¿A
quien se le pudo ocurrir filmar El Capital?, por
supuesto… al genial S. Einsentein,
sueño que ocho décadas después realizara el
cineasta de vanguardia Alexander Kluge y que se acaba de
exhibir en Buenos Aires, nos propone analizar las intimas
relaciones del cine y la revolución durante el ultimo
siglo.
Durante el mes de agosto en el pequeño
auditorio de la fundación proa se repuso el film “Noticias
de la Antigüedad ideológica” de
Alexander Kluge(*).
El director de la generación del “nuevo cine alemán”
consagro el sueño más faraónico
de Sergei Eisenstein (**)… adaptar al cine El
capital de Carlos Marx. En 1928 en vísperas del estreno de
Oktubre el genial cineasta
soviético expresaba su deseo de llevar al cine esta
descarnada tomografía del sistema capitalista, afirma en
sus apuntes "Está decidido filmar El capital, según Karl Marx. Es la única
alternativa formal posible". Pero el avance de la
reacción estalinista empezaba a clavar sus espuelas en el
movimiento cultural y Eisenstein como gran parte de la
intelectualidad soviética
tuvo que acomodarse el traje del “realismo
socialista” una singular concepción de
hacer arte bajo el látigo de la burocracia.
Tras pasarse una década sin estrenar ninguna película, en
1938 Eisenstein volvió a rodar otra obra maestra con el
relato épico del príncipe Alexander Nevsky. Durante ese
período el cineasta trabajó en la formulación de sus teorías
del montaje cinematográfico, influenciado por sus contactos
con directores extranjeros y espoleado por los nuevos
horizontes que abría la llegada del cine sonoro. Eisenstein
tenía que enfocar el proyecto de Alexander Nevski con
enorme cuidado ya que había pasado a ser una persona non
grata para el aparato político. Tras ser obligado a
realizar un ejercicio de cierta autocrítica ante el
partido, el autor de El acorazado Potemkin concibió
el proyecto encomendado como una película de exaltación
patriótica del pueblo soviético, sin entrar en ningún
tipo de crítica interna. Así, (haciendo alarde de una
notable cintura pugilística) Eisenstein propone una epopeya
popular destinada a despertar en las masas soviéticas un
sentimiento patriótico contra la amenaza de la Alemania de
Hitler. Planteó Alexander Nevski como una gran película épica,
como un gran espectáculo dirigido al mayor número de
espectadores posible. En el sustrato de la narración era fácil
adivinar el intento de concienciar a las masas sobre la
necesidad de defender el país ante la posibilidad de una
invasión por parte de huestes extranjeras. De este modo,
satisfacía por igual la necesidades políticas y las
creativas.
Tuvieron que pasar 80 años para que el sueño de Eisenstein se hiciera realidad, Noticias de
la Antigüedad Ideológica fue una serie televisiva de casi
diez horas de duración, que Kluge redujo a ochenta y tres
minutos para presentar el filme en el festival de Moscú. En
la película se ven memorables imágenes —como una escena
de la ópera Al gran sole carico d`amore, de Luigi Nono—,
secuencias de películas mudas de Eisenstein, se leen
fragmentos de El Capital, se exhiben fotos del crac de la
Bolsa de Nueva York y se realiza una visita al mausoleo de
Karl Marx, que está en un cementerio de Londres, y asimismo
a su verdadera tumba, que se encuentra casi perdida en la
misma necrópolis. La dosis de humor (ironía) la
proporciona el obrero desocupado Helge Schneider, que está
asistiendo a un seminario de marxismo. Entre las
ocurrencias de Schneider le llega a consultar a Kluge
si existe algún tipo de parentesco entre el autor de El
Capital y Los Hermanos Marx.
El nacimiento del cine es contemporáneo de la revolución
rusa y en esta
el arte alcanza un altísimo nivel de desarrollo, en esos
tiempos y en medio del fragor de la revolución L.Trotski
(***): Dirá que "en este campo [el del arte y la
educación], el instrumento mas importante, el que supera de
lejos a todos los demás es, sin duda, el cine. Esta
invención desconcertante en materia de espectáculos
ha entrado en la vida de los hombres con una rapidez
fulminante. En las ciudades capitalistas el cine forma parte
de la vida corriente, en la misma medida que el baño, la
taberna, la iglesia y otras instituciones más o menos útiles
y recomendables. La pasión del cine se basa en el deseo de
distraerse, de ver algo nuevo, inédito, de reír y hasta de
llorar, no sobre la propia suerte sino sobre la de otro. El
cine ofrece una satisfacción óptica totalmente viva e
inmediata a todas esas necesidades sin exigir nada del
espectador, ni siquiera la capacidad de leer. De ahí la
afición y la gratitud del espectador hacia el cine, fuente
inagotable de impresiones y de sensaciones. He ahí el
punto, no solamente el punto, sino la vasta superficie donde
pueden comenzarse los esfuerzos en vista a la educación
socialista."
El Capital llega a la pantalla para ayudarnos a comprender
la actual debacle del capitalismo que despierta y sacude a
las masas, esta vez el espectro recorre el mundo (“Filmé
El Capital para defender a nuestros chicos de la catástrofe”
declara Kluge en un reportaje). Y posee la respuesta a
preguntas como las que ya se hacia Engels en el prologo de
la primera edición inglesa ¿Qué hacer con los obreros
desocupados?
