El
holocausto gitano
II –
Después de la guerra
Por
José Steinsleger
La Jornada, 08/09/10
Después de la guerra, los países
aliados disolvieron el Estado nazi alemán y sus jerarcas fueron juzgados por
crímenes contra la humanidad (Nuremberg, 1945–1946). A inicios de 1950,
cuando empezó la negociación de indemnizaciones por el holocausto, el nuevo
Estado alemán estimó que sólo los judíos tenían derecho a ellas.
Sin organizaciones políticas
que los defendieran, los pueblos rom (gitanos) fueron ignorados y excluidos.
El gobierno democristiano de Konrad Adenauer estimó que las medidas de
exterminio tomadas contra los gitanos antes de 1943, eran “políticas legítimas
del Estado”. Pero los sobrevivientes a este año tampoco cobraron un
centavo.
La policía criminal de
Bavaria quedó a cargo de los archivos del doctor Robert Ritter, el experto
nazi sobre los rom que no fue condenado. Ritter retornó a la actividad académica,
y en 1951 se suicidó. Recién en 1982, el canciller socialcristiano Helmut
Kohl reconoció el genocidio de los rom. A tiempo: la mayoría que hubieran
tenido derecho a restitución ya habían muerto.
En cambio, el ensañamiento
de Suiza contra los yenishes (así llaman a los gitanos en el país de Heidi)
fue más… ¿discreto? Durante cerca de medio siglo (desde 1926), con ayuda
de la policía y el clero, la Obra de Asistencia a los Niños de la Carretera,
de la muy respetable Fundación Pro–Juventute, arrancó de sus familias a más
de 600 niños gitanos.
El doctor Alfred Siegfried
(1890–1972), director y fundador de la obra, fue un sicópata ferozmente
decidido a “vencer el mal del nomadismo”. En un informe sobre sus
actividades (1964), Siegfred afirmó que “…el nomadismo, como algunas
enfermedades peligrosas, es transmitido principalmente por las mujeres…
todos los cíngaros son malos, mienten, roban…”.
El financiamiento oficial se
mantuvo hasta 1967, y en 1973 la “obra” se disolvió. Pero, de acuerdo con
una ley de 1987, todo lo relativo a sus experimentos médicos con niños
gitanos podrá revisarse dentro de… cien años. En 1996, la Confederación
Helvética reconoció su responsabilidad moral, política y financiera
respecto de Pro–Juventute, encargada de “proteger a los niños amenazados
de abandono y vagabundeo”.
Más de las tres cuartas
partes de la población mundial de gitanos (12 a 14 millones), vive en los países
de Europa central y del este. Pero sólo en la Yugoslavia de Tito los rom
consiguieron ser reconocidos como una minoría con los mismos derechos de
croatas, albaneses y macedonios. No obstante, tras el “reordenamiento balcánico”
que tuvo lugar en el decenio de 1990, diez mil gitanos bosnios se refugiaron
en Berlín.
En Rumania los gitanos
tuvieron que sobrevivir a la dictadura de Ceausescu. El “socialismo real”
reforzó los tenebrosos orfanatos que funcionaban desde la época de la
monarquía, y en ellos encerró a miles de niños rom. Ceausescu cayó, y el
“libre mercado” fue más duro aún. Las tiendas de algunos gitanos que
lograron éxitos económicos con la liberalización de la economía fueron
saqueadas.
La deportación masiva de
gitanos a Rumania y Bulgaria, ordenada por el gobierno del presidente francés,
Nicolas Sarkozy (judío de origen húngaro), resulta particularmente perversa.
Segundo país más pobre de la Unión Europea, la población de Rumania es
sumamente hostil a los 2 millones de gitanos que viven allí, a más de un
gobierno que para cumplir con el FMI acaba de bajar 25 por ciento el sueldo a
los funcionarios, y de subir el IVA a 24 por ciento.
En días pasados, el
presidente rumano, Traian Basescu, llamó “gitana asquerosa” a una
periodista, y el canciller Teodor Baconschi declaró en febrero que
“…algunas comunidades rumanas tienen problemas sicológicos (sic)
relacionados con la delincuencia, especialmente las comunidades gitanas”.
