Los griegos, lejos de ver la luz al final
del túnel
Por Ramón Santaularia
Agencia EFE, 28/10/11
Atenas.– En ojos de su población, la
situación financiera de Grecia, tras aprobarse en Bruselas
una quita de su deuda soberana del 50%, se ajusta al título
de una vieja comedia italiana: "Si todo va bien, estamos
arruinados".
Pese a las voces de júbilo, ésta es la
impresión que transmiten muchos griegos, que no acaban de ver
la luz al final del túnel en el que entraron el año pasado
al salir a flote la elevada deuda pública del país.
Mientras los líderes europeos celebraban
el acuerdo cerrado en la madrugada de ayer por el que Grecia
verá recortada su deuda en unos 100.000 millones de euros,
los ciudadanos de este empobrecido miembro de la eurozona no
parecen estar tan convencidos de las recetas económicas que
llegan desde Bruselas.
El relativo alivio de los gobernantes
griegos contrasta con la circunspección de una opinión pública
que ve las medidas europeas como la prolongación de un
calvario derivado de las estrictas medidas de austeridad y
sacrificio impuestas por las instituciones que conceden los créditos
a Grecia para su supervivencia financiera.
Se trata de la Comisión Europea, del
Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional,
entidades especialmente impopulares entre la ciudadanía, que
los griegos menos refinados no titubean en apodar
"tarados" o "imbéciles".
Pero es la canciller alemana, Angela
Merkel, quien encabeza la lista de personajes que cargan con más
improperios por considerar que Alemania dicta los criterios
para sanear las finanzas griegas, empezando por el elevado déficit
fiscal del país, que cerrará este año por encima del 8,5
por ciento del PBI.
La letanía de tareas y desafíos de difícil
o casi imposible solución es muy larga.
Se destaca la delicada situación de los
bancos griegos, que poseen un alto porcentaje de deuda del país,
unos 40.000 millones de euros del total de 330.000 millones,
según algunos cálculos. El índice que agrupa a la banca en
la bolsa de Atenas cayó en dos años de 3755 a 333 puntos,
una depreciación de sus títulos del 90 por ciento.
Un caso más elocuente es el del Piraeus
Bank, cuyas acciones cotizaban hace cinco años en torno de
los 65 euros y que hoy se pagaban a 0,249 euros por unidad.
Será inevitable una recapitalización de las entidades, o
quizás una nacionalización.
Los griegos están acongojados y enojados
con un sistema político que los ha defraudado.
Durante décadas se mantuvo un
clientelismo creado por los partidos, que distribuían
prebendas a gremios y grupos de interés afines, y que
comprendía a funcionarios y diversos monopolios sectoriales,
desde transportes de mercancías y taxis hasta profesiones
liberales.
Al mismo tiempo, las medidas de ahorro
dictadas a Atenas por los organismos internacionales para
devolver a Grecia la solvencia están asfixiando la economía
local, que en 2011 se contraerá por lo menos un 5,5 por
ciento, según las previsiones nacionales.
PASEO
Como consecuencia de los despidos y las
reducciones salariales y de las jubilaciones, el consumo
privado se ha derrumbado. Un paseo por el centro de Atenas,
que concentra a casi cinco de los 10,5 millones de habitantes
griegos, habla por sí solo.
Casi el 20 por ciento de los locales y
comercios cerró las puertas por falta de clientela, desde
salones de perros hasta joyerías y pequeños negocios de
alimentos.
En la gastronomía, la actividad llegó a
caer más de la mitad, como explica Joi Papulias, propietaria
de un restaurante en el barrio ateniense de Kesariani.
"La clientela bajó más de un 50
por ciento y los comensales consumen muchos menos platos
caros, como el pescado fresco. Lo que hemos hecho es no pasar
al cliente el aumento del IVA (del 13% al 23%)".
Papulias también se lamenta del
"excesivo número de locales" en la zona, que sufren
en igual o mayor medida la crisis y la fuerte caída de poder
adquisitivo del consumidor de la capital griega.
El turismo, un sector que aporta casi el
15 por ciento a la economía nacional, también se ha
resentido, en parte por las frecuentes huelgas de los
trabajadores, pero también por las turbulencias financieras
entre los consumidores europeos.
Pero quizás sea la incertidumbre sobre
el futuro lo que más aflija a los griegos, en especial por lo
que ven como la incapacidad de los políticos, incluido el
primer ministro, Giorgios Papandreu, para defender los
intereses nacionales ante Bruselas.
Otro reto es la seguridad de las
pensiones de cientos de miles de jubilados, que fueron
reducidas porque las cajas principales (como las destinadas a
funcionarios, agricultores o profesionales liberales) han
invertido elevadas cantidades de sus fondos en bonos del
Tesoro griego, ahora devaluados a la mitad.
