Crisis en la
Eurozona

La crisis en la Eurozona: crece la convulsión social

Más ajuste en la UE, pese a las protestas

Por Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia
La Nación, 01/05/11

Roma.- Hace calor, es tiempo de playa, pero en este convulsionado verano de 2011 pocos en Europa pueden permitirse pensar en vacaciones. Con el fantasma de una crisis de deuda al acecho, con Grecia salvada del abismo in extremis, Italia con una gigantesca deuda pública bajo la lupa, Portugal y España en situaciones al borde de la cornisa, la consigna de los gobiernos es una sola: apretarse el cinturón.

Pese a las masivas protestas contra el ajuste, de España con los "indignados" a Varsovia, pasando por Londres e Italia, varios gobiernos anunciaran ayer impopulares planes de recorte, considerados la única alternativa en este momento de extrema debilidad para la eurozona.

"Para ser sólido, un país no puede vivir por arriba de sus posibilidades", dijo ayer el premier italiano, Silvio Berlusconi, al anunciar un nuevo plan de ajuste presupuestario que prevé para la altamente endeudada Italia ahorros de 47.000 millones de euros en los próximos tres años. El objetivo es cumplir el compromiso de reducir su déficit presupuestario de 4,6% en 2010 a 0,2% en 2014.

Tal como todo el mundo esperaba, por otra parte, el Parlamento griego sorteó su último obstáculo y aprobó ayer la ley de implementación del nuevo plan de ajuste, exigido por la Unión Europea (UE) y el FMI para desbloquear el quinto tramo de un primer plan de rescate de 110.000 millones de euros anunciado el año pasado. Sin esos fondos (12.000 millones de euros), Grecia se vería obligada a anunciar una cesación de pagos en julio, lo que sumiría a la zona euro en una gravísima crisis.

Los legisladores griegos ya habían aprobado anteayer el plan en su conjunto -que contempla recortes por 28.400 millones de euros y privatizaciones por 50.000 millones entre 2012 y 2015- en medio de violentas protestas en Atenas y una huelga general que paralizó a casi todo el país.

"Hemos librado y ganado una batalla difícil", admitió el primer ministro socialista, Giorgios Papandreu.

En Portugal, otro país bajo la lupa de los mercados, el nuevo primer ministro de centroderecha, Pedro Passos Coelho, también presentó un programa de ahorro "más ambicioso" que el previsto hasta ahora en el plan de rescate de la UE y el FMI. Así, anunció un impuesto extraordinario de 50% sobre el aguinaldo para todos los sueldos superiores al salario mínimo y una aceleración de las privatizaciones.

"Hemos aprendido de los errores del pasado. Seremos rigurosos a la hora de reducir el gasto público", dijo Passos Coelho en su primera intervención en el Parlamento desde que fue elegido, el 5 de junio. "La situación de las cuentas públicas exige mayores sacrificios a los portugueses", agregó, en un discurso que se repite en casi todos los países europeos que se encuentran al borde de la cornisa.

A cambio de un plan de ayuda de 78.000 millones de euros concedido en mayo por la UE y el FMI, Lisboa tendrá que reducir su déficit del 9,1% del PBI el año pasado a 5,9% este año, con un objetivo del 3% en 2013.

Huelgas y protestas de Londres a Varsovia

Mientras en Gran Bretaña cientos de miles de trabajadores se sumaron a la huelga nacional contra los recortes lanzados por el gobierno de David Cameron, unos 80.000 militantes del sindicato Solidaridad se reunieron en Varsovia en vísperas del inicio de la presidencia polaca de la UE, para protestar en contra de la política económica del gobierno de Donald Tusk. "¡Son unos ladrones!", gritaron los manifestantes al pasar por el Parlamento.

En Italia, donde la deuda representa cerca del 120% del PBI, en medio de tensiones en el seno del gobierno, golpeado por dos recientes palizas electorales (en elecciones municipales y en un referéndum), el consejo de ministros le dio luz verde a un plan de recortes que fue considerado "una bomba de tiempo" por la oposición de centroizquierda.

"Se trata de un plan depresivo y de recortes que impide el crecimiento y que deja a Italia con la soga al cuello", denunció Pier Luigi Bersani, del Partido Democrático.

La denominada "maniobra" del gobierno italiano, que deberá ser aprobada por el Parlamento, pretende ahorrar unos 47.000 millones de euros hasta 2014. Prevé recortes de 1500 millones de euros este año, 5500 millones de euros en 2012 y nada menos que de 20.000 millones entre 2013 y 2014. De hecho, se anunciaron recortes de los costos de la política, una drástica reducción de funcionarios del Instituto del Comercio Exterior, ajustes en los presupuestos de los ministerios y de los gobiernos locales, aumento de la edad jubilatoria de las mujeres y una gradual reforma fiscal, entre otras medidas.

