Grecia

Elecciones de Grecia el domingo 17

Votar contra el hambre y el desempleo, por un gobierno obrero
y popular, y por la ruptura con la eurozona y la UE

Por Claudio Testa
Socialismo o Barbarie en la web, 15/06/2012

El próximo domingo 17 de junio se volverán a realizar elecciones parlamentarias en Grecia. Como se recordará, la votación del pasado 6 de mayo, significó un comienzo de derrumbe del bipartidismo tradicional del Pasok (socialdemócratas) y Nueva Democracia (conservadores), y, también, globalmente, un repudio a los planes de hambre impuestos por la “troika” de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI. Pero, al mismo tiempo, los resultados de estas elecciones, al pasar por las triquiñuelas constitucionales, no se tradujeron en una mayoría parlamentaria capaz de formar gobierno.[[1]]

Lamentablemente, este impasse en las alturas no fue roto ni superado por la movilización de las masas trabajadoras, juveniles y populares. Esto llevó a la repetición de las elecciones parlamentarias el domingo próximo.

No es exagerado decir que, tanto en Europa como en el resto del mundo, se están aguardando los resultados del próximo domingo, conteniendo la respiración.

En primer lugar, están en tela de juicio la continuidad total o parcial esos “Memorándums y “paquetes” de austeridad que han llevado al país a la ruina, en beneficio de la banca alemana y francesa.

Pero además, en medio de la crisis europea, Grecia ha venido marcando un nivel cualitativamente superior no sólo de rechazo masivo a los monstruosos planes de hambre de la UE, sino también de radicalización política. En Grecia ha comenzado a deteriorarse, como en ningún otro país europeo, la estafa de la alternancia “centro-derecha/centro-izquierda”, que ha permitido al gran capital aplicar siempre el mismo programa de gobierno, cambiando sólo el color de los títeres que circunstancialmente lo llevan adelante. En Grecia, ha surgido la peligrosa y lógica tendencia a radicalizarse, a ir a los extremos.

Todo esto pone en cuestión no sólo los las medidas de “austeridad” impuestas a Grecia, sino también la supervivencia del euro y de la misma Unión Europea.

La votación del próximo domingo

Los resultados de la votación del próximo domingo no son de fácil pronóstico. No está claro si se repetirá el impasse de mayo, o si finalmente habrá un vuelco hacia alguno de los dos partidos más votados el mes pasado, los conservadores de “Nueva Democracia” (con sus aliados) o hacia Syriza (Coalición de la Izquierda Radical).

Sobre el pueblo griego se ha desatado una campaña de chantaje infame. Llueven las amenazas de gobiernos, funcionarios y charlatanes mediáticos, exigiéndole que se ponga de rodillas y “vote bien”.

Sea desde Berlín, con la brutalidad que caracteriza al imperialismo alemán, o desde París, con los buenos modales socialdemócratas de Monsieur Hollande, el ultimátum es el mismo. ¡Que no se atrevan a cuestionar un pelo de los Memorándums y “paquetes”, o le lloverá el fuego del infierno!

No es posible saber hasta qué punto este chantaje tendrá éxito. Un flanco débil en ese sentido, es que las elecciones se realizan en medio de una desmovilización de las masas trabajadoras y juveniles. Una desmovilización de la que son responsables, por un lado, las burocracias de las centrales sindicales (mayoritariamente afines al Pasok y Nueva Democracia); pero también, por el otro lado, la fuerza de izquierda que polarizó el voto de protesta –Syriza–, cuya actividad se limita exclusivamente al terreno electoral-parlamentario.

Sin embargo, pese a este factor adverso, la campaña terrorista de la burguesía europea y sus gobiernos puede ser un boomerang, con efectos opuestos a los esperados. Una señal que apunta en ese sentido, ha sido la ola de indignación que ha recorrido Grecia esta semana por un editorial-ultimátum del “Financial Times Deutschland”. Desde Berlín, y en tono de sargento de la Gestapo, se intima a los griegos a votar “sólo por los partidos que acepten los términos de los acreedores internacionales”.[[2]]

Por un voto de salida del euro, de ruptura con la UE, y por un gobierno obrero y popular

Desde Socialismo o Barbarie, pensamos que el voto de las masas trabajadoras, juveniles y populares de Grecia debería ser claramente lo opuesto a ese ultimátum de Berlín: un voto categórico de ruptura con la UE, de salida del euro, y por un gobierno obrero y popular que repudie el pago de la deuda pública, expropie los bancos, nacionalice el comercio exterior y las principales empresas, y establezca el control democrático de los trabajadores sobre la producción y la administración del país.

Esta opción revolucionaria, sería además la única alternativa realista al hambre, el desempleo y la esclavitud a esos “acreedores internacionales” que constituyen la Unión Europea.

Lamentablemente, Syriza, la coalición que seguramente volverá a ser el sector de izquierda más votado el domingo, no alienta semejante programa. Sostiene por el contrario una utopía irrealizable, la de reformar la UE, a la que considera esencialmente progresiva sólo que “pervertida” por el neoliberalismo de la Merkel; postula además seguir en la maravillosa zona del euro.

