Israel,
no Iraq, tiene el honor de ser el primer país de la zona
que ha utilizado
armas de destrucción masiva con propósitos
genocidas
Restos
de veneno
Por
Salman Abu-Sitta
Al
Ahram, 27/02/03
Rebelión,
26/12/07
Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
En
un momento en que las pantallas de televisión están
repletas de imágenes de armas de destrucción masiva
descubiertas en Iraq entre personas que están a punto de
morir de hambre, occidente hace la vista gorda ante el
primer terrorista biológico de Oriente Próximo, Israel,
donde se sitúa el mayor depósito de armas de destrucción
masiva entre Londres y Pekín.
Al
tener que enfrentarse a esta anormalidad, el embajador de
Estados Unidos ante la ONU, John Negroponte, responde con el
cinismo típico: “Israel no usó estas armas contra su
pueblo o los vecinos”. Dando por hecho que el embajador
está bien informado, esta afirmación es una flagrante
mentira. Israel utilizó armas biológicas incluso antes de
ser creado sobre tierra árabe en 1948 y las utiliza ahora.
Según Ben Gurion, el propósito es genocida y aunque no se
haya logrado, el objetivo es impedir retornar a sus casas a
los palestinos desposeídos.
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La
mansión de Shukri Al-Taji que se convirtió en el
IIBR, el centro
de terrorismo biológico |
ENVENEMIENTO
DEL SUMINISTRO DE AGUA DE ACRE: Tras la ocupación
de Haifa por los sionistas el 23 de abril de 1948, bajo las
narices de las tropas del Mandato británico encomendadas al
general Stockwell, un hombre que sigue desacreditado históricamente
por su fracaso, miles de personas acudieron a Acre, una
ciudad cercana que todavía era árabe y estaba bajo la
“protección” del ejército británico.
Acre
iba a ser el siguiente objetivo sionista. Estos asediaron la
ciudad desde tierra y empezaron a lanzar sobre la población
día y noche una lluvia de bombas de mortero. Famosa por sus
murallas históricas, Acre pudo aguantar el asedio durante
mucho tiempo. El suministro de agua de la ciudad llegaba a
través de un acueducto desde una ciudad cercana, Kabri,
situada a unos 10 kilómetros al norte. Los sionistas
inyectaron tifoidea en un punto intermedio del acueducto a
su paso por asentamientos sionistas.
Hoy
se puede contar esta historia gracias a que ahora, 50 años
después de los hechos, se pueden consultar los archivos del
Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC, por sus siglas
en inglés). Una serie de informes, con la referencia G59/1/GC,
G3/82, enviados por el delegado del ICRC, de Meuron, desde
el 6 hasta aproximadamente el 19 de mayo describen las
condiciones de la población, atacada por una repentina
epidemia de fiebre tifoidea, y los esfuerzos para
combatirla.
De
particular importancia fueron las actas de una reunión de
emergencia celebrada en el Hospital de la Cruz Roja Libanesa
de Acre el 6 de mayo para hacer frente a la epidemia de
tifus. A la reunión asistieron el general de brigada
Beveridge, jefe de los servicios médicos británicos, el
coronel Bonnet del ejército británico, el dr. Maclean de
los servicios médicos, de Meuron, delegado del ICRC, además
de otros altos cargos de la ciudad. En las actas se afirmaba
que hubo al menos 70 víctimas civiles reconocidas y puede
que otras no se registraran. Se determinó que la infección
“se transmitió a través del agua”, y no se debió a la
superpoblación de la ciudad o a la falta de higiene, como
afirmaban los israelíes. Se decidió que el suministro de
agua sustituto debería proceder de los pozos artesianos o
de la explotación agrícola, justo al norte de Acre, y no
del acueducto. Se utilizó cloro, se empezó a vacunar a la
población civil, se controlaron los movimientos de la
población civil (para que los refugiados que se dirigían
al norte, hacia Líbano, no llevaran con ellos la epidemia
de tifus, como pretendían los sionistas).
En
otros de sus informes, de Meuron mencionó 55 víctimas
entre los soldados británicos, que se esfumaron hacia Port
Said para ser hospitalizados. El general Stockwell encargó
a de Meuron que volara en un avión militar a Jerusalén
para conseguir medicinas. Los británicos, que habían
dejado Palestina en manos de los judíos, no querían que
otro embarazoso incidente retrasara su partida.
El
general de brigada dijo a de Meuron que “era la primera
vez que eso ocurría en Palestina”. Esto contradice la
versión israelí, incluyendo la del historiador israelí
Benny Morris, que sostiene que la epidemia se debió a
“las condiciones de falta de higiene” de los refugiados.
De haber sido así, ¿cómo se explica que hubiera una
cantidad casi igual de víctimas entre los soldados británicos?
¿Por qué esas condiciones no causaron epidemias en otras
concentraciones de refugiados, en condiciones mucho peores,
en Jaffa, Lydda, Nazaret y Gaza?
El
delegado del ICRC, de Meuron, admiró enormemente los
heroicos esfuerzos de los médicos árabes, los doctores Al-Dahhan
y Al-Araj del Hospital de la Cruz Roja en Acre, y el doctor
Dabbas y la doctora. Bahai de Haifa.
La
ciudad de Acre, que en aquel momento se encontraba bajo el
peso de la epidemia, fue fácilmente presa de los sionistas.
Estos intensificaron sus bombardeos. Camiones cargados con
altavoces proclamaron: “Rendíos o sucidiaos: Destruiremos
hasta al último de vuestros hombres”. Aquello no se
trataba de un recurso formal de la oratoria. En The
Palestinian Catastrophe Palumbo relata el caso “típico”
de Mohamed Fayez Soufi. Soufi fue con unos amigos a recoger
comida de sus casas en un barrio residencial nuevo de Acre.
