Hace 70 años comenzaba la Segunda Guerra Mundial, cuyo prólogo
fue el pacto entre Hitler y Stalin
El Pacto germano-soviético de 1939
Por Jean–Michel Krivine (*)
Inprecor Nº 551/552, julio–agosto 2009
Enviado por Correspondencia de Prensa
Traducción de Ernesto Herrera
El Pacto germano–soviético fue un trueno en un cielo
que no era sereno. Ciertamente, un dictador reinaba en cada
país, mientras que uno se presentaba como un constructor
del "socialismo real" y tenía el apoyo de
numerosos trabajadores en el mundo, el otro representaba el
fascismo en el poder.
Leyendo el texto del Pacto y sobre todo sus Anexos
"secretos" (están al final del artículo), es
importante ubicarse en el tiempo y ver cómo tales
ignominias quedaron en el papel sin que el mundo se
indignara. Ciertamente, los Anexos eran secretos pero el
Pacto no lo era y su aplicación fue rápida. Ciertamente,
hubo protestas muy vigorosas, pero procedentes de una
izquierda muy aislada.
"Alivio liberado" de los "demócratas"
Veamos, en primer lugar, lo que ocurrió de notable entre
enero de 1933, fecha de la llegada legal de Hitler al poder,
y agosto de 1939, cuando se firmó el Pacto.
El 28 de octubre de 1922 Mussolini había organizado la
marcha sobre Roma que le permitió tomar el gobierno del país.
Y desempeñará un gran papel para establecer negociaciones
entre nazis y potencias occidentales. Tras largos debates,
se firma un Pacto a Cuatro el 15 de julio de 1933 (Gran
Bretaña, Francia, Alemania, Italia): fue el Tratado de Roma
que prometía la paz entre los 4 signatarios durante diez años.
El 2 de mayo de 1935 es entre Francia y la Unión Soviética
que se firma un Tratado por el que se establece una
"ayuda mutua en caso de agresión por una tercera
potencia".
El 7 de marzo de 1936 Hitler invade a Renania, lo que no
hace reaccionar ni a Francia ni a Gran Bretaña, luego, con
Mussolini, él sostendrá vigorosamente a Franco durante la
guerra de España.
En noviembre de 1937, tuvo lugar un encuentro interesante
entre Hitler y el Ministro de Asuntos Exteriores inglés,
Lord Halifax, en Berchtesgaden (residencia del Führer),
para llegar a un nuevo acuerdo excluyendo siempre a la Unión
Soviética. Lord Halifax declara que los círculos
dirigentes británicos "son penetrados de la idea que
el Führer ha hecho mucho y no solamente por Alemania, ya
que el comunismo en su país, le limpió el camino a Europa
Occidental y que por esta razón Alemania puede,
justificablemente, considerarse como el bastión del
Occidente contra el bolchevismo".
En marzo de 1938 se da el Anschluss, es decir, la anexión
de Austria por los nazis que se beneficiaban del silencio de
los gobiernos francés e inglés. El mismo año es el turno
de Checoslovaquia que es amenazada. Ella conserva sólidos vínculos
con Francia y comporta a numerosas minorías nacionales: los
checos y los eslovacos sólo representan un 50% de la
población. Fue en 1918 que se declaró al Estado
checoslovaco. La minoría alemana (3 millones sobre 15
millones de habitantes) constituye una mayoría en la región
de Sudètes. Hitler anuncia que desea anexarlo, lo que
equivale a una declaración de guerra a Francia.
Es sobre una propuesta de Mussolini, que se va a organizar
una conferencia de último momento en Munich, en septiembre
de 1938. Ante la sorpresa (y la consternación) general: los
cuatro representantes (Daladier, Chamberlain, Mussolini y
Hitler) firman un acuerdo a espalda de Checoslovaquia que no
ha sido invitada (la URSS tampoco). Prevé que los checos
evacuarán el territorio de Sudètes antes del 10 de octubre
de 1938 y que las tropas alemanas lo ocuparán
progresivamente. La mayoría de los hombres políticos
franceses se revelan "muniqueses". El líder del
partido socialista, Léon Blum, se jacta de que "liberó
alivio" y escribe en El Popular: "La guerra se
descarta, la plaga se aleja. La vida vuelve a ser natural.
Se puede reanudar su trabajo y encontrar su sueño. Se puede
gozar de la belleza de un sol de otoño". En cuanto a
Georges Bidault, que representa a la democracia cristiana,
declara: "Parece de verdad que después de este
encuentro de los Cuatro, el recurso a la guerra se convierte
en una imposibilidad". En Francia, solamente el Partido
Comunista protesta y sus 73 diputados (más 2 aislados) no
votan por la política de Daladier.
De abril a junio de 1939, varios proyectos son presentados
por los soviéticos a los anglo–franceses que prevén una
asistencia mutua en caso de agresión. Finalmente, una
delegación militar llega el 10 de agosto a Leningrado: es
dirigida por funcionarios que no tienen ningún poder de
negociación a nivel político. Los rusos piden que Polonia
deje pasar al Ejército Rojo para que pueda enfrentar a las
fuerzas del Reich. Se pide a los Aliados ejercer presión
sobre Polonia pero, finalmente, ésta se niega a autorizar a
las tropas soviéticas a entrar a Polonia, o a Rumania, en
caso de necesidad.
