Decenas de miles de estudiantes
se manifestaron ayer en las principales ciudades italianas contra la reforma
del sistema universitario, que ayer se aprobó en la Cámara de los Diputados,
bloqueando el centro de Roma y provocando atascos en otras urbes.
Los estudiantes convocaron ayer
una jornada de acción contra la reforma. La semana precedente realizaron
varias espectaculares acciones de protesta, como las ocupaciones de monumentos
como el Coliseo de Roma o la Torre de Pisa. Su consigna para ayer era
paralizar el país mediante manifestaciones espontáneas.
Según la Unión de los
Universitarios (UDU), «más de 400.000 estudiantes se han movilizado en toda
Italia».
En Roma, todos los accesos a la
Cámara de Diputados estaban bloqueados por cordones policiales. Ante esta
situación, los estudiantes se reagruparon a orillas del río Tíber, donde
cortaron la circulación.
Cordones policiales bloqueaban
también la plaza de Venecia y la avenida de los Foros Imperiales, cerca del
Coliseo.
Para gran sorpresa de los
turistas, parte del tráfico fue desviado hacia el barrio de la Fontana de
Trevi, habitualmente peatonal.
«Manifestaciones espontáneas
realizan bloqueos por todo el país. Los estudiantes han vuelto a decir no a [Mariastella]
Gelmini [ministra de Educación], a [Silvio] Berlusconi y a su reforma»,
declaró Flavio Arzarello, coordinador nacional del movimiento juvenil del
Partito dei Comunisti Italiani (PdCI).
También hubo manifestaciones en
el centro de Turín, mientras que en Milán, los manifestantes ocuparon
durante unos 20 minutos una estación. También lanzaron huevos y petardos
contra una de las sedes de la universidad católica.
En Nápoles, inmersa en la
crisis de los residuos, lanzaron bolsas de basuras a la sede del Gobierno
regional.
También hubo manifestaciones en
Venecia, Palermo y Brescia, donde la Policía cargó a porrazos contra jóvenes
que lanzaron botellas. La Policía también cargó contra los estudiantes ante
la estación de Bolonia.
Según la UDU, «en todo el país
ha habido cientos de iniciativas contra la reforma universitaria: ocupación
de facultades, de azoteas, bloqueos de la circulación, ocupación de
monumentos. Todas las iniciativas tenían el mismo objetivo: bloquear el
proyecto de ley y salvar a la universidad pública de la muerte».
«Esta reforma corta los fondos
para las becas, disminuye de manera drástica la representación de los
estudiantes, elimina la figura del investigador y, sobre todo, recorta la
financiación del funcionamiento ordinario de las universidades», denunció
la UDU.
Amparándose en la crisis económica,
el Gobierno italiano ha adoptado varias leyes en los dos últimos años para
reducir el presupuesto en alrededor de 9.000 millones de euros y suprimir
130.000 empleos en la educación pública en periodo de cinco años (de 2009 a
2013).