Fueron capturados por soldados sionistas y obligados a punta
de pistola a beber cianuro. Soufi simuló que bebía el
veneno. Los otros no fueron tan afortunados y murieron en
media hora.
El
teniente Petite, un observador francés de la ONU, informó
de que el ejército estaba llevando a cabo saqueos sistemáticos
y que se llevaban los muebles, ropa y todo cuanto pudiera
servir a los nuevos emigrantes judíos y también como
“parte de un plan judío para impedir que los refugiados
retornaran a sus casas”. El teniente Petite también
informó de que los judíos habían matado a cien civiles árabes
en Acre, especialmente a quienes se negaban marcharse.
De
Meuron informó de más horrores. Hablo de “un reino del
terror” y del caso de la violación de una chica por parte
de varios soldados y el asesinato de su padre. También
relató que todos los ciudadanos varones fueron llevados a
campos de concentración y considerados “prisioneros de
guerra” a pesar de que no eran soldados. Esto hizo que
muchas mujeres y niños quedaran sin hogar, sin protección
y fueran presa de incontables actos de violencia. También
señala la ausencia de agua y de electricidad. Pidió a los
sionistas una lista de los detenidos como “prisioneros de
guerra”, pidió conocer su paradero y permiso para
visitarlos. Lo que es más importante, pidió que Acre
volviera a estar bajo la protección del ICRC y a su
cuidado. Cualquiera que lea el conocido lenguaje seco y
objetivo del ICRC no dejará de notar en los informes de de
Meuron desde Acre el tono de profundo aborrecimiento
respecto a las acciones sionistas.
Este
episodio, que empezó con el envenenamiento del suministro
de agua de Acre y acabó con el colapso de la ciudad, la
despoblación de sus habitantes y su ocupación por parte de
los judíos, abrió el apetito de estos últimos de volver a
intentar este crimen.
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1.
Localización del IIBR, 2. Este de Nabi Rubin, 3.
Oeste de Nes Ziona.
El IIBR estaba localizado a 500 metros al sur de la
confluencia de
las carreteras 4303 y 42.
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ENVENEMIENTO
DE GAZA: Al cabo de dos semanas de su “éxito”
en Acre, los sionistas atacaron otra vez. Esta vez en Gaza,
donde se habían reunido cientos de miles de refugiados
después de que fueran ocupados sus pueblos en el sur de
Palestina. Sin embargo, en este caso el final fue diferente.
El
siguiente telegrama fue enviado desde la comandancia de las
Fuerzas Egipcias en Palestina a los Cuarteles Generales en
El Cairo:
“15.20
horas, 24 de mayo [de 1948] nuestras fuerzas de inteligencia
han capturado a dos judíos, David Horeen y David Mizrahi,
merodeando por posiciones del ejército. Fueron interrogados
y confesaron que habían sido enviados por el agente Moshe
para envenenar el suministro de agua del ejército [y de la
población]. Llevaban dos botellas de agua divididas por la
mitad. La parte de arriba contenía agua potable y la de
abajo líquido contaminado con tifoidea y disentería, y
estaban equipadas un orificio en el fondo desde el que se
podía soltar el líquido. Confesaron ser miembros de un
fuerte equipo de 20 miembros enviados desde Rehovot con el
mismo propósito. Ambos escribieron su declaración en
hebreo y la firmaron. Hemos tomados las precauciones médicas
necesarias”.
En
el Diario de guerra de Ben Gurion encontramos la siguiente
entrada del 27 de mayo de 1948:
"[El
jefe del Estado mayor Yigel Yadin] recibió un telegrama en
el que se decía que habían capturado a unos judíos que
llevaban gérmenes de malaria y que se habían dado
instrucciones de no beber agua”. Esto es típico de la
oblicua escritura de la historia que hace Ben Gurion. Conocía
perfectamente el peso de la historia cuando se descubrían
semejantes crímenes. Los juicios de Nuremberg se habían
celebrado tres años antes. En el libro de Yeruham Cohen, In
Daylight and Night Darkness, Tel Aviv, 1969, pp 66-68 (en
hebreo) se relata más sobre los orígenes de este
telegrama.
Los
criminales fueron ejecutados tres meses después. El 22 de
julio de 1948, el Alto Comité Árabe [palestino] (AHC, por
sus siglas en inglés) presentó ante Naciones Unidas un
informe de trece páginas en el que acusaba a los judíos de
utilizar armas “inhumanas” y de haber emprendido una
guerra genocida contra los árabes por medio del uso de
bacterias y de gérmenes, desarrollados en laboratorios
construidos específicamente para ello. El informe también
acusa a los judíos (no se utiliza la palabra “Israel”)
de difundir el cólera en Egipto y Siria en los años 1947 y
1948. El premiado periodista Thomas J. Hamilton del New York
Times recogió la historia y la publicó el 24 de julio de
1948. La historia presenta ahora una nueva vuelta de tuerca
al añadirse Egipto y Siria al campo de operaciones judío.
CÓLERA
EN EGIPTO Y SIRIA: El verano de 1947 estuvo
repleto de actividad diplomática. El Comité Especial de
Naciones Unidas para Palestina (UNSCOP, por sus siglas en
inglés) se afanó en viajar por Palestina y los países árabes
para proponer la partición de Palestina de manera que a los
nuevos inmigrantes judíos a Palestina, que bajo el Mandato
británico sólo controlaban el 6% de Palestina, se les
diera un gran pedazo de Palestina (el 54% de ésta) para
establecer un Estado extranjero en el corazón de la tierra
árabe.