La situación de los gitanos
en la antigua Checoslovaquia no le va en zaga a la rumana. Hasta el momento de
la partición (1992), eran ciudadanos. Después, ni checos ni eslovacos los
reconocieron como tales, a pesar de haber vivido durante generaciones en el país.
En julio de 1998, un gitano
fue atacado y apuñalado por un skinhead en Pisek, pequeña ciudad al sur de
la Bohemia checa. Pisek está situada a escasos kilómetros del campo de
concentración de Lety, establecido por los checos y sólo para gitanos, en
tiempos de la ocupación alemana. Y de Lety, se los enviaban a los campos
nazis de exterminio.
Por su lado, los vecinos de
la ciudad eslovaca de Michalovce acaban de concluir un muro de 500 metros para
evitar el paso de los gitanos que habitan una aldea cercana. La obra recibió
el apoyo de las autoridades. A finales de 2009, obras similares aislaron a los
gitanos en las ciudades de Ostrovany, Secovec, Lomnicka y Trebisov.
En esta suerte de holocausto
silencioso y consensuado por los cruzados de la Unión Europea, los medios de
la “aldea global” aportan lo suyo. El 30 de agosto pasado, la CNN informó
de un asesino que mató a ocho personas, hiriendo a 14 más en Bratislava,
capital de Eslovaquia. En parte alguna de la noticia, la CNN aclaró que todas
las víctimas eran gitanos.
De la civilización versus
barbarie, a la barbarie de la civilización.
Los
gitanos, centro secular del racismo europeo
Por
Mario de Queiroz
Inter
Press Service (IPS), 10/09/10
Lisboa.– Mientras el
racismo en América se volcó sobre sus antiguos esclavos africanos y los indígenas,
el racismo europeo siempre se centró en sus antiguos esclavos gitanos, como
confirma la abierta persecución actual de Francia e Italia.
Así lo denunció el antropólogo
José Pereira Bastos, profesor de la Universidad Nova de Lisboa y anfitrión
del encuentro Gitanos en el Siglo XXI, que entre el miércoles y el viernes
reunió en Lisboa a las principales organizaciones mundiales de defensa de las
comunidades romaníes.
Los integrantes de la reunión
anual de la Gypsy Lore Society (GLS Sociedad de Tradición Gitana), celebrada
en la capital portuguesa, destacaron en una resolución que la sociedad
antropológica "ve con alarma la adopción de una retórica anti–romaní
por las autoridades de Francia e Italia".
También expresaron su
"redoblada preocupación por la política de expulsiones, que puede
desembocar en graves consecuencias para las relaciones comunitarias entre las
poblaciones mayoritarias en Europa y las vulnerables minorías romaníes",
detalló Bastos a IPS.
Las políticas contra la
población romaní por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el primer
ministro italiano, Silvio Berlusconi, acapararon forzosamente el encuentro en
la Universidad Nova de Lisboa de la GLS, que congregó a organizaciones de 22
países.
El gobierno francés comenzó
a aplicar desde agosto un plan de destrucción masiva de campamentos de
colectivos gitanos en su territorio y la expulsión masiva y forzada de romaníes
a Bulgaria, Rumania y otros países.
Se trata de una ofensiva muy
similar a la que lleva a cabo el gobierno italiano desde 2008, con la
diferencia de que Berlusconi no hizo público su llamado "paquete de
seguridad", mediante el que ha expulsado a miles de gitanos de su
territorio desde entonces.
Los romaníes son la gran
minoría de Europa, con una población de entre 10 y 16 millones de personas,
lo que no impide su discriminación y las cíclicas olas persecutorias.
En la reunión de Lisboa
participaron representantes de agrupaciones vinculadas a los romaníes de
Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Eslovaquia, España, Estados
Unidos, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Hungría, Italia, Islandia, Japón,
Polonia, Portugal, Rumania, Serbia, Suecia, Suiza y Turquía.
Bastos precisó que la
organización nunca adopta posturas en el campo estrictamente político, pero
en esta ocasión no podía dejar de criticar las persecuciones étnicas a la
comunidad romaní por los gobiernos de Paris y Roma.