"Amistad alemana–soviética"
Stalin se persuade cada vez más que los occidentales
quieren enfocar hacia el Este las ambiciones de Hitler, y la
forma en que se dejó caer a los checos en Munich no hace más
que confirmar sus temores. No le queda otra que ponerse de
acuerdo con el Führer, cuyas tropas habían invadido, el 15
de marzo de 1939, Checoslovaquia (Bohemia, Moravia). Pero,
contrariamente a lo que dijeron más tarde distintos
"partidarios" de la URSS (no solamente
comunistas), creía verdaderamente en que la durabilidad del
Pacto era un método temporal para retrasar una agresión.
Khrouchtchev hizo hincapié en este punto en el XX Congreso
del PCUS, y recordó que informado en abril de 1941 por
numerosos despachos de Churchill sobre los preparativos
militares nazis, Stalin los desestimó y no hizo nada para
preparar a la URSS contra la agresión.
El 23 de agosto de 1939 se firma el Pacto germano–soviético
por Molotov y Ribbentrop. Hitler no tiene ya el temor de
tener que combatir en dos frentes, y el 1 de septiembre
ataca Polonia, lo que Stalin hará 17 días más tarde. Soviéticos
y alemanes se encontrarán sobre el río Bug que marcará la
nueva frontera entre los dos países. Eso desencadenará la
Segunda Guerra Mundial ya que Francia y Gran Bretaña,
asociadas a Polonia, se ven obligadas a declarar la guerra a
Alemania el 3 de septiembre de 1939. Más de un tercio de la
antigua Polonia se anexa a la URSS, el resto a Alemania. ¡Stalin
aprovecha para atacar también Finlandia, anexar a los países
bálticos y de invadir Rumania! A finales de septiembre
1939, Stalin hace venir a Moscú a Joachim von Ribbentrop.
Se firmó un comunicado común así como tres protocolos
secretos que:
– reglamentaban la división de Polonia;
– delimitaban la nueva frontera germano–soviética;
– colocaban a los tres países bálticos en la zona de
influencia soviética.
Los días 28 y 29 de septiembre se firmó un Tratado de
Amistad alemana– soviética en Moscú (1). Definía las líneas
de división de las fronteras en Polonia así como de las
"zonas de influencia" en los países bálticos y
los métodos comunes de lucha contra la "conspiración
independentista" de la población polaca. En esa línea,
varias conferencias comunes entre las policías políticas
nazis y soviéticas (Gestapo y NKVD) tuvieron lugar (2).
Stalin aplicó con cuidado las obligaciones del Pacto. No
se limitó a suministrar a Hitler el petróleo, el hierro,
el carbón y el trigo, le entregó también cerca de un
millar de comunistas alemanes y austríacos (entre los
cuales numerosos judíos) que se habían refugiado en tierra
soviética. Entre ellos la viuda de Heinz Neumann, miembro
de la Buró Político del PC alemán y el Komintern (III
Internacional). Se le detiene en 1937 y desaparece, a
Margaret Buber–Neumann se la juzga por
"desviacionismo" y es trasladada a Karaganda, para
luego ser entregada en 1940 a la Gestapo que la encierra en
el campo de Ravensbrück. Tras la guerra, en 1949,
testimonia en el proceso al antiguo deportado del Gulag,
Victor Kravchenko. Escribió varios libros apasionantes (3).
Masacres y deportaciones
En los territorios que la URSS y Alemania nazi se
repartieron en septiembre de 1939 reinó el terror. Se
conoce bien el de los nazis. El de los estalinistas fue
ocultado por mucho tiempo, debido al papel jugado por la
URSS (después de la agresión nazi del 22 de junio de 1941)
en el aplastamiento del Estado hitleriano. Los soldados
polacos – que excepcionalmente no se defendieron contra el
ejército soviético que ocupaba la parte oriental de
Polonia a partir del 17 de septiembre de 1939 – fueron
considerados como prisioneros de guerra y fueron alojados en
campos para luego ser en su mayoría asesinados en
abril–mayo de 1940 (4).
Algunas semanas después de la invasión de la URSS por la
Wehrmacht, hubo un descubrimiento que generó mucho ruido y
suscitó una polémica que duró cincuenta años: en agosto
de 1941 los nazis descubrieron en el bosque de Katyn (cerca
de Smolensk) una tumba de masas con más de 4.000 cadáveres
de oficiales polacos. Luego de encontrar otra candidad
importante la noticia fue anunciada el 13 de abril de 1943
por Radio–Berlín, colocando a los soviéticos bajo acusación. Éstos negaron
todo y asignaron la responsabilidad a las tropas alemanas.
Los hitlerianos desencadenaron entonces una campaña
antisemita, afirmando que Katyn correspondía a una
"masacre judía". Recién en 1990 es Gorbachov
quien termina por reconocer la responsabilidad del NKVD en
la matanza y presentó las excusas oficiales al pueblo
polaco. En 1993 Boris Yeltsin entregó a los polacos las órdenes
escritas de ejecución procedentes del Buró Político del
PCUS (5).
