Del
gueto de Varsovia a la Franja de Gaza
Por
Roberto Bardini
Bambú Press, 16/01/09 (*)
Hoy nadie
recuerda al general alemán Jürgen Stroop, quien ganó
cierta notoriedad a mediados de la Segunda Guerra Mundial
durante la ocupación de Polonia como comandante de las
Waffen–SS. Sin embargo, recientemente su nombre volvió a
cobrar notoriedad en Medio Oriente. Según informa el diario
Haaretz, de Jerusalén, parece que el militar tiene algunos
discípulos en el ejército israelí.
Entre 1941
y 1943, el ejército del Tercer Reich confina a 60 mil judíos
polacos en el gueto de Varsovia, ubicado en el distrito de
Podgorze. La desproporción entre la cantidad de reclusos y
la superficie del lugar, provoca hacinamiento, miseria,
hambre y epidemias. En algunos casos, conviven hasta 13
personas en cada habitación. Sólo un hombre cada 138 tiene
trabajo. La mayoría trabaja en establecimientos alemanes;
confecciona uniformes militares y fabrica armas.
El 19 de
abril de 1943 estalla una rebelión en el gueto. Mordejai
Anielevicz, de 24 años, lidera a 700 jóvenes de la
Organización Judía Combatiente, provistos de granadas,
bombas molotov y unas pocas armas suministradas por la
resistencia polaca. El levantamiento termina el 16 de mayo,
cuando los alemanes hacen estallar la gran sinagoga judía,
incendian el gueto y lo reducen a un montón de escombros.
Anielevicz y 80 jóvenes sobrevivientes al ataque se
suicidan para no caer en manos del enemigo.
El
gueto ya no existe
El general
Jürgen Stroop, hombre de confianza de Heinrich Himmler,
estuvo al mando de la operación y redactó un minucioso
parte de guerra día por día e, incluso, hora por hora, de
los 28 días de combate. Su descripción, de 75 páginas, se
conoce como Informe Stroop: el Gueto de Varsovia ya no
existe (Es gibt keinen jüdische Wohnbezirk in Warschau mehr).
El relato se hace público en el Tribunal de Nuremberg en
1946 y es editado en forma de libro en 1998.
El 25 de
enero del año pasado [2004], el diario Haaretz publicó un
artículo del periodista Amir Oren, quien afirma que los
militares judíos estudiaron las tácticas utilizadas por
los nazis para aplastar la rebelión en el gueto de Varsovia
con el fin de aplicarlas contra las ciudades palestinas de
Gaza y Cisjordania. El Informe Stroop figura entre los
textos.
Oren
utiliza como fuente a un alto oficial israelí, a quien no
identifica para evitarle represalias. No es la primera vez
que miembros del ejército brindan este tipo de testimonio,
disgustados por sus tareas como de tropa de ocupación y la
técnica de tierra arrasada ordenada por el alto mando.
Peor
que en Varsovia
Lo cierto
es que existen similitudes, corregidas y aumentadas, entre
aquel episodio de la Segunda Guerra Mundial y lo que sucede
hoy en los territorios dominados por Israel. Más de un millón
de árabes subsiste gracias a los víveres distribuidos por
la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos
(UNRWA, por sus siglas en inglés), la cual ha denunciado
que uno de cada cinco niños palestinos sufre de grave
desnutrición. Desde septiembre de 2000, más de 25 mil
palestinos han perdido sus hogares por demoliciones llevadas
a cabo por soldados israelíes, según UNRWA, que apenas ha
logrado construir casas para poco más de mil cien.
Por otro
lado, un informe del Banco Mundial de noviembre de 2004
asegura que un 50 por ciento de los palestinos vive en la
pobreza, con menos de dos dólares diarios. En promedio,
cada palestino que trabaja debe mantener a siete personas.
Hay más
semejanzas con el gueto de Varsovia: existen en Cisjordania
61 puestos de control militar, 102 bloques de hormigón en
las carreteras para dificultar el acceso de vehículos desde
y hacia los pueblos palestinos, 61 zanjas, 28 vallas de
tierra y 374 de pilas de escombros. Viajar por la región es
muy difícil, si no imposible, para miles de personas.
En junio de
2002, Israel comenzó a construir un muro, que tendrá una
longitud de 622 kilómetros a un costo de 3 mil 400 millones
de dólares. La enorme valla impide el acceso de palestinos
a lugares esenciales como el trabajo, los hospitales y las
escuelas.
Tragedia
moderna
La Franja
de Gaza es una de las regiones más densamente pobladas del
planeta. Con una superficie de sólo 360 kilómetros
cuadrados, el hogar de más de un millón 400 mil palestinos
y alrededor de 7 mil 300 israelíes radicados en 21
asentamientos vigilados por tropas israelíes. La mayoría
árabe vive refugiada en ocho campos de las Naciones Unidas.
La Franja
está completamente cercada, excepto en la costa con el mar
Mediterráneo. Hay ocho puestos de control de las
autoridades israelíes. Los palestinos sólo pueden cruzar
la frontera por dos puntos: Erez, en el norte, y Rafah, en
el sur. En
2004, 950 palestinos resultaron muertos por las fuerzas de
ocupación israelí, incluyendo 172 niños y 36 mujeres. Ese
mismo año, fueron heridos casi 6 mil palestinos.
Eric J.
Hobsbawn, el más importante historiador vivo, definió la
situación en Medio Oriente como “el conflicto más grave
que enfrenta actualmente la humanidad”, cuyos efectos
repercuten –a la corta o a la larga– en el todo el
mundo. Mucho antes, en 1968, el historiador inglés Arnold
Toynbee afirmó que la tragedia moderna de los judíos
consiste en que, lejos de aprender de sus sufrimientos,
tratan a los árabes igual que los nazis los trataron a
ellos.
(*)
Publicado por primera vez en enero de 2005 con el título
“Israel, Palestina y el Informe Stroop”.
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