Se podría reactivar la crisis de la deuda soberana en
Europa
Empeora la situación de Irlanda
Wall
Street Journal, 12//11/10
A comienzos de septiembre, en un momento en el que todo
eran dudas sobre la solvencia de Irlanda, el ministro de Finanzas, Brian
Lenihan, convocó a una decena de funcionarios del gobierno y ejecutivos de
bancos a un salón de conferencias apodado la "cámara de torturas",
en referencia a su historia como escenario de escabrosas reuniones.
Durante dos años, Irlanda había volcado grandes sumas
de dinero para resolver una intensa crisis bancaria. Todas las estimaciones de
lo que costaría rescatar a los bancos de Irlanda resultaban quedarse cortas.
Lenihan necesitaba detener el goteo de malas noticias que estaba llevando su
país a la ruina. "Quiero una cifra final lo antes posible", le dijo
al grupo.
Dos semanas después, la tuvo: 50.000 millones de euros (US$70.898
millones), casi US$50.000 por cada hogar del país.
Pero ahora, los inversionistas apuestan a que la factura
puede ser aún mayor y podría reactivar la crisis de la deuda soberana en
Europa. El gobierno se prepara para el colapso y la semana pasada los bonos
soberanos continuaron su caída. Su deuda es considerada tan riesgosa como la
de Grecia, antes de que ésta suplicara a la Unión Europea por un préstamo
en el primer semestre del año. El jueves, la Unión Europea indicó que está
lista para intervenir y ayudar a Irlanda con su situación financiera.
Lenihan, apurado para calmar esos temores, propuso
recortar el presupuesto del país para 2011 en 6.000 millones de euros.
Proporcionalmente, es como si Estados Unidos súbitamente eliminara el
Departamento de Defensa.
Los problemas de Irlanda son los de Europa. Los 16 países
de la zona euro acordaron garantizar hasta 440.000 millones de euros en préstamos
si alguno de ellos no consigue capital en los mercados privados.
No se suponía que esto ocurriera así. En octubre de
2008, Lenihan declaró que el gobierno había esbozado "el plan de
rescate más barato del mundo". Y el regulador financiero de Irlanda
afirmó que los bancos estaban "más que suficientemente
capitalizados".
Entrevistas con banqueros y funcionarios públicos, así
como un estudio de documentos difundidos por el parlamento irlandés, revelan
que el gobierno evaluó mal la crisis desde el principio. Desesperado por
preservar su sistema bancario, el gobierno —ciego al mal estado de los préstamos
irlandeses— unió el destino del país al de sus bancos.
Durante el proceso, el gobierno se vio perjudicado por
información incorrecta de asesores externos, por una cultura regulatoria de
confiar y no verificar, y por los propios bancos en problemas.
El resultado ha sido calamitoso: los préstamos
incobrables en cinco bancos se volvieron una bola de nieve que se transformó
en una amenaza existencial. La crisis hundió la economía irlandesa y dejó a
los contribuyentes con una factura que llevará una generación pagar.
Los errores de cálculo son severos. En diciembre de
2008, el Estado reveló planes para inyectar 1.500 millones de euros en la
institución más aquejada del país, el Anglo Irish Bank Corp. En los dos años
siguientes, el gobierno repetidamente incrementó esa cifra, hasta llegar a
22.900 millones de euros. En septiembre, el banco central admitió que Anglo
podría necesitar 11.400 millones más.
Durante una década, Irlanda fue la superestrella de la
Unión Europea. Una fuerza de trabajo capacitada, la alta productividad y los
bajos impuestos corporativos fueron un imán para la inversión extranjera.
Los irlandeses, que en su día fueron los pobres de Europa, se volvieron más
ricos que el resto de los europeos, con la excepción de los luxemburgueses.
Su problema es que colocaron las nuevas riquezas en bienes inmobiliarios.