El resto de la población polaca y judía de Bielorrusia y
la Ucrania occidental no escapó al terror estalinista. A
partir de octubre de 1939 alrededor de 55.000 refugiados de
Polonia central, en su mayoría judíos que habían huido
del ejército alemán, comenzaron "a ser
desplazados" hacia el Este de estas dos Repúblicas
soviéticas. El 5 de diciembre de 1939 el gobierno soviético
había tomado la decisión de desplazar a los ciudadanos
polacos de los territorios ocupados hacia Siberia y Kazajstán
(6).
El pacto germano–soviético permitió también a Stalin
la invasión de Lituania, Letonia y Estonia en junio de 1940
y luego su anexión formal a URSS en agosto del mismo año.
Se reprimió a la población de estos tres países también
en masa: entre junio de 1940 y junio de 1941, en aplicación
de la instrucción secreta de Ivan Serov (7), se desplazaron
varias decenas de millares lituanos, letones y estonios (8).
El Partido Comunista Francés y el pacto germano–soviético
Presentados los acontecimientos más notables ocurridos
antes y después de la firma del Pacto, es muy importante
precisar cómo los comunistas franceses recibieron el Pacto.
Dos días después de su firma, la Humanité estaba
prohibida. Un mes más tarde, el 26 de septiembre, eran
prohibidos el Partido Comunista y numerosas de
organizaciones controladas por él. Su dura línea
antifascista iba a modificarse en el otoño 1939.
Ciertamente el antifascismo subsistía en muchos militantes,
pero la dirección hizo un giro completo. En un largo
comunicado del 25 de agosto el PC aprueba el Pacto pero
recuerda que el enemigo es todavía el nazismo. El mismo día,
el grupo parlamentario comunista vota por unanimidad una
resolución claramente antifascista: "Si Hitler a pesar
de todo desencadena la guerra, que sepa que encontrará ante
él al pueblo de Francia unido, los comunistas en la primer
fila, para defender la seguridad del país, la libertad y la
independencia del pueblo".
Poco tiempo después es el gran giro. La guerra "antihitleriana"
se convierte en "imperialista". En el número
clandestino del segundo semestre de 1939 y enero de 1940 de
los Cuadernos del bolchevismo (9) hay una entrevista a
Thorez. El título es "Maurice Thorez nos
dice...", y la última línea menciona "en alguna
parte en Francia – el 20 de octubre de 1939". Ahora
bien se sabe ahora que Thorez ya no estaba: había dejado al
ejército el 4 de octubre para pasar a Bélgica. Por
supuesto era a petición del Internacional Comunista cuya
delegación estaba in situ. El 9 de noviembre estaba en Moscú.
Esta entrevista pone de relieve la revocación completa del
Secretario General que hasta allí se había opuesto
vigorosamente a los fascistas. Ahora la guerra pasó a ser
"imperialista":
¿"Qué piensas tu de la guerra en Francia hacen los
enemigos del comunismo? ¡"La reacción, los hombres
del 6 de febrero, su hombre de confianza! Daladier y los
jefes peligrosos del Partido Socialista SFIO, están
furiosos porque denunciamos los objetivos imperialistas de
la guerra que imponen al pueblo francés. Todos estos señores
tienen el objetivo de cubrir su política criminal al abrigo
del antihitlerismo con la esperanza de engañar a los
trabajadores, pero no dudan en decir que el objetivo que
querrían alcanzar es la destrucción del país del
socialismo, la URSS, y la destrucción de la inmensa
esperanza que representa para los proletarios del mundo
entero". En el mismo número se encuentra un texto de
saludo a Stalin por su sexagésimo aniversario. Contiene una
serie de afirmaciones que confirman el cambio de línea del
partido francés a petición de su mentor moscovita:
"Ante la política de provocaciones de los promotores
imperialistas de París y Londres que quieren extenderse la
guerra al universo entero y se preparaban a utilizar la
Finlandia de la pandilla de Mannerheim para atacar a la Unión
Soviética, vemos la política de paz del gran país donde
desapareció la explotación del hombre por el hombre; por
eso los comunistas y los trabajadores franceses saludan en
Stalin al gran estadista que supo frustrar los planes
criminales de los gobiernos franceses e inglés quienes en
el momento en que hablaban de "frente de la paz"
preparaban la agresión antisoviética y pretendían
utilizar la Alemania hitleriana como tropa de choque en esta
agresión".
Si se habla con comunistas que han vivido este tiempo o se
limita a examinar los números de la Humanité clandestina,
se comprueban los cambios de línea del PCF: a partir del
otoño 1939 la guerra "antihitleriana" se
convierte en "imperialista" y en junio de 1940 lo
increíble se produce: en el momento que Molotov felicitaba
al embajador de Alemania en Moscú por la entrada de las
tropas alemanas en París, el PCF hizo gestiones con las
autoridades para la publicación legal de la Humanité. Es,
por supuesto, a petición de Stalin y de Jacques Duclos
(sustituto Thorez) que se niega hasta el final...
El miembro del Comité central Maurice Tréand se presentó
el 19 de junio de 1940 con las autoridades nazis, acompañado
por Denise Ginollin (futura gerente del diario) y un intérprete.
Eran portadores de los textos que debían imprimirse. La
policía francesa los detuvo, ya que el PCF estaba disuelto,
y es sobre por orden del jefe de la administración militar
alemana que fueron liberados una semana más tarde. Una
nueva tentativa fue confiada a Jean Catelas que escribió
una carta, refrendada por Maurice Tréand y entregada a las
autoridades alemanas por el abogado Robert Foissin. Debido a
la oposición de Vichy, la demanda no tiene éxito.
