El
rescate de Bankia ya es récord
Necesitan
otros 23.800 millones de dólares
Se
sumará a los 5.600 millones ya inyectados
Agencia
EFE, 26/05/2012
Madrid.– En lo
que amenaza con ser el rescate financiero más costoso de la
historia de España, y superando con creces las cifras
manejadas cuando se decidió su nacionalización, hace dos
semanas, el grupo financiero BFA–Bankia solicitó ayer al
Estado español una ayuda de 23.800 millones de dólares, que
se sumará a los 5600 millones ya inyectados en una primera
intervención.
La solicitud de
la asistencia pública fue adoptada por su consejo de
administración, dentro de un plan de recapitalización para
sacar adelante a Bankia y cuyo primer paso se dio el 9 de
mayo, cuando el gobierno de Mariano Rajoy anunció la
nacionalización de la entidad e inyectó los primeros 5600
millones de dólares para el rescate, con lo que pasó a ser
el primer accionista del cuarto banco del país.
El exorbitante
monto que pide Bankia aún debe ser aprobado por el gobierno,
el Banco de España y las autoridades europeas.
La nacionalización
se realizó después de que una auditoría consideró que
Bankia, primera institución del país en riesgo inmobiliario,
tenía sobrevalorado su patrimonio en 4.400 millones de dólares.
De los 23.800 millones de ayuda pública, la mayor parte
corresponde a la cartera inmobiliaria, con unos 16.000
millones, cifra a la que se suman unos 6.900 millones de dólares
en saneamientos a los que deberá hacer frente en el resto de
la cartera crediticia si empeora la situación financiera.
El monto del
rescate es superior a lo que se esperaba y a los 19.000
millones de euros que el ministro de economía, Luis de
Guindos, dijo que el Estado aportaría a todo el sector
bancario. Pese a lo elevado del auxilio que reclama Bankia, el
gobierno conservador de Mariano Rajoy se niega a pedir apoyo
al fondo de rescate europeo. La vicepresidenta, Soraya Sáenz
de Santamaría, volvió a negar ayer esa alternativa, una
postura que respalda incluso el líder de la oposición, el
socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.
Punto de
referencia
Como medida
preventiva, la cotización de las acciones de Bankia fueron
suspendidas ayer en la Bolsa de Madrid, diez meses después de
su entrada al parqué madrileño, el 20 de julio de 2011. En
ese momento, su presidente Rodrigo Rato, ex ministro de Economía
y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, afirmó
que la entrada a la Bolsa era "un punto de referencia
para el sector bancario español".
Pero un año
después, Rato tuvo que dimitir, la cotización del título se
derrumbó un 40% con respecto a su precio de salida de 3,75
euros, y, con el rescate, "Bankia va a ser prácticamente
pública", reconoció la entidad financiera.
Según Daniel
Pingarrón, analista de la agencia de corretaje IG Markets, el
gobierno podría unir a Bankia otras dos cajas de ahorros
intervenidas, Novacaixagalicia y CatalunyaCaixa, para crear
"lo que supondría el mayor banco público de la historia
de España", para sanearlo y revenderlo después.
Bankia es la
octava entidad financiera que se nacionaliza desde 2009 a
causa del estallido de la burbuja inmobiliaria. Los bancos y
cajas de ahorro españoles tienen cerca de 375.000 millones de
dólares en créditos y activos inmobiliarios adjudicados por
el impago de deudas.
Gracias a la
nueva inyección de dinero, "el Grupo BFA–Bankia llevará
a cabo un plan de saneamiento y recapitalización que le dotará
de una solvencia acorde con los requerimientos regulatorios y
con un eventual deterioro del escenario macroeconómico",
afirmó el banco en un comunicado.
La solicitud de
la millonaria cifra de rescate coincidió con la difusión de
otra muy mala noticia para la devaluada economía española:
la agencia calificadora Standard & Poor's decidió ayer
degradar a "bono basura" la calificación crediticia
de cuatro bancos españoles, incluido Bankia. La agencia
precisó en un comunicado que pasa a considerar "bono
basura" las deudas de Bankia, Banca Cívica, Banco
Popular y Bankinter, mientras que el Banco Financiero y de
Ahorros (BFA), que ya tenía esa calificación baja un escalón,
hasta "B+".
