Miles de personas se manifiestan contra
las expulsiones de gitanos
Protestas en 130 ciudades
RTvE.es, 04/09/10
París concentra la marcha principal a
favor de la acogida de inmigrantes convocada por un centenar
de ONG con el apoyo de los partidos de izquierda
Miles de personas se han manifestado
hoy en diversas ciudades francesas contra la política del
Gobierno de expulsar a los gitanos y en favor de la acogida
de los extranjeros, en unas marchas convocadas por un
centenar de asociaciones y ONG con el apoyo de partidos políticos
de izquierda.
La protesta parisiense, la más
numerosa, ha partido esta mañana de la plaza de la República
con un grupo de gitanos a su frente y tras una pancarta en
la que se leía "No a la política inhumana de Sarkozy".
El presidente francés, Nicolas Sarkozy,
ha sido el principal blanco de los lemas que han podido
verse en la manifestación, junto con sus ministros del
Interior, Brice Hortefeux, y de Inmigración, Eric Besson.
Los manifestantes no han dudado en
comparar la política de expulsión de gitanos con la que
durante la ocupación alemana de la segunda guerra mundial
llevó a cabo el régimen colaboracionista de Vichy, que
entregó a miles de judíos a los nazis. Sarkozy ha sido
comparado con el general Petain, presidente de la Francia
colaboracionista en ese periodo.
Cabezas de turco
"Francia no pertenece a Sarkozy,
pertenece a los ciudadanos, incluidos los inmigrantes",
ha asegurado Pierre, erigido en portavoz de una asociación
de ayuda a los sin papeles. Para Corinne, que desde hace años
presta ayuda a los gitanos que viven en campos a las afueras
de muchas ciudades francesas, el presidente "ha tomado
ahora como cabeza de turco a los gitanos, pero mañana serán
otros colectivos".
Multitud de asociaciones humanitarias,
ONG y colectivos de gitanos, de sin papeles y de ayuda a los
inmigrantes han estado presentes en la manifestación
parisiense. A ellos se han unido representantes políticos
de los principales partidos de izquierda, así como líderes
sindicales, que volverán a las calles el próximo martes en
una protesta por la reforma de las pensiones que planea el
Gobierno de Sarkozy.
Entre ellos había el alcalde
socialista de París, Bernard Delanoë, en representación
de su partido junto a compañeros suyos y destacados líderes
del resto de las formaciones de la izquierda y de la extrema
izquierda francesa, al igual que la líder de los Verdes,
Cecile Duflot.
Manifiesto en internet
Los organizadores de la marcha han
divulgado a través de internet un manifiesto de condena a
esta política de expulsión de los gitanos para recoger
firmas. Antes del inicio de la manifestación parisiense,
una quincena de artistas ha cantado frente al Ministerio de
Inmigración la canción Les petits papiers (Los papelitos),
el alegato de Serge Gainsbourg contra la necesidad de tener
documentos. Entre los artistas presentes estaban Régine,
Jane Birkin, Agnès Jaoui, Jeanne Cherhal y Clarika.
En Burdeos, Lyon, Rennes, Marsella,
Lille y hasta 130 ciudades del país también ha habido
manifestaciones, aunque menos numerosas que la de la
capital. También están previstas protestas frente a las
embajadas y consulados franceses en diferentes puntos de la
Unión Europea.
Iniciativa legislativa
popular
En España, el presidente del
Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha
anunciado hoy como muy probable que se impulse desde España
una iniciativa legislativa popular de ámbito europeo para
garantizar los derechos fundamentales de los gitanos, la
libertad de circulación e igualdad de trato.
En Madrid, asociaciones gitanas y otros
movimientos sociales han entregado un manifiesto a favor de
la "ciudadanía plena" de los gitanos europeos al
representante de la Comisión Europea en España, Francisco
Fonseca, y han pedido al Gobierno que abandone el
"silencio" ante la "expulsión" de estas
personas desde Francia a sus países de origen.
Entretanto, cerca de cincuenta personas
permanecían concentradas en la calle, en coincidencia con
movilizaciones de este tipo previstas hoy en otras ciudades
europeas. En Barcelona, otro medio centenar han entregado en
el Consulado de Francia una carta de "absoluto rechazo
y preocupación" y de petición de paralización de las
"deportaciones fascistas".
