El castigo a la deuda irlandesa golpea a los países del
sur de Europa
Irlanda vuelve a arder
Por Luis Doncel
El País, 11/11/10
Irlanda arde y las economías más débiles del sur de
Europa temen que las llamas acaben entrando en sus territorios. Dublín ya tenía
bastantes problemas con el brutal ajuste del gasto –15.000 millones en
cuatro años, de los que 6.000 serán en el próximo– que ha anunciado el
Gobierno. Pero ayer sumó un nuevo quebradero de cabeza: la cámara de
compensación independiente LCH.Clearnet decidió elevar hasta el 15% los márgenes
exigidos para adoptar posiciones en deuda pública irlandesa. En román
paladino, esta importante plataforma de compraventa de deuda certifica que los
títulos que emite Dublín son hoy más peligrosos que ayer, y por tanto pide
más dinero para comerciar con ellos.
¿El resultado? La prima de riesgo irlandesa subió hasta
superar los 610 puntos básicos, el máximo desde la creación del euro. Así,
el rendimiento del bono se queda en el nivel récord de 8,6%. Es este un nivel
casi insostenible, que coloca a Irlanda al borde de un rescate. Detrás fueron
Grecia, Portugal y España, donde también se disparó el diferencial que
tienen que pagar sobre los bonos alemanes. Todos ellos están ahora en niveles
superiores a los del pasado mes de mayo, cuando la UE se vio obligada a
anunciar un plan de rescate para socios en bancarrota con la idea de calmar la
voracidad de los mercados.
El diferencial español ronda ahora los 210 puntos básicos.
Esto quiere decir que mientras Alemania ofrece una rentabilidad del 2,4% a los
compradores de bonos a 10 años, España tiene que ofrecer un 4,52%. Mucho
peor lo tiene Grecia, con una prima superior a los 900 puntos básicos, y
Portugal, con 465. Las malas noticias en el mercado de deuda arrastraron a las
Bolsas de todo el mundo, que cerraron en rojo. El Ibex español fue de los más
castigados, con una caída del 1,7%.
Por si fuera poco, el banco de inversión Goldman Sachs
pidió ayer un plan de rescate para Irlanda y Portugal al Fondo Europeo de
Estabilidad. La idea es que este mecanismo solucionaría las actuales
tensiones de los mercados y lograría evitar el contagio, según un informe
del banco. "La probabilidad de que Irlanda y Portugal se vean en un
programa de reestructuración diseñado por el Fondo Monetario Internacional
ha aumentado recientemente", señala el jefe de estrategia de Goldman.
Pero lo cierto es que esta segunda oleada de problemas no
comenzó ayer. Los inversores llevan varias semanas penalizando todo lo que
huela a periferia europea. Desde que Francia y Alemania acordaron a mediados
de octubre un mecanismo conjunto de rescate para los socios que lo
necesitaran. "Acordaron que en este rescate tendría que participar el
sector privado, y que tendría que asumir una quita en caso de que un país
suspendiera pagos. Esa decisión genera dudas sobre un rescate público, y los
grandes inversores prefieren evitar la deuda de los países sobre los que
tienen más dudas. Es entonces cuando vuelven los problemas", señala el
catedrático Santiago Carbó, que considera que la decisión de Merkel y
Sarkozy puede acabar perjudicándoles a ellos mismos. "Es como pegarse un
tiro a los pies, porque su banca tiene mucha exposición al riesgo periférico",
añade. Hasta el próximo mes de enero no se decidirá si se aprueba o no este
mecanismo. Y en qué condiciones lo hace: si la reestructuración de pagos
supondrá obligatoriamente una quita, como quiere Merkel, o solo un
aplazamiento. Estas dudas allanan el camino para que el riesgo país de la
periferia europea siga creciendo. "Estamos viviendo momentos de puro pánico",
resume el analista de Citi José Luis Martínez.
