Los
ex stalinistas a la cabeza del super-ajuste – Algunos
critican el plan de hambre...
pero lo votan
El
plan de Monti golpea a la “izquierda” italiana
Por
Julio Algañaraz
Corresponsal en Italia
IEco, 07/12/11
Roma.- Las
medidas del plan “Salva Italia” de 30 mil millones de
euros del premier Mario Monti, está produciendo graves
laceraciones en la izquierda italiana, que en todos los
sondeos forman una coalición que resultaría ganadora si
hubiera elecciones. La
principal acusación es la falta de equidad de las medidas,
que vuelven a cargar el peso del ajuste sobre los sectores
populares, mientras vuelve a dejar a los ricos (que cada vez
son más ricos) en la impunidad social. Hasta ahora el
principal perdedor de esta crisis en la crisis es el Partido
Democrático (PD), principal fuerza de la centroizquierda y
primer partido del país según las encuestas de la opinión pública.
El PD, cuyo jefe
es Pierluigi Bersani, está formado por una mayoría de ex
miembros y simpatizantes del legendario PCI (Partido Comunista
Italiano) y una minoría de los llamados “católicos democráticos”.
El talante que impera es socialdemócrata y las viejas
banderas de la “sinistra” [la izquierda] han sido desteñidas.
Ya no se llaman entre sí “compañeros” y los dirigentes
casi nunca mencionan la palabra “sinistra”. Según los críticos,
trotan hacia el centro, con grandes divisiones internas.
Muchos se
preguntan si el Partido Democrático no ha caído en la trampa
que él mismo construyó para quitar de en medio a Berlusconi.
La única alternativa era y es el gobierno de técnicos del
economista Mario Monti. El PD apoyo esta opción con demasiado
entusiasmo, que en parte ha perdido después que Monti presentó
el domingo su plan “Salva Italia”, que contiene duras
medidas de ajuste, poca equidad social y escasos
procedimientos en favor del imprescindible crecimiento. Italia
ha entrado ya en una dura recesión que se extenderá por todo
el año próximo.
El PD anunció
que votará a favor del Plan de Monti. Es el principal de los
tres pilares que sostienen al gobierno de técnicos. Los otros
dos son el ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi y
su partido PDL, y los centristas del Tercer Polo que lidera el
católico Pier Ferdinando Casini.
“La maniobra
no es bastante equitativa”, admitió Bersani. Lo mismo afirmó
la Iglesia Católica italiana y ambos señalaron que “eran
posibles otras intervenciones”.
El PD es el
principal protagonista de un grupo de fuerzas políticas de
centroizquierda que podría reunir el 44% de los votos si
hubiera elecciones anticipadas, junto con la Italia de
los Valores del ex fiscal anticorrupción Antonio Di Pietro,
el gobernador de Puglia, Niki Véndola, jefe de Sinistra,
Ecología y Libertad, el SEL, los vedes ecologistas y un vasto
archipiélago de organizaciones pacifistas.
La división en
la sinistra, que se está haciendo enconada, sobre
a la nueva maniobra de ajuste, que es la tercera este año,
puede cambiar el panorama de la política italiana. Sobre todo
porque el PD es uno de los tres pilares en el Parlamento que
sostienen al gobierno Monti, junto con el partido del gran
enemigo Silvio Berlusconi y con los centristas del Tercer Polo
de Pier Ferdinando Casini.
Ayer, Antonio Di
Pietro arrojó la bomba comentando en la Cámara de Diputados
que “la maniobra es injusta y para nada ecuánime”. El
plan “es una ley de cajeros que agarra el dinero donde está
sin demandarse si no es lo único que tiene la persona al que
se lo quita. Castiga al más débil”.
El duro plan de
ajuste “es de una banalidad desarmante, podía haberlo hecho
un contador de banco, no hacía falta un gobierno técnico de
profesores”. Di Pietro lanzó su ultimátum: “Si nos
imponen el voto de confianza para cortar toda discusión y la
presentación de enmiendas, esta ley no la votamos”.
De hecho ello
significa poner contra la pared al partido Democrático, y
acentuar un
revulsivo de polémicas internas ya en agitación en la
principal fuerza de la centroizquierda. En la misma línea están
el SEL de Niki Véndola, los verdes ecologistas y los
pacifistas.
Di Pietro
propone revisar a fondo en el Parlamento las medidas del plan
y cambiar las más odiosas “manteniendo inalterados los
saldos”, pero castigando hacia arriba, imponiendo tasas e
impuestos a los más ricos.
Esta mañana el
jefe de los Democráticos, Bersani, respondió duro a Di
Pietro y puso el choque al borde de la ruptura entre las dos
fuerzas principales de la sinistra. “A nosotros no nos
interesa vencer sobre los escombros del país. Italia está
primero que cualquier otra cosa y ante todo defendemos a los
sectores más débiles”.