Los
árabes, todavía bajo la tutela británica, estuvieron
discutiendo cómo resistirse a este plan apoyado por
occidente de robarles su tierra. La fuerzas con las que se
las tenían que ver eran los países vecinos que tenían
fronteras comunes con Palestina. Líbano era débil. Trans-Jordania
todavía estaba controlada directamente por los británicos
y el rey Abdullah era conciliador con los judíos. Quedaban
Egipto, el país árabe más fuerte, y Sira, que
recientemente se había librado de las garras del Mandato
francés. Siria era el centro de la resistencia árabe a la
ocupación extranjera de Palestina. En Qatana se
establecieron centros de adiestramiento para preparar a
voluntarios árabes para entrar en Palestina bajo el
estandarte del “Ejército Árabe de Rescate”. Por
consiguiente, Egipto y Palestina eran los principales
objetivos.
En
su constantemente actualizado informe de 220 páginas
titulado “Bioterrorismo y Biocrímenes: El uso ilícito de
agentes biológicos desde 1900”, de febrero de 2001, el
dr. W. Seth Carus del Centro de Investigación por la No
Proliferación, Universidad de Defensa Nacional, Washington,
DC, figura el siguiente subtítulo en la página 87: “Caso
1947-01: Terrorismo "sionista" 1947-1948”.
En
esta sección afirma que los brotes de cólera en Siria y
Egipto recibieron una amplia atención de la prensa
internacional. El primer reportaje acerca del cólera en
Egipto se publicó el 26 de septiembre de 1947 en el Times
of London, página 4. En el momento de producirse los últimos
casos en enero de 1948 habían muerto 10.262 personas.
También
afirma que el brote en Siria fue mucho menor. Se limitó a
dos ciudades a unos 60 kilómetros al sur de Damasco, esto
es, cerca de la frontera con Palestina. El primer reportaje
se publicó en el New York Times del 22 de diciembre de
1947, página 5.
El
ejército sirio formó un cordon sanitaire y las víctimas
se limitaron a 44, incluyendo 18 muertos. Poco después el
periódico beirutí en lengua francesa, Orient, informó de
que habían sido arrestados varios agentes sionistas que habían
empleado el cólera para desbaratar la movilización del ejército
de voluntarios. Se desconoce cuál fue su destino.
Carus
afirma que estos incidentes, junto con el envenenamiento en
Gaza, fueron descritos en la queja del AHC ante Naciones
Unidas y cita el informe:
“Los
judíos planean utilizar este arma inhumana contra los árabes
en Oriente Próximo en su guerra de exterminio”.
Carus
añade información de otras fuentes acerca del
envenenamiento en Gaza. Carus afirma que Rachel Katzman, la
hermana de Horeen, afirmó: “Conocí a uno de los mandos
[de mi hermano] en una conferencia en Jerusalén. Le pregunté
si de verdad mi hermano había tratado de envenenar los
pozos. “Éstas eran las armas que teníamos”, dijo, “
y no hay más que hablar”.
Carus
añade también otra fuente sobre el envenenamiento de Acre,
que afirma: “Citando al historiador militar Uri Milstein
como fuente, este informe afirma también que los israelíes
envenenaron el suministro de agua de la ciudad árabe de
Acre, donde causaron un importante brote, y de otros pueblos
árabes para impedir que retornaran sus habitantes” [Wendy
Barnaby, The Plague Makers: The Secret World of Biological
Warfare, London, Vision Paperbacks, 1997, pp. 114-116].
El
escritor consiguió una copia de un correo electrónico en
el que un activista pacifista israelí preguntaba a Uri
Milstein acerca del envenenamiento de Acre. A pesar de que
sus puntos de vista coinciden con los de la extrema-derecha
israelí, el correo describe a Milstein, el historiador
militar, como “muy informado, inteligente, valiente,
original, honesto”. Milstein replicó:
“Siento
decirlo, pero la historia es verdad y el nombre de la
operación era “Shlach Lachmecha”, es decir, “dona tu
pan”, que es parte de un dicho hebreo que afirma: dona tu
pan porque tarde o temprano te lo devolverán, lo que
significa que hay que ser generoso y un día se obtendrá
algún beneficio de ello. ¿No es un nombre precioso para
una operación en la que se usan armas biológicas?”
¿CÓMO
BEN GURION EMPEZÓ TODO ESTO? El 4 de marzo de
1948 Ben Gurion escribió una carta a Ehud Avriel, uno de
los agentes de la Agencia Judía en Europa, ordenándole
reclutar científicos judíos del este de Europa que
pudieran “aumentar [nuestra] capacidad o bien para matar
masas o bien para curarlas; ambas cosas son importantes”.
Esta cita truncada la proporciona Avner Cohen que cita a un
autor en el Centro de Investigación Ben Gurion en Sdeh
Boker.
Para
entender el significado de esta cita debemos recordar la
doctrina de Ben Gurion: la destrucción de la sociedad
palestina en Palestina es una condición necesaria para el
establecimiento sobre sus ruinas del Estado de Israel. Como
corolario de esta doctrina la limpieza étnica se convierte
en una parte integral del sionismo. Si no se puede expulsar
a los palestinos por medio de las masacres y las
expulsiones, serán expulsados por medio de la
“exterminación”. Estas palabras fueran utilizadas específicamente
en la carta del AHC antes mencionada. El significado de esta
palabra es que los árabes raramente la utilizan a relación
a su destino. Los horrores de Europa o bien eran remotos o
bien desconocidos para ellos.