Jornadas de participación
Según ha comentado Ibarra en Madrid,
la reunión con Fonseca ha sido de "empatía
absoluta" y continuarán los contactos para tratar éste
y otros asuntos relacionados. También se convocarán
jornadas de participación de organizaciones gitanas y ONG
de derechos humanos en esa iniciativa legislativa popular y
"en esta lucha --ha enfatizado Ibarra--, que se
vislumbra larga, prolongada, seria, rigurosa y bastante
dura".
Preguntado por si las directivas
europeas no son suficientes, ha replicado que se pretende
lograr "todo tipo de garantías" de ciudadanía
plena y que gobiernos como el francés o el italiano no
puedan ampararse en "tecnicismos" para expulsar a
los gitanos.
Ibarra ha declarado que el Gobierno
mantiene una "posición de distancia diplomática"
y "calculado silencio", cuando debe asumir un
"compromiso solidario". Ha reconocido que las políticas
en relación con los gitanos españoles son "correctas,
pero hay que mejorarlas", y ha reclamado una Secretaría
de Estado de Minorías Étnicas.
Manifestaciones en Europa contra
las
expulsiones de gitanos
Europa Press, 04/09/10
Las expulsiones de gitanos que está
llevando a cabo el Gobierno francés tendrán hoy respuesta
en las calles de diversas ciudades de Europa. La Red Europea
contra el Racismo (ENAR, por sus siglas en inglés) y otras
ONG contra el racismo han convocado más de cien
manifestaciones en Francia, la más importante, una marcha
en París que comenzará a las dos de la tarde. A estos
actos se suman los convocadas en Rumania y en otras ciudades
como Madrid y Barcelona, Bruselas, Viena, Nicosia, Budapest,
Roma, Lisboa y Londres.
ENAR insta a la Unión Europea y a sus
Estados miembros a que garanticen la integración de los
gitanos "de manera coordinada e inclusiva", según
un comunicado.
La manifestación de Barcelona estaba
convocada para las 11.30 frente al Consulado de Francia,
ubicado en la Ronda Universitat 22. En Madrid, tenía
previsto comenzar a mediodía en la sede española de las
instituciones de la Unión Europea, ubicada en el Paseo de
la Castellana 46.
ENAR ha manifestado su preocupación
por la expulsión "sistemática" de gitanos
procedentes de Rumania y Bulgaria, así como por el discurso
político que vincula inmigración y delincuencia.
"La utilización por los miembros
del Gobierno francés de un discurso populista y
discriminatorio forma amalgamas escandalosas entre la gente
nómada, los immigrantes gitanos, la migración y los
delitos violentos", ha criticado.
"Tanto esta retórica como las
expulsiones corren el riesgo de reforzar los prejuicios y
las percepciones discriminatorias hacia este grupo étnico,
que ya es uno de los más discriminados en la UE, así como,
de manera general, hacia los inmigrados", ha advertido
la Red Europea contra el Racismo.
En este sentido, ENAR ha abogado por
una estrategia europea global para la inclusión de los
gitanos que garantice que sean protegidos contra las
discriminaciones, que tengan un igual acceso a la educación,
al empleo, a los servicios de salud y a la vivienda, así
como la posibilidad de participar en la vida cívica y económica
de sus países.
ENAR ha subrayado que las
manifestaciones tendrán lugar unos días antes de que
Francia organice, el 6 de septiembre, una reunión de los
ministros de Inmigración italiano, alemán, británico,
español, griego, belga y canadiense, para tratar de la
inmigración irregular. Según la Red, este encuentro podría
tener como objetivo legitimar la política francesa de
reagrupamiento y de expulsión de los gitanos, y promover
las ideas italianas de expulsiones automáticas de
nacionales de la UE que no pueden mantenerse financieramente
y que viven de las ayudas del Estado.
Por otro lado, el colectivo Presencia
Gitana ha anunciado que solicitará al Consejo de Europa la
constitución de una comisión de investigación del Grupo
de Especialistas sobre los gitanos, que funciona desde hace
años en Estrasburgo, para que se esclarezcan hasta el fondo
las causas y las consecuencias de lo que está sucediendo en
Francia, y se propongan las acciones pertinentes.
Otras asociaciones españolas, como el
Movimiento Contra la Intolerancia, el Instituto de Cultura
Gitana y el Movimiento Asociativo Gitano de Madrid, han
manifestado su adhesión a las manifestaciones.