Estado
español
El paro roza los cinco millones tras
marcar
un nuevo máximo en verano
Por Alejandro Bolaños
El País, 28/10/11
El número de parados escala a
4.978.300 personas, lo que eleva la tasa de paro al 21,5%–
Se destruyen 146.800 puestos de trabajo en el peor tercer
trimestre para la ocupación desde el inicio de la crisis.
El mercado laboral español ha vuelto a
encender todas las alarmas. En el tercer trimestre se
bordearon los cinco millones de parados, cuando solo los más
pesimistas entre los expertos creían que esa cifra podría
alcanzarse, pero en ningún caso ya. Los nefastos datos, con
otro máximo histórico de desempleo (4.978.300 personas) y la
mayor tasa de paro en la crisis (21,5%) ha cogido a contrapié
a los analistas y al propio Ministerio de Trabajo, que
confiaban en un mínimo aumento de la ocupación, de la mano
de la temporada estival.
El tercer trimestre es, habitualmente, un
buen periodo para la creación de empleo, por el aumento de la
demanda en el sector turístico. La crisis trastocó también
esta máxima, aunque ya el año pasado el mercado laboral
recuperó el tono, con casi 70.000 empleos nuevos en la
temporada estival. Aquello, que alentó las proclamas del
Gobierno sobre una pronta recuperación, ha acabado siendo una
excepción. Las previsiones, generalizadas, que apuntaban a un
dato positivo de ocupación por estas fechas, también fueron
tenidas en cuenta por los socialistas para anticipar las
elecciones generales al próximo 20 de noviembre. La realidad,
desvelada por la Encuesta de Población Activa (EPA), es que
la destrucción de puestos de trabajo ha sido tan intensa
(146.800 ocupados menos) que este ha sido el peor verano para
el empleo en lo que va de crisis.
El record histórico de parados es el
dato económico más relevante del otoño y marcará, quizá
de forma definitiva, la campaña electoral. Por delante quedan
otras dos citas estadísticas significativas, ambas la próxima
semana. El jueves, el Ministerio de Trabajo publica la cifra
de paro registrado –que derivan del registro mensual de los
servicios públicos de empleo, no de una estadística como la
EPA–, de octubre, un mes en el que, desde los años noventa,
siempre aumenta el desempleo. El viernes, el Banco de España,
anticipará que ha ocurrido con el PIB en el tercer trimestre,
una estadística que el INE ofrece de forma oficial una semana
después. Antes del dato laboral conocido hoy, la mayoría de
los expertos vaticinaban que el PIB reflejaría que la economía
española ha vuelto a estancarse este verano. Y solo un par de
servicios de estudios advertían del posible inicio de otra
recesión. Ahora, con la EPA actualizada, es mucho más
probable que el PIB vuelva a los números rojos.
Los nuevos datos laborales evidencian la
deriva en la que ha entrado la economía española, una
evolución pareja a la que experimenta el resto de Europa,
ahogada por la crisis financiera. No hay atisbo de mejora
alguna hasta final de año, ni, tampoco, de que se cumpla el
vaticinio de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que
el mes pasado apostaba aún porque, en la comparación con
2010, habría creación de empleo en los últimos meses.
"Todo apunta a que el cuarto trimestre será peor en toda
Europa", indicó hace unos días el ministro de Trabajo,
Valeriano Gómez.
El ministro de Trabajo concedió incluso
la semana pasada que había una probabilidad "muy
reducida" de alcanzar los cinco millones de parados en el
tercer trimestre, aunque ligaba ese escenario pesimista a un
repunte inesperado de la población activa. Los datos de la
EPA certifican que ese repunte no se produjo –hubo 2.100
activos menos–, pero tampoco la creación de empleo que
pronosticaba Gómez –"tendremos un tercer trimestre
razonablemente nuevo", aventuró–. El aumento de los
parados se corresponde de forma casi exacta con el número de
empleos destruidos, la peor noticia que puede arrojar un
mercado laboral. Por el camino de la crisis se han perdido ya
más de 2,3 millones de puestos de trabajo. Y con la deriva
adoptada en los últimos meses, un mínimo incremento de la
población activa habría llevado el número de parados más
allá de los cinco millones de personas, algo que es muy
probable que ocurra en el tramo final de 2011.
Los datos mensuales de paro registrado ya
anticipaban que, entre julio y septiembre, el mercado laboral
no se había comportado como se esperaba, pero no permitían
concluir que el deterioro era tan grave. En la presentación
de los datos de septiembre, el secretario de Estado de
Seguridad Social, Valeriano Gómez, relacionó la caída en la
afiliación (65.000 ocupados menos ese mes) con los
"recortes en sanidad y educación" incluidos en los
planes de ajuste público de algunas comunidades. Un mensaje
muy similar al del candidato socialista, Alfredo Pérez
Rubalcaba, que ha afeado a los nuevos gobiernos autonómicos
del PP sus drásticos planes de ajuste.