En el mismo momento, la Humanité del 13 de julio de 1940
publicaba un artículo inusual bajo el título
"Fraternidad franco–germana":
"Las conversaciones amistosas entre trabajadores
parisienses y soldados alemanes se multiplican. Aprendamos a
conocernos. Y cuando se dice a los soldados alemanes que se
lanzó a los comunistas en prisión por haber defendido la
paz, cuando se les dice que en 1923 los comunistas se
dirigieron contra el empleo del Ruhr, se trabaja para la
fraternidad franco–germana".
Mientras la Gestapo permanece a la expectativa, Vichy
endurece el brazo: 18.000 encarcelados políticos, sobre
todo comunistas. La dirección del PCF decide entonces hacer
un Llamamiento al Pueblo de Francia. Está firmado Maurice
Thorez y Jacques Duclos. Su fecha fue objeto de muchas
controversias: es del 10 de julio de 1940, día en que Pétain
recibe en la Cámara los plenos poderes contra el dictamen
de 80 opositores. Según el antiguo dirigente del PCF,
Auguste Lecoeur, el Llamamiento fue redactado por Duclos,
sobre un boceto de Thorez (entonces en la URSS) y fue a
principios de septiembre. En cuanto al texto mismo, se alteró
al menos cuatro veces. El documento original incluye varias
páginas pero no hay una línea contra el ocupante nazi...
Una frase a menudo fue citada y caracteriza bien todo el
asunto: "Nunca un gran pueblo como el nuestro será un
pueblo de esclavos, y si, a pesar del terror, este pueblo
supo, bajo las formas más distintas, mostrar su rechazo de
ver a Francia conectada al tanque del imperialismo británico,
sabrá también significar a la banda actualmente en el
poder su voluntad de ser libre" (10).
Vacilaciones ante la historia
Me parece indispensable recordar algunos textos que
ilustran bien las vacilaciones de la dirección comunista en
esta época:
• En 1964 aparece "la Historia del Partido comunista
francés – manual", publicado "bajo la dirección
de Jacques Duclos y François Billoux" (11). No hay una
línea sobre la solicitud de publicación de la Humanité a
las autoridades del III Reich;
• En 2004 es publicado un
número con motivo del centenario de la Humanité. En
parte baja de la página consagrada al año 1939 puede
leerse un pequeño apartado que dice: "En junio de
1940, dos responsables del PCF negocian con la embajada de
Alemania la reedición legal de la Humanité, con el acuerdo
de Jacques Duclos. Es necesario esperar la vuelta de Benoît
Frachon a París, tres días más tarde, para que el error
sea reparado" (12). Se trata de una mentira pura y
simple. ¿Es preferible la mentira a la omisión anterior?
• Tomemos ahora las Memorias de Jacques Duclos (volumen 3)
aparecida en 1970: "En este clima, los camaradas
animados sin duda alguna de buenas intenciones y que, más
tarde, se batieron valerosamente contra los ocupantes,
pensaron que la prensa del Partido podría aparecer
legalmente puesto que se publicaban otros diarios. La
dirección del Partido negó estas gestiones, y los autores
reconocieron su error" (13). ¿Cuáles eran estos
camaradas "seguramente animados de buenas
intenciones"? Seguramente no él, puesto que era el
principal responsable de la dirección que "negó estas
gestiones". ¡Otra mentira!
• Si se toma el muy grande (y muy pesado) volumen coeditado
por el Seuil y la Humanité tratando también el centenario
del diario, compuesto por Bernard Chambaz – miembro de una
familia comunista quien los "antiguos" conocieron
bien –, se
ven admirables fotografías y algunas reflexiones originales
no siempre "en la línea". Por ejemplo, página
205: "París está ocupada por el ejército alemán, el
gobierno se instala en Vichy y hace votar por los
parlamentarios la caducidad de la República. Es en esta
situación que se plantea la delicada cuestión de la
demanda de reedición de la Humanité, mucho tiempo negada
después de la guerra por el partido. En resumen, un abogado
comunista – Foissin – transmite a un dirigente del
partido – Tréand – esta sugerencia y propone establecer
un contacto con Otto Abetz el Kommandantur. Las
negociaciones se encaran a finales de junio. Foissin, Tréand
y Catelas – que sustituyó a Villon – vuelven a la
oficina de Abetz. (...) Es difícil imaginar que actúan sin
la luz verde de la dirección, probablemente Duclos, y sin
el acuerdo del Komintern" (14).
Lucidez crítica
Si el Partido Comunista tuvo una actitud de lo más
criticable sobre el Pacto, debido a su voluntad de seguir
siendo fiel a la línea soviética, es interesante ver cómo
la extrema izquierda, y, en particular, León Trotski, se
posicionaron. Basta con recorrer un conjunto de textos que
escribió de 1937 a 1940 (fecha de su asesinato) y que
fueron publicados en Bélgica por las "Éditions La
Taupe" en 1970, recopilados por Daniel Guérin, bajo el
título "Sobre la Segunda Guerra Mundial" (15). Se
recuerda:
• Que desde 1933 anunció "que Stalin estaba en
busca de un acuerdo con Hitler";
• Que predice "que a cambio de Polonia, Hitler dará a
Moscú toda libertad de acción en los Estados bálticos que
bordean a la Unión Soviética";
• Que "para atacar Polonia y llevar a cabo la
guerra contra Inglaterra y Francia, Hitler tiene necesidad
de la neutralidad "benévola" de la URSS y también
de las materias primas soviéticas. Los Tratados políticos
y comerciales garantizan todo eso a Hitler";
• Que "el pacto actual se concluyó a pesar de la
existencia de un ejército de varios millones de hombres, y
el objetivo inmediato del pacto era volver más fácil a
Hitler la destrucción de Polonia y su división entre Berlín
y Moscú".
