La
crisis del euro tendrá un efecto mundial
Por
Peter Apps
Agencia Reuters, 11/11/11
Londres.– El
fracaso de la eurozona podría generar una onda expansiva que
afectaría al planeta entero, cambiaría el equilibrio de
poder geopolítico y desencadenaría, muy probablemente, una
revaluación fundamental de cómo será el futuro del mundo.
Esta semana,
Francia y Alemania, que desde la década de 1950 son las
fuerzas que impulsan la integración europea, habrían
comenzado a hablar de una Europa a dos velocidades, con una
eurozona más pequeña y fuertemente integrada, y un círculo
exterior más laxo.
Las estimaciones
acerca de las reales posibilidades de que la unión monetaria
se quiebre, de los daños que podría causar esa ruptura y de
lo que quedaría después varían enormemente. Pero mientras
los líderes europeos siguen haciendo esfuerzos por
encontrarle una salida creíble a la crisis, la perspectiva de
que uno o más países abandonen la eurozona y de que, en
consecuencia, caigan en default de sus deudas soberanas, se
percibe cada vez más cercana.
De repente, los
expertos, los planificadores y otros observadores comienzan a
cuestionar uno de sus presupuestos fundamentales: que una
Europa cada vez más integrada sería uno de los jugadores
clave del nuevo mundo multipolar del siglo XXI. "Uno de
los grandes pilares de la globalización, Estados Unidos ya
entró en un período de dificultades y de introspección",
dijo Thomas Barnett, jefe de estrategias de la consultora
Wikistrat, que recibe cada vez más consultas sobre los
posibles escenarios a futuro. "Ahora, otro de esos
grandes pilares, Europa, está a punto de hacer implosión."
Según Barnett,
eso haría que el poderío europeo –que hace unos pocos años
representaba una parte importante del G–7– siga en
declive, mientras continúan su ascenso China, la India,
Brasil y otros emergentes.
Los analistas
dicen que por lo menos el mundo deberá acostumbrarse a que
Europa perdió gran parte de su confianza y que tiene mucho
menos deseo de involucrarse internacionalmente.
Tantas reuniones
entre líderes mundiales habrían echado por tierra la idea de
que existen sistemas de gobierno global y habría arruinado la
reputación de toda una generación de la elite política y
económica. Parte de ese daño tal vez ya sea irreversible.
"Aunque por
arte de magia la crisis terminara mañana mismo, los demás
actores estratégicos del mundo ya comenzaron a revisar la
opinión que tenían sobre Europa", dijo Thomas
Kleine–Brikhof, experto de la Fundación George Marshall, un
grupo de estudios sobre Europa con sede en Washington.
"Cualquier
consenso que existiese sobre Europa como un bloque que se
encontraba en el camino cierto de la integración y que se
convertiría en un actor único desapareció", añadió.
El hecho plantea
interesantes interrogantes sobre lo que sucederá en otras
partes del mundo, donde existían expectativas sobre la
conformación de otros bloques regionales que gradualmente se
congregarían en entidades similares a la Unión Europea y
hacia una mayor integración.
"Se suponía
que Europa era el modelo a seguir", dijo Nikolas Gvosdev,
profesor de estudios de seguridad de la Escuela de Guerra
Naval norteamericana. "Esa idea será cuestionada."
Para algunos,
cualquier desenlace que tenga el conflicto de la eurozona
–ya provoque un colapso más amplio de la UE o no– será
visto como un signo de la acelerada y anticipada decadencia de
Occidente.
"La India,
China y las otras nuevas potencias no ven sólo una crisis de
la eurozona –dijo Kleine–Brokhoff–. Ellos ven una crisis
del mundo rico y reconfirma su certeza de que su momento ha
llegado."
Pero esa
interpretación podría ser una ilusión. "Nadie tiene
motivos para reír? No creo que nadie vaya a salir
ganando", dijo Michael Denison, director de
investigaciones de la consultora Control Risks. "Se
produciría una crisis bancaria y de las deudas soberanas
perjudicial para todos", advirtió.
Mientras los
Estados relativamente autosuficientes podrían no verse
demasiado afectados, la mayoría de los analistas coinciden en
que otros mercados emergentes podrían sufrir la crisis
desmesuradamente.
Mientras Estados
Unidos y otro puñado de países, como Suiza, gozarían de su
estatus de paraíso seguro y recibirían capitales, la
consultora de inteligencia Stratfor cree que China podría ser
el mayor perdedor.
"Se
produciría una caída abrupta del flujo de capitales hacia países
como Vietnam, Brasil y partes de Africa", dijo Peter
Zeihan, vicepresidente de estrategia de Stratfor. "También
será el fin del milagro económico chino. Europa es su mayor
comprador individual. El enorme impacto que tendría sobre
China podría incluir una revolución social."
