Europa,
crisis y elecciones

Grecia se acerca a la repetición de las elecciones

Gara, 12/05/2012

El puzzle griego no encaja. La izquierda de Syriza rechazó ayer sumarse a una coalición con la derecha (ND), los socialdemócratas (Pasok) y una escisión de la propia Syriza, Izquierda Democrática, al estimar que supondría una coartada para aplicar los recortes impuestos por la UE. Ante el fracaso de este intento, que dirigió el líder del Pasok, Evangelos Venizelos, la última oportunidad está en manos del presidente del país, aunque todo acerca a Grecia a nuevas elecciones.

Atenas.- Después del fracaso ayer de la formación socialdemócrata Pasok para formar gobierno en Grecia, que sigue a los intentos del derechista Nueva Democracia y la izquierda de Syriza, el país se encamina a la repetición de las elecciones legislativas. El último intento lo hará el presidente del país, Carolos Papulias que convocará a todas las fuerzas políticas, incluidos está vez los neonazis de Nuevo Amanecer, con los que el resto de partidos se niega a sentarse.

Pero las discrepancias en torno a las duras condiciones impuestas por la UE, el BCE y el FMI para seguir prestando dinero a Grecia son demasiado grandes y ni siquiera los partidos que las suscribieron -ND y Pasok- son capaces de asumirlas ahora en su totalidad.

El líder del Pasok, Evangelos Venizelos, anunció que informaría hoy al presidente del país y «espero que en la reunión cada uno asumirá sus responsabilidades».

Venizelos intentó ayer lograr la participación en el gobierno de la coalición de izquierda Syriza tras el acuerdo que había obtenido el jueves del líder de la derechista Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, y de Fotis Kouvelis, líder de Izquierda Democrática, una escisión de Syriza.

«Quieren una coartada»

Pero Tsipras rechazó la propuesta, acusando a los tres partidos de alinearse con la política de austeridad. «No es Syriza la que renuncia» a participar sino «el veredicto del pueblo griego», afirmó Tsipras, tras su reunión con Venizelos, en referencia alresultado electoral.

«Estamos ante una línea común de tres partidos que quieren la aplicación de la política pro-austeridad con una coartada de la izquierda», añadió el líder de la izquierda radical.

Venizelos le reprochó que su creciente popularidad ha de ir acompañada de «más responsabilidad y no de más arrogancia», y le acusó de estar especulando con la convocatoria de nuevas elecciones, en las que, según los sondeos, Syriza sería esta vez el ganador.

El líder de Dimar ya había adelantado que solo se coaligará con las formaciones partidarias de las impopulares medidas de ahorro si también entrara Syriza. Dimar plantea «una desvinculación gradual de los compromisos de austeridad, garantizando siempre el mantenimiento del país en el euro».

Pasok y ND, que fueron castigados por los electores por su respaldo a los recortes, han intentado desesperadamente formar un Ejecutivo que eviten las elecciones, incluso planteando renegociar los términos del acuerdo con la UE, lo que Bruselas rechaza claramente. Los 19 escaños de Dimar bastarían para que un tripartito con Nueva Democracia y Pasok tuviera la mayoría absoluta, pero el líder de los conservdores, Antonis Samaras, admitió que no podría formarse ningún gobierno sin el aval de Syriza. Aun así criticó que «ahora es necesario que salvemos al país, no del populismo del Pasok sino del de Syriza, que es aún más peligroso».

Nervios en Europa

La crisis política griega ha extendido el nerviosismo entre sus socios europeos y en los mercados financieros internacionales. Desde Alemania se amenaza claramente con la salida del euro. «Estoy muy inquieto a propósito de la situación en Grecia. Apelo a la responsabilidad nacional de todos los dirigentes políticos con el fin de encontrar un acuerdo que respete los compromisos del país y asegure su futuro europeo», declaró el presidente de la UE, Herman Van Rompuy.

Igualmente, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, elevó el tono asegurando que «Grecia deberá abandonar la zona euro sino respeta los compromisos presupuestarios adoptados a cambio del plan de rescate que ha evitado su quiebra».