"El equilibrio del presupuesto no es un objetivo de contabilidad sino un objetivo político y ético del país", dijo el ministro de Economía, Giulio Tremonti, a quien Berlusconi le agradeció la "gran paciencia" demostrada. Tremonti fue el artífice del durísimo plan de ajuste, que en los últimos días fue objeto de críticas incluso por parte de miembros del oficialismo.


Gran Bretaña paralizada

Enfrenta hoy la mayor huelga en 80 años

Agencia ANSA, 30/06/11

Londres.- En protesta contra las reformas jubilatorias y el plan de austeridad impulsado por la coalición de gobierno entre conservadores y liberales demócratas, Gran Bretaña enfrentará hoy la mayor huelga general de trabajadores estatales en más de 80 años, que afectará escuelas, medios de transporte y aduanas en todo el territorio británico.

En el primer golpe de lo que los sindicatos esperan que sea un tercer trimestre de descontento contra la continuidad del ajuste del gobierno de David Cameron, por lo menos 750.000 empleados públicos, incluidos maestros, profesores, bibliotecarios, funcionarios judiciales y trabajadores de dependencias gubernamentales, tienen previsto plegarse hoy a la medida de fuerza, la más extensa en las islas desde 1926.

Más de 3000 escuelas de Inglaterra y Gales suspenderán las clases, además de 75 universidades que cerrarán sus puertas, y un centenar de cortes y tribunales que cancelarán las audiencias programadas para la jornada.

El impacto más fuerte del paro será en el transporte público del país: miles de pasajeros enfrentarán un caos en calles, subterráneos, estaciones de tren, aeropuertos, aduanas y puertos marítimos

Las autoridades migratorias alertaron a los viajeros que podrían enfrentar retrasos en los puntos de ingreso y egreso internacionales cuando los oficiales que revisan los pasaportes dejen de trabajar.

Los empleados públicos de Gran Bretaña enfrentan el congelamiento de sus salarios y el despido de unos 300.000 trabajadores, consecuencia directa de los planes del gobierno para eliminar el déficit fiscal en 2015, que trepó a más del 10% del PBI británico.

Las reformas en el sistema jubilatorio y de pensión enfurecieron a los trabajadores estatales, que consideran que los cambios llevarán una extensión de las horas laborales y mayores deducciones salariales.

Tanto el gobierno como la oposición laborista calificaron la huelga general de "prematura", al indicar que siguen en curso las negociaciones entre los sindicatos y los ministros para alcanzar una solución.

La medida de fuerza será el primer gran desafío que enfrenta la coalición, que asumió el poder en mayo de 2010. Días después, el ministro de Economía británico, George Osborne, presentó un primer plan de ajuste que afectaba los históricos beneficios sociales que financia el Estado británico. La iniciativa implica recortes presupuestarios por 130.000 millones de dólares para 2015, que incluyen también elevar la edad de jubilación hasta los 66 años en 2020.

Pero el gobierno de Cameron tuvo que dar marcha atrás en reformas como las que había propuesto para el Sistema de Salud Nacional (NHS, por sus siglas en inglés), tras huelgas y presiones de médicos, de especialistas y de sus aliados en el poder, los liberales demócratas.

Los sindicatos aseguran que el paro de hoy es apenas el inicio de una campaña de acciones a gran escala nunca vista en Gran Bretaña en los últimos 85 años, cuando en 1926 una huelga general de nueve días paralizó al país. En ese entonces, los sindicatos exigían mejoras para los trabajadores en las minas de carbón.

Otros planes de austeridad europeos:

Italia: El gobierno prevé adoptar hoy un nuevo plan de austeridad de 43.000 millones de euros, para lograr un equilibrio presupuestario en 2014. La idea es aumentar la edad de jubilación y reducir los gastos en salud.

España: En los últimos meses hubo reformas en el mercado laboral y en el sistema bancario. Entre las medidas más impopulares están la reducción de los sueldos de los funcionarios y el congelamiento de las pensiones.

Portugal: A cambio de un plan de ayuda de 78.000 millones de euros, Lisboa tendrá que "flexibilizar" el mercado de trabajo, promover la libre competencia en la energía, privatizar varias empresas y reducir el número de funcionarios.

Gran Bretaña: Londres adoptó un plan muy severo para eliminar el déficit público al 2015, que incluye la reducción de los gastos del Estado, el aumento de los impuestos y recortes de puestos de trabajo en el sector público.

Irlanda: A fines de 2010 Dublín recibió un plan de rescate de 85.000 millones de euros. A cambio se comprometió a sanear las cuentas públicas, reformar la economía y reestructurar bancos.


Una huelga general de empleados públicos paralizó ayer el país

En Gran Bretaña, el mayor paro desde la era Thatcher

Por Graciela Iglesias
Corresponsal en Londres
La Nación, 01/05/11

Londres.- Largas demoras en puertos y aeropuertos; más de un 40 por ciento de las escuelas con las aulas vacías; centenares de juicios suspendidos y decenas de miles de personas protestando en las calles. Ese fue el balance de la primera jornada de huelga de empleados públicos británicos en repudio del ajuste prescripto por el gobierno de coalición entre conservadores y liberales demócratas.