La
advertencia de Ben Gurion de “curar a las masas” es otra
de sus vueltas de tuerca con un ojo puesto en la historia ya
que es inconcebible que en 1948 los árabes tengan la
capacidad o la voluntad de ocasionar el “asesinato
masivo” de los judíos utilizando armas biológicas. Da la
casualidad de que Ben Gurion fue el primero en utilizar
estas armas. Su legado, mucho más refinado y desarrollado,
sigue siendo cierto hasta hoy en día.
Avner
Cohen, miembro del Centro de Estudios Internacionales y de
Seguridad, y del Programa sobre Seguridad y Desarmamento en
la Universidad de Maryland, escribió un informe exhaustivo
sobre las armas químicas y biológicas de Israel que se
publicó en la revista Non-Proliferation Review, de otoño
de 2001. A pesar de su formación que le proporciona una
comprensión favorable de los motivos de Israel, en 50 páginas
de detalles procedentes de fuentes abiertas y de unas pocas
entrevistas su trabajo analiza paso a paso el
establecimiento y desarrollo del centro israelí para el
terrorismo biológico.
A
clavar Israel en el corazón del mundo árabe, Ben Gurion
estaba determinado a lograr su objetivo en contra de todas
las posibilidades. “ En número somos inferiores a otros
pueblos, pero ningún otro pueblo es superior a nosotros en
destreza intelectual”, comentó Ben Gurion.
En
los años cuarenta reunió en torno a él a Ernst David
Bergmann, Avraham Marcus (Marek) Klingberg (del Ejército
Rojo) y a los hermanos Aharon y Ephraim Katachalsky (Katzir),
todos ellos expertos en microbiología. Formaron el núcleo
del Cuerpo de Ciencia en la Haganah [1] durante el Mandato
británico. En mayo de 1948 Ephraim Katachalsky fue nombrado
comandante de esta nueva unidad que fue reabutizada como
HEMED. Surgió una disputa entre Chaim Weizmann, que quería
establecer un instituto científico para una ciencia
“limpia”, y Ben Gurion, que insistía en construir un
centro “sucio” para armas biológicas. Ambos vieron
realizados sus deseos. En Rehovot se construyó el Instituto
Weizmann para la investigación científica. Dentro del
HEMED se formó una nueva unidad, como una rama del ejército
israelí, dedicada a las armas biológicas y llamada HEMED
BEIT. Su director fue un microbiólogo de la facultad de
medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Con
la despoblación de 530 ciudades y pueblos palestinos en la
Nakba de 1948, muchos edificios y casas se quedaron vacíos
y más de la mitad de los inmigrantes judíos de los años
cincuenta fueron alojados en ellos. El jefe del Estado mayor
Yigal Yadin eligió una sede para la nueva unidad de
desarrollo de armas biológicas en una mansión situada en
medio de un gran naranjal al oeste de Nes Ziona. Esta
unidad, conocida públicamente como Instituto de Israel para
la Investigación Biológica (IIBR, por sus siglas en inglés),
continúa todavía ahí. Se amplió el edificio que está
rodeado de un muro de tres metros de altura, sensores de
movimiento y torres de vigilancia.
Mientras
que el IIBR representa la fachada de una institución científica
israelí que produce estudios “limpios” y que recibe
invitaciones para asistir a conferencias científicas, el
verdadero desarrollo de armas biológicas se lleva a cabo
dentro del IIBR en un centro altamente confidencial (Machon
2, uno de cuatro centros) fundado y controlado directamente
por el ministerio de Defensa israelí.
En
la página web del IIBR se afirma que el personal del
instituto está formado por 300 empleados, de los cuales la
mayoría tienen el doctorado, y por 100 técnicos
cualificados. Pero estas cifras son engañosas porque hay
otros muchos científicos que desempeñan su trabajo en los
departamentos de microbiología de las facultades de
medicina de la Universidad de Tel Aviv y de la Universidad
Hebrea de Jerusalén.
Se
compensó a Ephraim Katzir por sus servicios al Estado eligiéndolo
como presidente de Israel en 1973. Aharon Katzir murió en
el ataque japonés al aeropuerto de Lydda el 30 de mayo de
1972.
Poco
tiempo después de los envenenamientos de Acre y Gaza Ben
Gurion lanzó un proyecto intensivo para desarrollar “una
capacidad barata y no convencional” en 1955. ¿Por qué
tanta prisa?Como informa Cohen, Munya Mardor, fundador de la
Autoridad para el Desarrollo de Armas de Israel (RAFAEL),
afirma que Ben Gurion “estaba claramente preocupado porque
no se pudiera cumplir con el plazo que él había impuesto,
preocupado porque el enemigo pudiera tener esa capacidad y
nosotros no tuviéramos nada para impedirlo o para tomar
represalias”. Resultó que las prisas eran para llegar al
plazo de la Agresión Tripartita a Suez de 1956. Si fallaba
su campaña, Ben Gurion estaba preparado para bombardear
Egipto con armas biológicas. Como si eso no fuera
suficiente, Israel firmó un acuerdo con Francia para crear
ese mismo año un programa nuclear. El enviado de Ben Gurion
en Francia no era otro que el diplomático amante de la paz
Shimon Pensky (Perez).
Anver
Cohen afirma que la ubicación del IIBR es secreta y no
aparece en mapas ni en fotografías aéreas. Sin embargo,
todavía es posible situar con exactitud su localización.