Mientras el Banco Central Europeo mantuvo las tasas de
interés bajas, los préstamos para la construcción y las hipotecas inundaban
Irlanda. Los urbanizadores transformaron antiguos muelles en torres de
oficinas, y pastos para ovejas en prolijas parcelas. En 2006, se construyeron
93.419 viviendas, a un ritmo tres veces superior que el de una década antes.
Anglo Irish Bank, fundado en 1964, pasó sus primeras
tres décadas otorgando pequeños préstamos comerciales para el negocio
inmobiliario. Pero cuando Sean FitzPatrick, un ambicioso contador, tomó las
riendas del banco en 1986, abrió grandes oficinas en Londres y Estados
Unidos. Anglo financió proyectos importantes, y prestó US$70 millones para
construir la Chicago Spire, que se planeó como el edificio más alto de
EE.UU.
Los rivales lo imitaron. Allied Irish Banks PLC desplegó
equipos para arrebatarle clientes a Anglo. Los ejecutivos del Bank of Ireland
comenzaron a intentar atraer clientes con viajes en jets corporativos.
La fiesta terminó en 2008, cuando la burbuja
inmobiliaria explotó y la economía global entró en recesión. El gobierno
irlandés siguió siendo optimista. Un documento interno del Departamento de
Finanzas concluyó en mayo que el sistema bancario irlandés era "sano y
robusto según todos los indicadores clave de salud financiera".
En septiembre, los bancos irlandeses empezaron a tener
problemas para encontrar préstamos de corto plazo para cubrir sus gastos
diarios. El gobierno creyó que estaba frente a un clásico problema de
liquidez. No reconocieron el problema más profundo: los bancos habían
otorgado demasiados préstamos incobrables, cuyos incumplimientos dejarían a
quienes los otorgaron insolventes.
"La liquidez, no el capital, es el principal
problema de la actual crisis", dijo el regulador financiero Patrick Neary,
en una carta que envió a Kevin Cardiff, un alto funcionario del Departamento
de Finanzas, el 10 de septiembre. Una semana después, los ejecutivos de Anglo
dijeron a funcionarios del gobierno que el negocio principal del banco, a
pesar de la reducción de efectivo, estaba en buen estado. Y banqueros de
Merrill Lynch que asesoraban al gobierno aseguraron que otro banco, Irish
Nationwide Building Society (INBS), podría absorber cualquier préstamo
incobrable. (Desde entonces ha necesitado un rescate de 5.400 millones de
euros). Merrill e INBS no quisieron hacer comentarios. Neary no pudo ser
localizado para contribuir al artículo.
Para fines de septiembre de 2008, las advertencias
subieron de tono. Los depositantes en Anglo estaban retirando su dinero. A las
20:40 del 29 de septiembre, un socio de PricewaterhouseCoopers que trabajaba
para el gobierno le envió a Cardiff un correo electrónico con malas
noticias: Anglo "pidió prestados 900 millones de euros al Banco Central
y no le quedan reservas".
A la mañana siguiente, Irlanda lanzó el rescate que
Lenihan llamaría el más barato del mundo, garantizando cada depósito y casi
toda la deuda emitida por los bancos irlandeses. El gobierno tenía la
esperanza de que con esto el país podría salvar crisis sin gastar un
centavo.
Pese a que la medida ayudó a que un flujo de efectivo
volviera rápidamente al sistema, no solucionó los créditos incobrables. En
enero, Irlanda nacionalizó Anglo.
El total de capital inyectado en los bancos por el
gobierno hasta ahora: 34.000 millones de euros. Por lo menos otros 12.000
millones de euros están en camino. Los rescates significan que Irlanda tendrá
un déficit equivalente a 32% de su Producto Interno Bruto, la cifra más alta
de cualquier país de la zona euro. Los escépticos argumentan que el mercado
inmobiliario no se recuperará rápidamente y que los bancos enfrentan una ola
de pérdidas que hará que la factura para el gobierno siga creciendo.
