El domingo 28, comicios en Italia
Teme Berlusconi el "síndrome de París"
Por Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia
La Nación, 22/03/10
Roma.– Cuando falta una semana para las cruciales elecciones en 13 de las
20 regiones italianas, la mayor pesadilla de Silvio
Berlusconi es el denominado "síndrome de París".
Es decir, terminar como su par francés, Nicolas Sarkozy,
con una virtual resurrección de la aún débil
centroizquierda italiana, en una votación en la que también
está prevista una gran abstención.
De hecho, Berlusconi sabe que su agrupación, el Partido del Pueblo de la
Libertad (PDL), llega desgastada a las elecciones del
domingo y lunes próximos, en las que votarán 44 millones
de italianos, aproximadamente el 87% del electorado.
La cada vez más preocupante crisis económica, recientes escándalos de
corrupción, el caos que ha habido con las listas
electorales de su agrupación y la revelación de una
investigación judicial que involucra al propio premier por
haber presionado para que se levantaran programas
televisivos de tinte opositor podrían determinar que su
"pueblo" de la derecha decida desertar de las
urnas, como vaticinan los analistas.
El último sondeo que se conoció antes de la veda electoral, hace diez días,
pronosticó que en tres regiones ganará seguramente la
derecha (Lombardía, Veneto y Calabria) y en seis triunfará
la centroizquierda (Emilia Romagna, Toscana, Marcas, Umbría,
Apulia y Basilicata), mientras que en cuatro (Piemonte,
Lacio, Liguria y Campania) el resultado es incierto. La
encuesta también reveló una leve pérdida de apoyo para el
partido de Berlusconi, que obtendría un resultado inferior
al de las últimas elecciones nacionales, de abril de 2008;
un buen resultado de la Liga Norte, su aliada, y un tibio
fortalecimiento del Partido Democrático (PD), el principal
de la oposición, que podría recuperarse de la derrota
sufrida en las elecciones europeas del año pasado, sin
alcanzar, sin embargo, el resultado de abril de 2008 (cuando
obtuvo el 33,17% de los votos).
Justamente por eso el propio Berlusconi –líder de un partido con
divisiones internas cada vez más evidentes–, con su espíritu
guerrero más intacto que nunca, se puso al frente anteayer
de una masiva manifestación para apoyar a los 13 candidatos
del PDL. El acto se celebró en la emblemática Plaza de San
Juan de Letrán, en esta capital, para movilizar a su
electorado y exorcizar el tan temido fenómeno del
abstencionismo.
El objetivo de Berlusconi es "arrancarle" la mayor cantidad de
regiones posibles a la centroizquierda, que gobierna 11 de
las 13 regiones en pugna.
"Se ve que el Cavaliere está nervioso; esta vez el viento sopla hacia
otro lado y siento que es un viento bueno y positivo",
comentó Pierluigi Bersani, líder del PD, que desafió al
primer ministro italiano a un debate cara a cara, que de
inmediato fue rechazado por el gobierno.
Incluso Berlusconi, que ayer siguió involucrándose personalmente en la
campaña para respaldar a los diversos candidatos de su
partido, admitió que existe el riesgo de una elevada
abstención.
"Es ciertamente un peligro y nosotros insistimos en afirmar que la
abstención es darle un voto a la izquierda. Insistimos
también en que quien no se identifica con la izquierda
tiene la obligación de votar por la Liga o el PDL",
arengó.
El Cavaliere también desmintió que esté en "decadencia", como
apuntan algunos analistas. "Después de las elecciones
tenía el 68% del consenso, ahora bajé al 61%, mientras que
Sarkozy tiene el 32%, Merkel el 40% y Obama el 42%. Yo soy
el recordman de las democracias occidentales, ¿cómo se
puede pensar que un líder con el 61% esté en
decadencia?", agregó, sin ocultar su miedo al "síndrome
de París".
Italia se prepara para una intensa jornada electoral que convoca a 41
millones de
ciudadanos
La campaña se cerró caracterizada por las polémicas y
la falta de
contenidos y programas políticos
La Vanguardia,27/03/10
Roma. (Europa Press).– Más de 41 millones de italianos están llamados a
votar entre mañana y el lunes en las elecciones regionales,
provinciales y municipales. En ellas se elegirán a los
presidentes y alcaldes de 13 regiones, cuatro provincias y
462 municipios, pero además, servirán para tomar la
temperatura al Gobierno de Silvio Berlusconi, dos años
después de su elección como primer ministro y cuando todavía
quedan tres años para el final de la legislatura.