Syriza prometió repudiar unilateralmente los Memorándums pero, a partir de allí, abrir una negociación sobre el resto, en primer lugar, sobre la deuda pública, todo esto en el marco  de presentarse como campeones del “europeísmo”, defensores incondicionales de la UE y del euro. ¡Tsipras peregrinó a Alemania y Francia para mostrarse como el más ferviente patriota de la Unión Europea!

Pero ni en Berlín, ni tampoco en París, se han conmovido los duros corazones de los verdaderos propietarios de la UE. Hasta ahora, tampoco ha dado otro resultado el riesgo objetivo de que una expulsión de Grecia de la eurozona y/o la UE, podría ser el inicio de una reacción en cadena de disgregación.         

Por el contrario, mientras Berlín y París no se han movido un milímetro, han sido Tsipras y Syriza los que se han corriéndose notoraimente a posiciones cada vez más negociadoras. Así, de fórmulas que podían entenderse como de nacionalización de la banca, se pasó a hablar de “control público”, etc., etc.

Esta “evolución” de Syriza no puede sorprendernos: es clásica del reformismo. La principal fuerza que integra Syriza –Synaspimós– es parte orgánica del reformismo europeo. Junto con el Parti de gauche de Mélenchon, el PCF, Die Linke de Alemania, IU de España y otras fuerzas, conforma el Partido de la Izquierda Europea, que es tan devoto de la UE y el euro como Ángela Merkel.

¡Y precisamente la crisis europea en general y la catástrofe de Grecia en particular, ponen objetiva y radicalmente en cuestión a la UE y al euro! Hablar de terminar con los Memorándums y planes de hambre, y, al mismo tiempo, de seguir tranquilamente en la UE y el euro, es una contradicción insalvable: o se hace una cosa o la otra.

En esta elección, como en cualquier otra situación de la lucha de clases, los revolucionarios debemos decir a los trabajadores la verdad, por más dura y “desagradable” que ella sea. En este caso, ante todo, hay que alertarles que acabar con los Memorándums y paquetes de hambre, y simultáneamente seguir en la UE y el euro, son cosas que se concilian fácilmente en los discursos de Tsipras pero no en la realidad.

Teniendo en cuenta esta situación, creemos que en el cuadro de la izquierda griega hay que apoyar críticamente a Antarsya (Frente de la Izquierda Anticapitalista), del cual forma parte la OKDE-Espartakos, que es la sección oficial griega de la IV Internacional (SU).

Más allá de algunos puntos de sus análisis en relación a la Unión Europea y a la ubicación en ella de Grecia que pueden ser discutibles, creemos que centralmente los compañeros aciertan en poner en primer plano el carácter de clase de la UE, sus funciones como coalición de las burguesías europeas contra las masas trabajadores, y el papel que juega el euro en ese contexto. Coincidimos en que combatir el mito del carácter “progresivo” de las “instituciones europeas”, debe ser una tarea central de los revolucionarios del continente. La crisis la pone al rojo vivo, porque son las “instituciones europeas” y sus “tratados” –la Comisión de Bruselas, el BCE, el TSCG, el MES, el Tribunal de Justicia, etc.– los grandes garrotes para imponer a palos la austeridad. Son el “frente único” de los capitalistas europeos para arrancar de raíz lo que queda del “estado de bienestar” y de las conquistas históricas del proletariado del continente.[[3]]

Digamos finalmente, que son lamentables las posiciones de apoyo a Syriza que expresan sectores que se dicen “anticapitalistas” e incluso hasta “revolucionarios”, pero que pierden la chaveta (y la brújula) ante cualquier éxito electoral. Uno de los más absolutos e incondicionales ha sido el del Comité Ejecutivo de la misma IV Internacional, de la que la OKDE-Espartakos es “sección oficial”. Sin consulta alguna con su “sección oficial”, han dado una declaración de apoyo a Syriza, que además le atribuye falsamente posiciones mucho más radicales de las que tiene realmente.[[4]]

Las elecciones griegas, dada la situación del país y de Europa, podrían tener una importancia trascendental. Precisamente por eso, lo mejor que pueden hacer los socialistas revolucionarios es no marearse por las nubes de votos, que el viento puede llevar de un lado al otro. En una situación que amenaza ser de agudización de la lucha de clases y de radicalización política, más que nunca son imprescindibles para los revolucionarios, la claridad de los programas y la política.    


[1].- Para un análisis detallado de estas elecciones, ver "Los trabajadores y el pueblo votaron contra el hambre y la miseria del ‘Memorándum’ y los paquetes impuestos por la UE”, declaración de Socialismo o Barbarie internacional, 09/05/2012.

[2].- "Press Watch", Athen News, June 15, 2012.

[3].- Ver artículos en www.socialismo-o-barbarie.org, edición del 10/06/2012

[4].- Otras organizaciones, como el caso del PO (Partido Obrero) de Argentina, terminan en lo mismo –el apoyo a Syriza–, pero tratando de moderarlo mediante un trabalenguas que sólo ellos entienden.