Resumidas las "profecías" de Trotski y
recomendamos al lector el prólogo de Daniel Guérin.
Terminaremos con lo que el dirigente trotskista francés
Pierre Frank analizó en su obra sobre la "Historia del
Internacional Comunista" (16). Según él, el Pacto no
era para Stalin "una maniobra diplomática un poco
dudosa, sino el inicio de una política de alianza entre dos
Estados, como su actitud posterior lo demostró. De ahí,
por su parte, toda una serie de posiciones adoptadas y de
acciones absolutamente injustificables". Cita entonces:
• La entrada de las tropas soviéticas en Polonia luego
en Finlandia;
• La entrega a Hitler de "un número de refugiados
políticos alemanes, de antinazis, incluidos comunistas y
judíos, que habían encontrado refugio en la Unión Soviética
o que habían sido invitados".
• La obligación para la Internacional Comunista y sus
secciones "de alinearse sobre esta alianza y de
adaptarse a las exigencias del Kremlin, lo que les hizo
seguir durante toda la duración del pacto una política
escandalosa que nunca había tenido antecedentes similares
en la historia del movimiento obrero, y para lo cual faltan
calificativos para tacharlo".
Este Pacto se firmó hace exactamente 70 años. Muchos jóvenes
lo tratan como un fenómeno histórico comparable a mucho
otros. Sin embargo tuvo tales repercusiones, en particular,
en el movimiento obrero. Por eso es indispensable tomar
conocimiento.
Ver más abajo Documentos del pacto germano–soviético
(*) Jean–Michel Krivine, médico–cirujano jubilado,
fue miembro de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), y
activo militante en el movimiento de solidaridad con el
pueblo de Vietnam durante la guerra de agresión
imperialista. Integra
la redacción de Inprecor.
Notas:
1. El Anexo secreto de este Tratado de amistad estipulaba
entre otras cosas: "Las dos partes no tolerarán en sus
territorios ninguna agitación polaca susceptible de afectar
al territorio de la otra parte. Pondrán fin a tal agitación
a partir de su origen y se informarán mutuamente sobre las
disposiciones tomadas a tal efecto. "
2. La primera conferencia Gestapo–NKVD, consagrada a los
métodos de eliminación de la "conspiración
independentista" polaca tuvo lugar en Brest–Litovsk
el 27 de septiembre de 1939. La segunda, cuyo temario se
amplió a los intercambios de los prisioneros de guerra y a
los métodos empleados para tratar a la población polaca,
tuvo lugar a finales de noviembre 1939 en Przemysl. La
tercera conferencia se abrió el 20 de febrero de 1940 en
Zakopane. Su protocolo final estipulaba que la germanización/rusificación
de la población polaca debía acabarse en 1975 (!). La
delegación de la Gestapo estuvo por Adolf Eichmann
(condenado a muerte en Israel en 1962 después de un proceso
resonante); y la delegación del NKVD estuvo dirigida por
Fiodor Eichmans, el antiguo encargando de los campos de
concentración en las Islas Solovetski, y por Rita Zimmerman,
jefe del campo para niños y comandante de la mina de oro
Kolyma. En marzo de 1940 hubo una cvonferencia de nivel
inferior que tuvo lugar en Cracovia. Véase.
http://en.wikipedia.org/wiki/Gestapo–NKVD_Conferences.
3. Se puede leer: Margaret Buber–Neumann, "Déportée
en Sibérie: Prisonnière de Staline et de Hitler",
tomo 1, Points Seuil, Paris 2004; Margaret Buber–Neumann,
"Déportée à Ravensbrück, Prisonnière de Staline et
de Hitler", t. 2, Points Seuil, Paris 1995; Margaret
Buber–Neumann, "Milena", Seuil, Paris 1997.
4. Entre el 3 de abril y el 13 de mayo de 1940, se
transportó a 4.404 presos del campo de Kozielsk, en el
bosque de Katyn, cerca de Smolensk, situada en
aproximadamente 50 kilómetros de la frontera bielorusa,
fueron abatidos de una bala en la nuca y enterrados en fosas
comunes. Se asesinó a los 3.896 presos del campo de
Starobielsk en los cuarteles del NKVD en Jarkov y se mató a
6.287 hombres detenidos en el campo de Ostaszkow en Kalinine
(hoy Tver). Las masacres pues, alcanzaron a más de 14.400
polacos. Es necesario añadir a eso, cerca de 7.800 miembros
de redes de resistencia y distintos funcionarios, no
movilizados en el ejército, que, de conformidad con la
decisión del 5 de marzo de 1940, fueron fusilados por el
OSO (Consejo Especial de la Policía); se cuentan 3.400 en
Ucrania y 3.880 en Bielorrusia.