Después del pacto franco–alemán, llegaría la decisión
de la Reserva Federal de EE UU de activar de nuevo la máquina de imprimir
dinero –lo que puede afectar negativamente a las exportaciones europeas– y
las dudas sobre un acuerdo en el G–20 que hoy empieza en Seúl. "Da la
sensación de que los americanos ya han hecho sus deberes y que ahora el foco
se centra en Europa. A lo mejor a medio plazo vemos que las medidas adoptadas
en EE UU son erróneas, pero al menos han hecho algo", ironiza el experto
de Citi, que reclama un apoyo más explícito a Dublín si sigue adelante con
las reformas anunciadas.
A Irlanda no le hacían falta los acontecimientos de las
últimas semanas para ver con desconfianza su futuro más próximo. Tras el
gigantesco paquete de ayudas para evitar que su sistema financiero se viniera
abajo, Dublín va a cerrar este año con un déficit del 32% del PIB. "No
está claro que la oposición vaya a apoyar el programa de recortes, en cuyo
caso tendría que aprobarlo el Gobierno en minoría. Esto también está
penalizando a Irlanda en estos días", añade José Luis Martínez.
Aunque la prima de riesgo de Irlanda es superior a la que
desató los problemas en Grecia en enero, la situación del Tesoro irlandés
no es alarmante a corto plazo, ya que dispone de fondos para hacer frente a
los pagos al menos hasta mediados del próximo año. Dublín podría evitar un
rescate si los mercados recuperan la tranquilidad antes de que necesite apelar
a los inversores.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, reconoció
ayer su "preocupación" por el déficit de las comunidades autónomas,
pero asegura que los mercados "entienden perfectamente" que la
solvencia de España es muy superior a la de Irlanda o Portugal. En medio de
esta nueva oleada de ataques de los mercados, el PP intervino con una
explicación que difiere de la que dan la mayoría de expertos. Según el
portavoz económico del principal partido de la oposición, Cristóbal Montoro,
la prima de riesgo española aumenta porque los mercados no confían en los
ministros que entraron en el Gobierno tras la reestructuración del pasado
mes.
El riesgo periférico se desboca
El País, 10/11/10
La deuda se dispara en España hasta los 210
puntos básicos, regresando a niveles previos a los test de estrés.– La
prima de riesgo irlandesa se sitúa por encima de los 600 puntos básicos por
primera vez.
La prima de riesgo de los países periféricos europeos
ha entrado a mediodía de hoy en una espiral desenfrenada que amenaza con
arruinar la confianza en estos estados para salir de la crisis. Por segunda
vez en los tres días que van de semana, España vuelve a los niveles previos
a los test de estrés de principios del verano, que devolvieron la seguridad
en el sistema financiero; la prima, además, se ha desbocado en Irlanda (en el
cierre sobrepasaba los 600 puntos básicos por primera vez); y en Portugal
(468 puntos básicos). La deuda griega también rueda sin frenos y no va mal
encaminada en Italia, justo por detrás de España.
El bono de deuda español a diez años respecto al bund
alemán, el bono de referencia en Europa para medir la prima de riesgo, se ha
situado en torno a los 210 puntos básicos al término de la sesión; el Ibex
35 ha caído finalmente un 1,68%, tras una jornada dubitativa, ora en positivo
ora en negativo, por debajo del 2%. Santander y BBVA encabezan las pérdidas.
Peor que la Bolsa de Madrid solo ha estado la de Milán, con descensos
ligeramente superiores.
La elevada prima de riesgo, cuya rentabilidad ha hollado
el 4,500%, ha escalado pasadas las cuatro de la tarde hasta doce puntos básicos.
Peor les han ido las cosas de momento a Irlanda (49 puntos básicos), Portugal
(29 puntos básicos) o Grecia (14 puntos básicos).
Y es que la confianza en la solvencia de los periféricos
se encuentra bajo mínimos. Y esa inseguridad de los despectivamente llamados
PIIGS ha acabado por arrastrar a España.