Los datos de la EPA, sin embargo, no
arrojan una lectura concluyente sobre si los planes anunciados
tienen consecuencias laborales ya: el nivel de asalariados en
el conjunto de las Administraciones Públicas (y también en
las comunidades autónomas) registró un pequeño incremento
en el tercer trimestre, en contraste con el agudo descenso de
la ocupación entre los asalariados privados. Por sectores, es
la construcción la que vuelve a encajar la mayor destrucción
de empleo (59.500 ocupados menos), un factor en el que sí
incide el recorte en la obra pública. Pero lo determinante es
el retroceso inesperado en el sector servicios (52.300
ocupados menos), cuando lo que se esperaba era un incremento
de la mano de las actividades turísticas. La educación sufre
una merma sensible –este dato no distingue entre sector público
y privado–, pero la sanidad suma ocupados respecto al
segundo trimestre. En los puestos meramente administrativos sí
se aprecia un descenso trimestral, un aspecto que volvió a
subrayar el secretario de Estado de Economía, José Manuel
Campa, al analizar los datos.
La EPA del tercer trimestre deja un
reguero de estadísticas sombrías. Hay 1,43 millones de
hogares con todos sus miembros activos en paro. La tasa de
temporalidad escala al 26%. Los datos de paro y ocupación son
peores que un año antes, algo que no ocurría desde lo peor
de la crisis. La tasa de paro juvenil (menores de 25 años)
está en el 45,8% tras un minúsculo descenso.
Por comunidades, vuelve a ser Andalucía
la que registra una mayor tasa de paro (31%) y Navarra la que
tienen una proporción menor de población activa desempleada
(11,7%). Pero son las dos principales economías regionales,
Madrid (71.000 ocupados menos) y Cataluña (58.900), las que
encabezan la destrucción de empleo este trimestre.
Estado español: el
deterioro del mercado
laboral
Los hogares con todos sus miembros en
paro
marcan otro récord
Las familias en las que no hay ningún
ocupado se acercan a
los 1,5 millones mientras las que no
tienen ingresos
superan las 560.000
Por Á. Romero
El País, 28/10/11
La persistencia del deterioro del mercado
laboral ha elevado el total de desempleados hasta un máximo
histórico en España en los 4.978.000 personas, el 21,52% de
la población activa. Casi cinco millones de dramas personales
que también esconden otras realidades dramáticas, como la de
los hogares en las que todos sus miembros activos no tienen un
trabajo. Según la Encuesta de Población Activa que ha
publicado hoy el INE, las familias en esta situación han
marcado también un récord desde que se realiza la estadística
con 1.425.200, lo que equivale al 11% del total.
El número de hogares en las que todos
sus miembros que buscan activamente un trabajo y no lo
encuentran ha evolucionado de forma intermitente en los últimos
trimestres, pero con una tendencia de base al alza en paralelo
a las dificultades económicas. Así, desde finales de 2007,
las familias en esta situación se han multiplicado por más
de tres al pasar de las 400.000 de entonces a los casi 1,5
millones actuales. Frente al tercer trimestre de 2010, hay
132.900 familias más en esta situación.
Bajando aún más al detalle, los hogares
en las que sus miembros afirman que no son perceptores de ningún
ingreso también alcanzan niveles desconocidos hasta la fecha
con 560.000.
Desde el inicio de los problemas en el
mercado laboral hace ahora cuatro años, su número se ha
duplicado desde los 350.000 de finales de 2007. Esta cifra
coincide con la de familias que en ese momento no tenía ningún
miembro activo trabajando, lo que denota que era un problema
estructural que al calor de la crisis se está multiplicando a
marchas forzadas. De hecho, lleva subiendo de forma constante
desde el primer trimestre de 2010.
Alemania
no es como nos la pintan
Por
Miguel Giribets Martínez
Boletín
Entorno (Año 9 Nº 85), 27/10/11
La
economía alemana depende exclusivamente de las exportaciones
Desde
los años 90 del siglo pasado, la economía alemana se basa en
las exportaciones a países como China, India y, sobretodo, el
resto de Europa. La existencia del euro le facilita el acceso
al mercado europeo, tanto en el terreno de las exportaciones
como en el de la financiación.
Pero
los salarios de los trabajadores alemanes no se han movido en
términos reales en los últimos 20 años. Incluso, en la última
década, los ingresos reales de los trabajadores han
disminuido. Mientras, Angela Merkel gana más de 13.000 euros
al mes y los banqueros y grandes ejecutivos tienen unos
salarios absolutamente desmadrados.
Actualmente,
el peso de los salarios en las exportaciones es de un ridículo
0,3%. Las empresas exportadoras han podido acumular grandes
beneficios. La contrapartida a esto es que el mercado interno
–sobretodo el consumo– va a la baja; en consecuencia,
cualquier caída significativa de las exportaciones pasa
factura a la economía alemana. Alemania se parece demasiado
al Japón de los años 80 del siglo pasado.