La Unión Europea
urge a Irlanda a aceptar un rescate
Por
Marcus Walker, Brian Blackstone y Neil Shah (*)
Wall
Street Journal, 14/11/10
Dirigentes europeos están presionando a Irlanda para que
acepte un plan de rescate que restaure la confianza en su solvencia y evite
que las turbulencias que atraviesa su mercado financiero contagien a otros
miembros de la eurozona, según altos cargos de la UE.
Muchos políticos europeos creen que actuar pronto en
Irlanda sería mejor que esperar hasta que los mercados fuercen al país a
hacerlo, y recuerdan que los retrasos en la ayuda a Grecia la pasada primavera
provocaron casi una crisis en la confianza que los inversores tenían en la
eurozona.
Está previsto que los responsables de los países
miembros de la Unión Europea discutan sobre el posible rescate a Irlanda en
una serie de reuniones que se celebrarán en Bruselas a principios de la próxima
semana, en un momento en que el mercado teme que la falta de confianza de los
inversores hacia los bonos estatales irlandeses pueda contagiar a Portugal y
España.
El gobierno de Irlanda sigue reacio a aceptar la pérdida
de soberanía y el aumento de las medidas de austeridad que el rescate podría
suponer. El paquete de rescate de la UE podría incluir un severo programa político
diseñado conjuntamente con el Fondo Monetario internacional, según fuentes
conocedoras.
Irlanda ha reiterado en varias ocasiones que no busca un
rescate por parte de la UE o el FMI. El ministro de Finanzas, Brian Lenihan,
dijo el viernes en la emisora de radio RTE Radio One: "Al contrario de
(lo que dicen) las especulaciones, no hemos pedido un crédito".
No obstante, Lenihan dijo que en Europa está aumentando
la preocupación por las crecientes turbulencias en los mercados de bonos de
las economías más débiles de la eurozona. "Nuestros socios europeos
están ansiosos por resolver este asunto", dijo, para añadir que políticos
irlandeses están "en continuo contacto con el Banco Central Europeo y la
Comision (Europea)".
Algunos miembros del BCE sugieren a Dublín que acceder
al paquete de la UE de 500.000 millones de euros podría ayudar al país a
presentar un presupuesto creíble y recapitalizar su debilitado sistema
bancario. Aunque el BCE apoyaría que Irlanda utilizara el crédito del
rescate, no lo está presionando para que tome una decisión, dijo una fuente
conocedora de la situación.
El BCE cree que contar con la supervisión del FMI y la
UE sobre el presupuesto de Irlanda —requisito para el rescate— añadiría
credibilidad internacional a las medidas de austeridad aprobadas por el
gobierno irlandés para controlar su déficit, que podría alcanzar 30% del
PIB este año.
Irlanda tiene previsto presentar su presupuesto al
Parlamento el 7 de diciembre. El BCE teme que, dado que ha empeorado la
situación del mercado financiero en las últimas dos semanas, podría tardar
en llegar un plan para reducir el déficit del país.
Irlanda ha reiterado que no hay vencimientos de bonos de
forma inminente y que aún posee importantes reservas de efectivo, por lo que
no se enfrenta a una crisis inmediata de liquidez o solvencia, a pesar de la
reciente salida de los inversores de la deuda irlandesa. Sin embargo, el temor
a un contagio a otros países de la eurozona implica que otros miembros de la
UE quieren que Irlanda reaccione.
Los gobiernos europeos discutirán las posibles vías de
actuación en las reuniones que mantendrán los ministros de Finanzas de los
16 países que comparten el euro el martes y los ministros de Finanzas de los
27 países de la UE, el miércoles.
Sin embargo, según los procedimientos acordados por la
UE en mayo en el momento álgido de la crisis financiera griega, un miembro de
la eurozona debe pedir ayuda para que se inicie su rescate.
(*) Santiago Pérez y David Gauthier–Villars
contribuyeron a este artículo.