Berlín siembra
dudas sobre las deudas europeas
Posibilidad de que algunos países vayan a
la suspensión
de pagos
Por C. Pérez
El País, 09/11/10
Alemania vuelve a sembrar dudas sobre la crisis fiscal
europea. Cuando explotó la crisis griega, en enero, Berlín extendió una
sombra de desconfianza en los mercados al resistirse a acudir en ayuda de
Atenas: el coste de la deuda griega se disparó, contagió al resto de países
periféricos –España, Irlanda y Portugal– y al final no hubo más remedio
que aprobar un rescate.
La historia se repite. Alemania ha reavivado las
sospechas hacia los países con problemas al abrir un debate sobre la
posibilidad de que alguno de ellos suspenda pagos. Y los mercados llevan
varios días propinando un severo castigo: la prima de riesgo de Portugal e
Irlanda escaló ayer de nuevo hasta máximos. La de Grecia sigue por las
nubes. Y el contagio alcanza de lleno a España e Italia, que en las últimas
semanas habían conseguido distanciarse de los países en mayores
dificultades.
España vuelve a ese grupo, pese a que el Tesoro tiene
reservas para amortiguar la réplica del terremoto en el mercado. Las pruebas
de esfuerzo a la banca y los drásticos recortes habían dado resultado hasta
ahora, pero la prima de riesgo (la diferencia entre los costes del bono español
a 10 años y el alemán, el más seguro) ya supera los 200 puntos básicos,
niveles máximos desde julio. Los tipos de interés son la medida del
desasosiego: Grecia paga el 11%; Portugal e Irlanda en torno al 7%, y España
e Italia más del 4% por el bono a 10 años. La deuda alemana, que se
beneficia de esas dudas (los inversores se refugian en sus bonos cuando
vislumbran problemas), está en mínimos históricos: paga apenas el 2,4%.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble,
propuso ayer en las páginas de Der Spiegel un nuevo modelo de rescate para países
de la UE con problemas de deuda. Alemania quiere un plan de salvamento en dos
fases: en primer lugar, un duro ajuste fiscal a la griega, en el que a cambio
se amplíe la fecha de vencimiento de la deuda. Y si la crisis prosigue, un
pacto que obligue a los acreedores privados a renunciar a parte del dinero que
se les debe, en el que el FMI y la UE garanticen el resto. "La UE no se
creó para enriquecer a inversores financieros", declaró Schäuble.
Tanto el ministro de Finanzas como la canciller Angela
Merkel apuntan desde hace días a una solución de ese tipo, pero los detalles
llegan con cuentagotas. "Esa incertidumbre es el caldo de cultivo
adecuado para que problemas que parecían bajo control se nos vayan de las
manos y acaben contagiando a países que ya no estaban en la diana de los
mercados", dijo José Luis Martínez, de Citi.
El plan alemán no es la única causa que explica esta réplica
de la crisis fiscal. "Van dos semanas en las que han vuelto las dudas
sobre los países con problemas, cuyos duros planes de austeridad complican la
salida de la crisis económica y, por lo tanto, el pago de las deudas",
afirmó Daniel Suárez, de AFI. Se han despejado algunas incógnitas: tanto
Portugal como Irlanda ya están en condiciones de aprobar los recortes, y el
Ejecutivo griego ha sacado adelante las municipales este fin de semana,
convertidas en una suerte de plebiscito sobre su gestión y los dramáticos
recortes de los últimos meses. "Y sin embargo, Alemania se empeña en
abrir el melón de las reestructuraciones de deuda, un debate muy perjudicial
para la salud fiscal de la eurozona en este momento", criticó José
Carlos Díez, de Intermoney.
Ante esos problemas, el Banco Central Europeo ha
reactivado las compras de deuda en los mercados. Con resultados escasos, por
el momento. "Los próximos días serán cruciales en el devenir de la
crisis", cerró Díez.
