La discusión sobre el carácter de la llamada
“Revolución de Mayo” es importante, ya que de aquí se
derivan una serie de consideraciones políticas en relación
al imperialismo o la estrategia nacional. Los compañeros de
Razón y Revolución (RyR) han contestado a nuestro articulo
sobre los hechos de Mayo publicado en Febrero en la página
Socialismo o Barbarie.
En una nota salida
en El Aromo n°66, se puede leer acusaciones de todo tipo:
que somos “circulacionistas”, que hacemos un uso dogmático
y religioso de Peña, y más imputaciones, sólo por el
hecho de reivindicar a este historiador marxista.
Su necesidad de defender la visión de la Revolución
Capitalista, para justificar luego su negación del problema
imperialista, lleva a RyR a muchas semejanzas con el
“nacionalismo popular” estilo Abelardo Ramos.
En este articulo intentaremos contestar algunas de las
acusaciones, siempre sosteniendo que los hechos de Mayo
apenas alcanzaron el carácter de una revolución política
y no social.
La discusión
Antes que nada pido perdón a los compañeros de RyR;
creí que la saga de libros sobre la Revolución de Mayo
eran de cara a las discusiones (aunque sean académicas) que
se iban a dar en torna a estos acontecimientos durante los
festejos del Bicentenario. De hecho no era una crítica, sabía
de sus años de publicación, y no estaba mal encarar un
proyecto con ese objetivo.
Pero de la respuesta de los compañeros saco algunas
cosas que como críticas hacia mi artículo no se entienden.
El hecho de que Peña allá escrito “hace unos 50 años”
no implica ningún problema. Marx escribió hace muchos más
y, tanto RyR como el Nuevo MAS, lo reivindican. El problema
no es el tiempo que pasó desde que se escribió lo que se
escribió, eso no da legitimidad ni la quita, hay cosas
escritas hace 5 minutos que igual son un desastre. Se puede
decir, siguiendo esa lógica, que RyR debe dejar de repetir
opiniones ajenas.
Peña discutía en esa época con Puigros, Abelardo
Ramos y toda clase de interpretaciones nacionalistas
manteniendo una postura marxista. Hoy RyR dio la vuelta y se
funde a estos mismo autores haciendo que la teoría marxista
se emparente al “nacionalismo popular” tan de moda en
estos días.
En cuanto a la idea de que somos circulacionistas para
definir el carácter de una formación social, es falsa. Si
se lee detenidamente, se ve que la discusión se plantea
primero desde qué tipo de relación de explotación
domina:
“Pero, como bien reconoce Peña, la principal relación
de producción y explotación capitalista, el salario, existía
antes de la revolución en forma bastardeada, aunque como
reconoce Pomer, el mercado laboral asalariado tardó en
desarrollarse. Ni siquiera fue obra de la ‘revolución’;
la obligación de trabajar para los ‘mal entretenidos’
gauchos es anterior. Pero lo importante es que antes no
existía en el Rio de la Plata otra forma de explotación.”
Con esto abro la discusión sobre el carácter de la producción en el Río de La Plata. Para continuar diciendo que esta
producción está
atada al mercado mundial capitalista, por lo que su objetivo
es la acumulación capitalista mundial. Más allá de que el
estado esté encabezado en esta época por una burocracia de
la Corona feudal española.
Estoy convencido (sin tratar de
ser dogmático con un autor de más de 100 años) de que, cómo
decía Marx, el valor se produce en la producción y se
realiza en la circulación. Por lo tanto, para definir los
modos de producción es necesario entrelazar ambas
esferas para entender. No es sólo el mercado mundial el
que le da el carácter capitalista a la formación social
del Río de la Plata, sino también los tipos de
relaciones sociales que dominan en la producción. El
problema es de ustedes –RyR– que la dan poquísima
importancia a la influencia del mercado mundial.
En
su defecto, lo más cercanos al circulacionismo es RyR. En
sus libros podemos ver que se habla de la punción en el
comercio para definir el carácter feudal del Río de La
Plata. ¿Pero dónde están las relaciones de
producción feudales? No hablan, no dicen nada. El poder
de la Corona no es una forma ni una relación de producción.
Sin embargo no dudan de hablar de los saladeros, que estaban
lejos de ser feudales.
Con respecto al comercio, RyR,
tiene un problema de difícil explicación: el carácter de
los comerciantes, sean monopolistas o capitalistas (si se
les puede diferenciar de esta forma).
En uno de sus últimos artículos,
Schlez,
vuelve sobre un intento de diferenciar a los comerciantes en
dos tipos, unos capitalistas y otros capitalistas atados a
la corona española (aunque no sea el eje del artículo).