Ministro irlandés niega haber solicitado una ayuda
Por
Nicholas Winning
Wall
Street Journal, 14/11/10
Dublín (Dow Jones)–El ministro de Finanzas de Irlanda
desmintió el sábado que el país haya solicitado un paquete de rescate a la
Unión Europea después de que la prensa publicara que está en negociaciones
para conseguir apoyo financiero.
La BBC dijo el sábado que el país mantiene
conversaciones preliminares con miembros de la UE y que es sólo cuestión de
tiempo que solicite formalmente la ayuda al Fondo Europeo de Estabilidad
Financiera. Se estima que los préstamos del Fondo se sitúan entre 60.000
millones y 80.000 millones de euros, dijo.
"Irlanda está completamente financiada hasta
mediados de 2011", dijo un portavoz del departamento de Economía del
gobierno irlandés en un breve comunicado en respuesta a la noticia de la BBC.
"No hay conversaciones sobre la solicitud de un fondo de emergencia de la
Unión Europea".
Tanto el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, como el
primer ministro irlandés, Brian Cowen, dijeron el viernes que el país no ha
pedido ayuda a la UE. La Comisión Europea también dijo que la noticia sobre
las negociaciones era "pura especulación".
Persiste el nerviosismo en la zona euro
Riesgo de otra crisis de deuda
Wall
Street Journal, 11/11/10
Por Terence Roth (*)
La Unión Europea indicó que está lista para intervenir
y ayudar a Irlanda con su situación financiera a medida que crecían las
preocupaciones de los inversionistas sobre los desafíos que enfrentan los países
más débiles de la región y el euro alcanzaba su mínimo de un mes.
La moneda común europea cayó casi 0,9% contra el dólar,
a US$1,3659, el jueves por la tarde en Nueva York. Apenas una semana antes, el
euro se negociaba a US$1,4216 luego que la Reserva Federal anunciara una nueva
ronda de compras de bonos por US$600.000 millones con el fin de hacer bajar
las tasas de interés a largo plazo.
"Este fue siempre el riesgo para el euro, que el
enfoque volviera a las periferias", señaló Daragh Maher, un analista de
divisas de Crédit Agricole en Londres.
Los esfuerzos de Irlanda para rescatar su sistema
bancario han elevado su déficit a 32% del Producto Interno Bruto, más de 10
veces el tope fijado para los países de la zona euro. En los últimos días,
los inversionistas han pasado a tener cada vez más dudas sobre si Irlanda
podrá reducir su déficit sin ayuda externa.
Este año, Grecia tuvo que recibir ayuda de la UE y el
Fondo Monetario Internacional para lidiar con su propia crisis fiscal, que
provocó una venta masiva de euros y generó dudas sobre las perspectivas a
largo plazo de la divisa.
La UE reiteró que posee las herramientas para ayudar a
Irlanda en caso de que sea necesario. El bloque ha establecido un fondo de
rescate soberano de 440.000 millones de euros (US$606.300 millones),
principalmente en respuesta a la crisis griega.
"Tenemos todos los instrumentos necesarios",
aseguró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ante
periodistas en Corea del Sur, donde se encuentra para asistir a la cumbre del
Grupo de los 20 países industrializados y emergentes. "La UE está lista
para respaldar a Irlanda".
De todas formas, nuevas dudas sobre si los gobiernos en
problemas podrán soportar el alza en el costo de endeudamiento han puesto de
relieve la funcionalidad del fondo de rescate de la UE, que no ha sido probada
y sigue bajo revisión. Los gobiernos de Alemania y Francia, en particular,
quieren normas más estrictas para proteger a los contribuyentes de la UE
contra el costo de una cesación de pagos soberana.
El cambio más temido por los inversionistas es la búsqueda
por parte de Alemania de una cláusula que estipule que los países que se
declaren en mora deben reestructurar su deuda si se les cierran los mercados
de crédito. Esto transferiría las pérdidas desde los contribuyentes de la
UE hacia los inversionistas, pero también podría reducir el interés del
mercado en deuda más riesgosa de gobiernos de la zona euro.
