 personas se quedaron en paro
en Catalunya, con lo que la tasa de desempleo subió hasta
el 17,01%.
Recuperación
lenta
La consellera de Treball, Mar Serna, prevé que se tardará entre cinco y
siete años en volver a las tasas de ocupación del 2006, y
subrayó que hasta que no se cree empleo no se saldrá de la
crisis. Serna reconoció que los resultados «siguen sin ser
buenos», aunque recordó que el aumento del paro fue mayor
en el 2008, con 204.000 desempleados más. Los sindicatos
CCOO, UGT y USOC pidieron más medidas para incrementar el
gasto social e incentivar el consumo.
El
paro se cronifica
En toda España, el mayor número de parados se concentró entre quienes
perdieron su empleo hace más de un año, con 1.477.200, que
aumentaron en 688.100 en 12 meses. Le siguió el sector
servicios, con 1.414.500 parados (267.100 más); la
construcción, con 614.600 desempleados (29.700 más), y la
industria, con 327.400 parados (39.300 más en un año y
32.400 menos entre octubre y diciembre).