Atenas.– Ha sido la
manifestación más multitudinaria que hemos vivido en Grecia en los últimos
años, tan numerosa como la marcha contra la guerra de Iraq o las que se
hicieron contra la reforma del sistema de seguridad social. Se habla de entre
150.000 y 200.000 personas en la calle, pero creo que es imposible calcularlo.
La sensación es que todo el
centro de Atenas era una gran manifestación, super densa, casi claustrofóbica.
Allí estaban los sindicatos oficiales, sindicatos de base, profesores,
maestros, estudiantes, funcionarios, empleados privados, partidos y grupos políticos
de izquierda, libertarios, anarquistas, etc. También había gente que nunca
había salido a las calles para manifestarse.
Los manifestantes empezaron a
caminar y en algún momento se empezaron a destruir bancos, tiendas y otros
comercios en las avenidas más grandes del centro. Se convirtió en la marcha
más violenta después de la rebelión de diciembre pasado, con la diferencia
de que la gente tenía un promedio de edad mucho mayor, no era una marcha de jóvenes,
aunque había muchos.
La cantidad de gases lacrimógenos
era enorme, pero nadie se iba. La marcha duró horas, la gente no tenía
miedo, gritaban: “ladrones, mentirosos”, “que se queme el burdel del
Parlamento”, “que se vayan”, “que paguen los responsables”. Los
conflictos se extendieron a todo el centro de Atenas. También se incendiaron
muchos edificios, como el de la policía, del Ministerio de Economía y varios
bancos.
La ocupación
del parlamento
Un momento muy fuerte fue
cuando los manifestantes intentaron entrar al Parlamento. La gente y la rabia
era tanta que, sin la gran cantidad de policías desplegados y los
enfrentamientos que se produjeron, es muy probable que los manifestantes
hubieran ocupado el Parlamento.
De momento, hay tres muertes
confirmadas, pero no está claro qué pasó exactamente y quién es el
responsable del incendio del banco. Lo que es seguro es que se incendió el
Banco Marfin, que pertenece a uno de los empresarios más potentes de Grecia,
Andreas Vgenopoulos que compró a precio de saldo las aerolíneas griegas
cuando se privatizaron.
Tampoco se sabe si el banco
que se incendió tenía o no salida de emergencia, o si estaba cerrada, pero
la gente no pudo salir y murieron tres trabajadores. Era el único banco
abierto en toda la zona, situado en un edificio histórico. Todos los
comercios y demás bancos en estas calles estaban cerrados.
En otras ciudades griegas
también se han producido marchas muy grandes y enfrentamientos con la policía.
En Salónica, Patras, Xanthi y Giannena se han ocupado alcaldías y centros
laborales.
Gente
cargada de rabia
En este momento hay miles de
policías en el centro de Atenas y se están produciendo detenciones.
Volviendo de la manifestación a casa, la gente en la calle, en los pequeños
comercios, comentaba las noticias sobre los muertos y decían que lo que ha
pasado es responsabilidad del Gobierno.
Dada la rabia de la gente y
la sensación de injusticia, espero que todo esto no sea manipulado por los
medios de comunicación: que no se olvide que la marcha de hoy fue muy
importante, con una participación multitudinaria de gente cargada de rabia.
Y que no se utilicen las
muertes para justificar más medidas represivas o las leyes de austeridad
impuestas injustamente por el Fondo Monetario Internacional contra el pueblo
griego.