Jóvenes
de Francia, Alemania, Bélgica, Grecia e Italia imitan a sus
pares de España y
protestan en las calles por la crisis económica
Los
"indignados" se propagan en Europa
Por
Luisa Corradini
Corresponsal en Francia
La Nación, 30/05/11
Paris.– La
epidemia de los "indignados" se extiende por Europa
y amenaza con propagarse por el mundo como un reguero de pólvora.
En apoyo de los jóvenes españoles, que decidieron anoche
continuar con su protesta, miles de griegos, franceses,
alemanes, belgas e italianos salieron ayer a las calles a
reclamar una "democracia real, ya".
"La agitación
juvenil alcanzará toda Europa este verano y será global en
pocos meses más", vaticinó Gerald Celente, director de
Trends Research Institute de Estados Unidos.
Inspirados en la
ola de revolucionarias manifestaciones en Medio Oriente y el
norte de Africa, decenas de miles de jóvenes españoles
ocuparon a partir del 15 de mayo las plazas de unas 60
ciudades del país para protestar contra el desempleo y las
severas medidas de austeridad impuestas por el gobierno
socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Ese movimiento
se transformó en una epidemia que contagió a los jóvenes de
otros países, también afectados por un elevado desempleo y
sin perspectivas claras de futuro.
Como ocurrió en
la llamada Primavera Arabe, la nuevas tecnologías de
comunicación –Internet, los mensajes SMS y las redes
sociales–, favorecieron la propagación de los movimientos
juveniles de protesta en Europa y ahora comienzan a extenderse
al resto del mundo a la velocidad de la luz.
El mejor ejemplo
de esa ola que empieza a transformarse en un tsunami es el
caso de Grecia, otro país que, como España, está sumergido
en una profunda crisis económica y social. Unos 8000 jóvenes
invadieron la semana pasada la plaza Syntagma, frente al
Parlamento griego, pero ayer eran más de 40.000 personas, según
la policía, y se cree que ese número aumentará rápidamente.
La movilización
griega comenzó el lunes pasado, después que el gobierno
socialista del primer ministro Georges Papandreou anunciara el
endurecimiento del plan de austeridad aplicado desde hace un año.
Ese programa combina privatizaciones con nuevas medidas de
ajuste.
También en
Francia la cantidad de "indignados" aumenta hora
tras hora. Los campamentos franceses comenzaron el 20 de mayo
en la plaza de la Bastilla, en París, y ayer el Ministerio
del Interior contabilizó decenas de puntos de protesta en
todo el país. La plaza donde comenzó la revolución de 1789
–que desde entonces simboliza el espíritu rebelde de
Francia– volvió a reunir ayer a centenares de jóvenes que
también protestan por su situación. El sitio Réelle Démocratie
Maintenant (Democracia Verdadera Ahora), anunciaba ayer
movilizaciones en 31 ciudades francesas que se identifican
"con las aspiraciones del pueblo español".
"Desde el
comienzo de la crisis en 2008, nuestros gobernantes decidieron
poner de rodillas a los pueblos, en vez de castigar a los
bancos. Las democracias europeas han sido secuestradas por los
mercados financieros. Estamos asfixiados por los planes de
austeridad que se multiplican en Europa", reza la
proclama lanzada el 22 de mayo por una asamblea general en la
Bastilla.
"Están
desmantelando todo: los servicios públicos, la educación, la
salud, las jubilaciones. Pero la verdadera democracia está
aquí, no en el Parlamento", gritan a coro.
Tras diez días
de ocupación, la organización se instala en la Bastilla. En
las últimas horas se crearon comisiones que se ocupan de la
logística y preparan las decisiones para ser sometidas después
a una asamblea general. Como en la plaza Tahrir en Egipto o en
la Puerta del Sol en España, agua y comida están
gratuitamente a disposición de los manifestantes. Los chicos
se entretienen en talleres ad hoc, mientras que otros
voluntarios informan a los periodistas.
Los jóvenes
belgas también salieron ayer a protestar en el corazón de
Bruselas, ciudad simbólica por ser la sede de la Unión
Europea. También hubo protestas en Italia, Alemania, Chile y
Colombia. En Portugal –otro país gravemente afectado por la
crisis– se prevén importantes manifestaciones para esta
semana.
A simple vista,
las protestas europeas parecen similares a las que derrocaron
los gobiernos de Túnez y Egipto. Hay, sin embargo, una gran
diferencia: España, Grecia, Francia e Italia no son regímenes
dictatoriales, sino democracias. Por otro lado, contrariamente
a los países de Medio Oriente, Europa occidental tiene una
larga tradición de desobediencia civil y de protestas
sociales que consiguen llamar la atención de los ciudadanos y
los líderes políticos.
Las
banderas
Las
sublevaciones árabes y europeas, no obstante, en algo se
parecen: hasta ahora, ninguna de ellas ha sido recuperada por
sindicatos ni por un partido político en particular.
En Grecia, por
ejemplo, donde la vida pública sigue dominada por el
bipartidismo socialista–conservador, la única protesta no
partidista de este tipo se produjo en el verano de 2007,
cuando unas 100.000 personas se reunieron por una noche tras
los mortíferos incendios.
En Francia, los
manifestantes levantan como bandera la consigna lanzada por el
filósofo y ensayista francés Stéphane Hessel, en el título
de su opúsculo, que ha vendido millones de ejemplares: "¡Indígnense!".
Pero el nuevo ídolo
de los jóvenes les advirtió ayer contra toda tentación de
desertar las urnas. "La abstención es la peor de las
opciones", afirmó.
"Mi mayor
preocupación es el desapego de las jóvenes generaciones a
las verdaderas democracias (parlamentarias)", agregó el
ex diplomático y ex resistente de 93 años.
Por su parte, el
investigador Gerald Celente piensa que la juventud no dejará
las calles porque "cuando se ha perdido todo, nada tiene
importancia". Para él, los jóvenes saben que "si
no pelean ahora contra la maquinaria, ésta terminará por
demolerlos".
¿Premonición o
banal coincidencia? Mientras centenares de jóvenes franceses
se aprestaban a pasar la noche acampando frente a la
escalinata de la opera de la Bastilla, un gigantesco cartel
anunciaba el espectáculo del día: "El Crepúsculo de
los Dioses", de Richard Wagner.
El
acuerdo de la Puerta del Sol
Reestructuración.
El Movimiento 15–M aprobó mantener el campamento en la
Puerta del Sol de Madrid de forma indefinida, pero lo
reestructurará para solucionar los problemas de seguridad.
Barcelona
Tras haber sido
duramente reprimidos por la policía el viernes, los
"indignados" de Barcelona decidieron quedarse hasta
el martes en la plaza Catalunya.
Asambleas
de barrio
El 15–M
continuará organizando asambleas populares en las principales
ciudades, como las celebradas el sábado en 120 barrios de
Madrid, que atrajeron a miles de personas.
|