El
presidente de Bankia recalca que el capital
público no es ayuda y no piensan regresarlo: “no son
ayudas, no hay que devolverlas”
Ya
nadie cree en las cuentas de la banca española
Los
“activos tóxicos” superarían los 40.000 millones de
euros
Por
Amanda Mars
El País, 27/05/2012
Bankia tiene un
agujero de más de 23.000 millones de euros, sus “activos tóxicos”
del ladrillo superan los 40.000 milllones, una cartera de 10
millones de clientes, unos 20.000 trabajadores con el alma en
vilo y una cifra muy redonda de responsables por el fiasco:
cero. Ninguno.
La entidad pidió
el viernes el mayor rescate financiero de la historia de España
y culminó así una semana aciaga en los mercados, con el
riesgo país en máximos históricos y la Bolsa en niveles de
hace nueve años. Lo voluminoso de estas ayudas abona el
riesgo de que Madrid tenga que pedir auxilio europeo para
insuflar capital a sus bancos, algo de lo que el Gobierno no
quiere oír hablar. Este es el escenario en el que el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se presentó en la
cumbre informal del pasado miércoles en Bruselas e intentó
ganar apoyos para que el Banco Central Europeo (BCE) calme la
tensión. Por más reformas y ajustes que apruebe el
Ejecutivo, “si las deudas públicas no se pueden sostener,
tenemos un problema”, advirtió.
No ha lugar
al concepto devolver
España va a
necesitar mucho dinero a corto plazo. Ayer el presidente de
Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, recalcó que los fondos públicos
que recibirá no pueden considerarse ayuda porque no será vía
préstamos sino ampliaciones de capital, así que no ha lugar
al concepto devolver. “Es capital y no hay que hablar de
devolver nada, sino de crear valor para los accionistas”,
apuntó en la rueda de prensa en la que presentó el plan de
capitalización. Insistió al ser repreguntado: “No son
ayudas, ni aportaciones a fondo perdido, y será
responsabilidad de los gestores crearles valor”.
La cuestión es
si esa recuperación de valor será posible en el plazo de
tres años que teóricamente estaba fijado para que el fondo
de rescate bancario (el FROB) salga del capital de las cajas
intervenidas. El grupo nacido de la fusión entre Caja Madrid
y la valenciana Bancaja, junto con otras cinco pequeñas
entidades, ha pedido al Estado 19.000 millones de capital que
se suman a los 4.465 millones ya inyectados: casi 23.500
millones. El equipo de Goirigolzarri ha llegado a la cifra
después de analizar las tripas de la entidad y aflorar 13.000
millones más en créditos tóxicos —de los cuales 9.700
corresponden al sector del ladrillo— tras pasar revista a
muchos activos que hasta ahora se consideraban sanos. Con ese
último cálculo, ya suman más de 40.000 millones los activos
tóxicos en BFA, matriz de Bankia. También se ha ajustado él
valor de otros créditos y activos ya adjudicados (inmuebles
embargados).
Sin consenso
político
No hay consenso
político en este proceso. El PSOE “no avalará la aportación
de un euro más de dinero público en Bankia sin saber lo que
ha pasado, de quién es la culpa y cómo se va resolver”,
advirtió ayer el líder de los socialistas, Alfredo Pérez
Rubalcaba. De momento, el Gobierno ha evitado que los antiguos
gestores de Caja Madrid y Bancaja comparezcan en el Congreso.
Sí que ha pedido hacerlo el propio gobernador del Banco de
España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuyo papel está
ahora en tela de juicio.
Goirigolzarri
eximió de responsabilidad a Rodrigo Rato, expresidente de
Bankia, y defendió que este llegó a la entidad en momentos
“tremendamente convulsos”, con cambios regulatorios, y
pilotó la difícil fusión y la salida a Bolsa de la entidad.