La campaña se cerró ayer caracterizada por las polémicas y la falta de
contenidos y programas políticos. Aparte del acelerón dado
por los partidos en los últimos dos días, en los que por
primera vez se habló de temas como la reducción de la
presión fiscal, el paro o la jubilación, el resto de la
campaña ha ido saltando de polémica en polémica. Todo
empezó con los errores burocráticos cometidos por el
partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), que
presentó la lista de su candidata en el Lazio, Renata
Polverini, con retraso y finalmente quedó excluido de las
elecciones en esta región, aunque en realidad, la candidata
podrá ser igualmente elegida a través de una lista cívica
independiente.
Suspendidos
los 'talk shows'
Otra de las polémicas que han centrado la campaña ha sido la decisión de
suspender todos los talk show televisivos un mes antes del
inicio de las elecciones, lo que ha sido fuertemente
criticado, sobre todo por los presentadores de los
principales programas de debate. A ello se suma la
investigación abierta contra Berlusconi por haber
supuestamente presionado a los responsables de la televisión
pública italiana, la Rai, y al regulador en materia de
medios de comunicación, para que eliminaran el programa
Annozero del periodista Michele Santoro, debido a sus
posiciones contrarias al premier.
Todo esto y el hecho de que a lo largo de la campaña "nadie ha hablado
de los temas concretos de la vida cotidiana que interesan a
la gente" podría conllevar un "aumento de la
abstención", aseguró el presidente de la sociedad de
sondeos Ipsos, Nando Pagnoncelli, en una rueda de prensa con
periodistas extranjeros celebrada esta semana. Según el
experto, la "tendencia general" que reflejan las
encuestas es que "el centro–derecha lograría
mantener alrededor de diez puntos de ventaja con respecto a
los partidos de centro–izquierda".
Por lo que respecta a cada uno
de los partidos, el PDL se mantendría "estable"
con respecto a las últimas elecciones europeas, de las que
salió vencedor, mientras que su principal aliado, la Liga
Norte, ganaría votos. Entre las formaciones de
centro–izquierda, el Partido Demócrata (PD) también
registraría un aumento de adhesiones, mientras que su
principal aliado, Italia de los Valores (IDV), los perdería.
La Unión de Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), que a
nivel nacional también está en la oposición, se mantendría
estable. Aun con todo, la confianza de los italianos en
Berlusconi y su Gobierno habría empezado a disminuir a
partir de enero de 2010, después del aumento registrado en
diciembre de 2009 como "reacción psicológica
inmediata" a la agresión sufrida por el 'premier' ante
la catedral de Milán (norte), explicó Pagnoncelli.
En cuanto a la distribución por regiones, los sondeos de Pagnoncelli señalan
que el centro–derecha tiene una alta posibilidad de ganar
en las regiones Veneto, Lombardía, Campania y Calabria;
mientras que el centro–izquierda lo haría en Basilicata,
Emilia Romagna, Toscana, Umbria y Marche. La región más
indecisa, en cambio, sería el Piamonte, seguida de Ligura,
Puglia y Lazio.
Además del lógico combate que enfrentará a los partidos del
centro–derecha con los del centro–izquierda, los
analistas también hablan del "derby" que se jugará
dentro del centro–derecha, sobre todo en los municipios,
provincias y regiones del norte, en los que la Liga Norte,
que actualmente es el principal aliado de Berlusconi en el
Gobierno, podría obtener muy buenos resultados. De hecho,
según el diario 'Corriere della Sera', el propio ministro
del Interior, Roberto Maroni, que es uno de los principales
representantes de la Liga Norte dentro del Gobierno de
Berlusconi, considera que, para su partido, "ganar las
elecciones significa gobernar en dos importantes
regiones", en referencia al Piamonte y el Veneto, cuyos
candidatos para el centro–derecha son, precisamente, dos
hombres de la Liga, Luca Zaia y Roberto Cota.
Sus declaraciones "son una señal de cómo para el Carroccio (nombre
con el que también se denomina a la Liga Norte en Italia)
considera la competición en familia con el PDL tan
importante como la del Partido Demócrata (PD)",
destaca el diario. De hecho, el director del diario Il
Riformista, Antonio Polito, asegura que "una hipotética
victoria del candidato de la Liga en Piamonte debilitaría
todavía más a Gianfranco Fini", cofundador del
partido de Berlusconi y sin el cual, el PDL no sería una
realidad. Uno de los temas que separan a Fini de Berlusconi
es precisamente el cada vez mayor poder de la Liga Norte
dentro del Gobierno, posición que sería reforzada todavía
más con la victoria de sus candidatos en las elecciones
regionales.
|