Una debacle inmanejable
para los gobiernos europeos
Fuerte revés electoral para Cameron:
voto castigo por los planes de ajuste
Associated
Press (AP) 05/05/2012
Los planes de ajuste que impulsó su
coalición de gobierno sufrieron un voto castigo en los
comicios municipales; triunfo de los laboristas y progreso de
un partido que impulsa la ruptura con la UE.
Londres.– En medio del creciente
descontento social con las severas medidas de ajuste del
gobierno para combatir la crisis, los británicos le
propinaron un fuerte voto castigo a la coalición de
conservadores y liberales demócratas que encabeza el primer
ministro David Cameron en las elecciones municipales de
anteayer, en las que el opositor Partido Laborista logró una
holgada victoria.
Cameron, que lleva dos años en el poder,
dijo sentir pesar por los concejales oficialistas que
perdieron sus bancas, en medio de una "situación
nacional difícil", pero rechazó los llamados a cambiar
el curso de su gestión de la crisis, que llevó al país a
caer en recesión hace dos semanas. "Estos son tiempos
duros y no hay respuestas sencillas", argumentó.
El premier señaló que la derrota del
oficialismo –mayor de lo que pronosticaban las encuestas–
era esperable porque tuvo que implementar resistidas medidas
de austeridad en medio de la crisis de deuda que azota a
Europa, que ya se cobró otras víctimas políticas como los
gobiernos de Grecia, Irlanda, Italia y Holanda, entre otros.
"Lo que tenemos que hacer es tomar
las decisiones difíciles para lidiar con la deuda, el déficit
y la economía quebrada que heredamos, y seguiremos tomando
estas decisiones y tenemos que hacerlo por el bien del país",
se defendió el líder del Partido Conservador, que desde hace
un mes atraviesa uno de los peores momentos de su gobierno,
golpeado también por las sospechas de vínculos con el
magnate de los medios Rupert Murdoch.
Escrutada casi la totalidad de las mesas
en los 181 municipios de Inglaterra, Escocia y Gales, donde se
celebraron elecciones, los conservadores perdieron más de 400
concejales, incluso algunos en el distrito por el que Cameron
es diputado.
Los laboristas, en tanto, consiguieron más
de 2000 concejales de los cerca de 5000 cargos que estaban en
juego, y tomaron el control de 32 nuevos municipios, entre
ellos Birmingham, la segunda ciudad del país.
En el nivel nacional, el laborismo cosechó
el 38% de los votos, seguido por los conservadores, con el
31%, y los liberales demócratas, con el 16%, según
proyecciones de la BBC.
Más allá de la lluvia y de las bajas
temperaturas que se registraron anteayer en Gran Bretaña, la
participación del electorado fue muy baja (32%, la menor en
12 años), lo que los analistas interpretaron como otro signo
más del enojo por la política de austeridad del gobierno.
Aunque los resultados no ponen en riesgo
el control del poder por parte de Cameron, muchas voces dentro
de las filas conservadoras culparon del pésimo resultado
electoral al giro al centro del premier –con políticas como
el matrimonio gay–, por lo que pidieron que se recuperen los
valores tradicionales del partido.
El líder de la oposición, Ed Miliband,
se mostró exultante. "Los laboristas están
volviendo", exclamó ante sus seguidores en Southampton,
al sur del país. Según el dirigente, su partido consiguió
recuperar la "confianza de la gente" ante un
gobierno "arrogante, incompetente y desfasado".
"La gente está dolida, sufriendo
por la recesión y por un gobierno que le sube los impuestos y
que les recorta a los millonarios", añadió Miliband.
En otro golpe al premier, su propuesta de
crear el puesto de alcalde en algunas de las mayores ciudades
británicas fue ampliamente rechazada en referendos.
En tanto, en la contienda seguida con
mayor interés, el alcalde de Londres, el conservador Boris
Johnson, accedió a un segundo mandato de cuatro años, que le
permitirá gobernar la ciudad durante los Juegos Olímpicos,
que comenzarán el 27 de julio próximo.
Sin embargo, su victoria podría resultar
agridulce para Cameron. Por un lado alivia la derrota de los
conservadores al retener la capital, pero, por otro lado,
consolida al popular Johnson como un potencial rival por el
liderazgo del partido.
Al igual que Cameron, su viceprimer
ministro y líder de los liberales demócratas, Nick Clegg,
sufrió una paliza electoral, al perder por lo menos 327
concejales y caer al mínimo de bancas municipales desde que
se creó el partido, en 1988.