Bruselas dice estar preparada para rescatar a Irlanda,
que sigue sufriendo el ataque de los mercados
Por Luis Doncel
El País, 11/11/10
Tras una semana en la que se han redoblado los ataques de
los mercados contra la deuda irlandesa –y, de rebote, contra las economías
más débiles de la zona euro–, la Comisión Europea se ha visto obligada a
admitir por primera vez la posibilidad de un rescate público a Irlanda.
"En caso de necesidad, y subrayo lo de en caso de necesidad, tenemos
todos los instrumentos necesarios", ha dicho el portavoz de la Comisión,
que ha añadido que Dublín aún no ha pedido ayuda financiera ante una deuda
que no sabe si va a poder pagar.
Y Dublín no se ha demorado en responder. Otro portavoz,
esta vez del Ministerio de Finanzas irlandés, ha insistido que no, que su país
no necesita ayuda de la UE para salir de la crisis a pesar de la deuda récord,
que la isla "está en condiciones de pagar", como lo demuestra, según
agrega este mismo portavoz, el hecho de que Irlanda emita de nuevo deuda en
2011 para "refinanciar" las arcas públicas.
Irlanda tiene muchas cosas en contra y alguna a favor.
Entre las primeras, las dudas crecientes sobre la viabilidad de reducir un déficit
público que este año alcanzará el vertiginoso porcentaje del 32% del PIB.
Y, como consecuencia, unos costes de financiación que no paran de crecer. La
prima de riesgo –es decir, la diferencia entre lo que paga por los bonos a
diez años frente a lo que paga Alemania, el país considerado más seguro–
estaba a finales del mes pasado en 400 puntos básicos (cuatro puntos
porcentuales). Pues bien, ayer superó los 610 puntos y hoy ya están en los
680, unas marcas insostenibles si se mantienen ahí a medio plazo. Uno de los
pocos factores que tiene a su favor el antes llamado tigre celta es que no
tiene que salir a refinanciarse hasta mediados del año que viene. Es decir,
dispone de unos meses de margen para que estas primas vuelvan a niveles más
normales. Si no, la única salida será un programa para reestructurar sus
pagos.
Pero los problemas no se quedan en Irlanda. Las dudas
sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas se contagian a Grecia,
Portugal y, en menor medida, España. Así, la prima de riesgo de la dueda
griega supera ya los 940 puntos (ayer estaba en 900) y la portuguesa roza los
490 (ayer, en 465). España se mantiene en máximos de 214, cuando ayer
rondaba los 210.
Los CDS, o costes de seguro de impago, de estos países
también se están disparando, lo que significa, una vez más, que el riesgo
asociado a los países de la periferia de la eurozona aumenta
considerablemente.
Además de las dificultades irlandesas para cuadrar sus
cuentas, esta nueva oleada de ataques especulativos obedece a las dudas sobre
el mecanismo de rescate que quiere aprobar Alemania el próximo mes de enero.
La canciller Angela Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pactaron
a mediados de octubre que en los rescates tendría que participar el sector
privado, lo que significa que deberían aceptar una quita sobre el total
adeudado. La consecuencia ha sido lógica: los inversores se anticipan a esta
suspensión de pagos y solo se ofrecen a comprar deuda de los países en
peligro si estos les ofrecen un rendimiento mayor. Este mecanismo perverso es
el que puede desembocar en una petición de rescate a la UE, que en mayo aprobó
un fondo de 750.000 millones de euros para apoyar a cualquier país miembro en
problemas. La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, echó ayer más
leña al fuego al mencionar la posibilidad de que el sector privado tenga que
participar en la suspensión de pagos de algún país europeo.
Merkel asegura que la UE no dejará hundirse a Irlanda
Por A. Bolaños, M. González y L. Doncel
El País, 12/11/10
Seúl – Madrid.– La canciller alemana Angela Merkel
ha declarado esta madrugada en Seúl que la Unión Europea está preparada
para afrontar todos en la crisis irlandesa. Merkel ha intentado frenar la
escalada de ataques especulativos contra la deuda irlandesa asegurando que se
equivocan quienes piensan que Europa permitirá que uno de sus países incurra
en suspensión de pagos.
