Uruguay:
el gobierno “progresista” vetó el derecho al aborto
Tabaré
Vázquez: de “progre” a “inquisidor”
Por
Ana Vázquez
Socialismo o Barbarie, periódico, 21/11/08
“El
que avisa no es traidor”, dice el refrán y el Presidente
de Uruguay, Tabaré Vázquez, al poco tiempo de asumir su
mandato, a principios del 2006, anunció que vetaría
cualquier ley que despenalizara el aborto en su país y llegó
hasta amenazar al Congreso con “disolverlo” si aprobaba
una resolución favorable, cuando desde la bancada del
Frente Amplio se desempolvó un viejo proyecto archivado en
el 2002.
Fiel
a su palabra y a su posición, el 13 de noviembre pasado,
cuando el Congreso ya había sancionado una ley de Salud
Sexual y Reproductiva en la que el punto que dividía aguas
era el que despenalizaba el aborto realizado dentro de las
12 semanas de gestación, la vetó. Lo acompañó en la rúbrica
de esta decisión su ministra de Salud, María Julia Muñoz.
Se
agudizaron las tensiones
Si
diputados y senadores osaran contrariar la decisión
presidencial, deberán reunir los 3/5 de ambas Cámaras en
Asamblea General para poder volver a votar e intentar lograr
la mayoría.
Pero
más allá de las instancias legislativas, el Presidente no
pasó por encima solamente de una ley sancionada por las Cámaras,
sino también por sobre la opinión mayoritaria de la
población que, según varios sondeos, entre ellos uno de la
consultora Factum y otro de la organización MYSU (Mujer y
Salud en Uruguay) apoya entre un 60% y un 70% esta medida.
La
mayoría de los legisladores que responden al partido del
Presidente, el Frente Amplio, impulsaron la iniciativa;
también hubo votos favorables de los opositores partidos
Colorado y Nacional, amenazas de bombas de los “defensores
de la vida”, marchas organizadas por la Iglesia y... la
sacrosanta excomunión del arzobispo de Montevideo, Nicolás
Cotugno, a todos los que votaran el proyecto.
Esta
batalla política dada dentro de las paredes del recinto de
la democracia burguesa expresaba una aguda tensión política
en la sociedad.
Porque
la realidad que golpea crudamente es que 30.000
intervenciones de este tipo se realizan en el país y el 25%
de las muertes maternas se deben a esta causa.
Por
la movilización masiva para imponer la ley
Luego
del veto presidencial, manifestantes salieron a repudiarlo.
“Centenares de personas se concentraron en
la céntrica plaza de Cagancha y cortaron el tránsito por
la avenida 18 de Julio, la principal de la capital, para
protestar contra la decisión presidencial. La manifestación
fue convocada por la Coordinadora de Organizaciones
Sociales, que agrupa a varias entidades partidarias de la
despenalización del aborto y encabezada por un gran cartel
que decía: ‘No al veto’. Otras pancartas expusieron
mensajes como: ‘Tabaré: a las mujeres de izquierda, tu
veto nos avergüenza’. Los manifestantes, entre los que se
encontraban al menos dos senadores oficialistas -Mónica
Xavier y Alberto Couriel-, golpearon sus palmas y corearon
consignas tales como: ‘Plebiscito”’ (para definir la
despenalización del aborto), ‘Estado laico’ y ‘Somos
democracia, no somos monarquía’.
“En la
resolución, Vázquez indica que en países que se ha
liberalizado el aborto, éstos han aumentado. En los Estados
Unidos, en los primeros diez años, se triplicó y la cifra
se mantiene; la costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en
España...
El
senador Sergio Abreu, del Partido Nacional, el principal de
oposición y que se ha opuesto a la iniciativa, fustigó la
ley porque viola el derecho internacional que ha
suscrito Uruguay en defensa de la vida.” (El Universo
de Montevideo, 14/11/08)
Lo de la
excomunión de los legisladores se puede solucionar con
confesiones y sermones, pero esta aguda tensión política
no va a ser resuelta ni con una instancia democrática
distinta como sería plebiscito (como sostienen los
defensores desde el Frente Amplio y dentro de ellos los
integrantes del Partido Comunista). Más allá de que se lo
pueda utilizar para desarrollar una fuerte campaña en la
población para ganarlo, la resolución a este agudo
problema social no está en las formas legales que usemos
(aunque hay que aprovechar todas), sino en la fuerza y la
masividad de la movilización de las mujeres, jóvenes y
población en general que ponga la soga al cuello al
gobierno y su corte de súbditos hasta arrancarle esta
reivindicación. Esa es la apuesta para poder avanzar y que
no arrebaten este derecho que las mujeres uruguayas tuvieron
casi en sus manos.
Por
el derecho a la vida de la mujer
Las
argumentaciones difundidas en el comunicado oficial se
refieren al aborto como una costumbre, como si fuera igual a
jugar al fútbol o tomar mate. Si millones de mujeres se ven
empujadas a practicarlo, no es ni más ni menos porque no
tienen otra salida frente a una sociedad que les corta el
camino hacia una vida sexual y familiar sin violencia, una
contraconcepción segura, una atención médica adecuada y
una libertad para decidir sobre su maternidad. Por eso en
esta sociedad capitalista que hoy vivimos, de condiciones
terribles de opresión de la mujer, trabajadora y pobre, la
pelea por este derecho es una pelea para poder vivir. Está
en nuestras manos defenderlo.
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