Va
a conducir inexorablemente a un mayor empobrecimiento de los
ciudadanos
¿Qué
es el Pacto del Euro?
Por
Manuel Benicio
ATTAC España, 12/06/11
Jerez.- El
llamado Pacto del Euro consiste en un paquete de medidas
acordadas por los diecisiete países que forman la zona euro
destinadas fundamentalmente a combatir la crisis y la deuda.
El problema es que más que contribuir a solucionar el
desempleo y la parálisis del tejido productivo europeo, va a
conducir inexorablemente a un mayor empobrecimiento de los
ciudadanos. Esto significa seguir mermando capacidad de
consumo de las familias y del Estado, y no parece que esto sea
lo más acertado para impulsar la recuperación económica
(cabría recordarles a estos “expertos” economistas que ya
a principios del siglo XX Henry Ford, uno de los padres de la
industria del automóvil y del capitalismo industrial, defendía
ante sus colegas de sector incrementos salariales justos con
el argumento de que de no ser así ¿a quién les iban a
vender los coches que fabricaban?).
La mayor parte
de las medidas recomendadas a España por la Comisión Europea
el pasado día 7 no dejan lugar a dudas sobre lo que nos
espera.
Establecer
sistemas permanentes de revisión de las pensiones aumentando
la edad de jubilación y reduciendo el importe de las mismas
(al ampliar el número de años para su computo) cuando la
situación económica lo exija (es decir cuando la Comisión
lo decida).
Reforzar la
reestructuración de las Cajas de Ahorro, es decir avanzar en
su definitiva privatización, cuando si algo ha quedado claro
en la actual crisis es la necesidad de la existencia de una
banca pública capaz de canalizar financiación a empresas y
familias en momentos como este, en que la banca privada está
asfixiando a consumidores, pequeñas y medianas empresas del
país con congelación del crédito.
Reducir las
cotizaciones a la seguridad social y aumentar el IVA y los
impuestos sobre la energía. Esto significa en principio
recortar los salarios, ya que las cotizaciones a la seguridad
social son también parte del mismo. Pero es que además las
cotizaciones sociales financian las prestaciones cuando
estamos de baja por enfermedad, las pensiones contributivas,
el desempleo y la formación profesional. Esto se plantea en
un momento en que se está cuestionando la financiación pública
de la sanidad (ya en alguna comunidad autónoma como Cataluña
se están imponiendo drásticos recortes y en estos días
asistimos a una lluvia de noticias propagadas por la patronal
farmacéutica acerca del supuestamente insostenible gasto
sanitario), se cuestionan las pensiones, el desempleo está
disparado y la formación profesional y reciclaje de los miles
de trabajadores expulsados de sus trabajos es imprescindible
¿Dónde queda la necesidad, ampliamente compartida, de
aumentar la competencia profesional del capital humano del país?
Por otra parte
se sigue en la espiral de aumentar los impuestos indirectos
que gravan las rentas de todos los ciudadanos indistintamente
de cual sea el volumen de la misma. De esta forma, todos
soportamos igual tipo de carga impositiva al margen de nuestra
situación económica, paga lo mismo el banquero Botín que un
parado de larga duración. Para colmo, esta espiral de
aumentar impuestos indirectos y reducir los directos y
progresivos (IRPF) va contra los principios constitucionales
consagrados en nuestra carta magna. El principio de capacidad
económica que mandata que los impuestos deben gravar la
economía de los ciudadanos según el patrimonio de cada cual,
y el de progresividad que nos dice que a mayor renta debe
corresponder una mayor cuota fiscal.
Por último la
Comisión Europea nos anima a profundizar en las reformas del
mercado de trabajo, la negociación colectiva y las políticas
activas de empleo. Parece que no ha sido bastante con la
prueba de la absoluta ineficacia en materia de creación de
empleo de la última reforma laboral, aprobada por decreto
hace casi un año, por el gobierno actual.
En estos
momentos ya está en el Congreso el decreto-ley de reforma de
la negociación colectiva. Se descentraliza la negociación
colectiva, se falcilita el descuelgue de los convenios
sectoriales para las empresas. ¿Es mala la flexibilidad en la
negociación colectiva? En principio, no, el problema es que
en un marco legal en el que los sindicatos no tienen ningún
tipo de participación en la gestión y organización de las
empresas, es imposible garantizar de forma eficaz que los
sacrificios que exige el empresario son razonables e
imprescindibles, para la viabilidad de la propia empresa.
Porqué no nos miramos en el espejo de Alemania, paradigma del
crecimiento económico, la competitividad y el buen hacer en
materia económica. Sus salarios son de los más elevados de
Europa y los nuestros de los más bajos (en euros
estandarizados), trabajan menos horas al año que nosotros y
tienen una situación de casi pleno empleo. Allí los
sindicatos participan de la gestión de las empresas, en las
grandes con un 50%, en las PYMES con un 33%, así si es
posible flexibilizar la negociación colectiva.
Cabría recordar
que la primera economía del mundo, EE.UU. mantiene el déficit
público más abultado del planeta, y que al contrario que la
Unión Europea, viene desarrollando en estos últimos años de
crisis una política económica expansiva, con aumento del
gasto y la inversión pública como la mejor manera de
incentivar el empleo y el crecimiento económico. ¿Por qué
en Europa no sigue ahora la senda que transita EEUU, cuando
los hemos seguido con los ojos cerrados en los más
disparatados dislates de la política internacional?
A la vista de
que los partidos que nos gobiernan, y los que tienen la
posibilidad de gobernar en un futuro, no parecen estar
dispuestos a oponerse a este tipo de medidas, siendo además
coparticipes en la elaboración de las mismas, los ciudadanos
de a pié, los que estamos soportando la crisis sobre nuestras
espaldas, estamos llamados a decirles alto y claro que ese no
es el camino.
El próximo
Domingo, día 19, estamos convocados por el Movimiento 15-M,
en todo el país, a expresar nuestro claro rechazo a este tipo
de políticas, pacíficamente, pero con claridad y firmeza.
ATTAC España apoya de forma expresa esta convocatoria. En
Jerez, a las 20,00 h. en la Plaza del Arenal.
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