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El
acueducto de Acre que alimentaba la ciudad, fue
envenenado con tifoidea por los sionistas
en mayo de 1948. |
¿DÓNDE
ESTÁ EL IIBR? En los años treinta la carretera
que iba de Ramleh a Nabi Rubin, un popular centro religioso
visitado anualmente, pasaba por Wadi Hunein, una buena
tierra arenosa con algunas partes pantanosas. La rica
familia Al-Taji Al-Farouki de Ramleh compró grandes
extensiones de esta tierra y creó en ella productivos
campos de cítricos que exportaban cientos de miles de cajas
de naranjas de Jaffa a Europa. Sobre una parcela de una
extensión de 134.029 m2 Shukri Al-Taji se construyó ahí
una hermosa mansión, un edificio rectangular de dos pisos
en lo alto de una colina. El número de la parcela es 549/32
y está registrada en el registro de la tierra con el número
de registro E42/260 de fecha del 16 de marzo de 1932. También
construyó una mezquita en la carretera asfaltada de Jaffa a
Qubeiba. Sobre otra colina situada a un kilómetro en
dirección este, su primo Abdel-Rahman Hamed Al-Taji
construyó una casa formada por varios edificios. La mansión
rodeada de amplios naranjales ofrece una visión idílica en
medio de un tranquilo entorno.
Éste
es el lugar elegido por Yigal Yadin para su centro de
investigación de armas biológicas. La mansión de Shukri
Al Taji se convirtió en la sede del IIBR. La página web
del IIBR (www.iibr.gov.il) muestra orgullosamente en su página
de inicio la entrada del edificio, que no es otra cosa que
la mansión de Shukri con su fachada con arcos y altos árboles
exuberantes. Unos diez años después Shukri murió en El
Cairo con el corazón destrozado.
Si
se conduce desde Nes Ziona hacia el oeste por la carretera
4303, se tuerce a la izquierda por la carretera 42 hacia el
sur, a una distancia de 500 metros a la derecha se encuentra
el IIBR. Las coordenadas del IIBR son:
Según
las coordinadas de Palestina/ Israel: 128.263 E, 147.022 N
Según
las del Nuevo Israel: 178.263 E, 647.022 N
Según
las coordinadas geográficas: E 34D 46' 27 N 31D 55' 7
En
hebreo esta zona se llama “Ayalon”. Directamente hacia
el oeste sobre la costa se encuentra la plataforma de
lanzamiento de misiles de Palmahim.
Otros
edificios de Al-Taji fueron expropiados y utilizados. La
mezquita se ha transformado en una sinagoga, llamada
“gulat Israel”. La casa de Abdel-Rahman se ha convertido
en un hospital psiquiátrico.
PERSEGUIR
A LOS CULPABLES: Sara Leibovitz-Dar es una tenaz
periodista de investigación. El trauma vivido por sus
padres en su Lituania natal le dejó una marca indeleble.
Aborrecía la injusticia y, especialmente, la sumisa
aceptación de ésta. Investigó los envenenamientos de Gaza
y Acre y el ataque al avión civil libio. El historiador
militar israelí Uri Milstein identificó para ella los
nombres de los altos cargos responsables de los crímenes
biológicos.
En
1993 Sara trató de entrevistar al comandante que había
sido responsable del envenenamiento de Acre. Se negó a
hablar. “¿Por qué está usted rebuscando en problemas
que ocurrieron hace 45 años?”, preguntó. “No sé nada
de todo esto. ¿Qué ganaría usted con publicarlo?”
Sara
volvió a entrevistar al oficial responsable del
envenenamiento de Gaza. Se negó a responder. “No
encontrará respuestas para estas preguntas. Ni de mí ni de
ninguna otra persona”. Sara era persistente. Preguntó al
coronel Shlomo Gur, ex-jefe de HEMED, si él conocía las
operaciones secretas de 1948. “Oímos hablar de la
epidemia de tifoidea en Acre y de las operaciones de Gaza.
Corrían muchos rumores pero yo no sé si son verdad o
no”, respondió.
Sara
publicó sus conclusiones en Hadashot con el título de
“Microbios al servicio del Estado” el 13 de agosto de
1993, pp. 6-10. Sara, que ahora trabaja Ha'aretz, concluyó
con el siguiente comentario: “Lo que una vez se hizo con
convicción y fanatismo ahora está oculto por la vergüenza”.
Fiel a la tradición israelí, Sara declinó por dos veces
responder por correo electrónico a una demanda de información
por parte del este autor.
No
todos tienen miedo a hablar. Naeim Giladi es un judío iraquí
que a principios de los cincuenta fue atraído a Israel por
agentes del Mossad. Trabajó con el fanatismo y la dedicación
de un nuevo sionista y pronto descubrió que dentro de la
clase dirigente ashkenazi “no había muchas oportunidades
para aquellos de nosotros que éramos ciudadanos de segunda
clase”, como le dijo al director del The Link en Nueva
York adonde emigró tras abandonar Israel. “Empecé a
descubrir los brutales métodos para librar al recién
nacido Estado del mayor número posible de palestinos. El
mundo retrocede hoy horrorizado ante la idea de guerra
bacteriológica, pero probablemente Israel ha sido el
primero en usarla realmente en Oriente Próximo. Las fuerzas
judías vaciaron de su población los pueblos árabes,
generalmente por medio de amenazas, a veces matando a tiros
a media docena de jóvenes para que los árabes no pudieran
retornar. Los israelíes echaron bacterias de disentería y
de tifus en los pozos de agua para impedir que retornaran
los refugiados” [The Link, Vol. 31 número 2, abril-mayo
de 1998].