Berlín afirma que la eurozona soportaría la salida del socio griego

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, considera que la eurozona soportaría sin grandes problemas la salida de Grecia del euro y de la Unión Monetaria. «Hemos aprendido mucho en los últimos dos años y desarrollado mecanismos de defensa. Los peligros de contagio a otros países se han reducido y la eurozona es mucho más resistente en su totalidad», afirmó Schäuble en declaraciones al diario «Rheinischen Post». Asimismo, aseguró que «es errónea la impresión de que no seríamos capaces de reaccionar a corto plazo ante un imprevisto» y subrayó que «Europa no se viene abajo tan rápidamente».

En cuanto a las dificultades para la formación de un Gobierno de coalición en Grecia, lanzó una advertencia clara a las fuerzas que se oponen a las drásticas imposiciones de la UE. Schäuble dijo que «nadie amenaza a nadie» pero calificó de «peligroso engañar a los ciudadanos asegurando que existe otra vía más sencilla para sanear Grecia, evitando toda dureza. Eso es un sinsentido». Finalmente, recordó que «los Estados europeos y los acreedores privados se han esforzado de forma extraordinaria para favorecer a Grecia. Se ha hecho lo que era posible» y pidió al país heleno «comprensión cuando a cambio debe cumplir con sus compromisos».

Un sondeo revela que el 73 % de los alemanes es partidario de que Grecia abandone la zona del euro. La agencia de calificación Fitch advirtió de que, en ese caso, colocaría las calificaciones del resto de miembros de la eurozona en vigilancia con implicaciones negativas, paso previo a una rebaja general de «rating» a corto plazo.


Fracasó el último intento de formar gobierno en Grecia

Convocarían a nuevas elecciones en junio

Syriza rechazó integrar un Ejecutivo que apoye el ajuste

Agence France-Press (AFP), 12/05/2012

Atenas.- La esperanza de formar un gobierno de coalición en Grecia se esfumó ayer y la crisis política se agudizó aún más tras la negativa de la Izquierda Radical (Syriza) de acordar una alianza con los conservadores (Nueva Democracia), los socialistas (Pasok) y el pequeño partido Izquierda Democrática (Dimar), y evitar así el llamado a nuevas elecciones .

El jefe de Syriza, Alexis Tsipras, argumentó tras reunirse con Evangelos Venizelos, líder del Pasok, que el compromiso de austeridad pactado por los dos grandes partidos griegos (Nueva Democracia y Pasok) con la Unión Europea (UE) es un gran escollo para formar parte de ese Ejecutivo. El fracaso de las negociaciones llena de incertidumbres el futuro del euro , ya que Bruselas confiaba en que pudiera asumir un gobierno de corte europeísta.

"Los socialistas y conservadores intentan formar un gobierno que continúe el programa de ahorro. Ambos partidos enviaron cartas a la señora [canciller Angela] Merkel y a la señora [jefa del FMI Christine] Lagarde en las que aceptan el programa de ahorro", aseguró Tsipras, que consideró que deben anularse las medidas de ajuste adoptadas en Grecia y acordadas con la UE y el FMI.

"El memorando [con la UE] no lo ha rechazado Syriza sino el pueblo griego (...) y nadie tiene derecho a aplicarlo, bajo ninguna forma de gobierno", declaró Tsipras, en relación con la caída de votos que registraron el Pasok y los conservadores de Nueva Democracia, en contraste con la subida de las fuerzas que se oponen a los recortes.

"Ha llegado el momento de la verdad. Informaré al presidente mañana [por hoy] por la tarde. Espero que todos muestren madurez y responsabilidad en las consultas con el presidente", dijo, en tanto, Venizelos, tras informar del fracaso de las negociaciones.

El presidente griego, Karolos Papoulias, ahora tendrá la última oportunidad de reunirse con todos los líderes políticos para convencerlos de que formen un gabinete, aunque las posibilidades de éxito parecen muy escasas y lo más probable es que se llame a nuevas elecciones para junio.

Los socialistas, terceros en los comicios del pasado domingo , habían recibido el encargo para formar gobierno después de que los conservadores y Syriza (primeros y segundos en las elecciones, respectivamente) no lograron acordar previamente una alianza gubernamental.

Grecia se ha sumido en el caos político desde que los comicios del domingo pasado no dieron a ningún partido los escaños suficientes en el Parlamento para formar gobierno.

