Haití

Entre el cólera, la violencia y sospechas
de fraude, vota Haití

Agencia ANSA, 28/11/10

Puerto Principe.– Azotada por una epidemia de cólera y mientras persisten los efectos del devastador terremoto que causó 250.000 muertos en enero pasado, Haití elegirá hoy a su nuevo presidente, que tendrá la difícil misión de intentar reconstruir al país más pobre del continente.

La rápida difusión de la epidemia de cólera, que, según cifras oficiales, ya dejó 1648 muertos, no detendrá el desarrollo de las elecciones presidenciales, aseguró Edmund Mullet, jefe de la misión de la Organización de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah).

En ese marco, y bajo un tenso clima de violencia y sospechas de fraude, 4,7 millones de haitianos están llamados a elegir el nuevo gobierno. Miles de ciudadanos esperaban ayer en largas filas la entrega de sus tarjetas de identidad, a pocas horas del cierre de las oficinas de distribución de los documentos, indispensables para poder votar hoy.

De los 19 candidatos a la presidencia, los dos favoritos para llegar a un ballottage son el oficialista Jude Célestin –promovido por el actual mandatario, René Préval– y la ex primera dama Mirlande Manigat, de 70 años, esposa del ex presidente Leslie Manigat, destituido por un golpe de Estado en 1988.

La última encuesta difundida por la oficina de Investigación Informática para el Desarrollo Económico y Social señala que Manigat lidera la intención de voto con el 36% de las preferencias, mientras que Célestin le sigue con un 20,2%.

El tercer lugar lo ocupa Michel Martelly, un popular cantante conocido como Sweet Micky, seguido por el notario Jean–Henri Céant y el empresario Charles–Henri Baker.

Para ganar en primera vuelta, se necesita el 50% de los votos y, dada la actual dispersión de las intenciones, se dificulta prever de qué manera se dividirán los sufragios de los otros candidatos en una eventual segunda vuelta. Ayer, Manigat y Martelly volvieron a expresar sus sospechas de fraude durante el escrutinio para favorecer a Célestin.

En los comicios, los haitianos también deberán elegir la renovación de 11 de los 30 senadores y los 99 miembros de la Cámara de Diputados.

Los recientes choques entre manifestantes y fuerzas de paz de la ONU en Puerto Príncipe y la norteña ciudad de Cap Haïtien agravaron la situación en el país, que tiene muchos hospitales saturados y a 1,5 millones de personas viviendo en campos de refugiados. Muchos haitianos creen que las fuerzas de la ONU de Nepal fueron las responsables de importar el virus del cólera a la isla.

Enfrentamientos

En medio de un creciente clima de violencia por la grave situación del país, anteanoche, el candidato Martelly salió ileso de un atentado con armas de fuego. Según su vocera, un grupo de hombres disparó varias ráfagas de ametralladora en dirección hacia Martelly, que se encontraba en medio de una multitud en la localidad de Les Cayes, donde murió una persona y varias fueron heridas.

Además, en Beaumont (sudoeste), dos personas murieron ayer en un enfrentamiento entre simpatizantes de Célestin y de Baker.

Pese a algunos pedidos para posponer las elecciones por la situación sanitaria del país, la ONU decidió seguir adelante con el proceso. "La epidemia empeorará y aún no hemos alcanzado la cresta de la enfermedad. Si no realizamos las elecciones ahora, ¿entonces cuándo?", advirtió Mullet.

Por su parte, el vicedirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jon Andrus, estimó que por "la naturaleza explosiva de esta epidemia", el cólera podría llegar a afectar "hasta 200.000 personas en los próximos tres meses".


La comisión para la reconstrucción sólo ha recibido un 2% de la ayuda prometida

Haití vota devastado y enfermo de cólera

El Periódico, 28/11/10

Puerto Príncipe (Agencias).– Por los suelos, entre escombros y enfermo de cólera, Haití vota hoy a su futuro presidente. Debe ser el presidente de la reconstrucción sobre el que recaerá la ingente labor de poner a funcionar nuevamente un país devastado por el terremoto del pasado 12 de enero y apuntillado ahora por la epidemia. Los haitianos renovarán también todo el Parlamento y dos terceras partes del Senado.