Protestan en Francia por expulsión de
gitanos
Por Gerardo Lissardy
Desde París
BBC World, 04/09/10
Miles de manifestantes salieron a las
calles de París y otras ciudades de Francia para protestar
contra la política del gobierno de expulsión de gitanos,
convocados por un centenar de asociaciones y organizaciones
no gubernamentales.
Los participantes criticaron la política
"racista" del gobierno de Nicolas Sarkozy, que el
mes pasado organizó vuelos en los que unas 1.00 personas de
la etnia gitana fueron trasladados desde Francia hasta
Rumania y Bulgaria.
La más numerosa de las protestas se
llevó a cabo en la capital francesa y partió de la plaza
de la República encabezada por un grupo de gitanos tras una
pancarta en la que se leía "no a la política inhumana
de Sarkozy".
Manifestaciones similares se llevaron a
cabo en ciudades francesas como Toulouse, Burdeos, Lyon,
Rennes, Marsella y Lille. En Toulouse, por ejemplo, el
presidente de la Liga de Derechos Humanos, Pascal Nakache,
dijo que el gobierno había ido "demasiado lejos"
con la expulsión de gitanos.
Campamentos
El colaborador de BBC Mundo en Francia
Gerardo Lissardy dice que Sarkozy está en plena campaña
para cerrar la mitad de los 600 campamentos gitanos que hay
en el país y repatriar a los gitanos inmigrantes sin
trabajo ni permiso de residencia.
El gobierno francés aduce que esos
campamentos son focos de delitos y esgrime estadísticas que
dicen que uno de cada cinco robos en París es cometido por
rumanos.
La otra cara del debate la muestran
organizaciones de apoyo a los gitanos, que señalan que esa
comunidad sufre problemas de acceso a empleo, educación,
salud y vivienda que la relega del resto de Europa.
Nómadas desde hace 10 siglos, los
gitanos aprendieron a vivir con lo mínimo, pero los
requisitos que hoy les exige Francia para permanecer en el
país son casi imposibles de satisfacer para muchos, añade
Lissardy.
El Consejo de Europa acusa a Francia de
estigmatizar a gitanos
Por Gerardo Lissardy
Desde París
BBC World, 24/08/10
La oficina del Consejo de Europa a
cargo de combatir el racismo acusó este martes al gobierno
francés de estigmatizar a los inmigrantes gitanos con una
ofensiva policial que ha recibido críticas de todos los
colores.
"En las últimas semanas,
declaraciones de responsables de alto rango y acciones del
gobierno (francés) han estigmatizado a los migrantes
gitanos", sostuvo la Comisión Europea contra el
Racismo y la Intolerancia (ECRI por sus siglas en inglés).
El gobierno del presidente francés
Nicolas Sarkozy lanzó a fin de julio una ofensiva policial
para evacuar 300 campamentos gitanos en el país y expulsar
a 700 miembros de esa comunidad a sus países de origen,
Rumania y Bulgaria.
El comunicado de ECRI se sumó a una
avalancha de reclamos contra la política francesa hacia los
gitanos, desde distintos ámbitos: desde Vaticano a los
liberales europeos, del partido de Sarkozy, a la oposición
de izquierda.
"Profundamente
preocupada"
En su comunicado fechado en
Estrasburgo, la ECRI dijo estar "profundamente
preocupada" y decepcionada por la "evolución
particularmente negativa" del tema de los gitanos en
Francia.
"Una política basada en
expulsiones e incentivos para abandonar Francia, incluso
asumiendo que se cumplen estándares relevantes de derechos
humanos, no puede aportar una solución duradera",
advirtió.
En términos generales, el texto recordó
que "las políticas gubernamentales o las propuestas
legislativas que se basen en la discriminación por motivos
étnicos están prohibidas" en el continente.
El primer ministro francés, François
Fillon, indicó este martes que se pondrá en contacto con
el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso,
para discutir el tema de los gitanos.
¿Retorno voluntario?
Desde que se anunció la ofensiva
policial en los campamentos gitanos en Francia el 28 de
julio, 635 miembros de esa comunidad fueron enviados a su país
de origen, dijo el ministro de Inmigración, Eric Besson,
este martes.
Besson agregó en la emisora Europe 1
que a fin de agosto la cifra de repatriados podrá ascender
a 950.