Coincidimos con el critico de cine Germán Cáceres:” Un
filme para no perder: hay que buscarlo desesperadamente en
internet, en Dvd o en cualquier ciclo que ande por ahí , pero…
atentos al titulo de la película, nada mas ajeno al
materialismo dialectico que el concepto de ideología,
sin que esto signifique de ningún modo una censura a la perspectiva fílmica del
autor nos permitimos aclarar que:
En todas las sociedades
encontramos teorías del mundo o ideologías puesto que,
como señaló Engels, "todo lo que mueve a los hombres
tiene que pasar necesariamente por sus cabezas". Pero
el marxismo añade a este concepto general las siguientes
peculiaridades: que las ideologías no describen al hombre
y su situación en el mundo y la sociedad de un modo
correcto, sino de un modo deformado, falso y que
esa deformación en la descripción del hombre es
consecuencia del interés de la clase dominante por
mantenerse en su situación de dominio; como nos dice
Marx en “La ideología alemana”, “las ideas de la
clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas
dominantes”. Por lo tanto el materialismo dialéctico en
cuanto critica radical de la realidad toda y a la vez
instrumento de cambio revolucionario tiene tanto de ideología
como la ley de gravitación universal o la circulación
de la sangre y El Capital es la obra mas acabada de esta
perspectiva científica.
La superación definitiva de las
ideologías sólo podrá realizarse con la desaparición de
la explotación del hombre por el hombre, y el cine de la
mano del marxismo pueden ser magníficos aliados en esa fílmica
epopeya.
Notas:
(*) Alexander
Kluge (Halberstadt (Alemania), 14 de febrero de 1932) es
director de cine y escritor.Estudió derecho, historia y música
en la universidades de Marburgo y Fráncfort del Meno, y se
doctoró en derecho en 1956. Durante su época de estudiante
en Fráncfort, Kluge fue amigo del filósofo Theodor Adorno,
que había vuelto a Alemania procedente de Estados Unidos y
era profesor en el Instituto de Investigación Social,
institución central de la llamada Escuela de Fráncfort.Kluge
trabajó como asesor legal para el instituto, y comenzó a
escribir sus primeros relatos durante este período. Por
consejo de Adorno, Kluge empezó también a investigar sobre
el cine, y en 1958 Adorno le presentó al director alemán
Fritz Lang. Hoy Kluge sigue en activo y es un reconocido
cineasta y escritor, principalmente en Alemania, donde se le
han concedido casi todos los grandes premios literarios,
como el premio Georg Büchner, que recibió en 2003,
considerado el galardón literario más importante en lengua
alemana.
(**) Cuando contaba 25 años, Serguéi Eisenstein puso fin
a su carrera teatral, al ver la artificiosidad del resultado
en su montaje de Máscaras de gas, donde, según sus propias
palabras, «el carro se rompió en pedazos y el conductor se
cayó de cabeza en el cine». Esto hizo que dejara el teatro
y se centrara en el medio que le dio prestigio
internacional, el cine.Eisenstein fue un pionero del uso del
montaje en el cine. Para Eisenstein, la edición no era un
simple método utilizado para enlazar escenas, sino un medio
capaz de manipular las emociones de su audiencia. Luego de
una larga investigación en el tema, Eisenstéin desarrolló
su propia teoría del «montaje». Sus publicaciones al
respecto serían luego de gran influencia para varios
directores de Hollywood.Eisenstein no utilizaba actores
profesionales para sus películas. Sus narrativas evitaban
el individualismo y, en cambio, iban dirigidas a cuestiones
más amplias de la sociedad, especialmente a conflictos de
clases. Sus actores eran por lo usual personas sin
entrenamiento en el campo dramático, tomadas de ámbitos
sociales adecuados para cada papel.
Su principal mensaje político se basó en la organización,
la participación y la lucha «Como quieras, quiero. Sus
ideales comunistas lo condujeron en varias ocasiones a
conflictos con funcionarios del gobierno soviético. Stalin
era consciente del poder del cine como medio de propaganda,
y consideró a Eisenstein como una figura controvertida. Su
popularidad se profundizó más tarde con el éxito de sus
películas, entre ellas El acorazado Potemkin (1925),
calificada una de las mejores películas de todos los
tiempos.
(***) En la imponente biografía de L.Trotski que
hizo, Isaac Deutscher nos cuenta: “No sólo de política
vive el hombre...” fue el título que Trotsky le dio a un
breve ensayo suyo que apareció en Pravda en el verano de
1923. Menos que nadie podía él vivir sólo de política.
Aun en los momentos más vitales de la lucha por el poder
sus actividades literarias y culturales absorbieron una gran
parte de sus energías; y esas actividades lo ocuparon aún
más cuando salió del Comisariado de la Guerra y la
controversia en el seno del Partido [comunista ruso] se
aplacó durante algún tiempo. No es que Trotsky tratara de
escapar de la política. Su interés en la literatura, el
arte y la educación siguió siendo político en un sentido
más amplio."