El rompecabezas haitiano hoy, de una complejidad que lo hace único, está integrado por multiples piezas que no pueden deslindarse entre sí. Cuando la tierra tembló provocó 230.000 muertos y dejó a un millón y medio de personas viviendo hacinadas en campos de desplazados donde garantizar el agua potable y ordenar las deposiciones de tantas personas hacinadas es un reto diario. Pero a juzgar por cómo la comunidad internacional se llenó la boca con cifras llenas de ceros destinadas a reconstruir la isla, los campos de desplazados eran solo una solución temporal.

Sin embargo, a los 10 meses, de los 5.300 millones de dólares comprometidos por los donantes para los dos primeros años –hasta 9.900 millones en tres años–, la comisión interina para la reconstrucción de Haití solo ha recibido cerca de un 2%. Una comisión interina, integrada por donantes y el Gobierno de Haití, que, por otra parte, se ha reunido solo tres veces en ocho meses (la última, por videoconferencia).

Así, el millón y medio de personas desplazadas en campos no solo no han sido reubicadas sino que, de seguir así, vivirán en condiciones de máxima insalubridad durante mucho tiempo. Es un terreno abonado para el cólera que ya ha matado a más de 1.600 personas y amenaza potencialmente a 200.000.

Los haitianos pierden la paciencia y la confianza en la comunidad internacional representada por la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah). No solo no perciben mejora ninguna en su día a día sino que además sostienen que los cascos azules nepalís les han llevado el cólera. Una acusación desmentida por las Naciones Unidas que, sin embargo, ha provocado los brotes violentos repetidos durante la última semana.

La sospecha de fraude masivo planea sobre las elecciones

Entre sospechas de fraude y pocas esperanzas de poder cambiar una historia aciaga, más de cuatro millones y medio de haitianos están convocados hoy a las urnas para elegir un nuevo presidente, los 99 legisladores de la Cámara de Diputados y 11 de los 30 miembros del Senado. Son los nuevos políticos que tendrán que administrar el caos y la reconstrucción con las ayudas pendientes. En estas condiciones, hasta el jefe de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), Edmond Mulet, al frente de 12.000 cascos azules, se conforma con lograr «un proceso electoral creíble».

Lemas simplistas

La campaña electoral, con lemas simplistas, mensajes a los teléfonos móviles y un par de atentados, el último ayer, reflejó la historia convulsa de corrupción y golpes de Estado que pesa sobre el país. La duda, hoy, vuelve a estar entre la «continuidad» y la «ruptura». Apadrinado por el presidente saliente, que además es su suegro, Jude Celestin tiene todas las cartas en la mano para que el partido Inité siga en el poder. Preval lo puso al frente del organismo de reconstrucción tras el terremoto y ha podido hacer su campaña en helicóptero. Su eslogan es «100% Haití». Pero en las calles se dice de él: «Celestin es el cólera».

Por eso las encuestas dan un porcentaje ligeramente mayor a la exprimera dama Mirlande Manigat, que propone romper con la «incompetencia» y la «corrupción» de los últimos 20 años y esgrime el lema “Todos estamos de acuerdo”. El duelo está entre ellos dos, aunque el candidato más popular y tercero en discordia es el cantante Michel Martelly; a falta del rapero Wycleff Jean, cuya candidatura fue rechazada porque vive en Nueva York.

«Votos fraudulentos»

Sin un censo fiable y con el recuerdo de anteriores elecciones amañadas, hasta los directivos del registro electoral temían que haya «fraude por todas partes». La opositora Manigat dijo incluso estar al corriente de que «medio millón de votos fraudulentos están almacenados para ser utilizados en 500 oficinas electorales» a favor del oficialista Celestin. Y también el outsider Martelly –asesorado por el especialista español Antonio Sola– afirmó: «Es una certeza, esta elección no será creible. Habrá fraude masivo».