Los
ciudadanos ven positiva la pertenencia a la UE pero no la
moneda única,
según una encuesta de la Fundación BBVA
Los
españoles hoy creen que el euro es negativo
para la economía
El
País 14/09/11
Madrid.- La
mayoría de los españoles considera que la pertenencia a la
Unión Europea es positiva para la economía del país, pero
no opina lo mismo con respecto a la utilización de la moneda
única, según la encuesta Transatlantic Trends, realizada por
la Fundación BBVA en colaboración con la German Marshall
Fund de EE UU y otras fundaciones europeas. En concreto, el
54% de los entrevistados afirmó que el euro es "algo
negativo" para la economía nacional, mientras que el 41%
dijo que es "algo positivo" y el 5% no se posicionó
ni a favor ni en contra.
Las encuestas
-cuya muestra asciende a 14.000 casos en EE UU y trece países
europeos (1.000 individuos en cada país)- se hicieron telefónicamente
entre el 25 de mayo y el 17 de junio; es decir, en medio de
las turbulencias que estaba provocando la imposibilidad de
Grecia para salir adelante sin un nuevo rescate -que,
finalmente, se aprobó en julio- pero antes del punto más crítico
que se vivió a partir de agosto, con las escaladas récord de
las primas de riesgo española e italiana. En ese contexto, la
sensación de que compartir moneda era más perjudial que
beneficioso no solo fue española, sino que la mayoría de los
europeos (el 53% de los entrevistados) lo percibieron de esa
forma.
Entre las economías
de la eurozona, las opiniones estuvieron muy divididas en
Italia, Alemania, o Países Bajos, mientras que una mayoría más
clara de españoles, franceses y portugueses se posicionó en
contra del euro. Solo Eslovaquia registró una mayoría
contundente de ciudadanos que consideró que la moneda única
ha sido algo beneficioso. Entre los países comunitarios de
fuera de la Eurozona, como Suecia o Reino Unido, predominó la
visión negativa de un posible uso del euro en sus economías.
Una de las caras
más recientes de la crisis es la que ha obligado a muchos
Gobiernos (España, entre los primeros) a imponer drásticos
recortes del gasto público para enfrentarse a los problemas
de deuda, a los desequilibrios presupuestarios y a la
inestabilidad en los mercados financieros. Frente a esa
deriva, seguida mayoritariamente en Europa, otra voces han
clamado y claman por lo contrario: un aumento del gasto público
que reactive la economía para posibilitar el crecimiento y,
con él, la reducción del paro y la capacidad de solvencia.
Los ciudadanos europeos consultados por la encuesta
Transatlantic Trends también se posicionaron al respecto,
defendiendo la opción de reducir el gasto público (50%)
frente a la de mantener los niveles actuales (29%) y la de
aumentarlo (16%).
Amplias mayorías
en España, Francia y Portugal abogaron por la reducción,
mientras que Suecia y Países Bajos consideraron mejor
mantenerlo y solo Reino Unido registró una tasa similar entre
quienes querían aumentarlo y quienes se adherían a las otras
dos posturas. En Estados Unidos el 61% de los consultados apoyó
la reducción del gasto público, mientras que el 19% defendía
mantenerlo y el 17%, aumentarlo.
Respecto a la
posibilidad de que la Unión Europea ejerza una mayor
gobernanza en cuanto a política económica y presupuestaria,
en la mayoría de países predominó la idea de no otorgar más
autoridad a la UE, destacando mucho en esa dirección la visión
en Reino Unido. La excepción fue Alemania, donde el 55% se
mostró a favor de otorgar más autoridad a la Unión, e
Italia, donde las opiniones estuvieron divididas casi a partes
iguales. En España, el 53% consideró que cada Estado miembro
debería mantener su propia autoridad, frente al 43% que
manifestó lo contrario.
|