La GLS "con 120 años de
existencia es la sociedad científica más antigua del mundo en el área de la
antropología, que nació en 1888 en Londres y en 1989 se trasladó a Estados
Unidos, esta vez condenó las medidas adoptadas en Francia e Italia",
explicó.
El académico recordó que
los gitanos han sido los esclavos de Europa desde que el sultán de Ghazni (en
el actual Afganistán) comenzó a hacer incursiones en el norte de India
capturando pueblos que vivían en aquella zona.
En el invierno de
1019–1020, el sultán conquistó la ciudad sagrada de Kannauj, "en esa
época una de las urbes más antiguas y letradas de India, capturando a miles
de personas, luego vendiéndolos en Persia", explicó el antropólogo y
activista. A su vez, los persas los vendieron en la hoy llamada Europa del
Este.
"Se sabe que 2.300 de
ellos fueron colocados en una zona de los principados cristianos ortodoxos de
Transilvania y de Moldavia, que hoy constituyen dos tercios de la actual
Rumania, donde fueron convertidos en esclavos del príncipe, de los conventos
y de los latifundistas rurales", dijo el anfitrión de la GLS.
Durante las persecuciones del
Siglo XV a judíos y musulmanes, comienza también la "caza" a los
gitanos, "que eran considerados vagabundos y delincuentes".
"En Alemania y Holanda,
eran exterminados a tiros y los cazadores eran pagados por unidad",
recordó, para sentenciar que "en Europa el propósito de exterminio de
gitanos siempre fue muy claro".
La antropóloga Daniela
Rodrigues, integrante de la organización no gubernamental SOS Racismo y
participante en el encuentro, aseguró a IPS que las expulsiones de gitanos
por parte de Francia e Italia responden a "una estrategia
populista".
Rodrigues, quien trabaja en
la promoción de la escolarización de la población infantil gitana en
Portugal, explicó que una de sus tareas clave es "la mediación con las
familias, para incentivarles a que envíen a sus hijas e hijos a la
escuela".
Ello porque "la baja
escolaridad cíngara tiene que ver también con su propia percepción, donde
muchos de ellos piensan que ir a la escuela les hace perder su identidad étnica",
detalló.
Este fenómeno "es mucho
más frecuente entre las niñas que entre los niños. Cuando una gitana tiene
un alto nivel educativo, su propia comunidad comienza a decir que ella ya dejó
de ser gitana, mirándola con un cierto desprecio", añadió.
Rodrigues aseguró que en
Portugal "existe también una discriminación hacia los gitanos,
especialmente por parte de la policía, que cuando controla a los comerciantes
de las ferias, eligen preferentemente a los comerciantes romaníes".
"Pero la diferencia con
Francia e Italia, es que las operaciones para control de extranjeros
indocumentados no se centran en ellos", explicó.
En esos dos países, "en
lugar de hacer un control de inmigrantes en general, posiblemente
indocumentados, lo que hacen son operaciones contra una minoría étnica específica,
que obedece a una estrategia populista", acotó Rodrigues.
Otra diferencia fundamental
es que Portugal "adoptó un sistema barrios sociales mezclados, que
fueron construidos con la perspectiva de que los gitanos convivan con
africanos, brasileños y portugueses blancos o mestizos y allí no hay
discriminación, en la medida en que van creciendo juntos", subrayó.
En un documento presentado en
el encuentro, el español Santiago González Avión, director en la comunidad
española de Galicia de la Fundación Secretariado Gitano (FSG), colocó el
dedo en la herida sobre las divisiones entre las propias comunidades cíngaras.
"La fragmentación es
fuerte entre los gitanos gallegos y los castellanos, dentro de las personas
romaníes que tienen nacionalidad española. Entre éstos y los gitanos
transmontanos, de nacionalidad portuguesa, existe una fuerte segregación",
apunta el González.
En el documento también se
denuncian "las condiciones de precariedad social, cuando no de pobreza
económica y de exclusión social" de estos grupos.
El directivo de la FSG
deplora que "los romaníes del Este de Europa no han establecido lazos
con las restantes poblaciones gitanas. De ello se deriva una debilidad para
articular el movimiento gitano a la hora de reivindicar derechos de ciudadanía
y políticas inclusivas".