Los votantes, furiosos por dos años de duras medidas de austeridad adoptadas a cambio de rescates internacionales por 240.000 millones de euros, rechazaron a los dos partidos dominantes de Grecia, el Pasok y Nueva Democracia, y optaron por múltiples organizaciones más pequeñas de derecha y de izquierda. Eso generó un Parlamento ahorcado, sin un partido capaz de crear un gobierno.

En tanto, una encuesta dada a conocer anteayer por la televisión griega reveló que en caso de haber nuevas elecciones la Izquierda Radical saldría ganadora con el 23,8% de los votos. En las elecciones del 6 de mayo, había obtenido el 16,8% de los sufragios.

De acuerdo con el sondeo realizado por la consultora Marc, Nueva Democracia obtendría un 17,4% (frente al 18,8% del 6 de mayo) y el Pasok caería al 10,8%, cuando en los anteriores comicios había logrado un 13,1% de los votos.

De confirmarse el llamado a elecciones y estos resultados, la política griega cambiaría radicalmente, lo que ya estremece a toda Europa, ya que Syriza se opone firmemente a los recortes exigidos por la UE.

"Apelo al sentido nacional de la responsabilidad de todos los partidos griegos para que lleguen a un acuerdo respetando el compromiso del país y asegurando su futuro europeo", exhortó el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.

El fracaso del tercer intento de formar gobierno alteró a los mercados. El euro cerró en su menor nivel desde enero a cerca de 1,29 dólares, mientras que la Bolsa en Atenas cayó más de un 4% para quedar en su punto más bajo desde 1992.

Por su parte, la agencia de calificación británica Fitch advirtió ayer que la salida de Grecia de la zona euro rebajaría la nota de otros países del bloque, como España, Italia o Francia. Las consecuencias de una salida de Grecia son imprevisibles, explicó la agencia, por lo que la deuda de todos los países del euro, incluida Alemania, quedaría en una situación de estricta vigilancia.

No obstante, la consecuencia más inmediata sería la rebaja automática de la calificación a los países que en la actualidad tienen una nota con perspectiva negativa, como España, Italia, Francia, Portugal, Irlanda, Bélgica, Eslovenia y Chipre.


Ultimátum de Bruselas y el BCE a Grecia para
que ceda a los recortes

Gara, 10/05/2012

Las presiones sobre Grecia aumentan ante la clara negativa a continuar con los recortes que mostró el resultado electoral del domingo. Los organismos que han impuesto el dacroniano plan de ajustes, UE, BCE y FMI, pero también Alemania, amenazan con un ultimátum en el que no dejan siquiera la oportunidad de negociar el plan de rescate. O se acepta todo como está pactado o Grecia no recibirá el próximo préstamo y deberá salir del euro.

Atenas.- «Grecia debe tener claro que no hay alternativa al acordado programa de saneamiento si desea continuar siendo miembro de la Eurozona», afirmó el integrante alemán del directorio del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, en declaraciones que publicó el rotativo «Handelsblatt». Ante las difíciles negociaciones para la formación del nuevo Gobierno y los planteamientos antieuropeos de algunas formaciones, Asmussen lanzó una amenaza a Atenas al advertir de que si el nuevo Ejecutivo abandona el curso de ahorro iniciado se suspenderán de inmediato los pagos del segundo rescate por valor de 130.000 millones de euros.

«Esta en sus manos decidir si quieren permanecer en la Unión Monetaria», añadió Asmussen, responsable de las relaciones exteriores del BCE.

El diario económico alemán comenta además que los restantes socios de la Unión Monetaria se plantean ya la alternativa de excluir a Grecia del euro ante la paralización política de este país como consecuencia de los resultados de las elecciones legislativas.

Alemania abre la puerta

Asimismo citó círculos gubernamentales alemanes en los que existe «gran preocupación» por la situación en Grecia y no descartan el escenario de que este país acabe finalmente abandonando el euro.

En declaraciones al mismo rotativo economistas como el profesor Clemens Fuest, de la Universidad de Oxford, señalan que «la crisis de Gobierno en Grecia puede conducir a que el país abandone la zona del euro» y que «Europa no puede permitirse una alimentación permanente de los griegos».