Frente a la que
podría ser percibida como una creciente y despiadada
fragmentación del mundo, muchos países podrían tomar los
asuntos en sus propias manos en vez de recurrir a instancias
multilaterales.
Barnett dice que
todo depende de lo que emerja si el euro cae. Si, como muchos
sospechan, sobrevive una eurozona restringida alrededor de
Alemania, el enfoque geopolítico del continente podría
revertirse.
El Norte,
sugiere Barnett, centraría su atención en el Este, dando
prioridad a lo que podría convertirse en una relación
corporativista o de confrontación con Moscú. Los Estados del
Sur, por el contrario, buscarían integrarse más
estrechamente con Africa del Norte y el resto del Mediterráneo,
una región que tal vez quedaría bajo la égida de una Turquía
que vería asegurado su liderazgo.
Para Barnett el
euro todavía es salvable, pero es posible que no exista la
voluntad política de hacerlo.
"Europa es
como un matrimonio de hecho que nunca pisó el altar, y que
ahora parece ir camino a la disolución –dice Barnett–. No
tendría por qué ser así, uno hubiese querido que no
ocurriera, pero estamos atravesando una época de inmadurez
política."
Es muy probable
que en Europa y en otras partes recrudezcan las protestas,
aunque debería evitarse el aumento de la violencia.
"Esto no es
como la división de la ex Yugoslavia", dijo Denison.
Pero hay otros que no están tan seguros. Angela Merkel
advirtió que el fracaso del euro podría dañar durante décadas
la paz que la moneda única y la UE debían cimentar. Algunos
temen que los riesgos se hayan exacerbado ante la incapacidad
de las elites de Europa de aceptar hasta último momento que
el proyecto del euro podía fracasar.
"Es muy difícil
decir algo al respecto y no quedar como un pájaro de mal agüero
o un adicto a los malos pronósticos", dijo Paul Cornish,
profesor de política internacional del la Universidad de
Bath.
"Es posible
que nos resistamos con obstinación a ver los signos del
cambio porque no nos gusta lo que vemos. La caída del euro
podría generar inestabilidad profunda, con posibles tensiones
y conflictos. Y descubriremos que no estamos preparados para
enfrentar lo que se viene."
Europa,
bajo la amenaza de una nueva recesión
Se
frenó el crecimiento y el desempleo no baja
Deutsche
Presse–Agentur (DPA), 11/11/11
Bruselas.– El
crecimiento económico de la zona euro se desacelerará
bruscamente el año que viene, golpeado por una menor inversión
y un bajo consumo, señaló ayer la Comisión Europea (CE) en
un informe que advierte sobre el riesgo de una nueva recesión
en 2012.
"El
crecimiento se estancó en Europa (...) La economía mundial
ingresó nuevamente en una zona de peligro", dijo Olli
Rehn, comisario de Asuntos Monetarios europeo, en el sombrío
informe trimestral sobre las previsiones de la Unión Europea.
La CE estimó un leve crecimiento del 0,5% en 2012 para la
eurozona frente al 1,8% previsto en un informe anterior, y
revisó a la baja sus previsiones para 2013 (1,3% frente al
1,8%).
Hace un mes,
Rehn había pronosticado una desaceleración neta del
crecimiento, pero no una recesión en Europa. Sin embargo,
ayer subrayó que la situación se agravó considerablemente.
"Las noticias no son buenas; podríamos entrar en una
nueva fase de recesión", indicó.
Alemania, que
hasta hace pocas semanas confiaba en continuar con su
recuperación, tendrá que conformarse en 2012 con un
crecimiento del 0,8% del PBI, frente al 2,9% de este año. Por
su parte, Francia, cuya prima de riesgo respecto del bono alemán
a diez años registró esta semana varios sobresaltos y está
ya en la mira de las agencias de calificación, pasará del
1,6% de esta año al 0,6% en 2012. Italia sólo crecerá 0,1%
el año que viene y Gran Bretaña, un 0,6%.
De los tres
socios de la eurozona rescatados, Grecia se contraerá un 2,8%
en 2012; Portugal, un 1,9%, e Irlanda logrará evitar la
recesión, con una previsión de crecimiento del 1,1%.
Al bajo
crecimiento en Europa se suman las malas noticias sobre el
desempleo, que no bajará del 10% en la eurozona.
Después de dos
cumbres europeas y media docena de reuniones del Eurogrupo y
del Consejo de Economía (Ecofin), Europa no ha logrado todavía
ponerse de acuerdo en cómo reforzar el Fondo Europeo de
Estabilización Financiera (FEFF) para dotarlo con un billón
de euros por si fuera necesario utilizarlo en el rescate de
grandes economías, la italiana o la española.
|