Otro
pilar de la economía alemana es la externalización de su
producción a países del Este y países asiáticos.
"Alemania deslocaliza la fabricación de subconjuntos
industriales en sus vecinos de Europa Central y no conserva más
que el montaje final vendiendo a otros países subconjuntos y
piezas obtenidas con buena productividad pero con costes de
subcontratación". Con la externalización se chantajea a
los trabajadores: en 2004 (en plena crisis que comenzó en
2001), Mercedes amenazó con trasladar su producción a Sudáfrica
si los trabajadores alemanes no liquidan pluses de producción
y prolongan gratis la jornada de trabajo; todo ello por un
monto de 500 millones de euros.
Para
poder competir en los mercados internacionales, desde los años
90 del siglo pasado la industria alemana ha hecho un esfuerzo
descomunal de modernización. "La industria alemana se
fue adaptando a la revolución de las telecomunicaciones,
bioingeniería y similares en las cuales Alemania iba por detrás
de Estados Unidos y Japón". El esfuerzo de renovación
tecnológica es muy grande: "La inversión en I+D oscilan
entre 2,4% del PIB (año 2002) y 2,6% (año 2.008) y que el número
de patentes triádicas por millón de habitantes, varían
entre valores de 74,2 y 73,1 para los años 2002 y 2008
respectivamente. (...) El número de investigadores trabajando
en empresas por cada 10.000 empleos es de 74, solamente
superado por Suecia y Japón."
La
zona euro existe porque es una necesidad para Alemania para
colocar sus productos. Aquí van dirigidas gran parte de las
exportaciones: "para el periodo 1996–2000 las
exportaciones hacia la zona euro suponen el 11% del PIB alemán;
las dirigidas a países europeos fuera de la eurozona
constituyen el 3%; las dirigidas a los países de Europa
Central, el 1,5%; las exportaciones dirigidas a Rusia y países
emergentes, el 2,5%." "En 2008 la balanza de mercancías
y servicios ha supuesto un saldo positivo de 219.360 M de
euros, constituyendo los productos manufacturados el 86% de
sus exportaciones y siendo la Unión Europea la que recibe el
63% de las mismas."
Como
motivo de la crisis actual, las cifras están variando: se está
pasando del 75% de las exportaciones alemanas en 2007 a la UE
al 62% en 2010, mientras que las cifras con China y Rusia están
creciendo.
El
50% de las exportaciones lo constituyen "sector del automóvil,
equipamiento de transporte, maquinaria mecánica y eléctrica
y el sector químico".
"La
dimensión exportadora alemana es creciente, pasando de 7.250
M de euros en el año 2000 a 170.970 M de euros en 2007. Entre
2004–2007 el saldo neto de las exportaciones (restadas las
importaciones) ha representado el 60% del crecimiento económico".
Las exportaciones superan a las importaciones en el 7% del
PIB, más que cualquier otro país en el mundo. Mientras esta
diferencia se mantenga, la economía alemana se mantendrá a
flote.
En
consecuencia, los vaivenes de la economía mundial influyen
muy fuertemente sobre Alemania. Después de un período de
crecimiento muy débil de 2001 a 2004 (crisis por la burbuja
informática y efectos del 11–S en el mercado mundial), ha
habido un crecimiento mayor en 2004–2007, para volver al
estancamiento a partir de la crisis de 2008. "Las
exportaciones alemanas, en 2009, han alcanzado la cifra de
1,12 billones de dólares, siendo la Unión Europea–15 la
receptora del 62% de las mismas y los países de Europa
Central y China absorben el 16 % del total. Por ello el
dinamismo de las exportaciones alemanas exteriores a la Unión
Europea, hoy en día, no pueden compensar la disminución de
exportaciones a la Unión Europea, dado el estancamiento económico
existente. Y todo ello unido al estancamiento del consumo
privado en el mercado interno alemán."
La
debilidad del mercado interno favorece la exportación de
capitales. Los bancos tienen un exceso de crédito, si tenemos
en cuenta la baja demanda interna. De 2000 a 2007 más de
270.000 millones de euros alemanes invadieron Europa cada año,
financiando todo de tipo de barbaridades especulativas (entre
ellas, la burbuja inmobiliaria), muchas de ellas también en
el mercado norteamericano y obteniendo beneficios
descomunales. En estos momentos, con una Europa endeudada con
los bancos alemanes, la sra. Merkel exige a toda una serie de
países (el caso más sangrante es el de Grecia) unas políticas
de liquidación del gasto social y de la inversión pública
que los están llevando a la bancarrota.
