Ya
en el anterior artículo me aventuraba a decir que los
sindicatos dependientes[1] parecían no estar conformes con
el reparto de la "tarta" de la reforma laboral.
Y
¿Y por qué de esta acusación? ¿Hay verdaderamente dos
perspectivas de la huelga del 29 de septiembre? En mi
humilde opinión sí.
Me
propongo explicar cuáles son esas dos opciones de
interpretar la huelga general venidera:
•
La primera: responde a los actuales
sindicatos burocratizados
mayoritarios, tanto CCOO como UGT y CSIF, como
sindicatos dependientes, sus principios de defensa de los
derechos de los trabajadores, se han convertido en una
simple lucha por el poder en las empresas, ese poder no es
un poder de presión a los empresarios, es un poder político
y económico, además muchos sindicalistas, viven de las
ayudas que el estado da por representación de los
trabajadores por lo que han perdido su condición y
perspectiva de trabajador.
Y
muchos pensareis que esto no influye
en la huelga, pero es sencillo CCOO y UGT apoyan la
huelga porque
han perdido el poder político en las
decisiones del gobierno, no se les repartió ninguna
porción de la "tarta" de la reforma laboral. Y
fue entonces cuando los sindicatos tras 5 años de apoyo
incondicional al gobierno decidieron ponerse de acuerdo en
convocar un Huelga General, la cual tiene más de reprimenda
que de verdadera presión, deberán recordar estos
sindicatos que
esos cinco años han provocado un deterioro de las
condiciones laborales y sociales, ahora pretenden que los
trabajadores que han sufrido su actuación les apoyen.
•
La segunda: pertenece a todos aquellos sindicatos
minoritarios; CNT, CGT, y otros sindicatos independientes,
unidos a los
movimientos sociales que han ido creciendo en los últimos años
como respuesta a la pobre actuación de los sindicatos,
todos ellos son la otra perspectiva, la perspectiva de
aquellos que en ningún momento apoyaron la reforma laboral,
quienes luchan día a día por sus compañeros trabajadores
y que son además denigrados y boicoteados por los
sindicatos dependientes. Ellos se pondrán en una segunda línea
de las manifestaciones por el simple hecho de no haber
estado durante años al lado de los políticos ni de los
empresarios, han procedido de la manera que se le supone a
un sindicato: luchar por los derechos del trabajador.
No
solo pesa sobre los
trabajadores el peso de la crisis, sino que también la
decisión desde la perspectiva en la que se va
a ir a la huelga general del 29 de septiembre: como
una pataleta por no recibir tu parte de la
"tarta", o una reacción sensata contra aquellos
que te roban el "pan".
Pensemos
bien, esta huelga puede ser una advertencia de que las masas
trabajadoras no aguantan más o simplemente puede ser un
titular en letra pequeña dentro de
las portadas de los periódicos. Sepamos si queremos
continuar con la línea clásica de unos sindicatos que actúan
por el beneficio de ellos (los dirigentes y su burocracia),
o por un movimiento que sea conjunto y abogue por la
independencia de los sindicatos de cualquier partido o
institución privada y luche en un uno para todos.
1.-
Como aclaración: los términos sindicatos dependientes e
independientes, se debe a los utilizados por Trotsky en su
libro "Acerca de los sindicatos", en el cual
diferenciaba entres los sindicatos que empezaron a
componerse como un complemento del poder de los partidos
incluyendo pactos con los partidos entonces mencionados como
burgueses (dependientes), o aquellos que no trataban con
estos partidos y que seguían una línea separada de la
representación parlamentaria y del poder político
(independientes).