5. El texto de la decisión del Buró Político del PCUS,
del 5 de marzo de 1940, anotado como "ultrasecreto"
y firmado por el secretario del Comité Central, transmitido
a las autoridades polacas en 1993, estipula:
"I. recomendar al NKVD de la URSS
1) los asuntos 14.700 ex funcionarios polacos,
funcionarios del Estado, latifundistas, policías, agentes
del espionaje, gendarmes, colonos y supervisores de prisión
que se encuentran en los campos de presos de guerra, 2) así
como los asuntos de los decretos y encontrándose en las
prisiones de las circunscripciones occidentales de Ucrania y
Bielorrusia, entre 11.000 miembros de distintas
organizaciones K–r [contrarevolucionarios] de espionaje y
diversión, a ex proprietarios rurales, industriales, ex
funcionarios polacos, funcionarios del Estado y fugitivos
– a examinar por vía especial aplicando la pena capital.
II. Tratar los asuntos sin convocar los decretos y sin
presentarles las acusaciones, ni la decisión de final de la
instrucción, ni el acto de acusación – sobre el
siguiente método:
a) acerca de las personas que se encuentran en los campos
de presos de guerra – sobre la base de la información
presentada por la Administración de los presos de guerra
del NKVD de la URSS, b) por lo que se refiere a las personas
detenidas – sobre la base de la información de los actos
presentados por el NKVD de la República socialista
ucraniana y de la República socialista de Bielorusia.
III. Confiar el examen de los asuntos y la adopción de la
Resolución al trío de camaradas compuesto por: Mierkoulov,
Koboulov y Bachtakov (jefe del Primer departamento especial
del NKVD de la URSS). "
Una nota ultrasecreta de L. Beria (Comisario de los
Asuntos Interiores) de marzo de 1940 dirigido "al
camarada Stalin" estipulaba la misma cosa y llevaba
sobre la primera página las firmas manuscritas de Stalin,
Vorochilov, Molotov y Mikoyan así como una anotación:
"camarada Kalinine – para, Kaganovitch –
para".
6. Estas deportaciones tuvieron lugar en cuatro olas. El
10 de febrero de 1940 se desplazó alrededor de 140.000
personas (70% de polacos y 30% de ucranianos y bielorrusos);
los días 13 y 14 de abril de 1940 aproximadamente a 61.000
personas (las mujeres y los niños constituían un 80%);
entre mayo y julio de 1940 se desplazaron más de 80.000
(80% de los cuales eran judíos); y una cuarta ola
(alrededor de 85.000, desplazadas por un período de 20 años)
tuvo lugar en mayo–junio de 1941 – se bombardearon
algunos de los transportes de esta ola, fueron sorprendidos
por la agresión nazi antes de haber podido dejar
Bielorrusia.
7. La traducción inglesa de esta instrucción:
http://www.latvians.com/en/Reading/TheseNamesAccuse/ThNA–08–Appendix–1.php
8. El número de personas desplazadas hacia el norte y el
este de la URSS de los tres países bálticos entre julio de
1940 y junio de 1941 se considera en más de 131.000, 35.000
de los cuales eran de Lituania, 35.000 de Letonia y 59.000
de Estonia (otras cifras mencionan 54.000 desplazados y
movilizados en el ejército).
9. Este número de los Cuadernos del bolchevismo se volvió
imposible de encontrar, excepto la edición de 1951 por
Dominica Wapler, acompañada de comentarios de A. Rossi.
10. Auguste Lecoeur: "El partidario" –
Flammarion – 1963
11. "Historia del Partido comunista francés –
manual". Ediciones sociales – 1964.
12. 1904–2004 – número del centenario de la Humanité.
Fuera de serie – abril/mayo/junio de 2004.
14. Jacques Duclos: "Memorias" Primera parte:
1940/1942
15. Bernard Chambaz: "la Humanité 1904–2004"
– Seuil/la Humanidad
16. Léon Trotsky: "Sobre la Segunda Guerra
Mundial". ED. La Taupe – Bruselas – 1970
17. Pierre Frank: "Historia de la Internacional
Comunista" – ED. La Breche – T2 – París, 1978
Documentos
Pacto de No Agresión, 23 de agosto de 1939
El Gobierno del Reich alemán y el Gobierno de la Unión
de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, guiados por el
deseo de consolidar la paz entre Alemania y la URSS y se
basaba en las condiciones fundamentales del Tratado de
Neutralidad de 1926 resuelven lo que sigue:
Artículo 1. Las dos Partes Contratantes se comprometen a
abstenerse entre ellas de todo acto de violencia, toda acción
agresiva y toda agresión, y eso aisladamente en relación
con otras potencias.
Artículo 2. En caso de que una de las dos Partes
Contratantes fuera el objeto de un acto de guerra por parte
de otra potencia, la otra parte no asistirá, bajo ninguna
forma, a esta tercera potencia.
Artículo 3. Los Gobiernos de las dos Partes Contratantes
permanecerán en el futuro constantemente en contacto, vía
consulta, para informarse recíprocamente de las cuestiones
en relación con sus intereses comunes.
Artículo 4. Ninguna de las dos Partes Contratantes
participará en una agrupamiento de potencias dirigida,
directa o indirectamente, contra la otra parte.