Como el premier, el número dos del
gobierno se declaró "muy triste" por la derrota,
pero reafirmó su intención de seguir trabajando dentro de la
coalición para "rescatar y reparar" la economía
del país.
Por otra parte, el Partido de la
Independencia del Reino Unido (UKIP), que impulsa la salida
del país de la Unión Europea, logró también progresos en
los comicios, mientras que la agrupación de extrema derecha
Partido Nacional Británico vio evaporarse la totalidad de las
seis bancas que tenía en distintos municipios.
Una debacle inmanejable para los gobiernos europeos
España
Presionado por las protestas por el
manejo de la economía y con su imagen desgastada, el
presidente del gobierno español José Luis Rodríguez
Zapatero tuvo que adelantar cuatro meses las elecciones el año
pasado. Mariano Rajoy, líder del Partido Popular (PP), se
impuso con el 44,61% de los votos y puso fin a ocho años de
gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Grecia
El país más golpeado por la crisis vio
la caída del premier socialista Giorgios Papandreu. En su
lugar, asumió un gobierno técnico de coalición, liderado
por Evangelos Venizelos, que negoció un impopular rescate a
su economía. Mañana los griegos acudirán a las urnas, en
unas elecciones que no serían favorables para los partidos
tradicionales.
Gran Bretaña
El líder laborista Gordon Brown fue uno
de los primeros líderes europeos en sentir los golpes de la
crisis, al ser derrotado por el conservador David Cameron en
2010.
Irlanda
Tras más de 80 años en el poder, el
partido de centroizquierda Fianna Fail perdió en las
elecciones de febrero de 2011 y fue sucedido por una coalición.
Italia
Silvio Berlusconi puso una condición
para dimitir, tras 17 años de dominar la política italiana:
que el Parlamento aprobara un ajuste para cumplir con la UE. A
fin de año, Mario Monti ocupó su lugar.
Holanda
El mes pasado, el gobierno del
conservador Mark Rutte presentó su renuncia tras las fallidas
negociaciones de un ajuste.
Portugal
La crisis le costó el puesto al premier
José Sócrates hace un año, cuando el Parlamento rechazó su
paquete de reformas. Pedro Passos Coelho, de centroderecha, es
su sucesor.
Dinamarca
En septiembre pasado, la socialdemócrata
Helle Thorning–Schmidt acabó con una década de gobiernos
de centroderecha.
Revés conservador
y derrota personal
de
David Cameron
Por Soledad Galiana
Corresponsal en Londres
Gara, 05/05/2012
La pérdida de diez gobiernos municipales
ha supuesto una derrota para el Partido Conservador británico,
suavizada por la victoria en Londres.de Boris Johnson que, sin
embargo, representa una versión de la ideología tory ajena a
la línea oficial del partido. A dos años de las generales,
con Gran Bretaña entrando en una segunda recesión, sin un
milagro económico en perspectiva, y con la coalición de
gobierno en peligro, los laboristas consideran encarrilada su
vuelta al Gobierno de Londres.
Realmente celebra el primer ministro británico,
el conservador David Cameron, la victoria del también
conservador Boris Johnson en la elecciones a alcalde de
Londres? Si bien es cierto que la victoria en la capital
inglesa suaviza la pérdida de 405 concejales y diez gobiernos
municipales, también personaliza el fracaso electoral en la
figura del primer ministro.
Como todos los medios apuntan, la
victoria de Boris Johnson se centra en una versión
personalizada de la ideología conservadora –lo que se ha
dado en llamar el «conservadurismo cosmopolita compasivo»–
que le ha servido para desasociarse de la línea oficial del
partido, representada por la personalidad de David Cameron, y
retener la alcaldía de Londres, aunque por un margen menor
que el esperado.
Además, Johnson se enfrenta a un mandato
incómodo, ya que la Asamblea de Londres, que examina las
actividades del alcalde está controlada por los laboristas,
que han ganado cuatro escaños y se sitúan con doce a la
cabeza de la institución que durante los próximos cuatro años
monitoreará las actividades del alcalde londinense.
Dejando de lado el juego de números, una
victoria es una victoria, y Johnson ha sido claro en sus
aspiraciones políticas, y Cameron sabe que en él cuenta con
un adversario si las circunstancias le permiten mantenerse
como líder conservador en cuatro años, una vez que Johnson
complete su mandato como alcalde.
Hasta entonces, el primer ministro británico
deberá decidir si, gira a la derecha para satisfacer a los
conservadores tradicionales, sigue la doctrina de Johnson para
apelar a votantes no conservadores o mantiene su línea política
actual (conservadora pero con concesiones al liberalismo de
sus compañeros en la coalición).