Otro
testigo que habló, el ex-agente del Mossad, Victor
Ostrovsky, afirma que en el interior de las instalaciones
del IIBR se han realizado pruebas letales con prisioneros árabes.
LA
INVESTIGACIÓN ALEMANA: El 4 de octubre de 1992 a
las 6.21 pm, el vuelo El Al 1862 abandonó el aeropuerto
Schiphol de Amsterdam camino de Tel Aviv transportando tres
tripulaciones, un pasajero y 114 toneladas de carga. Siete
minutos después se estrelló contra un elevado edificio de
apartamentos en Bijlmer. El vuelo El Al 1862 se convirtió
en el peor desastre aéreo de la historia de Alemania en el
que murieron al menos 47 personas (se desconoce el número
real de muertos debido a que muchas de las víctimas eran
inmigrantes) y destrozó la salud de 3.000 residentes
alemanes. En aquel barrio y en otros empezaron a darse casos
de enfermedades misteriosas, de sarpullidos, de problemas
respiratorios y nerviosos, y de cánceres.
El
gobierno alemán, en connivencia Israel, mintió a sus
ciudadanos diciéndoles que el avión transportaba perfumes
y flores. ¡Menudas flores! Al enérgico y persistente
responsable de la sección de ciencias del diario alemán
NRC Handelsblad, Karel Knip, le llevó varios años
descubrir los hechos. El 27 de noviembre de 1999 Knip publicó
la investigación más detallada y objetiva acerca de los
trabajos de terrorismo biológico que tenían lugar en el
IIBR.
En
primer lugar descubrió que, entre otras cosas, el avión
transportaba 50 galones de DMMP, una sustancia utilizada
para hacer un cuarto de tonelada del letal gas nervioso sarín,
20 veces más letal que el cianuro. Transportaba la carga
desde las industrias químicas Solkatronic de Morrisville,
Pennsylvania al IIBR en Israel, con licencia del
departamento de comercio estadounidense. Esto supone una
violación de la Convención sobre Armas Químicas (CWC, por
sus siglas en inglés) de la que es signatario Estados
Unidos, aunque no Israel.
Con
obstinada determinación Knip revisó los textos científicos
producidos desde 1950 por el IIBR y por los departamentos de
microbiología de la facultad de medicina en la Universidad
de Tel Aviv y en la Universidad Hebrea. Pudo identificar a
140 científicos implicados en la investigación de armas
biológicas. El número podría ser mayor ya que los científicos
tiene puestos dobles y van cambiando. Muchos de ellos
pasaban invariablemente sus años sabáticos en Estados
Unidos. Tienen estrechas relaciones con el Instituto de Ejército
Walter Reed, la Universidad de Servicios Uniformados, el
Centro Estadounidense de Armas Químicas y Biológicas (CBW,
por sus siglas en inglés) en Edgewood y la Universidad de
Utah.
Sorprendentemente,
Knip fue capaz de identificar tres categorías dentro de la
producción del IIBR: enfermedades, toxinas y convulsivos, y
su desarrollo en cada una de las cinco últimas décadas (Véase
la tabla al final).
La
investigación pasó de los virus y las bacterias a las
toxinas porque son mucho más venenosas. Los gases nerviosos
tabun, soman, sarín, VX, cyclo-sarin, RVX y amiton son
todos ellos gases letales y funcionan de la misma manera.
Knip
fue más lejos. Buscó la ayuda de expertos en este campo,
como el profesor Julian Perry Robinson de la Universidad de
Sussex, Brighton; el dr. Jean Pascal Zanders del SIPRI de
Estocolmo y el profesor Malcolm Dando de la Universidad de
Bradford. Ellos dirigieron su investigación y le explicaron
sus conclusiones.
Knip
descubrió también una estrecha cooperación entre el IIBR
y el programa británico-estadounidense de armas biológicas.
Este programa se ocupa de los virus y bacterias propagados
por roedores e insectos, y abarca la viruela, enfermedades
mióticas y la legionella. Hay que indicar que hace unos años
hubo un brote de esta enfermedad en Filadelfia y,
sorprendentemente, en un hotel de Eilat a mediados de enero
de este año.
El
interés por el veneno vegetal elate-ricino se limita a unas
pocas instituciones aparte del IIBR. Se recordará que el
pasado mes de enero fueron arrestados en Gran Bretaña unos
biólogos aficionados que trataban de preparar ricino.
La
novedosa y peligrosa vía de investigación en relación a
las armas biológicas en el IIBR es el desarrollo de
incapacitantes que paralizan, desorientan, provocan
movimientos incontrolables y dolor agudo en el estómago. La
mayoría de estos incapacitantes tienen antídotos para
paliar el daño ocasionado. Durante la Intifada se
utilizaron estos incapacitantes contra los palestinos.
También
existe una estrecha colaboración en investigación sobre
armas biológicas con Alemania y Holanda. Probablemente ésa
es la razón del silencio oficial alemán acerca del
accidente mortal en Amsterdam.
La
cooperación con Estados Unidos es bastante abierta. En el
congreso “Programas Conjuntos de Investigación Médica,
Biológica y de Defensa Nuclear” aparece abiertamente la
cooperación con Israel sobre agentes nerviosos y
convulsivos bajo el disfraz de la búsqueda de antídotos.
Es muy sencillo darse cuenta de que para desarrollar en antídoto
es necesario identificar el propio veneno. El dr. Avigdor
Shafferman, director de IIBR, es un colaborador habitual con
este programa. (véase www.acq.osd.mil/cp/nbc98/annexd.pdf)-
Anexo D.