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que «siempre he querido solucionar la crisis de tal manera que Grecia continúe siendo miembro de la zona euro. Nada ha cambiado a este respecto», pero exigió a Atenas que cumpla con el plan de ahorro al que se ha comprometido frente a la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). «Continúa vigente que los acuerdos con la troika y los objetivos de reforma deben cumplirse. Sólo así nos podemos imaginar el regreso de Grecia a la estabilidad y a la fortaleza económica».

El propio ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, se sumó a las presiones y abrió la puerta a la salida de Grecia del euro, un tema que hasta ahora era tabú. Schauble pidió la formación de un «Gobierno fuerte» que aplique el plan de ajuste y dejó claro que Atenas sólo puede seguir en la eurozona «si cumple sus compromisos». «Si los griegos no quieren quedarse en la eurozona, no podemos obligarlos», afirmó durante una entrevista a la cadena alemana WDR. Y pese a las propuestas de renegociar lo pactado, como habían planteado las fuerzas que lo suscribieron -Nueva Democracia y Pasok- insistió en que «no hay plan B» y que se trata de «una decisión de Grecia«. «No se puede tener una cosa (la pertenencia al euro) sin la otra (el plan de ajuste)», agregó.

En este sentido, recordó las presiones que ya recibió el ex primer ministro heleno, Yorgos Papandreu cuando intentó someter a referéndum los recortes. En aquella ocasión, ante el evidente rechazo popular, los líderes europeos le advirtieron de que debía dejar claro a los griegos que decidían si se quedaban en el euro o salían.

Schauble calificó la situación como «preocupante» ya desde antes de las elecciones del fin de semana, que dejaron en minoría a los partidos que apoyan el rescate, y aseguró que «los griegos están sufriendo» por las malas políticas de los Gobiernos helenos de los últimos años.

No obstante, insistió en que «no hay mejor manera» de garantizar que Atenas se quede en el euro que aplicar los recortes exigidos.

En la misma línea, el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, afirmó en el Parlamento Europeo, que «queremos que Grecia siga en la zona euro, pero está en manos de Grecia».

Desde el SPD, el presidente del partido, Sigmar Gabriel, en una entrevista publicada en el semanario «Die Zeit», calificó la política de la Angela Merkel de «imposición carente de imaginación económica» que ha hecho que «los partidos de extrema derecha y los enemigos de Europa, estén entrando en el parlamento».

Barroso: «Sería muy negativo»

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, eludiendo comentar el resultado electoral, afirmó que «Grecia tiene que respetar este acuerdo al igual que el resto de Estados miembros. Es una cuestión de credibilidad. Si este no se respeta sería muy negativo para Grecia», advirtió.

«Algunas reformas son dolorosas y llevan tiempo y hay que hacer algunos sacrificios. Pero la alternativa es mucho peor para los ciudadanos griegos, especialmente para los más vulnerables», insistió.

Desde la propia Grecia se agita el fantasma de la salida del euro. El consejero económico del Gobierno saliente de Lucas Papademos, Ghikas Harduvelis, advirtió de que «si decimos no a todo, salimos de la eurozona».

A su juicio existe un margen de renegociación sobre el contenido de las medidas que deben adoptarse hasta 2015, «pero no hay que pensar que todo ha cambiado de golpe en Europa porque el pueblo aquí haya gritado no», añadió el ex banquero griego. «Hemos visto las reacciones de dirigentes europeos, lo único que dicen es que Grecia se dirige a la salida del euro», insistió, pidiendo a los griegos que «entren en la lógica de sus socios porque son ellos quienes dan el dinero».

Rechazó que Grecia pueda renunciar a los préstamos europeos, porque «no tenemos con qué pagar salarios y pensiones». Asimismo cuestionó si Atenas recibirá esta semana el tramo de préstamo previsto. «Hay dudas sobre el pago o no esta semana», afirmó Hadruvelis. Si el país va a desviarse de las medidas impuestas por el BCE y el FMI, «¿para qué darnos el dinero?» se cuestionó.

La prueba será el próximo martes, cuando Grecia deba desembolsar 450 millones de euros de obligaciones que sus titulares se negaron a incluir en la reestructuración de la deuda acometida en marzo.