El paro, organizado por tres sindicatos del sector de la educación y uno que congrega a empleados públicos, fue el primero de carácter masivo a nivel nacional desde que David Cameron tomó las riendas del país en mayo de 2010, y el más serio al que ha tenido que enfrentarse un gobierno desde la época de Margaret Thatcher (1979-1990).

Maestros, profesores, empleados de juzgados, agencias de control fronterizo, oficinas tributarias, municipalidades, museos y hasta los que tramitan los tests de manejo de auto se plegaron a la huelga de 24 horas con la esperanza de frenar una reforma del sistema jubilatorio que, según aseguran, pone en peligro su subsistencia.

De concretarse, las jubilaciones de los empleados del Estado ya no se calcularán a partir del último salario, sino del promedio de ingresos de todos los años trabajados; las contribuciones mensuales serán aumentadas en un 3 por ciento y la edad de jubilación pasará de 60 a 66 años (68 años para los maestros).

Un líder sindical calculó que más de 500.000 profesores y empleados públicos se unieron a la huelga, pero el gobierno dijo que los huelguistas fueron 100.000, aunque esa cifra no incluye a los profesores, cuyo paro perturbó a 11.000 escuelas en Inglaterra y Gales.

"Esta es la huelga con más apoyo que hemos tenido nunca", dijo el líder sindical Mark Serwotka, jefe del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS).

No obstante, para Cameron, la huelga fue "innecesaria y prematura" porque las negociaciones con los sindicatos siguen en pie y porque "sin reforma, el sistema de pensiones corre el peligro de quebrar" debido al aumento de la esperanza de vida.

Dos kilómetros del microcentro londinense fueron ocupados por decenas de miles de manifestantes que expresaron su oposición a "trabajar más tiempo, cotizar más y ganar menos" para contribuir a pagar el déficit presupuestario nacional "creado por el sector financiero" y no por ellos.

Con pancartas que portaban eslóganes contundentes -"Coalición de resistencia", "No a los recortes" o "Salven nuestras pensiones"-, los manifestantes exigieron "compromiso" al gobierno.

Simon Foster, profesor de un colegio del condado de Essex (en las afueras de Londres), lamentó la gestión de Cameron: "Planean quitarnos dinero de nuestros fondos para subvencionar los problemas creados por otros".

Por otro lado, pequeños grupos de manifestantes anticapitalistas se enfrentaron con la policía, mientras la marcha se acercaba al Parlamento y fueron acordonados por oficiales.

La policía dijo que 41 personas fueron arrestadas en las últimas 24 horas, aunque las manifestaciones fueron mayormente pacíficas, al igual que las marchas realizadas en ciudades como Exeter, Manchester, Leeds, Liverpool y Newcastle.

También paró Scotland Yard

En Downing Street se procuró minimizar el impacto de lo sucedido y se informó que la huelga había tenido una tasa de seguimiento de apenas el 28 por ciento.

Los sindicatos, en cambio, sostienen que pasó la barrera promedio del 45 por ciento y que en algunos sectores, como en el emblemático Departamento de Trabajo y de Pensiones y en el Ministerio de Hacienda, el acatamiento alcanzó hasta el por 85 ciento.

El titular de Scotland Yard, Paul Stephenson, dijo que un 90 por ciento de los oficiales de policía que atienden llamadas telefónicas en sus oficinas no se presentaron ayer a trabajar, con lo cual muchas emergencias no pudieron ser respondidas con rapidez.

Serwotka indicó, además, que con la masiva huelga se envió "un mensaje claro" al gobierno: "No toleraremos más que metan la mano en el bolsillo de los trabajadores y que reduzcan pensiones que han sido duramente ganadas".

El mayor sindicato de empleados públicos, Unison, no se sumó a la convocatoria, pero ayer advirtió que si las negociaciones a las cuales está actualmente abocado con representantes del gobierno no tienen resultado satisfactorio convocará a un paro general para septiembre próximo.

El descontento con las medidas de rigor adoptadas por la coalición conservadora-liberal demócrata para eliminar el déficit presupuestario en cuestión de cinco años ha ido en aumento en los últimos meses.

El gobierno insiste en que todos deben compartir el dolor mientras recorta 130.000 millones de dólares del gasto público para reducir el enorme déficit de Gran Bretaña, desbordado después de haber gastado miles de millones para rescatar a los bancos que se iban a pique.

Los estudiantes fueron los primeros en salir a la calle a fines del año pasado, para protestar en contra de la subida de las matrículas universitarias y, en marzo último, 250.000 empleados públicos se congregaron en Londres para expresar su frustración ante la congelación de sus salarios y la supresión de más de 330.000 puestos de trabajo.