La
Comisión Preparatoria para la Organización de la Prohibición
de Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) en La
Haya hace la vista gorda de las actividades criminales de
Israel. Irónicamente, investigadores israelíes guían a la
OPCW sobre los métodos para detectar armas químicas. Los
investigadores israelíes R. Barak, A. Lorber y Z. Boger del
IIBR, Soluciones CHEMO e Industrias Rotem respectivamente
proponen métodos para detectar agentes de guerra química.
No parece que haya ningún organismo internacional que
quiera aplicar estos métodos a Israel.
El
mecanismo para hacer este seguimiento está disponible. El
Centro de Inteligencia Médica del Ejército estadounidense
tiene medios para inspeccionar laboratorios sospechosos.
Pero es poco muy probable que veamos a un equipo de
inspectores dirigidos por un Blix estadounidense
investigando las cámaras secretas del IIBR.
Sin
embargo, esto no se puede aplicar a científicos
concienciados. El profesor Keith Yamamoto, de la Universidad
de California, y el dr. Jonathan King del MIT criticaron la
investigación estadounidense sobre armas biológicas y
demostraron que tratar de modificar toxinas (como hace el
IIBR) difícilmente puede ser considerado investigación
“defensiva”. Pero en este momento parece bastante lejano
que Israel vaya a cambiar ante estas críticas.
LAS
VÍCTIMAS PALESTINAS: Los crímenes biológicos
perpetrados contra los palestinos en Acre y Gaza en 1948 se
continuan produciendo hoy.
En
1997 agentes del Mossad trataron de asesinar a Khaled Mish,
director de la Oficina Política de Hamas en Amman. El rey
Hussein [de Jordania] estaba furioso por la flagrante
violación de la soberanía jordana y del Tratado de Paz con
Israel. Como el atentado fracasó gracias al guardaespaldas
de Mish'al, Israel envió a una médica con el antídoto.
Parece que la toxina utilizada era SEB aplicada por medio de
un arma especial que tenía un alcance de 50 metros y podía
inyectar la toxina en el cuello.
Abundan
las historias de gas nervioso aplicado contra escuelas
infantiles. Lo mismo ocurre con los casos en que se utilizan
armas químicas y biológicas. Neil Sammonds hace la lista
de estos casos:
-
Defoliantes químicos contra las cosechas palestinas en Ain
Al- Beida en 1968, en Aqraba en 1972, en Mejdel Beni Fadil
en 1978 y en el Negev en 2002.
-
Armas químicas, incluyendo ácido cianhídrico, gas
nervioso y proyectiles de fósforo en la guerra 1982 contra
Líbano.
-
Gas letal contra prisioneros palestinos y libaneses.
Pero
el caso que recibió una amplia cobertura por todo el mundo
y que fue ampliamente documentado por varias ONGs es la
aplicación de incapacitantes, especialmente en Khan Younis,
en febrero de 2001. Las televisiones de todas partes
plasmaron las imágenes de las víctimas retorciéndose con
dolores agudos y convulsiones incontrolables .
James
Brooks de “Paz Justa en Palestina/Israel” ofreció un
relato detallado día día a medida que iba ocurriendo de
este ataque con armas biológicas a civiles. Primero las víctimas
creyeron que se trataba de gases lacrimógenos. Tenía un
suave olor parecido al de la menta. Olía “como azúcar”,
informó una víctima. Cambió de color, “como el arcoiris”.
Cincuenta minutos después, la víctima sintió que “el
estómago se le estaba desgarrando y tenía una sensación
de quemazón en el pecho; no podía respirar”. Pronto
empezaron las convulsiones. La víctima empezó a dar botes,
arriba y abajo, a izquierda y derecha, como si tuviera un
ataque de histeria. Algunas víctimas estaban inconscientes.
Empezaban a vomitar sin parar y volvían los dolores. Esto
podía durar durante días y, en algunos casos, durante
semanas.
Además
de los numerosos informes de la prensa y de organizaciones
de derechos humanos, el director de cine estadounidense
James Longley filmó a las víctimas del gas convulsionante
de Khan Younis en un documental que “empuja de cabeza al
espectador dentro del tumulto de la Gaza ocupada por
Israel”. Longley reunió un documento de 43 páginas de
entrevistas a 19 víctimas del gas, sus familias, enfermeras
y médicos.
Estos
infernales incapacitantes suscitaron la protesta de algunas
ONGs, pero poco más. No hubo ningún tipo de investigación
o censura internacional, nisiquera a pesar de que en el mes
de marzo se volvió a utilizar en Al- Birch, Nablus y
Cisjordania, y de nuevo en Gaza un poco más tarde en el
mismo mes de marzo.
Al
contrario. Hubo una ampliamente difundida protesta y condena
orquestada por los sionistas cuando en noviembre de 1999 y
en presencia de la aspirante a la presidencia Hillary
Clinton, Suha Arafat, la mujer del presidente [de la AP]
acusó a los israelíes de utilizar “gas venenoso”. Se
llegó al colmo de la hipocresía y del cinismo cuando las
indignadas autoridades israelíes declararon que las
objetivas palabras de Suha eran ¡“una violación del
proceso de paz”!
