Entre 20.000 y 40.000
trabajadores, estudiantes y pensionistas rumanos se han manifestado hoy frente
al palacio de gobierno, en la plaza Victoria en Bucarest, en protesta por las
medidas de recorte a pensionistas, empleados públicos, y derechos sociales
anunciadas por el gobierno actual y el presidente Traian Basescu por orden del
FMI.
Miles de trabajadores y
empleados públicos, tanto del metro, como de CFR (empresa de ferrocarriles),
educación, sanidad, y administración local y general, acompañados también
por estudiantes y pensionistas, pidieron al gobierno Boc y a Basescu que dejen
su política de asesinato del pueblo y la convocatoria de una huelga general.
La manifestación es todo un
acontecimiento, ya que la propaganda mediática ha criminalizado en Rumania
cualquier movimiento obrero desde los graves conflictos de finales de los 90,
y de hecho la mayoría de los medios hoy han minimizado la acción de los
trabajadores y la han acusado de ser manejada e incluso pagada por los
partidos de la opción. Muy al contrario, según están las cosas en la
Rumania del siglo XXI la gran concentración supone un gran paso adelante y
una ruptura de tendencia sorprendente (aunque las circunstancias no son para
menos).
Desde el mediodía el trafico
del centro de la capital fue prácticamente paralizado, y los obreros,
estudiantes y pensionistas presentes demostraron su rabia por el saqueo
constante del que las ultimas medidas ha supuesto la gota que ha colmado el
vaso. Los manifestantes han exigido a los sindicatos una huelga general, que
podría ser planteada para finales de mayo.
Una huelga general que no
incluya solamente a los perjudicados por las ultimas medidas, los trabajadores
públicos y pensionistas, sino al conjunto de los trabajadores que viven en
condiciones pésimas, con salarios ínfimos, y con cada vez menos derechos
sociales garantizados. Es hora de que la crisis la paguen quienes la causaron,
y que nos demos cuenta de que la realidad es aquel capitalismo es una crisis
crónica para la mayoría de los trabajadores, aunque de vez en cuando reparta
un poco mas de las migajas que sobran para que los trabajadores se traguen sus
mentiras.