Di Pietro lanzó
una seria acusación contra los ex comunistas, denunciando
acuerdos bajo la mesa con Silvio Berlusconi y su partido PDL,
que también sostiene al gobierno de Monti. Bersani respondió
hoy que “si ésta es la posición de Di Pietro, es mejor que
vaya por su propio camino”. El ex fiscal anticorrupción de
Milán le volvió a contestar. “Me asombra la actitud
intimidatoria y chantajista de Bersani, que está a años luz
del país que sufre. Los italianos esperaban (del nuevo
gobierno) medidas equitativas justas y no normas dictadas por
los banqueros, especuladores y propietarios de la industria bélica”.
La reforma de
las jubilaciones ha puesto en guerra a los sindicatos contra
el gobierno. Las tres centrales obreras, en continuo litigio
entre ellas, se han reunificado con la decisión de hacer el
lunes una huelga de tres horas contra el Plan “Salva
Italia” de Mario Monti, especialmente por los cambios en el
sistema de jubilaciones y pensiones.
Una medida que
Di Pietro y el mismo PD proponen cambiar es el congelamiento
del ajuste anual de inflación de las jubilaciones. En el plan
de Monti se salvan solo las pensiones hasta 964 euros. El
cambio exigido es de llegar a 1400 euros y hasta 2000 euros
mensuales, que forman la masa de los retiros de trabajadores y
la clase media. Anoche, la ministra de Trabajo, Elsa Fornero,
que estalló en lágrimas el domingo al anunciar este
torniquete impopular contra los jubilados, dijo que se están
buscando recursos para restaurar el reajuste anuales de las
pensiones de acuerdo a la inflación.
Las fuerzas de
la “sinistra” parlamentaria a la izquierda del partido
Democrático ampliaron además sus críticas al plan. “Más
jubilaciones, menos armamentos”, proponen los pacifistas. La
IdV de Di Pietro reclamó fuertes recortes en los gastos
militares. “Pedimos sacrificios enormes a los jubilados pero
en el presupuesto están previstos gastos militares por más
de 20 mil millones de euros para construir cuatro submarinos y
dos fragatas. Y 131 cazabombarderos f-35 nos costarán 18 mil
millones de euros. Todo ese dinero, puesto al servicio de la
equidad social, nos solucionaría gran parte de los problemas
abiertos”, concluyó Di Pietro.
La
burocracia sindical hace una parodia de
protesta: “huelga general”...
por dos horas
Plan
de ajuste en Italia: quejas en el Parlamento
Por
Julio Algañaraz
Corresponsal en Italia
IEco, 06/12/11
Roma.- Aunque
tuvo que ver y escuchar de todos los colores ayer en el
Parlamento, la noticia más importante de la jornada que alivió
al primer ministro Mario Monti, fue la celebración de los
mercados financieros por su plan “Salva Italia” de 30 mil
millones de euros, que combina mucho ajuste, una equidad
insuficiente y demasiado poco de crecimiento, pese a las
promesas.
La Bolsa de Milán
cerró a 2,91%, lejos la mejor de Europa, pero lo más
importante es que los intereses de los títulos públicos, que
en el maledetto noviembre habían llegado al 8%, bajaron ayer
a menos del 6%, mientras que el diferencial de riesgo, el
famoso “spread”, con los bonos alemanes, cayó 70 puntos,
cerrando a 372,55.
Las citas
principales fueron en la Cámara de Diputados y el Senado,
donde las fuerzas políticas debaten las medidas del plan
Monti, contenidas en un decreto que sus señorías deben
transformar en ley.
El clima no fue
de los mejores, sobre todo en Diputados. El líder de Italia
de los Valores, Antonio Di Pietro, expresó a los periodistas
toda la desilusión de su partido de centroizquierda. “Son
medidas injustas e inicuas, que debemos reescribir en el
Parlamento ”, dijo. Los críticos sostienen que el plan no
solo es injusto socialmente sino también recesivo . Si se
suman los 30 mil millones del plan Monti a los dos que había
aprobado el gobierno Berlusconi este año, “se está
llegando a 70 mil millones, el 4% del PBI, un castigo pesado
para la gente ”, afirmó el economista Matteo Cominetta.
Di Pietro y los
suyos votaron la confianza al nuevo gobierno, pero el ex
fiscal anticorrupción advirtió que “si nos imponen el voto
de confianza, lo haremos en contra”.
El ex premier
Silvio Berlusconi estaba contento porque Monti debió quitar
de la maniobra el impuesto a los patrimonios inmobiliarios de
los más ricos y un aumento de los impuestos a los niveles más
altos en Ganancias, como condición para mantener el apoyo
berlusconiano.
El voto de
confianza desbarataría la montaña de enmiendas y discusiones
que se están gestando en el parlamento, blindando la maniobra
con un voto que Monti ganará pese a los crecientes recelos.
Hoy no hay
alternativa a la experiencia del gobierno de técnicos de
Monti. Lo saben los líderes del partido Democrático, el
principal de la centroizquierda, que están bastante
desilusionados por el plan. “Queremos hacer algunos cambios
en favor de la equidad social, de la lucha contra la evasión
fiscal”, confesó impotente Pierluigi Bersani, el líder del
PD.
Las centrales
obreras decidieron hacer una huelga general parcial el lunes.
Pero mientras la CGIL, la más importante, controlada por la
centroizquierda, hará por su cuenta cuatro horas de paro, las
otras dos, moderadas, se conformarán con dos horas.
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