Artículo 5. En caso de que desacuerdos o conflictos
surgieran entre las dos partes sobre cuestiones de tal o
cual naturaleza, las dos partes tratarían estos desacuerdos
o estos conflictos exclusivamente por medio de un
intercambio de opiniones amistoso, o, si fuere necesario,
por comisiones de arbitraje.
Artículo 6. El presente Tratado se ratifica por un período
de diez años, con esta cláusula que, si uno de los dos
contratantes no lo denuncia un año antes de la expiración
de este plazo, la duración de la validez de este Tratado se
dará como prolongada automáticamente por un período de
cinco años.
Artículo 7. El presente Tratado deberá ratificarse
cuanto antes posible. Los instrumentos de ratificación se
intercambiarán en Berlín. El Tratado entra en vigor a
partir del momento de su firma. Hecho en dos originales, en
ruso y en alemán.
Moscú, el 23 de agosto de 1939. Por el Gobierno alemán:
J. von Ribbentrop. Con plenos poderes del Gobierno de la
URSS: V. Molotov
Protocolo secreto
Los representantes plenipotenciarios de las dos partes
discutieron de manera confidencial la cuestión de las
fronteras de sus esferas de influencia en Europa Oriental.
Estas conversaciones llegaron las siguientes conclusiones:
1. En caso de reorganización territorial o política de
las zonas que pertenecen a los Estados bálticos –
Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania – la frontera
septentrional de Lituania será la frontera entre las
esferas de interés de Alemania y la URSS. En este sentido,
las Partes Contratantes reconocen los intereses de Lituania
en la región de Vilno.
2. En caso de reorganización territorial o política en
las regiones que forman parte del Estado polaco, la frontera
entre las esferas de interés de Alemania y la URSS deberá
pasar aproximadamente a lo largo de los ríos Narev, Vístula
y San. La cuestión de la existencia posterior de un Estado
polaco independiente corresponde a los intereses de las dos
Partes Contratantes, y cuáles serán las fronteras de este
Estado, no podrá definitivamente solucionarse sino al favor
de la evolución política futura. Pero en todos los casos,
los dos Gobiernos regularán esta cuestión por acuerdo
amistoso.
3. Por lo que se refiere a Europa del Sureste, la parte
soviética llamó la atención sobre los intereses de URSS
sobre Besarabia. La parte alemana declara su desinterés político
total en estas regiones.
4. Las dos partes guardarán este protocolo estrictamente
secreto.
Moscú, el 23 de agosto de 1939. Por el Gobierno alemán:
Joachim von Ribbentrop Con plenos poderes del Gobierno de la
URSS: V. Molotov
Tratado germano–soviético de delimitación y amistad
del 28 de septiembre de 1939
El Gobierno del Reich y el Gobierno de URSS, después del
hundimiento del ex Estado polaco, consideran exclusivamente
como su tarea de restablecer el orden y la calma en estos
territorios y de asegurarle a las poblaciones el
establecimiento de una existencia pacífica que responde a
su originalidad étnica. En este designio, los dos Gobiernos
convinieron lo que sigue:
Artículo 1. El Gobierno del Reich y el Gobierno de URSS
fijan como frontera de los intereses de imperio recíprocos
en el territorio del anterior Estado polaco, la línea que
se encuentra trazada en la carta adjunta y que debe
describirse con más detalle en un protocolo complementario.
Artículo 2. Las dos Partes reconocen la frontera de los
intereses de imperio recíprocos fijada en el artículo 1
como definitiva, y declinarán toda especie de intromisión
de terceras Potencias en este Reglamento.
Artículo 3. Las medidas de restauración política
necesarias se adoptan, en los territorios al oeste de la línea
indicada en el artículo 1, por el Gobierno del Reich; en
los territorios al este de esta línea, por el Gobierno de
la Unión Soviética.
Artículo 4. Los dos Gobiernos consideran el presente
Reglamento como un fundamento garantizado para el desarrollo
y el progreso de las relaciones amistosas entre sus pueblos.
Artículo 5. Este Tratado se ratificará, y se
intercambiarán los instrumentos de ratificación, lo antes
posible. El Tratado entra en vigor en el momento de su
firma. Hecho en dos originales, en ruso y en alemán.
Moscú, el 28 de septiembre de 1939 Por el Gobierno del
Reich alemán: von Ribbentrop. Por el Gobierno de la URSS:
V. Molotov
Anexo
La línea frontera comienza a la punta meridional de
Lituania; va, de allí, en dirección general occidental,
del norte de Augustowo en la frontera del Reich y sigue esta
última frontera hasta la rivera Pisa.
De allí, sigue el curso de la Pisa hasta Ostrolenka; a
continuación, sigue el Bug hasta Keystnopol, vuelve hacia
el oeste y se dirige al norte de Rawa–Ruska y Lubaczow
hasta el San. Sigue entonces el San hasta su fuente.
Protocolo confidencial del 28 de septiembre de 1939
El Gobierno de la URSS no pondrá obstáculos al posible
deseo de nacionales alemanes, o de otras personas de origen
alemán, residiendo en su esfera de influencia, de emigrar
hacia Alemania o hacia la esfera de influencia alemana.