"Son las políticas
generales, de carácter inclusivo, las que mayores efectos han tenido en la
mejora de las condiciones de vida y en el reconocimiento de los derechos de
las poblaciones gitanas", explica.
Y solo esos planes inclusivos
"garantizan lo que se conoce por la lógica del acceso, pero no la lógica
del arraigo: sentir como suyas las políticas e incorporarlas a los
itinerarios personales y a las estrategias de grupo", concluye González.
Francia
desafía a la Eurocámara y dice que
mantendrá las expulsiones de gitanos
Por
R. Martínez de Rituerto y N. Galárraga
Desde Bruselas y Bucarest
El País, 09/09/10
El Parlamento Europeo condena
las repatriaciones y París le replica que se ha extralimitado de sus
funciones.
Francia mantiene su desafío
a Europa en el caso de las expulsiones de gitanos, después de que la Eurocámara
desautorizara esta mañana explícitamente, por 337 votos a 245, las
repatriaciones de rumanos y búlgaros por considerarlas una violación de los
tratados de la Unión y de la legislación comunitaria. El ministro francés
de Inmigración, Eric Besson, ha replicado a Estrasburgo que no suspenderá
las expulsiones y que "se ha salido de sus prerrogativas". Para el
Elíseo, la petición de la Eurocámara contradice las leyes comunitarias.
El ministro se ha desplazado
hoy a Bucarest junto al secretario de Estado francés de Asuntos Europeos,
Pierre Lellouche, para abordar con las autoridades del país las expulsiones
de gitanos. Allí ha defendido la postura de su Gobierno. "Francia aplica
escrupulosamente el derecho europeo, respeta escrupulosamente la ley
republicana francesa y las decisiones judiciales", ha señalado. Pero
tras reunirse con el ministro rumano de Asuntos Exteriores, Teodor Baconschi,
ha suavizado su discurso y ambos han comparecido para anunciar que los dos países
han acordado dar fin a "polémicas estériles" y poner en marcha un
plan de acción conjunto, de acuerdo con la Comisión Europea, para resolver
esta situación.
Por su parte, Lellouche y su
colega rumano, Valentin Mocanu, han anunciado que los dos países van a pedir
a la Comisión Europea que aporte más fondos para la "reinserción
social" de los gitanos en sus países de origen, informa Efe. Esta
estrategia de reinserción, según han explicado, debería ser llevada a cabo
en colaboración con ONG de apoyo a la minoría gitana y con las
administraciones locales.
Antes de la votación en la
Eurocámara, el jefe del grupo popular, el francés Joseph Daul, había
quitado hierro al previsible varapalo político diciendo que en el Parlamento
se pierden votaciones de vez en cuando. Tras expresar su "profunda
preocupación por las medidas adoptadas por las autoridades francesas y por
otros Estados miembros con respecto a los gitanos", la Eurocámara
"insta a tales autoridades a suspender inmediatamente las expulsiones de
gitanos" y pide a las instituciones europeas y a los Gobiernos de la Unión
que intervengan en el mismo sentido. La resolución no identifica qué otros
Estados suscitan inquietud por sus aparente intenciones discriminatorias, pero
en el intenso debate del pleno del martes se citó a Italia y Hungría.
"Todos los ciudadanos de
la UE y sus familias tienen derecho a la libertad de movimiento y de
residencia en la UE", un derecho calificado de fundamental, recuerda el
Parlamento. Las expulsiones masivas "violan los tratados de la UE y la
legislación comunitaria" y, subrayan sus euroseñorías, las
restricciones que se pueden imponer a tal libertad de movimiento son
excepciones. "Las expulsiones deben ser evaluadas y decididas caso por
caso, teniendo en cuenta las circunstancias personales y con garantías
procedimentales". Para la Eurocámara está claro que "la falta de
medios económicos no justifica de ninguna manera las expulsiones automáticas
de ciudadanos europeos" como lo son los rumanos y búlgaros repatriados.
