Mientras
los jóvenes resisten,
Zapatero duda si reprimir o no
Agencia
Reuters, 19/05/11
El presidente
del Gobierno español estudia no disolver las manifestaciones
en varias ciudades españolas, pese a que la Junta Electoral
Central prohibió las concentraciones de cara a las elecciones
del domingo; confía en que no haya incidentes.
Madrid.–
Mientras decenas de miles de españoles protestaban, por sexto
día consecutivo, contra el desempleo y una forma diferente de
hacer política, el Gobierno evaluaba cómo calmar la furia
que desató una prohibición de la autoridad electoral de
concentraciones el fin de semana por los comicios autonómicos
y municipales.
El inédito
movimiento de protesta de "los indignados", formado
principalmente por jóvenes descontento con la clase política,
el desempleo y las medidas de austeridad, comenzó el domingo
en la Puerta del Sol de Madrid y se han extendido a la plaza
de Cataluña en Barcelona y a otras ciudades de todo el mundo.
La Junta
Electoral Central decidió anoche prohibir las concentraciones
y reuniones desde el sábado, el día previo a las elecciones
en las cuales alrededor de 34,6 millones de españoles votarán
por 8116 alcaldes y concejales y por las autoridades de 13 de
las 17 comunidades autónomas, así como en Ceuta y Melilla.
En esos comicios se espera que el Partido Socialista Español
(PSOE) reciba un fuerte castigo, a un año de las elecciones
generales, por las medidas de austeridad que ha aplicado para
contener el déficit.
El presidente
Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero –que ha
fallado en contener el alto desempleo que afecta a uno de cada
cinco trabajadores siendo el más elevado dentro de la Unión
Europea (UE)–, dejó abierta la posibilidad de no cumplir
con la prohibición contra las concentraciones.
"La
impaciencia está ahí, la entiendo, pero estamos en el camino
de las reformas, vamos a mejorar", dijo Zapatero en una
entrevista en la cadena SER. En cuanto a la decisión del
organismo electoral, respondió: "Esperaremos a estudiar
los acontecimientos mañana, pero se actuará bien, de manera
inteligente, se garantizarán todos los derechos y se
garantizará una jornada de reflexión".
Las fuerzas de
seguridad serían las encargadas de disolver las
concentraciones, que el organismo electoral ha determinado que
van contra el derecho a un proceso electoral "limpio y en
igualdad".
La Junta
Electoral manifestó en su resolución que el derecho de reunión
tiene limitaciones en "un proceso electoral limpio,
transparente, objetivo y en condiciones de igualdad para
todos".
Todas las
encuestas pronostican una debacle electoral del partido, que
según los sondeos puede perder casi todo su poder territorial
en feudos tradicionales.
El secretario
general de los socialistas volvió a tratar esta noche de
movilizar a quienes han votado PSOE en elecciones anteriores y
en éstas se encuentran desmotivados. "Pidamos a la gente
que vote, respetemos a quien no quiere votar. No estoy de
acuerdo, pero les respeto", dijo Zapatero.
El líder del
Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, dijo hoy que si el fuera
ministro del Interior "cumpliría la ley". El
sindicato policial SUP pidió hoy al Ejecutivo que no ordene
disolver las manifestaciones. "No se debe crear un
problema donde no lo hay", dijo un portavoz.
La jornada de
reflexión en España se disponía a comenzar con un
"grito mudo" en la Puerta del Sol. El
"movimiento de los indignados", autobautizado como
"Toma la plaza", convocó una protesta a las 00:05
horas de esta madrugada, en la que pretende que los
participantes se tapen la boca con cinta adhesiva. La Junta
Electoral Provincial de Madrid también la prohibió hoy.
Crece el
malestar. Las protestas, que no dejan de extenderse por el país
y ganar participantes en los campamentos instalados en
importantes plazas de varias ciudades y en las
manifestaciones, comenzaron el domingo 15 de mayo, con la
participación mayoritaria de jóvenes. Ahora ya hay gente de
todas las edades. Claman contra la clase política, que dicen
que no les representa, sobre todo contra el
"bipartidismo" de las dos grandes formaciones, el
Partido Socialista (PSOE) de Zapatero y el Partido Popular (PP)
de Mariano Rajoy.
Aseguran que no
defienden ninguna ideología y expresan su malestar con el
sistema político y con los efectos de la grave crisis económica.
Y quieren una reforma de la ley electoral, la eliminación de
las candidaturas de políticos imputados en casos de corrupción
y la revisión de la financiación de los partidos, entre
otras cosas.
La prohibición
de las manifestaciones ha hecho aumentar el número de
personas que acuden a ellas y ha dividido a los juristas en
España. Mientras unos piensan que el veto es necesario para
garantizar una jornada de reflexión y un día de comicios sin
crispación, otros creen que puede atentar contra un derecho
fundamental como el de reunión, teniendo en cuenta que los
manifestantes no piden el voto para ningún partido.
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