Aunque el presidente de la Comisión Europea, José
Manuel Durao Barroso, ya recordó ayer que la UE dispone del fondo de
estabilización financiera para hacer frente a crisis como la irlandesa, la
declaración de Merkel tiene más valor por venir del país que más remiso se
ha mostrado a las operaciones de rescate. Merkel ha hecho estas declaraciones
durante la reunión del G–20 en Seúl (Corea), donde ayer abordaron la
situación de Irlanda los ministros de Finanzas de Alemania, Francia y Reino
Unido.
Reticencias irlandesas
Tras una semana en la que se han redoblado los ataques de
los mercados contra la deuda irlandesa –y, de rebote, contra las economías
más débiles de la zona euro–, la Comisión Europea se vio el jueves
obligada a admitir por primera vez la posibilidad de un rescate público a
Irlanda.
Dublín no se demoró en responder. Un portavoz del
Ministerio de Finanzas irlandés insistió en que su país no necesita ayuda
de la UE para salir de la crisis a pesar de la deuda récord, que la isla
"está en condiciones de pagar", como lo demuestra, según agrega
este mismo portavoz, el hecho de que Irlanda emita de nuevo deuda en 2011 para
"refinanciar" las arcas públicas.
Irlanda tiene muchas cosas en contra y alguna a favor.
Entre las primeras, las dudas crecientes sobre la viabilidad de reducir un déficit
público que este año alcanzará el vertiginoso porcentaje del 32% del PIB.
Y, como consecuencia, unos costes de financiación que no paran de crecer. La
prima de riesgo –es decir, la diferencia entre lo que paga por los bonos a
diez años frente a lo que paga Alemania, el país considerado más seguro–
estaba a finales del mes pasado en 400 puntos básicos (cuatro puntos
porcentuales). Pues bien, ayer superó los 610 puntos y hoy ya están en los
680, unas marcas insostenibles si se mantienen ahí a medio plazo. Uno de los
pocos factores que tiene a su favor el antes llamado tigre celta es que no
tiene que salir a refinanciarse hasta mediados del año que viene. Es decir,
dispone de unos meses de margen para que estas primas vuelvan a niveles más
normales. Si no, la única salida será un programa para reestructurar sus
pagos.
Pero los problemas no se quedan en Irlanda. Las dudas
sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas se contagian a Grecia,
Portugal y, en menor medida, España. Así, la prima de riesgo de la dueda
griega supera ya los 940 puntos (ayer estaba en 900) y la portuguesa roza los
490 (ayer, en 465). España se mantiene en máximos de 214, cuando el miércoles
rondaba los 210.
Los CDS, o costes de seguro de impago, de estos países
también se están disparando, lo que significa, una vez más, que el riesgo
asociado a los países de la periferia de la eurozona aumenta
considerablemente.
Además de las dificultades irlandesas para cuadrar sus
cuentas, esta nueva oleada de ataques especulativos obedece a las dudas sobre
el mecanismo de rescate que quiere aprobar Alemania el próximo mes de enero.
La canciller Angela Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pactaron
a mediados de octubre que en los rescates tendría que participar el sector
privado, lo que significa que deberían aceptar una quita sobre el total
adeudado. La consecuencia ha sido lógica: los inversores se anticipan a esta
suspensión de pagos y solo se ofrecen a comprar deuda de los países en
peligro si estos les ofrecen un rendimiento mayor. Este mecanismo perverso es
el que puede desembocar en una petición de rescate a la UE, que en mayo aprobó
un fondo de 750.000 millones de euros para apoyar a cualquier país miembro en
problemas. La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, echó ayer más
leña al fuego al mencionar la posibilidad de que el sector privado tenga que
participar en la suspensión de pagos de algún país europeo.
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