El gobierno francés sostiene que esa
política responde a razones de seguridad y que los
campamentos de gitanos son centros de tráfico ilegal, abuso
de menores, prostitución y delito.
París también sostiene que su política
respeta las normativas europeas y que las repatriaciones de
gitanos de los últimos días fueron
"voluntarias", a cambio de pagos equivalentes a
US$ 380 por adulto.
Si bien se trata de ciudadanos europeos
que pueden entrar a Francia sin visa, el gobierno de Sarkozy
argumenta que para quedarse en el país a largo plazo deben
tener empleo y permisos de residencia.
Sin embargo, los críticos niegan que
los gitanos estén volviendo de forma "voluntaria"
a sus países de origen.
Sostienen que los inmigrantes hallados
por la policía en campamentos ilegales que se nieguen a
abandonar Francia en los vuelos fletados por el gobierno son
amenazados con órdenes de expulsión, sin ayuda económica.
El jefe de la bancada liberal en el
Europarlamento, Guy Verhofstadt, aseguró que la ofensiva
francesa en los campamentos gitanos es parte de una serie de
"eventos tristes para la Unión Europea, cuyos valores
han sido ridiculizados".
Verhofstadt, ex primer ministro de Bélgica,
dijo que el tema deberá discutirse en la próxima sesión
plenaria del legislativo continental, que arranca en
septiembre.
"Faltas morales"
La política francesa hacia los
inmigrantes gitanos también fue criticada desde la Iglesia
Católica, con un llamado del papa Benedicto XVI el domingo
para "acoger a las legítimas diversidades
humanas".
Tras ese comentario papal y críticas más
directas de otros católicos, el ministro francés del
Interior, Brice Hortefeux, anunció su intención de
reunirse con el presidente de la conferencia episcopal,
cardenal André Vingt-Trois.
Hortefeux también protestó este
martes contra las "faltas morales" que se cometen
en el debate político francés sobre los gitanos.
Medios locales indicaron que ese
comentario era una respuesta al ex primer ministro Dominique
de Villepin, quien dijo que la expulsión de gitanos supone
"una mancha de vergüenza" en la bandera francesa.
Villepin es rival político de Sarkozy,
aunque ambos pertenecen al mismo partido de centroderecha
UMP.
En tanto, la ex candidata presidencial
socialista y ex rival electoral de Sarkozy en 2007, Ségolène
Royal, sostuvo que el papa Benedicto XVI dio una "lección"
a Sarkozy "ante las cámaras del mundo entero".
Las críticas surgieron incluso desde
el ultraderechista Frente Nacional francés, cuyo
vicepresidente Bruno Gollnisch acusó a Sarkozy de hacer con
los gitanos una maniobra electoralista sin sentido.
"Las ‘expulsiones voluntarias’
costosas no sirven de nada", indicó Gollnisch en un
comunicado, aludiendo a la posibilidad legal que tienen los
gitanos repatriados de volver a Francia.
Las medidas xenófobas dividen Francia
Por Ana
Teruel
El País, 14/08/10
París.- La decisión del Gobierno del
presidente Nicolas Sarkozy de expulsar a los gitanos y la
ley que prepara para quitar la nacionalidad a los criminales
de origen extranjero han encendido el debate en Francia.
Mientras muchos intelectuales, organizaciones de derechos
humanos y hasta la misma ONU sostienen que las medidas están
"recrudeciendo" los actos racistas y xenófobos en
el país, la mayoría de los primeros sondeos realizados por
los medios respaldan las medidas del Ejecutivo aun cuando se
dude mucho de su eficacia para frenar la delincuencia.
Las medidas son parte de la ofensiva
electoral de Sarkozy con vistas a la reelección de 2012 y
tras la derrota en los comicios regionales de marzo pasado.
Desde entonces, el presidente organiza reuniones cada tres
semanas en El Elíseo para preparar la remontada. La última
estrategia, supuestamente destinada a la lucha contra la
delincuencia, fue puesta en marcha a finales de julio.
En Grenoble, frente a cientos de policías,
Sarkozy no dudó en unir la seguridad ciudadana con la
inmigración en su discurso para anunciar que los
delincuentes de origen extranjero no merecen ser franceses.