Está de acuerdo para que estos desplazamientos estén
organizados por agentes del Gobierno del Reich en colaboración
con las autoridades locales competentes, y para que los
derechos de propiedad de los emigrantes estén
salvaguardados.
Una obligación correspondiente incumbe al Gobierno del
Reich por lo que se refiere a las personas de origen
ucraniano o bieloruso que residen en su esfera de
influencia. Por el Gobierno del Reich alemán: von
Ribbentrop Por el Gobierno de la URSS: V. Molotov
Protocolo adicional secreto del 28 de septiembre de 1939
Los plenipotenciarios abajo firmantes constatan el acuerdo
siguiente entre el Gobierno alemán y el Gobierno de la
URSS.
El protocolo adicional secreto del 23 de agosto de 1939 se
modifica en el artículo 1, en la medida en que el
territorio del Estado lituano está vinculado a la esfera de
intereses de la URSS y dónde, por otra parte, la provincia
de Lublin y las partes de Varsovia están vinculadas a la
esfera de intereses de Alemania (véase la carta anexada al
Tratado de delimitación y amistad entre la URSS y
Alemania). En cuanto el Gobierno de la URSS haya adoptado en
el territorio lituano medidas especiales sobre protección
de sus intereses, la frontera germano–lituana se
rectificará con el fin de llegar a un trazado simple y
natural, el territorio lituano situado al suroeste de la línea
indicada sobre la carta que volverá de nuevo a Alemania.
Se constata por otra parte que los acuerdos económicos en
vigor entre Alemania y Lituania no deben ser afectados por
las medidas arriba indicadas de la Unión Soviética.
Por el Gobierno del Reich alemán: von Ribbentrop Por el
Gobierno de la URSS: V. Molotov
Protocolo adicional secreto del 28 de septiembre de 1939
Los plenipotenciarios abajo firmantes, al celebrar el
Tratado germano–soviético de delimitación y amistad, se
declararon de acuerdo sobre lo que sigue:
Las dos partes no tolerarán en sus territorios ninguna
agitación polaca susceptible de afectar al territorio de la
otra parte. Pondrán fin a tal agitación a partir de su
origen y se informarán mutuamente sobre las disposiciones
tomadas a tal efecto.
Por el Gobierno del Reich alemán: von Ribbentrop Por el
Gobierno de la URSS: V. Molotov
Declaración del Gobierno del Reich y el Gobierno de la
Unión Soviética del 28 de septiembre de 1939
El Gobierno del Reich y el Gobierno de la Unión Soviética,
regulan definitivamente, por el acuerdo firmado hoy, las
cuestiones que se derivan de la disolución del Estado
polaco creando así una base segura para una paz duradera en
Europa Oriental, expresan conjuntamente la opinión que
correspondería a los verdaderos intereses de todas las
naciones en poner fin al estado de guerra que existe entre
Alemania por una parte, Francia e Inglaterra, por otra
parte.
Los dos Gobiernos emprenderán pues esfuerzos comunes,
cuando proceda, de acuerdo con otras Potencias amigas para
llegar cuanto antes a este objetivo. Si, no obstante, los
esfuerzos de los dos Gobiernos permanecían sin éxito, el
hecho que entonces se constataría es que Inglaterra y
Francia son responsables de la continuación de la guerra.
En el caso de esta continuación, los Gobiernos de Alemania
y la Unión Soviética se consultarían recíprocamente
sobre las medidas necesarias. von Ribbentrop, Molotov
Protocolo secreto del 10 de enero de 1941
El conde von Schulenburg, en nombre del Gobierno del Reich
alemán, por una parte, V.M. Molotov, en nombre del Gobierno
de la URSS por otra parte, se pusieron de acuerdo sobre lo
que sigue:
1. El Gobierno alemán renuncia a sus pretensiones sobre
la parte del territorio de la Lituania mencionada en el
protocolo adicional secreto del 28 de septiembre de 1939 e
indicada sobre la carta adjuntada a este protocolo.
2. El Gobierno de la Unión de las Repúblicas Socialistas
Soviéticas está dispuesto a compensar ante el Gobierno de
Alemania el territorio indicado por el artículo 1 del
presente protocolo pagando a Alemania una suma de 7,5
millones de dólares–oro, equivaliendo a 31,5 millones de
marcos alemanes.
El Gobierno de la URSS se encargará de reglamentar este
importe de 31,5 millones de la siguiente manera: un octavo,
lo que representa 3 millones 937.500 marcos, será regulado
por la entrega de metales no ferrosos durante los tres meses
que seguirán la firma del presente protocolo; los siete
octavos que permanecerán, lo que representa 27 millones
562.500 marcos, se regularán en oro y vendrán en deducción
de los pagos en oro debidos por Alemania al con fecha del 11
de febrero de 1941 de acuerdo con el canje de notas entre el
Sr. Schnurre, Presidente de la delegación económica
alemana, y A. I. Mikoïan, Comisario del Pueblo de Comercio
Exterior de la URSS, en el marco de la firma del acuerdo del
10 de enero de 1941 "sobre las entregas mutuas que
deben efectuarse durante el segundo período de aplicación
del acuerdo económico del 11 de febrero de 1940 entre
Alemania y la URSS".
Moscú, el 10 de enero de 1941 Por el Gobierno del Reich
alemán: Von Schulenburg Bajo la instrucción del Gobierno
de la URSS: V. Molotov
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