Atenas.– El déficit público
de Grecia es mayor de lo que se estimaba y todavía puede empeorar, según la
oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat.
Eurostat cifró este jueves
en el 13,6% del PIB el déficit público de Grecia en 2009, una cifra muy
superior al 12,7% que calculaban las estimaciones realizadas hasta el momento
y que se utilizaron para elaborar el plan de ajuste.
La oficina, que el año
pasado publicó un informe en el que acusaba a Grecia de haber difundido
varias veces datos falsos, mantuvo además "sus reservas" con la
información enviada por las autoridades griegas y adelantó que podría
revisar nuevamente el alza del déficit, de entre 0,3 y 0,5 puntos
porcentuales.
Esto ocurre en medio de una
huelga general de 24 horas, convocada por el principal sindicato de empleados
públicos, que paralizó el país este jueves.
Al menos 10.000 de personas,
según la policía griega, se manifestaron en la capital, Atenas, este jueves
contra las medidas de austeridad del gobierno para reducir el déficit público,
tales como los recortes salariales, la congelación de las pensiones y la
subida de impuestos.
Plutocracia
Como explica desde Atenas el
corresponsal de la BBC Malcolm Brabant, el mensaje de los manifestantes es que
es la plutocracia – la palabra griega que designa a los ricos y poderosos
– la que debe pagar por la crisis, y no los trabajadores.
Las protestas ocurren a poca
distancia del lugar donde funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI)
y del Banco Central Europeo se reúnen para ultimar los detalles de un posible
paquete de rescate.
Los miembros del sindicato de
empleados públicos están muy preocupados por la intervención del FMI en el
plan de rescate y temen que el organismo crediticio exija más medidas de
austeridad que afecten las pensiones, los empleos en el sector público y la
edad mínima para jubilarse.
Brabant señala que el enojo
y la depresión van en aumento entre los griegos a medida que la credibilidad
internacional del país cae en picada. Los más angustiados, dice, son los
empresarios, que temen la bancarrota.
La UE descubrió que Atenas
gastaba mucho más de lo que declaraba y que su rojo fiscal alcanzaba ya 360
mil millones de euros. La novedad impactó en cadena en las bolsas europeas.
El euro cotizó en su peor nivel frente al dólar, en un año.
Grecia está entrando en una
espiral descendente a la que no se le adivina el fondo y además emergen
nuevamente sospechas sobre su sinceridad. Eurostat, la Oficina Europea de
Estadísticas, elevó ayer otra vez el déficit público griego hasta el 13,6%
frente al 12,9% que Atenas anunciaba oficialmente, lo que se sumó a una nueva
baja de la calificación de la deuda. El maquillaje de sus números es un
punto que hace tiempo ha venido a aumentar el escándalo en torno a esta
crisis y justificar el rechazo de los votantes de la zona euro para ayudar a
un socio como Grecia que ha llegado a esos extremos.
El comisario europeo de
Economía, Olli Rehn, manifestó ayer que el rojo "subraya la urgencia de
intensificar la preparación de reformas estructurales y de medidas
adicionales para los próximos años". Más amarga medicina de recorte de
gastos sociales.
La novedad deprimió
totalmente la rueda bursátil europea con bajas de entre dos y tres puntos. El
Euro cayó en su nivel más bajo en casi un año frente al dólar: 1,32 dólares
contra 1,33 el miércoles.
Yorgos Papandreu, primer
ministro heleno, reaccionó con impavidez a las críticas por el maquillaje
diciendo que "eso no cambia el objetivo de reducir cuatro puntos
porcentuales el déficit, porque ya tomamos difíciles decisiones". La UE
ya había elevado en febrero el déficit público griego desde un 3,5% de
ciencia ficción que anunciaba Atenas hasta un 12,7%, lo que hizo que el
gobierno griego perdiera la poca credibilidad que le quedaba en los mercados
internacionales.
Eurostat también advirtió
ayer que esa cifra podría ser revisada otra vez –entre un 0,3% y un 0,5%–
debido "a las reservas sobre la calidad de los datos comunicados por
Grecia". La UE ya había tirado de las orejas a Grecia en enero con un
documento en el que le exigía que acabe con las falsedades de sus estadísticas.
Un texto muy duro hacia un socio.
Como perro flaco que todo lo
que tiene son pulgas, la agencia de calificación Moody's –una de las que no
vieron venir los activos tóxicos que desencadenaron la crisis financiera–
rebajó ayer los bonos griegos hasta la puntuación A3, de riesgo, y anunció
que volvería a bajarla porque no cree que Grecia consiga reducir
considerablemente su déficit público.
El euro cayó, las bolsas
europeas cerraron con bajadas –Atenas al 4%– y el rendimiento que Grecia
debe ofrecer a los mercados por sus bonos se disparó. Para bonos a 10 años
alcanzó 8,7% y para bonos a dos años llegó a tocar el 10%. Además, el
calentón de los mercados llegó hasta Portugal e Irlanda, que también vieron
subir el interés de sus bonos.
Aún así, la nota que
Moody's da a Grecia es la más alta que le conceden las agencias de calificación.
Standard & Poor's no pasa de un BBB+ y Fitch de un BBB–, el último
escalón antes de considerar los bonos griegos como "basura".
Grecia está ofreciendo cada
día más interés por sus papeles, aumentando así su masiva deuda pública
–más de 300.000 millones de euros– y el temor a que se deslice hacia la
bancarrota o hacia una reestructuración de deuda, algo que Atenas sigue
negando mientras negocia con la UE y el FMI la concesión de un préstamo por
valor de 45.000 millones de euros. Dos tercios al 5% y un tercio al 2,73%.
El ministro griego de Economía,
Yorgos Papaconstantinou, respondió ayer con un "no categórico" a
la eventualidad de un default o de una reestructuración de la deuda. Según
la agencia francesa AFP, el ministro dijo que "reestructurar la deuda es
un concepto que no solo no usamos, sino que ni siquiera se discute, ni por la
Comisión Europea ni por el FMI y que no está en nuestras intenciones".
En Grecia la situación
social se degrada día a día. Ayer se vivió otra jornada de marchas y
huelgas por parte de los empleados públicos, uno de los sectores que deberá
ser esmerilado como parte del ajuste. Según las webs de los principales
diarios helenos, el transporte tuvo serios problemas e hicieron huelga grandes
porcentajes de los cuerpos de maestros, funcionarios de la administración pública,
médicos y personal de la Justicia, entre otros. Protestan por el
congelamiento de los salarios. Es la cuarta huelga en lo que va de año.
Grecia debe refinanciar el 19
de mayo 8.500 millones de euros de un total de 11.500 que debía reembolsar
entre abril y mayo. Si no hay todavía acuerdo para beneficiarse de los préstamos
de la UE y el FMI –si entre otras cosas Alemania no da su visto bueno
definitivo– Atenas pedirá ese dinero a los mercados que se lo darán a un
costo de asfixia.
La historia remite a duros
antecedentes. Como dijo en una infausta ocasión el ex presidente George W.
Bush ante el desencadenamiento de la crisis financiera: "Estamos ante un
precipicio, demos un paso adelante".