20
años de congelación salarial, recortes sociales, desempleo y
crecimiento de la pobreza
La
congelación salarial durante 20 años, junto con amplios
sectores sociales con bajos salarios y precariedad laboral
hacen que el consumo interno no sea precisamente un motor de
la economía del país. "En el periodo 1990–1999 el
crecimiento del PIB fue el 2,3%, como valor medio, y en cambio
el crecimiento del comercio fue el 5,2% ". La propia
Merkel señala que el éxito de la competitividad alemana se
basa en la "moderación salarial".
"La
renta familiar, tomando como referencia 100 el año 2002,
alcanza la cifra de 95 en 2006 y 97 en 2008, es decir se
produce un estancamiento y ligera disminución del consumo
familiar". Mientras el consumo familiar se estanca en
2001–2008, en la zona euro crece un 15%.
"En
1987 los directivos de las principales empresas (índice DAX)
ganaban como media 14 veces más que sus empleados, hoy ganan
44 veces más. Incluso en Alemania, la clase media está
descubriendo la precariedad". A modo de ejemplo, citemos
el caso del presidente del Deutsch Bank, Josef Ackermann, que
fue de 11.9 millones de euros en 2005 (un 17% más que el año
anterior) y que los otros 4 mayores directivos del banco
ganaron 28.7 millones de euros, con un incremento del 14,3%
respecto al año anterior.
Las
cifras oficiales de desempleo son altas: han ido oscilando
entre los 3 y 5 millones de parados, según la coyuntura económica
(tasa entre el 7 y el 12%). La legislación laboral ha
incidido en la precarización (subcontratas, trabajo temporal)
con el pretexto de fomentar el empleo, pero sólo se ha
conseguido que abunden los salarios bajos. El 22% de los
trabajadores tiene trabajos precarios. También ha empeorado
la cobertura en caso de desempleo. La crisis de 2001 fue el
pretexto para realizar la mayor y más reaccionaria reforma
laboral desde la II Guerra Mundial.
En
la década de 1995 a 2005 el gobierno ha mantenido una política
cuyo objetivo era liquidar 500.000 puestos de trabajo. Gran
parte de este ajuste de plantillas se ha producido en
"empresas de toda la vida" en los sectores de la
banca (Deutsche Bank, Dresdner Bank, Commerzbank,
HypoVereinsbank, BayernLB), seguros (Allianz), automóviles
(Volkswagen, Opel, DaimlerChrysler, GM, Man), viajes
(Lufthansa, TUI, Deutsche Bahn AG, Airbus), telecomunicaciones
(Siemens, Deutsche Telekom, Mobilcom), construcción, minería
y otras empresas como Krupp, Epcos, Grundig, Axel Springer,
Henkel, Kirchmedia o Babook Borsig
Pero
los datos de desempleo no son reales: no se cuentan los
mayores de 58 años, ni trabajadores en paro que asisten a
cursillos de formación, ni los trabajadores que usan las
agencias privadas de empleo para buscar trabajo, ni 1,2
trabajadores sin empleo no contabilizados como tales, ni 4,2
millones de personas con trabajos parciales. Si los cálculos
de desempleo se hicieran bien, la tasa de parados llegaría al
20%, es decir, unos 10 millones de trabajadores.
Tampoco
los datos del desempleo son los mismos en el Este que en el
Oeste. En la exRDA la tasa de desempleo se ha mantenido
alrededor del 16% en estos años (habiendo llegado al 20% en
varios momentos), mientras que en la parte occidental ha
estado en torno al 8%. Si aplicamos las correcciones a las
cifras de desempleo que indicamos más arriba, el paro en la
exRDA estaría en torno al 30% y en la parte occidental en
torno al 15%.
En
los últimos tiempos se airea el hecho de que la economía
alemana va tan bien que necesita técnicos extranjeros, pues
no cubre la demanda interna. Nada de eso es cierto. La relación
entre ofertas de trabajo y parados (oficiales) es de 1 a 8; y
si contamos el paro real, la relación es de 1 a 16.
La
pobreza ha pasado del 6 al 13% de la población en los últimos
años, con distinto reparto según se trate de la exRDA (20%
de población pobre) o la parte occidental (4% de la población
es pobre). Otro 13% de la población de los subsidios del
Estado.
Hay
unas 60.000 personas sin techo, que incluyen a 7.000 niños;
de ellas, 20.000 personas viven en la calle.
Los
recortes sociales se plantean ya en la década de los 90 del
siglo pasado, para lograr los objetivos de Maastricht (máximo
de un 3% de déficit público). Así, en 1996 se plantea
liquidar las subvenciones al carbón y gastos de personal de
los funcionarios; en 1998 se sube el Iva del 15 al 16% para
compensar la baja de las cotizaciones a la Seguridad Social, a
partir de 2000 se rebajan las impuestos a las empresas al
menos un 12%; en 2007 se rebaja el Impuesto de Sociedades del
39% al 30%.