De hecho, el riesgo de otra crisis de deuda en la zona
euro continúa afectando los mercados de bonos soberanos de los países de la
periferia del bloque, donde algunos gobiernos tienen problemas para reducir
sus profundos déficits presupuestarios sin volver a caer en la recesión.
Los seguros
contra una cesación de pagos, o credit–default swaps, de los bonos
soberanos de Irlanda, España y Portugal alcanzaron nuevos máximos el jueves.
Estos costos también subieron para Grecia, Italia y Bélgica.
Asimismo, el rendimiento del bono soberano de Irlanda a
10 años, que se mueve de manera inversa a su precio, llegó a 9,24%, una
diferencia récord de 6,83 puntos porcentuales frente a las tasas de los títulos
comparables alemanes, que son menos riesgosos. Algo más preocupante es que el
spread para los bonos irlandeses a dos años también es de unos 6,83 puntos
porcentuales.
Irlanda, de todas formas, dispone de suficiente efectivo
como para no tener que recurrir al mercado de deuda hasta mediados de 2011. La
situación fiscal de Portugal también es sombría. Su tasa de préstamos a 10
años es de 7,33%, con un diferencial sobre los bonos alemanes comparables de
4,92 puntos porcentuales. Esta semana, Portugal vendió bonos a seis y 10 años
con los rendimientos más altos desde la creación del euro. Los spreads para
España e Italia también se han ampliado en el último mes, pero no tan
marcadamente.
El Banco Central Europeo se ha vuelto más activo en el
mercado de deuda, comprando bonos soberanos de los países de la periferia de
la zona euro. No obstante, los analistas se preguntan si la entidad podrá
frenar la tendencia si el ambiente se ensombrece aún más.
(*) Nathalie Boschat, Mark Brown y Clare Connaghan
contribuyeron a este artículo.
Portugal podría
ser expulsado de la zona euro
Por David Román y Jeffrey T. Lewis
Wall
Street Journal, 14/11/10
Lisboa (Dow Jones).– Portugal podría ser expulsado de
la eurozona si no logra resolver sus graves problemas económicos, dijo el
ministro de Asuntos Exteriores luso, Jose Amado, en una entrevista con el
diario Expresso publicada el sábado.
Amado defendió la necesidad de que haya una coalición
política que haga frente a las actuales dificultades económicas.
"Necesitamos un acuerdo para recuperar las condiciones de estabilidad
para ganar la confianza del mercado", dijo Amado en la entrevista.
"Tiene que haber un esfuerzo por parte de todos los grupos políticos, de
las instituciones, para entender la gravedad de la situación a la que nos
enfrentamos".
Según Expresso, Amado dijo que el país podría
encontrarse con "un escenario de salida de la eurozona" si no logra
solucionar sus problemas económicos, aunque estas declaraciones no pueden
verse en la grabación que se ha colgado en la web de la publicación.
El gobierno minoritario del primer ministro José Sócrates
debe negociar duramente con el Partido Social Demócrata, o PSD, para lograr
la abstención del principal partido de la oposición en la votación inicial
en el Parlamento sobre los presupuestos de 2011.
Amado dijo que Portugal necesita un gobierno de coalición
que incluya al partido conservador de la oposición y a los socialistas, en el
gobierno, para mejorar su economía.
El gobierno y el PSD siguen negociando el contenido
exacto de los presupuestos generales del próximo año. La votación final
debería hacerse a finales de noviembre.
El sábado, Sócrates comentó la entrevista a Amado y
lamentó la falta de cooperación por parte de los partidos de la oposición.
"De todos los partidos políticos, ninguno está
tratando de compartir la responsabilidad de gobernar con el Partido
Socialista", dijo Sócrates a la prensa durante una visita a Macao.
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