Las trabajadoras y trabajadores toman
Madrid
desde sus barrios y pueblos
Por Pedro Casas (*)
AVALUCHE (Asociación de Vecinos
de
Aluche), 20/06/11
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La rosa y las gaviotas son los símbolos,
respectivamente, del PSOE, partido “socialista” que está
en
el gobierno, y del PP, la “oposición” conservadora. |
Hacía muchos años que no se veía algo
parecido en Madrid. Trabajadores de todas las edades y
profesiones salían a las calles de sus barrios y pueblos para
ir, todos juntos, hacia el Congreso de los Diputados, lugar
donde se toman las decisiones que posteriormente afectan a
todos, y donde adquieren fuerza de ley los recortes en materia
laboral y social que están sufriendo las clases populares.
Desde primeras horas de la mañana
comenzaron a moverse las 7 columnas principales, desde Plaza
de Castilla (norte), Parque de Sta. María (Hortaleza y
Corredor del Henares), Moratalaz, Villa de Vallecas (este),
Getafe y Villaverde (sur-este), Leganés y Carabanchel
(sur-oeste) y templo de Debod (oeste). A estas columnas se les
fueron uniendo otras muchas iniciadas en multitud de barrios
también periféricos.
Muchas vecinas y vecinos de estos
barrios, por cuyas calles no es habitual ver el paso de
manifestantes, contemplaban con cierto asombro la marea humana
que les animaba a unirse. Y la emoción era más que evidente
en los momentos que confluían las diversas marchas de miles y
miles de personas.
El carácter trabajador que han tenido
las marchas se ha expresado tanto en la composición principal
de los manifestantes, salidos de sus pueblos y barrios periféricos,
como por los lemas coreados mayoritariamente, entre los que
destacan: “Lo llaman democracia y no lo es”; “que no nos
representan”; “Viva la lucha de la clase obrera”; “el
pueblo unido jamás será vencido”; “esta crisis no la
pagamos”; “no hay pan para tanto chorizo”; “hace falta
ya una huelga general”.
La convocatoria de las marchas y su
organización correspondió a unas asambleas de trabajadores
que se fueron constituyendo por barrios y pueblos al calor de
esta crisis, como reacción a las agresiones a los derechos
laborales y sociales, y frente a las prácticas de unos
sindicatos, hoy mayoritarios, que han abandonado la lucha como
método de conquistar derechos, para firmar pactos que los
recortan.
Dichas asambleas, con un funcionamiento
horizontal, comenzaron a coordinarse tras la huelga general
del 29 de septiembre, y allá por el mes de febrero comenzaron
a estudiar la posibilidad de realizar estas marchas.
En aquellos primeros meses de año, las
perspectivas de participación no eran las de ahora, y a pesar
de todo en el mes de marzo se decide la realización de las
mismas en la fecha del 19 de junio, convencidos que lo único
que se podía perder era la dignidad en caso de no intentarlo.
El 27 de mayo se presentaron las comunicaciones ante la
Delegación del Gobierno y el 10 de junio quedaba por escrito
la toma en consideración por parte de este organismo. El lema
general elegido fue “Contra la crisis y el capital”, y
como lemas complementarios los siguientes:
• No a los recortes laborales, de
pensiones ni sociales.
• Contra el paro, lucha obrera.
• Abajo los precios, arriba los
salarios.
• Subida de impuestos a los que más
ganan.
• En defensa de los servicios públicos,
no a la privatización de sanidad, educación, cajas de ahorro
y otros.
• Sin importar el lugar de origen,
viva la unidad de la clase obrera.
Merece la pena resaltar que la elaboración
del comunicado leído al finalizar las marchas fue elaborado
de forma sencilla y unitaria por parte de las asambleas, cuya
composición ideológica es muy variada, mostrando que la
unidad frente a las agresiones es posible además de necesaria
(puede consultarse en http://marchasanticrisis.wordpress.com/
)
Las asambleas populares de barrios y
pueblos surgidas al calor de las movilizaciones del 15M,
fueron conociendo la convocatoria de las marchas y sus
contenidos, y, de una manera casi unánime, decidieron
apoyarlas en cada zona, y sin duda alguna este apoyo ha
contribuido a que el éxito de las marchas fuese mayor.
Por otro lado, las diferentes expresiones
organizativas del llamado movimiento 15M decidieron convocar
manifestaciones el mismo 19 de junio en otras ciudades del
Estado, para protestar contra el pacto del euro y dar
continuidad a las movilizaciones una vez levantadas las
acampadas.
Tanto antes como después de la celebración
de las marchas, los grandes medios de comunicación han
tratado de ocultar el origen y contenidos de una movilización
que parece no gustar a los poderes económicos que sustentan
dichos medios. Y algunas organizaciones y portavoces del 15M
parecen haberse sentido cómodos con esta imagen, pues no se
conocen declaraciones que hayan tratado de aclarar esta
situación, y en cambio se han oído otras que se arrogaban la
autoría sin más de unas movilización cuya responsabilidad
correspondía a otras asambleas.
Pero la realidad es tozuda, y las decenas
o centenares de miles de personas que han estado llenando las
calles de un Madrid “tomado” por los trabajadores, han
vuelto a casa con el convencimiento de que la lucha es el único
camino, y que los trabajadores no podemos contemplar pasivos
los recortes que se realizan con el único objetivo de que los
que más tienen, más ganen todavía. Las multitudinarias
columnas desde todos los puntos cardinales de Madrid, han
mostrado que es posible resistir y avanzar, porque la fuerza
de los trabajadores es inmensa.
Los poderes económicos pueden tratar de
falsear la realidad, o incluso esconder la cabeza bajo tierra;
pero ese es su problema. Y también lo tienen complicado los
sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO), cuya práctica de pactos
a la baja está siendo cada vez más cuestionada, hasta el
extremo de que ya sólo se limitan a la movilización de sus
delegados sindicales, alejados cada vez más de su base social
trabajadora.
Y esto es lo que se está viendo, lo que
se verá en los próximos días (el miércoles 22 sin ir más
lejos) porque ya va quedando atrás ese viejo axioma que
atenazaba las movilizaciones en Madrid, que con ellos no era
posible (porque no querían convocar luchas), pero sin ellos
tampoco (por la baja capacidad de convocatoria del
sindicalismo alternativo.
Estamos viviendo una situación de cambio
de ciclo histórico, que está modificando no sólo el tablero
de la lucha social, sino también las fichas y su capacidad de
movimiento. No desaprovechemos la oportunidad que estamos
construyendo desde diferentes trincheras.
(*) Pedro Casas es integrante de
la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras de Carabanchel.
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