Los
pacientes pagan más por las medicinas, se ha hecho recortes
en el subsidio de desempleo, se ha elevado la edad de jubilación
de 65 a 67 años. El plan de ahorro de la Merkel en 2010 no
tiene desperdicio: recortes en subvención del desempleo y
temas sociales e infraestructuras. Nada de reforma fiscal.
Reducción de 10.000 funcionarios y rebaja el sueldo el 2,5% a
este colectivo.
Hasta
la ONU en su informe de 2010 advierte a Alemania de la grave
brecha social que se está abriendo: "El informe de la
Comisión Económico–Social de la ONU regresa a muchos de
los puntos que ya mencionó hace cuatro años: se discrimina a
los inmigrantes, deficiente atención a los ancianos,
injusticias en el mercado de trabajo y en el régimen de la
seguridad social".
También
es importante la economía sumergida: alcanza al menos el 15%
de la actividad económica, según El Instituto de Investigación
Económica Aplicada de Tubingen. La economía en negro está
en auge por el aumento del desempleo.
Más
de 2,5 millones de niños viven de la beneficencia social.
Estas cifras representan el 12% de los niños de la parte
occidental y el 22% de la exRDA, que viven por debajo de la línea
de pobreza. También, según el informe de la Comisión Económico–Social
de la ONU de 2010, el 25% de los niños acude al colegio sin
haber desayunado.
Prostitución
infantil: los niños son ofrecidos en supermercados y paradas
de bus en la frontera con la República Checa. Según el psicólogo
criminalista alemán Adolf Gallwitz, "la República Checa
se ha convertido en un mercado de descuento para el sexo con
niños". Hay unos 100.000 clientes alemanes.
Los
alemanes del Este
Con
la unificación, un total de 1.6 millones de habitantes de la
exRDA emigraron a la parte occidental. En los años
siguientes, el 25% de las mujeres entre 19 y 25 años de la
exRDA habían emigrado a la otra parte de Alemania (en la RDA
trabajaba el 92% de las mujeres, el porcentaje más alto del
mundo). En total, la exRDA ha pasado de 16 millones a 12.5
millones personas, y la tendencia es a ir bajando.
Los
salarios son una media del 30% inferiores en el Este. Al poco
de la unificación, en Berlín la venta de carne disminuyó un
20% y la de mantequilla un 30%, los precios se triplicaron y
los salarios se mantuvieron estancados.
Seis
años después de la unificación sólo el 25% de los alemanes
del Este trabajaban en las mismas empresas que cuando eran
ciudadanos de la RDA. Wittemberge tenía la mayor fábrica de
máquinas de coser de Europa, un gran puerto fluvial y una
gran industria de la celulosa; hoy ya no hay ni industria ni
puerto y la ciudad ha perdido 10.000 de sus 30.000 habitantes.
Hoyerswerde era la sede de la industria del lignito; ha
perdido 6.000 puestos de trabajo y la mitad de su población.
El sector de la energía empleaba a 30.000 personas; hoy tiene
5.000 trabajadores. Han desaparecido 80 instalaciones químicas.
Desau ha perdido 5.000 puestos de trabajo en la industria, en
Weisswasser 7000, en Görlitz más de 15.000, en Dresde
75.000, en Leipzig más de cien mil. Más del 70% de los
puestos de trabajo industriales ya no existen. Halle era un
centro químico con 329.000 habitantes; ahora tiene 90.000
menos. Schwerin tenía 130.000 habitantes; ahora tiene 90.000.
En la región de Mecklemburgo–Pomerania Occidental se han
cerrado 300 escuelas. La RDA tenía 9.7 millones de
trabajadores; ahora sólo hay 6 millones. (fuente de estos
datos: Rafael Poch)
El
21% de la población de la exRDA vivía con miedo a perder su
trabajo o su vivienda ya a los 5 años de la unificación. El
75% declaraba que la RDA fue un "intento de conseguir una
sociedad mejor". Parecidas cifras se mantenían en 2010:
el 76% de la población de la exRDA pensaba que "el
socialismo es una idea buena que ha sido mal aplicada".
Asimismo, más del 80% de los alemanes exRDA aceptarían vivir
en un régimen socialista si le asegura "un empleo, la
solidaridad y la seguridad". La proporción en el oeste
es nada menos que del 72%.
Para
combatir estas ideas, se fomentan las tendencias xenófobas y
de extrema derecha, pues en la democracia burguesa ya no cree
nadie.
Acumulación
de la riqueza, política fiscal regresiva y corrupción
"En
cuanto a los beneficios (excluidos impuestos e intereses) han
evolucionado pasando de ser el 7% del PIB en el año 2000 a
alcanzar la cifra de 11% en 2.008. No es extraño que la
acumulación de riqueza se acreciente, de modo que el 1% de
los más ricos acumula el 12% de la renta alemana".Desde
1998 el número de ricos se ha doblado y la clase media ha
perdido 5 millones de personas. "El 10% de los ciudadanos
posee el 65% de los activos y unos 650.000 alemanes –cerca
del 1% de la población activa–, el 25%."