Hasta acá ningún problema. La dificultad está en que detrás
de esta diferenciación se encuentra una especie de
diferenciación entre comerciantes buenos y malos,
los que acumulan capital y los que logran ganancias gracias
a privilegios políticos. En ese artículo, Schlez, dice que
Agüero (un comerciante monopolista contrario a los cambios
en el Río de la Plata) en su reproducción social “no
dinamizó actividad productiva alguna, reproduciendo su vida
gracias a 3 tipos de actividades: el comercio, el préstamo
y la inversión inmobiliaria”.
A estas 3 actividades se dedicaron muchos comerciantes luego
de la “revolución”, esto no los diferencia de otros
comerciantes que son indiscutiblemente capitalista (incluso
hoy en día).
Siguiendo esta línea, renglones
antes, los iguala a “curas y burócratas”;
esto sí que no se explica. Los privilegios otorgados por el
Estado Español les permite comerciar con muchas ventajas;
pero sin ellos los comerciantes pueden seguir comerciando y
reproduciendo su vida. En cambio, si el Estado Español no
paga los salarios, los curas y burócratas deben salir a
buscar otra fuente para reproducirse. Los últimos no sólo
son el Estado: su reproducción social esta completamente
atada al Estado. No son lo mismo, son otra cosa.
El hecho de que los comerciantes
vivan de una punción en la circulación, hecha por y en
beneficio de unos cuantos nobles feudales, no quita que los
excedentes de esa producción controlada por el mercado
mundial fuera a parar en gran medida a los bolsillos de
capitalistas que estaban iniciando la acumulación
originaria.
El latifundio efectivamente no
permitió grandes inversiones; la gran mayoría de los
hacendados no tenían saladeros, que era la única inversión
grande que se podía hacer. La gran mayoría sí vivía de
la caza del ganado cimarrón en sus tierras o en la de los
indios, lo cual necesita de muy poca inversión y muy poca
mano de obra asalariada o de otro tipo. Pero resulta
bastante bajo decir que defendemos la tesis del “farmer”.
De hecho ni se habla del tema en el articulo.
Solamente se dice que el latifundio no incentivaba la
inversión, lo que tampoco quita que algunos hayan
invertido.
En el caso de la definición, clásica,
que hacemos de decir que Argentina desde los hechos de Mayo
hasta hoy es una semicolonia, no era el eje del artículo.
Pero teniendo en cuenta los últimos escritos de los compañeros
en su periódico “El Aromo”, voy a contestar. En este
periódico, por lo menos en dos notas,
se niega el carácter semicolonial de Argentina y se llama a
toda la izquierda a superarlo para no seguir “enlazado de
una forma u otra a la ideología burguesa”.[7]
Por lo menos reconozcamos que son
coherentes: que al creer que la Revolución de Mayo fue
burguesa, triunfante y social, hoy Argentina esta libre de
ataduras y no tiene tareas burguesas que realizar.
Hoy, producto de la crisis económica
mundial y las rebeliones ocurridas a partir del 2000, han
hecho que el imperialismo pierda fuerza en la zona. Pero de
ninguna manera podemos decir que hoy, como ayer, Argentina
haya superado los obstáculos que impone el imperialismo.
Años después de Mayo, Rivadavia
pide el primer préstamo internacional oficial a la Bahring
Brothers. Desde ahí en más el Estado surgido de los hechos
de Mayo estuvo atado a la banca internacional (recordemos el
rol del FMI en los 90 por nombrar el primero que se me viene
a la cabeza). No sólo es el comercio: aparte de las
finanzas también podemos ver las inversiones hechas por
Inglaterra y obvio que otros países imperialistas (nadie
dice ni cree que Argentina dependa sólo de Inglaterra en
ese época).
El imperialismo y sus
socios menores (la escasa burguesía nacional) mediante
inversiones, préstamos y comercio manipulo la política de
un Estado que nunca logró la independencia total. Negar el
rol del imperialismo o el carácter de semicolonia de
Argentina es volver a las tesis de Toni Negri, no avanzar en
un sentido marxista. Igual, creo que para explicar cuál era
la importancia del imperialismo inglés, basta el dato que
ellos mismo citan: en 1824 Inglaterra compraba el 60% de las
exportaciones pecuarias; no es necesario un monopolio del
100% para controlar la economía.
