El desempleo en la Eurozona alcanzó
récord
histórico
España encabeza la lista, con
23,3%
de población activa sin trabajo
Agence France–Press (AFP), 01/03/2012
El desempleo de la Eurozona alcanzó un récord
histórico de 10,7% en enero de este año, de un 10,6%
registrado en 2011, según indicó este jueves la oficina de
Estadística Eurostat, que colocó a España encabezando la
lista, con un 23,3%.
La tasa del desempleo en la Eurozona,
revisada según las variables estacionarias, "se
estableció en 10,7% (ndlr: 16,92 millones de personas) en
enero de 2012, con respecto al 10,6% registrado en diciembre
de 2011", indicó. Esto equivale a un aumento de 185.000
personas en un mes.
En enero del año pasado el bloque de los
17 países que adoptaron el euro "registraron un
desempleo de 10,0%" de su población activa.
España encabeza la lista del país con
mayor desempleo con un 23,3% de su población activa, el más
elevado de los países industrializados.
Le sigue Grecia, donde en noviembre de
2011 un 19,9% de personas estaban sin trabajo. Un poco más
atrás, Eurostat colocó a Irlanda y Portugal (14,8% cada
uno).
Estos cuatro países forman junto a
Italia los PIIGS europeos, un acrónimo utilizado para definir
a las economías más amenazadas y fragilizadas por la crisis
de deuda europea. Y también tres de estos países debieron
ser rescatados por un crédito de la Unión Europea. Todos
ellos debieron imponer medidas draconianas de austeridad
exigidas por la UE.
La tasas de desempleo más baja fue
registrada en Austria (4,0%), Holanda (5,0%) y Luxuemburgo
(5,1%).
Desempleo
del 48,6 % entre
españoles de 16 a 24 años, y sólo hay trabajo
precario
Una “generación
perdida” por la crisis
Associated
Press (AP), 29/02/12
Madrid.–
Daniel Lorente trabajó en la construcción, cocinó
hamburguesas en un McDonald’s, fue consejero en un
campamento, representante de una empresa de telemárketing y
portero. Pero fueron todos trabajos a tiempo parcial y nunca
duraron más de siete meses. Siempre era despedido a medida
que se profundizaba una crisis económica de proporciones históricas.
Hoy, a los 21 años, su futuro es sombrío. “¿Cómo voy a
salir adelante si no tengo un trabajo estable? ¿Cómo hago
para pagar una hipoteca, por ejemplo?”, se pregunta Lorente.
Su caso representa a toda una generación
de jóvenes españoles que no tienen trabajo ni esperanzas de
conseguirlo. Aproximadamente la mitad de los españoles de
entre 16 y 24 años no tienen empleo , lo que constituye la
tasa más alta de las 17 naciones que usan el euro. Es un
cuadro devastador de una juventud sin esperanzas, que puede
afectar el tejido social español por años, acabando con los
sueños de los jóvenes, creando dificultades a las
estructuras familiares y comprometiendo incluso el bienestar
de una población que envejece a paso acelerado.
“Todo el estado benefactor peligra”,
alerta Gayle Allard, especialista en el mercado laboral de la
IE Business School de Madrid. “ Los jóvenes que se
incorporan al mercado ahora son una generación perdida . Están
desaprovechando la ventaja de su juventud, y de su energía. Y
eso no vuelve”, agrega.
Las asombrosas cifras de desempleo
–48,6% entre los españoles de 16 a 24 años y 39% entre los
de 20 y 29– tendrán consecuencias nefastas en un país que
se acostumbró a la prosperidad a partir del boom
inmobiliario, que se vino abajo en el 2008.
Los 1,6 millones de desempleados que hay
entre adolescentes y jóvenes en esta nación de 47 millones
de personas, corren el peligro de no tener nunca un buen
comienzo para sus carreras. Probablemente no puedan tener
casas propias ni ahorros hasta entrados los 40. Además, deberán
esperar para tener hijos o tener menos que sus padres,
reduciendo las tasas de nacimientos, que ya estaban
decreciendo, en momentos en que empieza a jubilarse la
numerosa generación de postguerra. Esto quiere decir que habrá
menos gente para absorber los costos de la creciente población
de jubilados.
El malestar y la frustración están
echando raíces entre los jóvenes
Miles instalaron campamentos de protesta
en las plazas el año pasado en Madrid y Barcelona. El
descontento volvió a estallar la semana pasada, cuando
estudiantes de Valencia que protestaban contra medidas de
austeridad enfrentaron a la policía antimotines, generando
una ola de manifestaciones nacionales contra la supuesta
brutalidad policial.
En la nueva coyuntura, los empleadores se
resisten a contratar personal nuevo a tiempo completo y solo
ofrecen posiciones temporales, por algunos meses. Hasta no
hace mucho, las empresas renovaban esas relaciones temporales,
pero ahora no lo hacen más.