Se
ha reducido "la fiscalidad sobre los beneficios
empresariales para favorecer la competitividad. Por otra parte
ha subido los impuestos indirectos (el IVA y los impuestos
sobre combustibles y bebidas alcohólicas)".
"Desde
1990 hasta hoy, los impuestos a los más ricos bajaron un 10%,
mientras que la imposición fiscal a la clase media subió un
13%. En veinte años la clase media se ha reducido, pasando
del 65% a englobar al 59% " (2). "Si Alemania
hubiera mantenido los niveles de imposición fiscal de 1998,
su Estado habría recaudado 75.000 M de euros más por año."
Los
casos de corrupción han sido de envergadura. Relataremos
algunos de los más sonados:
–
En el 2000 la revista Liberationen da a conocer que François
Mitterrand financió a la CDU (derecha alemana) con 256
millones de francos (unos 40 millones de euros actuales) a
cambio de que la empresa francesa Elf–Aquitaine se quedara
con la refinería de Leuna, de la exRDA
–
También en 2000 se descubren cuentas de la CDU en Suiza y
Lichtenstein que sirven para que la empresa alemana Siemens
financie ilegalmente a este partido. Se habla del equivalente
actual a millones de euros. A cambio, Siemens podía hacer lo
que quería en el saqueo de la economía de la exRDA. La
fuente es el semanario Kapital.
–
Sólo entre 2000 y 2007 la empresa Siemens ha empleado 2,25
billones de euros en sobornos en todo el mundo. Destacan los
casos de Nigeria, Rusia y Libia. Cuatro exministros nigerianos
fueron sobornados con 12 millones de euros; este es el país
que recibió más sobornos.
–
Cuando el socialista Schröeder pierde las elecciones, es
recompensado por sus buenos servicios como lamebotas del
capital: preside el Consejo de Vigilancia (asesoría y control
de la Dirección de la Empresa) de la empresa de mayoría rusa
Compañía del Gasoducto Noreuropeo (NEGP). El gasoducto
transportará a partir de 2010 gas desde el Mar Báltico a
Alemania. También se convierte en consultor del banco alemán
Rothschild (banca de inversiones), del grupo editorial suizo
Ringier y de la agencia norteamericana Harry Walker.
Crisis
a partir 2001, aunque el crecimiento económico de los 90 no
es muy alto
Antes
de la crisis el crecimiento de la economía no era muy
elevado. Así, en 1996 fue del 1.4%, con una tasa de paro del
10,4% –la mayor desde la II Guerra Mundial–; crecimiento
del 2.77% en 1998; del 0.6% en 2000. En este año se produjo
una venta masiva de empresas públicas.
La
recesión de 2001 es la primera desde 1993. La caída de las
exportaciones determina la caída de la economía alemana,
mientras que la demanda interna baja un 1.3%. Entra en crisis
la empresa Opel y otras grandes empresas entran en suspensión
de pagos: Herliz, del sector de la papelería, con 3.000
trabajadores; Fairchild Dornier, del sector aeronáutico, con
4.300 trabajadores; Philipp Holsmann, del sector de la
construcción, con 23.000 trabajadores; problemas en Kirch,
grupo meditático, con 23.000 trabajadores. En 2001 hubo
32.000 suspensiones de pagos y aún más en 2002.
Munich,
la ciudad alemana más próspera, se declara en bancarrota.
Como es la sede de grandes empresas que ya no pagan impuestos
debido a la caída de ventas y las pérdidas, los ingresos de
la ciudad están bajo mínimos.
En
2004 apunta una cierta recuperación, que durará hasta 2008.
El crecimiento, no obstante, sólo es del 1.7%.
La
crisis de 2008: mantener la especulación financiera a costa
del nivel de vida de los pueblos y cómo Estados Unidos quiere
salvarse hundiendo a Europa
La
crisis avisa cuando los beneficios de 2007 del Dresdner Bank
se reducen a la mitad, aunque, las exportaciones siguen su
ritmo ascendente, con un crecimiento del 9% respecto al año
anterior.
Pero
en el segundo trimestre de 2008 el PIB cae un 1%. Se inician
los rescates bancarios: Hypo Real Estate, por 3.500 millones
de euros. A finales de año le toca el turno al banco público
BayernLB, por 5.400 millones de euros, y al Commerzbank, por
10.00 millones de euros, que será nacionalizado en los meses
siguientes. "Además de los grandes bancos privados,
sobre todo el Commerzbank y el H.R.E, y algunos bancos públicos–el
Landesbanken– tuvieron que ser rescatados mediante garantías
públicas de hasta 400.000 M de euros". Caen las
exportaciones y Alemania entra en recesión con un crecimiento
negativo del –5% en 2009. No obstante, no hay que perder de
vista que el crecimiento de la economía tan sólo fue del
1.3% en 2007 y del 2,5% en 2008.