Y hablando de liberales, estas elecciones
demuestran que el partido del vice–primer ministro, Nick
Clegg, se consume en esta coalición de gobierno. En las
elecciones locales de 2011, el partido liberal perdió un 41%
del voto. Pasemos página y algunos meses, y los liberales
pierden otro 44%, el equivalente a 336 concejales, reteniendo
solo 431 de los cargos locales a elegir en esta votación.
Esta es la primera vez que el partido
Liberal Demócrata cuenta con menos de 3.000 diputados. Un
nuevo récord para Clegg, cuyo liderazgo vuelve a ser
cuestionado, así como su aportación en la coalición de
gobierno, donde las políticas liberales han sido anuladas por
el celo conservador.
Si el trabajo en el gobierno local
siembra las victorias en las generales, los liberales tendrán
poco que cosechar en 2014. A dos años de las elecciones
generales, con Gran Bretaña entrando en una segunda recesión,
y sin un milagro económico en perspectiva, con la coalición
en peligro por los conservadores exigiendo un giro a la
derecha y los liberales a la izquierda, los laboristas
consideran encarrilada su vuelta al gobierno de Londres. Si
los resultados de esta semana se repitieran en las generales,
el próximo gobierno sería laborista y con mayoría
parlamentaria. En estas locales los laboristas han ganado 823
concejales, y a pesar de no querer echar las campanas al
vuelo, sí es cierto que el partido liderado por Ed Miliband
se encuentra en plena recuperación después de tocar fondo en
las generales de mayo de 2010.
Ahora existe una diferencia clara entre
los laboristas, que han conseguido 38% de los votos, frente al
31% de los conservadores, incluso los liberal–demócratas,
que consiguen mejores resultados en las municipales que en las
generales, se quedan cortos de los resultados cosechados en
las generales.
Es importante considerar también la
polarización del electorado, el norte laborista y el sur
conservador, que parece haberse establecido en estas
elecciones. El problema para los conservadores es que mientras
los laboristas mejoran su voto en el sur de Inglaterra, también
lo incrementan en el norte, mientras que el fracaso
conservador en el noroeste de Inglaterra fue una de las
razones por las que el partido no obtuvo la mayoría absoluta
en la Cámara de los Comunes del Parlamento británico.
A ello se unen las dificultades de los
conservadores en el control de grandes ciudades, que siguen
votando por el laborismo y el fracaso casi total de la
iniciativa conservadora de elección directa de alcalde que
fue votada en referéndum el pasado jueves en once ciudades
británicas.
Birmingham, Bristol, Coventry, Leeds,
Manchester, Newcastle–upon–Tyne, Nottingham, Sheffield,
Wakefield votaron en contra de la propuesta, y únicamente
Bradford a favor. Por su parte, Doncaster votó a favor del
mantenimiento de la elección directa.
Derrota conservadora en Gran Bretaña
Deutsche
Presse–Agentur (DPA) 05/05/2012
Londres.– La coalición
liberal–conservadora de Gran Bretaña –en el poder desde
2010 con David Cameron como primer ministro– sufrió una
seria derrota en las elecciones municipales, donde el
principal beneficiado es el partido Laborista. De acuerdo con
los resultados preliminares, los candidatos del partido
opositor se quedaron con el control de más de un centenar de
comunas de un total de 181 en disputa, entre ellas ciudades
clave como Birmingham, la segunda del país, Liverpool y
Cardiff.
A nivel nacional los laboristas estarían
obteniendo 38 % de los votos, lo que implica una suba de tres
puntos con respecto de las elecciones anteriores, mientras que
los conservadores apenas llegarían al 31%, una baja de 4
puntos. En términos territoriales, los laboristas ganaron 30
municipalidades más y los conservadores perdieron 12.
En Londres el oficialismo logró la
victoria. El excéntrico conservador Boris Johnson resultó
reelegido, con más de tres puntos de ventaja sobre su
predecesor laborista, Ken Livingstone, conocido como “Kenny
el Rojo” por representar el ala más izquierdista. Johnson,
además de ser reelecto, ganó terreno con estas elecciones
para perfilarse y ascender en el partido: algunos lo ven como
el sucesor de Cameron.
El primer ministro responsabilizó de la situación
a la herencia recibida de los antiguos gobiernos laboristas,
pero aseguró que no cambiará el rumbo de su gobierno. “Son
tiempos difíciles y no hay soluciones fáciles”, dijo.
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