Después
de las elecciones
Más
política anti-social del PSOE para allanar
el regreso del PP al gobierno
Por
Javier Ortega
La Haine, 24/05/11
El
bullicioso debate sobre el adelanto de las elecciones
generales deja vislumbrar que, en realidad, antes de que el PP
vuelva el PSOE debe dejar la casa neoliberal en orden.
Parece
que el PSOE podría apurar sus últimos meses en el gobierno
aprobando más reformas económicas en contra de los intereses
populares. Así al menos lo declaran diferentes fuentes
oficiales, entre ellos el propio presidente del gobierno. De
este modo, el PP entraría a gobernar, en caso de ganar las próximas
elecciones generales de marzo de 2012, sin asumir la
responsabilidad de la introducción de dichas reformas. Por su
parte, es probable que en tal caso las dos grandes centrales
sindicales hagan lo que han hecho durante todas las
legislaturas del PP: echarle la culpa a ese partido de los
efectos de las medidas implementadas en gobiernos del PSOE. Así
ocurrió por ejemplo con la entrada de las empresas de trabajo
temporal y la venta de empresas públicas durante los años
90, abriendo el camino a las políticas privatizadoras que
posteriormente desarrolló el PP.
Un
debate ficticio sobre el adelanto o no de las próximas
elecciones generales
Los
principales dirigentes del PP, empezando por Mariano Rajoy,
tras su éxito en las últimas elecciones municipales y autonómicas
exigieron al PSOE un adelanto de las elecciones generales, en
vista de que -según dicen- el actual gobierno "no está
en condiciones". El PSOE, de la mano del propio Zapatero,
ya dejó claro la misma noche electoral del 22 mayo que el
actual partido en el gobierno tiene una importante tarea por
delante: profundizar en las reformas económicas neoliberales.
Zapatero
remarcó ayer, según una nota de Europa Press, en la
necesidad de seguir adelante con las reformas "para
mantener la estabilidad económica" y ha pedido una ronda
de contactos con los grupos parlamentarios para procurar la
estabilidad parlamentaria en lo que queda de legislatura.
Por
su parte el vicesecretario general y coordinador de la campaña
electoral, José Blanco, subrayó ayer que "no se
adelantarán las elecciones" porque el PSOE sigue
teniendo la “enorme responsabilidad” de “conducir el
Gobierno de España”. “Esta responsabilidad –insistió
Blanco- está por encima de cualquier reacción emocional que
nos llevara a alterar las prioridades, que siguen siendo las
que señaló el domingo el Presidente del Gobierno: recuperación
económica, creación de empleo y reformas”.
En
cuanto a las reformas, David Cortina, analista de Banif
(servicios de banca privada; vinculado al Grupo Santander)
declaró al diario ABC que "el mercado lo que quiere es
que las medidas de ajuste sean más drásticas", al
juzgar las que ya se han tomado como
"insuficientes". Desde este punto de vista, el
problema no es la fecha de las elecciones, porque lo que hace
falta es que se siga avanzando en la "dirección
correcta", que pasa por "reducir gastos y controlar
el déficit", apuntó así mismo Javier Flores, director
de Inversiones de Dracon Partners Eafi.
En
el programa de debate político "La Noche en 24
horas" de TVE, Margarita Sáez-Díez (primera mujer que
ocupó una jefatura en La Vanguardia; fue directora del
programa "Aquí y Ahora" de Radio Nacional y
delegada en Madrid de El Periódico de Cataluña) despejó
ayer unas cuantas dudas, afirmando que "en realidad al PP
no le interesa que el PSOE adelante las elecciones porque
Zapatero debe tomar medidas duras que provocarán, y con razón,
el descontento social. Al PP le interesa entrar en el poder
con el ambiente más sosegado y con la economía en vías de
mejora".
Reparto
de papeles
Tal
como ha venido ocurriendo desde 1982, al PSOE le ha tocado
asumir el costo político de la "reconversión
industrial" (léase cierre indiscriminado o privatización
de la industria pública), la crisis de principios de los años
90, y luego la crisis de 2007 en adelante. Por ser un partido
"de izquierda", con tradición obrera, la burguesía
españolista ha considerado que es mejor que las medidas duras
contra los trabajadores las tome este partido, y cuando las
cosas mejoran ya puede gobernar la derecha de siempre.
La
política privatizadora de los últimos 20 años en el Estado
español viene influenciada por el hecho de pertenecer a la
Unión Europea. Ya desde los Pactos de la Moncloa, se fijó
como un objetivo importante el ingreso en la Comunidad Económica
Europea; la primera petición formal de ingreso se solicitó
en 1979 bajo el gobierno de la UCD. Fue necesario
"adaptarse" políticamente, lo que supuso tomar
medidas económicas de fuerte contenido neoliberal con el
apoyo directo del PSOE. Por tanto, el proceso liberalizador
español ha encajado con el llamado proceso de integración
europea: “Acta Única” (1986) y posteriormente, Tratado de
Maastrich (1993). El PP llegó al gobierno en 1996 pero las
bases económicas ya habían sido implantadas anteriormente
por el PSOE.
Ahora
parece que se repite el guión. Cuando los bancos empiezan a
subir los intereses, y se avizora a medio plazo una salida de
la crisis (aunque los medios no dicen nada, hay que mantener
el miedo a la crisis para poder aplicar más recortes), se
prepara la vuelta del PP, una vez que el PSOE haya dejado la
casa neoliberal en orden.
Sin
duda quien sale beneficiado con este tipo de
"confusiones" es el sistema capitalista, ya que la
clase trabajadora no sabrá muy bien a quién responsabilizar
del empeoramiento de sus condiciones de vida.
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