Se
pone en marcha un plan de estímulo de la economía por 50.000
millones de euros para 2009 y 2010 (el 2% del PIB), hay
rebajas fiscales, reducción de cuotas a la Seguridad Social,
ayudas a la compra de vehículos y fomento de la inversión.
Aflora
de nuevo la crisis de Opel, que necesita 3.300 millones de
euros para mantener su liquidez. Al final, entrarán en su
accionario una empresa canadiense y un banco ruso. Volkswagen
y Porsche acuerdan la fusión a partir de 2011. Cierran los
periódicos "20 Cent Lausitz" y "20 Cent
Saar", los grandes almacenes Woolworth, con 11.000
trabajadores, están en quiebra, Arcandor (turismo y comercio)
se declara insolvente. La actual directora del FMI y entonces
ministra de Economía de Francia dice que Alemania tiene que
estimular el consumo interno porque al reactivar la economía
alemana se ayudaría el resto de la Europa a salir de la
crisis (quizá habría que recordarle estas declaraciones en
estos momentos).
La
banca alemana es la que más créditos de riesgo tiene en
Europa: 213.000 millones de euros. Esto explica muchas de las
cosas que pasan en Grecia, Portugal, España, Irlanda e
Italia. Tampoco hay que olvidar el endeudamiento interno:
"para 2006 las familias tenían un endeudamiento del 68%
del PIB; las empresas, el 59% del PIB y las Administraciones Públicas
el 67% del PIB". En 2010, la deuda pública era el 75,7%
del PIB. La situación financiera, es, pues, muy complicada.
"No es de extrañar la posición del gobierno alemán en
la crisis griega de exigir solvencia y plan de austeridad al
gobierno griego para que los bancos alemanes puedan cobrar los
créditos pendientes". Según Joaquin Almunia, Comisario
europeo de Competencia, la situación de los bancos alemanes
es "la más difícil de la UE".
En
2010 se observa un cierto repunte de la economía, pero sin
alcanzar los niveles de 2008. No obstante, el crecimiento ha
sido el doble del resto de países de la eurozona: 3,6% del
PIB. Todo ello gracias a las exportaciones a las "economías
emergentes", especialmente China, que ha puesto en marcha
el mayor plan de expansión de su economía. Pero el consumo
privado alemán ha bajado un 2% respeto a 2009.
Para
2011, aunque se mantienen las previsiones de crecimiento
(basadas exclusivamente en las exportaciones, como señala el
propio FMI), se vuelve a una situación de estancamiento. Prácticamente
en la actualidad está en un crecimiento cero.
A
lo que hay que añadir que actualmente se está viviendo una
batalla descomunal en el seno del capitalismo: la crisis
financiera es también un pulso entre los Estados Unidos y
Alemania. No sólo se trata de recuperar los capitales
invertidos por la banca alemana; tampoco se trata solamente de
que la deuda pública sea lo más cara posible para que los
bancos y los capitales especulativos saquen beneficios
descomunales a cambio de la miseria de los pueblos. Se trata,
además, de desprestigiar al mundo financiero europeo para que
masas de capitales salten al otro lado del Atlántico y
financien a la maltrecha economía yanqui; los Estados Unidos
quieren mantenerse a flote a cambio de que Europa se hunda.
"La crisis del euro se desencadenó por el ataque
concentrado de las agencias de calificación estadounidenses
Standard & Poors, Moody's y Fitch contra la deuda de
Grecia, España y Portugal. Esa ofensiva está destinada a
devolver a EE.UU. los capitales extranjeros necesarios para
cubrir el creciente déficit de su balanza financiera. Es una
señal de advertencia a países como China, que había
empezado a reequilibrar sus reservas de divisas comprando
euros en lugar de dólares. Para EE.UU., en efecto, es un
asunto urgente. Hasta 2009, la financiación de sus déficits
y la defensa del dólar estaban garantizadas por el saldo
positivo de sus flujos financieros, pero no logró compensar
sus déficits en ese ejercicio y se convirtió en un saldo
negativo de 398.000 millones de dólares. En el ámbito
puramente económico, la ofensiva contra el euro sigue el
mismo sesgo que la lucha contra el fraude fiscal iniciada por
Obama en 2009. Se trata de devolver los capitales al regazo de
Estados Unidos."
Notas:
1–
“¿Motor económico duradero de Europa?, Rebelión, 16/12/10
Antón Borja.
2–
“Alemania va bien, los alemanes no tanto”, Rebelión,
04/04/11, por Rafael Poch (La Vanguardia).
3–
“Degradación social en Alemania, según la ONU”, Rebelión,
06/08/11, por Rafael Poch (La Vanguardia).
4–
“El factor Alemania: la creación de un mercado común con
EEUU”, Rebelión, 27/09/10, Jean–Claude Paye (Diagonal).
|