Algunos
efectos de las toxinas y de los incapacitantes permanecen
ocultos todavía. El 3 de febrero de 2003, eldr. Khamis Al-Najjar,
director del Centro de Investigación del Cáncer del
ministerio de Sanidad en Ramala informó de un alarmante
incremento de los casos de cáncer, especialmente entre las
mujeres y los niños. El informe cubre el periodo 1995-2000
y muestra 3.646 casos, de los cuales más de la mitad son
mujeres. Hay más casos en Gaza que en Cisjordania. Citando
el índice de casos, el informe prevé que los casos se
tripliquen en un futuro próximo. Teniendo en cuenta la
paranoia israelí con la demografía y los antecedentes [de
este Estado], es posible que el efecto acumulativo de la
aplicación por parte de Israel de toxinas e incapacitantes
haya producido el incremento de los casos de cáncer. Está
por hacer un estudio similar sobre los fetos y recién
nacidos.
¿ADÓNDE
VAMOS A PARTIR DE AQUÍ? Israel ha firmado aunque
no ratificado la Convención sobre Armas Químicas y no
pertenece a la Convención sobre Armas Biológicas. Israel
no reconoce la aplicación de la Cuarta Convención de
Ginebra sobre los territorios palestinos ocupados de
Cisjordania y Gaza, como hace el resto del mundo. Esto no es
sorprendente. Israel viola todas y cada de las líneas
escritas en esta Convención.
El
artículo 147 de la Convención de Ginebra estipula que es
“una grave infracción” (...) “causar
intencionadamente [a los civiles] un gran sufrimiento, o daños
corporales o a la salud”, lo que, según el artículo 146
requiere de todas las altas partes signatarias “investigar
a las personas que supuestamente han cometido o han ordenado
que se cometan estas graves infracciones” y que “lleven
a esta personas, independientemente de su nacionalidad, ante
sus propios tribunales”. Si esto se aplicara, Sharon y sus
altos cargos deberían estar entre rejas por orden de un
tribunal belga durante mucho tiempo.
Existe
una plétora de convenciones que Israel ha violado
constantemente, desde el Protocolo de Ginebra sobre Gases
Venenosos de 1925 hasta la Convención de 1993 sobre la
Prohibición de Desarrollar, Almacenar y Utilizar Armas Químicas.
Con
estos antecedentes, parece una burla de la justicia enviar a
cientos de inspectores a destruir los talleres y las casas
privadas en Iraq, mientras que [estos inspectores] tienen en
Israel bien a la vista enormes cantidades de toneladas de
armas de destrucción masiva. Quizá los 10 millones de
personas en 600 ciudades de todo el mundo que se
manifestaron contra la guerra de Iraq el 15 y 16 de marzo
[de 2003] trataban de señalar esta ironía al rechazar esta
guerra. Algunas pancartas lo decían muy claramente.
Quizás
se deba escuchar con más atención las voces internas de
Israel. El alcalde de Nes Ziona, situado a unos escasos 10
kilómetros del centro de Tel Aviv, se quejaba de que la
proximidad a su ciudad al IIBR plantea un grave peligro para
su población. Tiene razón. El Comité Científico del
Knesset [2] informó de 22 víctimas, incluyendo tres
mortales, en los últimos 15 años. Pero estos eran casos
leves.
¿Cuál
sería la situación si en un día de viento ocurriera un
gran accidente que causara la explosión de toneladas de tóxicos
y su evaporación en el cielo, en medio de una zona
densamente poblada en la que tres millones de personas viven
en una zona de unos escasos 1.000 metros cuadrados, es
decir, 35 por 35 km? Ben Gurion no consideró este escenario
en el más disparatado de sus sueños mientras tramaba sus
infernales planes para “exterminar” a los árabes.
ENFERMEDADES
1950-1960
Peste
Yersinia (plaga) especie Rickettsia (tifus) rabia
1960-1970
Virus
del Nilo este especie Leptospira (esto es, enfermedad de
Weil) Cryptococcus neoformans (una levadura) virus Sindbis
enfermedad Newcastle (pájaros)
1970-1980
Fiebre
porcina africana Coxiella burnetti (fiebre Q)
encephalomyelitis equina occidental Semliki virus de la
selva Brucella abortus (brucellosis) Pasteurella multocida
(cólera apícola)
1980-1990
Virus
Lassa EMC (encephalomyocarditis) Legionella fiebre del valle
del Rift enfermedad de Marek (avícola) Coccidioides immitis
(hongo)
TOXINAS
1960-1970
Elatericin
1970-1980
Derivados
del Saxitoxin Tetrodotoxin Pilocarpine veneno Wasp derivados
del Elatericin Brevetoxin SEB (Staphylococcus enterotoxin B)
veneno de escorpión 1. veneno de cobra SEA (Staph.enterotoxin
A) toxina del cólera Bungarotoxin Pseudomonas aeruginosa
exotoxin A Shiga toxina 1. toxina Conotoxin Difteria
INCAPACITANTES
1.
Sustancias psicotrópicas Bradykinin cannabis (hachís)
Fenciclidina (alucinógeno) 1. Chlorpromazin (anti-psicótico)
derivados del cannabis (tetrahydrocannabinol) Fentanyl (narcótico)
derivados del QNB (alucinógeno) Enkephalin endorfina
morfina 1. derivados del Etonitazen Fenciclidina derivados
del Benzodiazepin (convulsivos) derivados de la heroína
cannabis (amino-cannabinoida).
*
El autor es presidente de la Sociedad de la Tierra
Palestina, de Londres.
[1]
N. de la t.: La Haganah era una organización paramilitar
judía que operó durante el Mandato británico en Palestina
(1920-1948) y que más tarde se convertiría en el corazón
del ejército israelí (IDF, Fuerzas de “Defensa” Israelíes,
en sus siglas en inglés).
[2]
N. de la t.: El Knesset es el parlamento de Israel.
Enlace
con el original: http://weekly.ahram.org.eg/2003/627/focus.htm
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