Lamentablemente los hechos de
Mayo no resolvieron la cuestión de la soberanía nacional
(algunos años después, los ingleses ocuparon Malvinas,
territorio nacional en ese momento), ni se logró una
independencia política completa. YPF, muestra en una pequeña
medida (gracias al momento que se vive en el mundo), lo difícil
que es tomar una medida soberana (en especial cuando
hablamos de nuestros recursos
naturales). La burguesía después de mayo se transformó en
socia menor de diferentes imperialismos (Inglaterra en
primer momento, pero yanqui después). No busca la
independencia completa. Por eso nuestra corriente plantea
que esto será obra sólo
de la clase obrera, serán los obreros y trabajadores
quienes echarán a patadas al imperialista que quiera
mantener en alguna medida al país como semicolonia suya y
completar lo que la “Revolución burguesa de Mayo” no
concluyó.
“La Revolución de Mayo” no
inició una era de industrialización (ni días después, ni
años después, ni décadas después). Nunca se supero la
baja productividad del trabajo existente hasta nuestros días,
ni el carácter deudor del Estado, ni la falta de soberanía.
Quizás la principal critica de
Rossi Delaney, es que el Nuevo MAS y quien escribe tomamos
religiosamente lo que dice Peña, que nos negamos a
aggionarnos, que somos dogmáticos.
En estas últimas décadas los
marxistas de diferentes cuños hemos debido soportar una
constante crítica por citar a Marx, Engels, Lenin o
cualquier otro. Desde la caída del muro se nos acusa de ser
“dogmáticos” que repetimos a diestra y siniestra
planteos escritos por otros hace muchos años. Es por esto
mismo que me llama mucho la atención de que se nos acuse de
repetir religiosamente lo que dijo Peña hace más de 50 años.
Esta crítica los acerca más a los posmodernos que durante
años nos corean lo mismo, que a los marxistas que hemos
tenido que soportar estupideces, como que la teoría
marxista no servía más y había que “modernizarse”.
La reivindicación de un
marxista-trotkista como Peña, no nos hace dogmáticos,
ciegos o simples repetidores. Creemos que los estudios y la
teoría realizados por Peña son los que se ajustan más a
la realidad (a pesar de algunas pequeñas fallas en cuanto a
afinar el lápiz en las definiciones, cosas que hay que
superar). Sostenemos lo dicho por Peña porque hemos leído
a otros y estamos convencidos de que es lo mejor y más
acertado en los últimos 50 o 60 años a pesar de sus
limites.
No somos una secta religiosa que
le gusta repetir clichés por ahí (aunque las hay). Para
comprobar esto invito a RyR y a todos los compañeros a leer
nuestro balance sobre el marxismo de posguerra, balance que
se encuentra en la mayoría de nuestras revistas (Revista Socialismo
o Barbarie, 17-18 en adelante).
Allí verán que mas que repetir, nuestra corriente a estado
buscando desde el principio tomar y conservar lo mejor del
marxismo del siglo XX pero tratando de superar los errores
sobre la base de balances críticos de muchas experiencias.
No tenemos el reflejo posmoderno de decir que todo lo viejo
es basura y no sirve, tenemos el reflejo marxista de ver que
es lo que sirve y descartar lo que se mostró equivocado.
Nos enorgullece retomar las
obras, todavía tapadas en muchos círculos intelectuales de
la izquierda, de Milciades Peña, quien a pesar de su corta
trayectoria dejo una aplicación de la teoría marxista que,
les guste o no a los compañeros de RyR, todavía está
vigente.
[1]
Rodríguez, Martiniano: “sobre el carácter de la
llamada “revolución de mayo” de 1810 en Argentina:
Una discusión bicentenaria” en socialismo-o-barbarie.org
[2]
Schlez, Mariano: “El estudio de los comerciantes a
través de los protocolos notariales porteños
(1760-1800), un debate sobre el método”, Revista Razón
y Revolución n°22, 2do semestre de 2011, BS As.
[3]
Schlez, Mariano: OP
CIT, página 125
[4]
“Pero un análisis detallado de la naturaleza de su
reproducción social nos muestra que vive, como el resto
de los monopolistas, gracias a una punción a la
circulación, fruto de los privilegios que le otorga el
Estado Español. Al igual que los curas y burócratas
que se reproducen socialmente gracias al Estado Español…”,
Schlez, Mariano: OP CIT, página 125
[5]
De hecho, estaría bueno que los compañeros citen en
que momento del articulo reconozco ese mito.
[6]
“A 30 años de la guerra de Malvinas” y
“Socialismo o liberación nacional. Una respuesta al
PTS sobre el caso Malvinas” en el Aromo 66.
[7]
Harari, Fabián: “A 30 años de la guerra de
Malvinas”, en El Aromo 66.
[9]
Continuando con el tema se puede leer “Revolución o
Dependencia, imperialismo y teoría marxista en Latinoamérica”
de Marcelo Yunes, donde nuestra corriente repasa el
tema.