Dado que lo único que hay en estos
momentos son trabajos mal pagos –la norma es 500 euros al
mes–, es posible que una gran cantidad de gente con títulos
universitarios se vaya del país y acceda a trabajar en
oficios por debajo de su nivel educativo, como empleados de
hoteles en Alemania o Gran Bretaña.
Llueve dinero barato, pero sólo
para los bancos
La UE inunda de euros la banca, pero no
se reactiva el crédito
Por Idafe Martín
Desde Bruselas
iEco, 01/03/2012
El Banco Central Europeo prestó a 800
bancos 529.530 millones de euros. Fue a una tasa baja y para
evitar la iliquidez. Es la segunda vez que se da una ayuda de
este tipo. Sería destinada para mejorar balances y no para
prestar a la gente.
Llueve dinero barato en Europa, pero sólo
para los bancos: el Banco Central Europeo (BCE) inundó ayer
el sistema financiero del viejo continente con 529.530
millones de euros.
Son préstamos a 3 años y a una tasa del
1%, condiciones que para la inmensa mayoría de las entidades
bancarias europeas son imposibles de conseguir en el mercado
interbancario, donde apenas fluye el crédito desde hace al
menos tres años. En la subasta de ayer participaron 800
bancos, casi 300 más que en la anterior , de diciembre
pasado, cuando el BCE lanzó una operación idéntica en la
que prestó 489.000 millones.
Los dos préstamos suman más de 1 billón
de euros. La diferencia de la operación de ayer con la de
diciembre se debe a dos motivos: se dieron más facilidades
para participar en ella a los bancos pequeños y medianos –
principalmente franceses, italianos y españoles – y parece
haberse disipado el miedo a quedar marcados.
En la subasta de diciembre, muchos
bancos, principalmente de países del norte de Europa, no
acudieron a la ventanilla del BCE por temor a que los mercados
financieros vieran en ello un síntoma de falta de liquidez.
No tenía sentido pedir liquidez barata si se llevaba años
presumiendo de salud financiera. La agencia de noticias
Reuters adelantaba ayer que los bancos italianos se llevaron
el 26% del medio billón.
El BCE trata así a la vez varios
problemas. En primer lugar evita un accidente: que algún
banco se quede sin liquidez y no pueda cumplir vencimientos,
algo que generaría más rescates con dinero público o una caída
similar a la del banco estadounidense Lehman Brothers. Además,
el dinero tomado por los bancos en la ventanilla del BCE – a
cambio de casi cualquier cosa como garantía, porque excepto
los bonos griegos, todo vale, incluso los bonos portugueses,
que las agencias de rating ya califican como “basura”–
les servirá para hacer un negocio redondo comprando deuda de
países como Italia y España, al 3% ó 4%.
Esas compras están ayudando desde
diciembre a relajar el riesgo–país de estos países, con
vencimientos de deuda este año que suman cientos de miles de
millones de euros.
Así, esta operación se ha convertido en
una forma de ayudar indirectamente a estos países – no sólo
Italia y España, también está beneficiando a otros, como
Francia y Bélgica – porque Berlín se sigue negando a que
el BCE compre directamente deuda a los países europeos, algo
que además prohíben los tratados europeos, así como a la
emisión de eurobonos o cualquier otra medida de solidaridad
financiera.
Lo que no consiguió el BCE en diciembre
y parece difícil que consiga con la lluvia de dinero de ayer
es que los bancos utilicen ese dinero fresco para dedicarse a
su trabajo, financiar la economía real, prestar a empresas y
familias para ayudar a la reactivación económica. Los bancos
también podrían utilizar el dinero fresco para mejorar sus
balances ante las nuevas exigencias de capital que impuso la
UE en diciembre y que entrarán en vigor en julio.
Según datos de la Comisión Europea,
desde la caída de Lehman Brothers los bancos europeos han
recibido ayudas directas por valor de 1,6 billones de euros.
No se ha dejado caer a ninguno.
Todo eso, las subastas habituales del BCE
y estos dos gigantescos préstamos no son todavía suficientes
para limpiar de sus balances la montaña de activos tóxicos
– deuda devaluada, ladrillo invendible...– que siguen
guardando y cuyo montante total en realidad nadie, ni el BCE,
conoce.
El BCE esperaba la reacción de los
mercados, pero de todas formas estos ya lo ven todo mal. Si
los bancos acudían en masa a la operación y pedían una
cantidad gigantesca era síntoma de los problemas que
atraviesa la banca y empezarían las preguntas: ¿se está
arriesgando demasiado el BCE? Si, en cambio, la operación era
menor, el temor apuntaría a las deudas públicas, que tendrían
menos demanda.
Hoy arranca una cumbre europea de dos días
en Bruselas en la que volverá a haber bonitas palabras sobre
creación de empleo y sobre las duras medidas de ajuste
fiscal. Europa insiste en la apuesta por los ajustes que ya
metió en recesión a la mayoría de sus economías.
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