Pese a las contundentes respuestas desde Alemania y Bruselas, los propios partidos que suscribieron el memorándum, Nueva Democracia y Pasok, creen que aun hay margen para renegociar.

Antonis Samaras, líder de ND, opinó «totalmente realista, una negociación de los acuerdos para hacer respirar la economía y aliviar a la sociedad». El socialdemócrata Evangelos Venizelos opinó que respetar el resultado electoral supone «buscar la mejor modificación posible de los términos del programa de austeridad para ayudar al desarrollo y proteger el nivel de vida de los ciudadanos».

Por su parte, el líder de la Coalición de Izquierdas Syriza, Alexis Tsipras, ha debido poner más nerviosos aún a los acreedores públicos de Grecia -FMI, Comisión Europea y BCE-, a quienes envió una carta explicando que el veredicto popular de las elecciones del domingo deja caducos los compromisos firmados por los anteriores dirigentes.

Tsipras pasa el testigo a Venizelos

Alexis Tsipras, dirigente de la Coalición de Izquierda Radical Syriza, renunció a formar gobierno en Grecia. «No podemos realizar nuestro sueño de un gobierno de izquierdas. Mañana (por hoy) voy a devolver el mandato al presidente de la República y vamos a seguir participando en los procedimientos previstos en la Constitución», afirmó. Tsipras se reunió con Griegos Independientes, Nueva Democracia, Dimar y Pasok, pero tampoco logró el apoyo para crear un gobierno opuesto al memorándum de austeridad. El líder del Pasok, Evangelos Venizelos, se encargará hoy de intentar formar un Ejecutivo, como líder de la tercera fuerza más votada. Tanto Venizelos como el líder de ND, Antonis Samaras, propusieron apoyar un gobierno de minoría para negociar cambios del memorándum. Pero ND mueve a la vez sus peones de cara a una eventual repetición de las elecciones. Según la pagina web In.gr, Samaras está trabajando en reunificar la derecha y ha pedido a Griegos Independientes, los ultraderechistas de Laos, los centristas de Drasi y los liberales de Alianza Democrática que se reunifiquen con ND. GARA

Barroso rechaza de plano renegociar el pacto presupuestario pese a la campaña de Hollande

El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, aseguró ayer que «no habrá renegociación del pacto de disciplina presupuestaria firmado por 25 países de la Unión Europea», contrariamente al deseo del presidente electo francés, François Hollande. Interrogado sobre la cuestión en el Parlamento Europeo se limitó a responder con un lacónico «no». Igualmente, el presidente de la Cámara, Martin Schulz, dio la misma respuesta. Ambos se mostraron dispuestos a poner en marcha otro pacto que no hable solo de disciplina presupuestaria o un «contrato político», pero sin precisar en qué consistiría limitándose a indicar que no estaría financiado por nuevas deudas o por la inflación. Hollande quiere renegociar el Pacto de presupuestario o al menos completarlo con medidas que impulsen el crecimiento económico. Ya se ha encontrado con el no rotundo de la canciller alemana, Angela Merkel. Ayer, un miembro del directorio del BCE, Jorg Asmussen, también afirmó que el pacto debe aplicarse «tal cual».

Pero Hollande insistirá ante Merkel en un encuentro el próximo 16 de mayo, al día siguiente de su toma de posesión, y ante los dirigentes europeos el próximo 23 de mayo.

El presidente electo ya abordó sus propuestas con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. «François Hollande ha mostrado la necesidad de establecer una estrategia, una agenda de crecimiento. Parece que hay un consenso cada vez mayor para lograrlo, aunque todavía las vías son diferentes», indicó su portavoz, Pierre Moscovici. Hoy Hollande seguirá con su campaña en un encuentro con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, para dialogar sobre la situación del euro, el pacto de disciplina fiscal y «las posibles medidas para relanzar el crecimiento». Juncker aseguró el martes ante el Parlamento luxemburgués que compartía las ideas de Hollande, pero se negó a una renegociación del pacto fiscal. Por su parte, el portavoz del grupo del PS en el Parlamento francés, Jean Marc Ayrault, que podría ser el primer ministro en el Gobierno de Hollande, explicó en la Asamblea que pedirán a Juncker que Europa debe dejar de centrarse en la austeridad «que lleva al estancamiento».