Cuando dijo esto, la decisión de expulsar a los gitanos ya
estaba tomada. La justificación se originó en los
disturbios registrados en Saint-Aignan tras la muerte de un
joven gitano a manos de la policía. Desde que el ministro
del Interior, Brice Hortefeux, anunció el 28 de julio el
desmantelamiento de los poblados gitanos, más de 40 de
estos campamentos han sido erradicados y alrededor de 700
personas han sido repatriadas a Bulgaria y Rumania en vuelos
chárter. Ayer mismo, la policía desalojó a un millar de
gitanos de 274 caravanas en Anglet, al suroeste.
La ONU ha criticado duramente la política
de Sarkozy. El Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial que esta semana analizó la situación
en Francia concluyó que en el país había un "notable
recrudecimiento del racismo y la xenofobia". La reacción
de la UMP, el partido de Sarkozy, fue durísima. Su
portavoz, Dominique Paillé, declaró que las conclusiones
del comité le extrañaban, "sobre todo porque lo
componen gente que procede de países que no respectan en
absoluto los derechos humanos". El comité lo componen
18 miembros de diferentes países, como China, Pakistán o
Burkina Faso, además de EE UU y el Reino Unido. Hortefeux,
por su parte, añadió que el Gobierno no tiene
"ninguna voluntad de estigmatizar" a la comunidad
gitana, tal y como le recrimina la ONU.
La intención del Ejecutivo de
modificar la ley para poder retirar la ciudadanía a los
franceses nacionalizados que ataquen a la autoridad pública
o cometan un delito también ha sido denunciada por
anticonstitucional por las asociaciones de Derechos Humanos,
que sostienen que no se puede diferenciar entre diferentes
tipos de franceses. La propuesta legal será debatida en
septiembre en la Asamblea Nacional.
En principio, los sondeos apuntan a que
el Gobierno cuenta con el apoyo de la población. Según una
encuesta publicada por el diario conservador Le Figaro, el
79% de los entrevistados se declara a favor del
desmantelamiento de los poblados de gitanos. Entre el
electorado de derechas, el porcentaje se dispara al 94%. Más
del 70% se muestra favorable a la retirada de la
nacionalidad para cierto tipo de criminales. En otra
encuesta, publicada esta vez por el diario comunista
L'Humanité, el 62% considera necesarios los
desmantelamientos de los campos gitanos y el 57% está de
acuerdo con las medidas relativas a la ciudadanía. En
cuanto a la tasa de popularidad el presidente, en términos
generales, remonta por primera vez en meses, al recuperar
dos puntos entre julio y agosto, para situarse en el 34%,
según Le Parisien.
La revista Marianne, muy crítica con
el presidente Sarkozy, ha publicado otro sondeo en el que
una ajustada mayoría (51%) reprueba las medidas, mientras
que un 46% las respalda. Otro dato curioso de la encuesta es
que siete de cada diez ciudadanos creen que ninguna de las
medidas tomadas en los últimos ocho años ha sido eficaz
para reducir la criminalidad. Durante ese periodo, Sarkozy
ocupó dos veces el Ministerio del Interior. Llegó a la
presidencia en mayo de 2007.
La primera secretaria del Partido
Socialista, Martine Aubry, se ha limitado de momento en
denunciar la deriva "antirrepublicana" del
Gobierno, aunque miembros del partido aseguran que se
expresará con más detalles sobre el proyecto de retirada
de la nacionalidad con el reinicio del curso político. Más
duras han sido las palabras del ex primer ministro
socialista Michel Rocard, que ha calificado la actitud
electoralista "en busca del voto del (partido de
extrema derecha) Frente Nacional" del Gobierno de
"execrable y escandalosa".
A la espera de comprobar si estas
medidas han supuesto el punto de inflexión esperado por el
Gobierno en la reconquista de la opinión pública, de
momento el Ejecutivo ha logrado dejar en un segundo plano el
que se anunciaba como el culebrón del verano, el escándalo
politico-financiero conocido como caso Bettencourt, que
salpicaba de pleno al titular de Trabajo, Eric Woerth. El
ministro, que en septiembre tendrá que defender la reforma
del sistema de pensiones del Gobierno, fue interrogado
apenas unos días antes del anuncio de las medidas xenófobas
por la policía financiera en el marco de la investigación
en torno a la fortuna de la dueña de L'Oréal, Liliane
Bettencourt, por un posible conflicto de intereses.
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