No se refirió a Miguel Blesa, que gestionó Caja Madrid
durante 13 años, antes de que Rato le relevara en 2010. “No
vengo a depurar responsabilidades”, dijo, y llamó a la
prudencia a la hora de emitir juicios porque, recalcó, las
necesidades de recapitalización no se deben a nada más que
“al deterioro de los activos y los cambios regulatorios”,
que han subido las exigencias de cobertura a los bancos ante
posibles impagos.
El ministro de
Economía, Luis de Guindos, tampoco se mostró en el Congreso
muy interesado en las responsabilidades: “Ahí está la
Fiscalía, yo no tengo vocación de ángel vengador, cuando
uno vuelve la vista atrás se vuelve una figura de sal”, se
despachó Guindos, exresponsable de Lehman Brothers para España
y Portugal.
La
recapitalización del cuarto grupo bancario español se
ejecutará mediante una ampliación de capital de BFA que
suscribirá el Estado. De los 19.000 millones adicionales,
12.000 irán a parar a Bankia mediante otra ampliación, esta
con derecho de suscripción preferente para los accionistas ya
existentes, pero garantizada por el Estado. El proceso acabará
en otoño. Son cifras mareantes, pero alguna referencia
permite hacerse una idea de la magnitud: esos 23.500 millones
de rescate público representan cuatro veces el presupuesto público
en investigación.
El nuevo patrón
de Bankia presentó la petición al FROB y al Banco de España
el miércoles y el jueves le dieron luz verde. Los 19.000
millones extra duplican los 9.700 millones que había pedido
Rato y cubren casi todos los vencimientos de deuda mayorista
de Bankia hasta el final de 2014.
Con los
saneamientos planteados, la tasa de cobertura sobre la cartera
crediticia total es del 13,1% y del 44,5% en el crédito
inmobiliario. La entidad ha reforzado su red de seguridad ante
impagos no solo en créditos vinculados al ladrillo, sino
también hipotecas de particulares o de empresas no
inmobiliarias. Supera las exigencias de la última normativa
del Gobierno, de mayo, por lo que Goirigolzarri confía en no
llevarse sorpresa alguna en las auditorías que dos firmas
internacionales preparan sobre todo el sector.
Ya nadie cree
en las cuentas de la banca española
Eso es lo que
dispara las alarmas de los mercados, que hace tiempo que
dejaron de creer en las cuentas de la banca española. El
presidente de Bankia advirtió en su presentación a los
analistas que la entidad “es muy específica, sus niveles no
son extrapolables al resto”.
El FMI identificó
un 30% del sector financiero español vulnerable, que ya está
intervenido por el Estado o ha recibido ayudas del FROB, y
Bankia representa el grueso de este grupo problemático porque
representa alrededor del 10% de la industria. El grupo
reformuló sus cuentas de 2011 y los 305 millones de
beneficios declarados en su día se tradujeron en una pérdida
de 2.979 millones. En su memoria, la entidad se justifica ante
sus accionistas y dice que el folleto informativo contenía
avisos sobre los riesgos. Podrán justificarse en persona el
29 de junio en Valencia, en la junta de accionistas.
Tras la dimisión
y relevo del Consejo de Administración, el nuevo equipo debe
preparar el plan estratégico, que presumiblemente conllevará
cierres de oficina y reducción de empleo. También venderá
sus participaciones en empresas (Bankia es accionista de
Iberia–British, Realia o Iberdrola, entre otras).
Goirigolzarri
señaló que no prevé convertir en capital las
participaciones preferentes (un producto de inversión muy
complejo en el que han quedado atrapados miles de pequeños
inversores), pero aseguró que la búsqueda de una solución
es su prioridad. Aclaró que no se plantea fusionar BFA con
Bankia. Ni una palabra dijo sobre la posibilidad de un rescate
europeo o la idea de unir Bankia con otras entidades
nacionalizadas: Catalunyacaixa, Novagalicia Banco y Banco de
Valencia. Quiso dejar claro que Bankia “es una buena
franquicia” y su proyecto no es otro que convertirlo en un
banco “sólido, eficiente y rentable”. Los que sí se
pronunciarán sobre toda esta ensalada de cifras e
incertidumbre serán los mercados. España inicia el lunes
otra semana al rojo vivo.
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