Plan de
integración
Nada más aterrizar hoy en
Bucarest, el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos anunció que
exigiría al Gobierno rumano "un plan urgente para integrar" a los
ciudadanos rumanos gitanos, incluidos los últimos expulsados, además de
cooperación policial y judicial, según informa la agencia France Presse.
Esta comunidad suma unos dos millones de personas, como el 10% de la población
del segundo país más pobre de la UE.
El emperador de los gitanos
rumanos, Iulian Radescu, comparó el miércoles al presidente francés con un
líder pro–nazi de la Segunda Guerra Mundial. "Sarkozy está haciendo
lo mismo que hizo Antonescu", que deportó a 25.000 gitanos rumanos.
Cientos de miles de personas de esta etnia murieron durante el Holocausto.
Cientos de gitanos están pagando "por los crímenes de unos pocos",
dijo Radescu a Associated Press.
El Gobierno rumano sigue en
su línea de insistir en que la integración de los gitanos es un asunto que
debe ser abordado desde una perspectiva europea que se sume a los esfuerzos
nacionales de los países de origen y de destino. Los planes rumanos para
integrar a su minoría gitana, la más despreciada y marginada de las varias
que viven en el país, han tenido escaso o nulo impacto, no han mejorado sus
nefastas condiciones de vida, según coinciden las ONG que trabajan con esta
comunidad.
Rumania se vio sorprendida
este verano cuando Francia anunció a bombo y platillo el desmantelamiento de
campamentos gitanos ilegales y la deportación voluntaria (a cambio de 300
euros por adulto y 100 por niño) de un millar de personas a Rumania y
Bulgaria. Estas expulsiones no son algo nuevo, pero se suelen hacer sin
alharacas.
Declaraciones
de Thilo Sarrazin, miembro del Partido Socialdemócrata
Directivo
del Bundesbank arremete contra
inmigrantes, musulmanes y judíos
El
País, 29/08/10
Berlín.– Miembro de la
junta directiva del Bundesbank (Banco Central alemán) y del partido socialdemócrata,
Thilo Sarrazin, ha conmocionado a la clase política alemana con unas
declaraciones en las que arremete contra inmigrantes, turcos y judíos, en una
entrevista publicada en el diario alemán Welt am Sonntag. "Todos los judíos
comparten un gen particular; los vascos comparten un gen particular que los
distingue", afirma el directivo, en la entrevista promocional del libro
Deutschland schafft sich ab (aproximadamente, “Alemania se deshace”).
En el libro, Sarrazin critica
la presencia de inmigrantes turcos y árabes en Alemania, aunque niega que sus
postulados sean racistas. Argumenta, por ejemplo, que los musulmanes suponen
un menoscabo para la sociedad alemana, les acusa de casarse con "esposas
importadas" y de tener una actitud negativa. Además, acusa a los
musulmanes jóvenes de ser agresivos debido a frustraciones sexuales.
"Desgraciadamente, el gran potencial de agresión de este grupo es
evidente. Los chicos árabes no pueden conseguir a sus chicas árabes",
asegura.
"Ha
cruzado el límite"
Sarrazin insiste en que no es
racista, pero sus justificaciones no convencen a sus colegas. "En el
debate político no caben declaraciones que azucen el racismo o el
antisemitismo", ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, Guido
Westerwelle. El ministro de Defensa se ha mostrado contudente en su reprobación
al directivo del Banco central alemán. "Hay límites para toda provocación
y Sarrazin, miembro de la junta directiva del Bundesbank, ha traspasado
claramente las fronteras con este comentario equivocado e inapropiado",
ha señalado Karl–Theodor zu Guttenberg.
También desde la comunidad
judía alemana se ha criticado a Sarrazin. "Alguien que trata de definir
a los judíos por sus características genéticas está consumido por una manía
racista", apuntó uno de los líderes judíos alemanes, Stephan Kramer.
"A ¡Basta ya!", escribía otro dirigente judío alemán, Michel
Friedman, en un artículo publicado por Bild am Sonntag. "Basta de
tolerancia para con esta intolerancia. Está bien provocar, pero basta de
cebarse y de difamar. No necesitamos a predicadores del odio, especialmente en
el Bundesbank", agrega Friedman.
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