Este nuevo 25 de Mayo se
cumplen 203 años de la llamada Revolución de Mayo, un
hecho que marca el comienzo de la historia argentina y que
para muchos es el comienzo atrasado de nuestro país. En la
actualidad el gobierno y muchas corrientes reivindican este
hecho, pero desde Mitre y Alberti que se discuten muchas
cosas sobre el “25 de Mayo”: ¿Qué fue? ¿Qué ideas se
impusieron? ¿Participaron las masas? ¿Qué rol jugó Gran
Bretaña?
El
Cabildo y su plaza, donde tuvieron lugar los eventos de mayo de 1810, visto en
1829 por Charles Henri
Pellegrini (acuarela). Frente al Cabildo, la Pirámide de Mayo, su primer
monumento conmemorativo.
Entender esta cuestión
es importante para elaborar y tomar posiciones políticas,
para elaborar una estrategia
emancipadora que eliminé la explotación del hombre por el
hombre.
Mitre y el nacionalismo
Cuando alrededor de 1880
surgió la necesidad de sentar las bases de un nuevo Estado,
una tarea importante fue la de construir un pasado glorioso.
Mitre y otros se dedicaron a encontrar en algunos “héroes”
y su Revolución de Mayo, los comienzos de la Argentinidad y
del país. Argentina abría nacido por la acción de un
grupo de “héroes iluminados” que enfrentaron a los españoles
y su injusticia, con la idea de crear una nueva nación
independiente y republicana. Para que esta idea cierre hubo
que ocultar algunos documentos
y culpar a la edad o la locura por algunas ideas contrarias
a las que se formaba la elite agro-exportadora.
Un relato casi místico,
lleno de héroes y villanos que nos repiten en las escuelas
desde chiquitos. Una revolución pacífica a la cual le
debemos la vida.
Frente a este cuento se
levantaron algunas voces, pocas pero hubo. La principal fue
la de J.J. Alberti, un intelectual liberal muy agudo en sus
observaciones, que discutió gran parte del discurso
mitrista. Para él la Revolución de Mayo cambio más que la
estructura política y ni siquiera tenía una idea en cuanto
a si era necesario la independencia o que forma de gobierno
debía tener esta nueva nación. Una idea contraria a la que
la elite quería imponer.
Las nuevas posiciones
Los primeros
socialistas, formados por la socialdemocracia europea y los
stalinistas, mantuvieron todas las premisas mitristas-liberales
pero con lenguaje marxista. Para ellos fue una revolución
capitalista, un enfrentamiento de clases en la cual la
burguesía tomó el poder. El problema era que ésta
revolución fue incompleta o traicionada por que triunfaron
las ideas más conservadoras
de la revolución o por el complot de los
capitalistas ingleses. Esta nueva visión no lograba romper
con las ideas elementales de la teoría liberal, pero permitía
sostener la idea de que para completar la revolución es era
necesario la alianza con sectores capitalistas.
Casi al mismo tiempo los
revisionistas, de tendencia nacional-populistas, partiendo
de que era una revolución incompleta o traicionada (por las
mismas razones que las posturas anteriores) criticaban la
postura mitrista por resaltar las figuras conservadoras. Así
Moreno y
Belgrano comienzan a ser los nuevos héroes a quien
idolatrar, los que querían un verdadero cambio.
Ambos coincidían en que
había que completar la revolución, lo cual demuestra que
esos marxistas no podían superar la perspectiva liberal. La
solución era apoyar una alianza poli-clasista encabezada
por la burguesía nacional, que desarrolle el país y se
enfrente al imperialismo. Los revisionistas terminaron
apoyando al peronismo, mientras el Partido Comunista y el
Partido Socialista apoyaron a la alianza conservadora anti-peronista.
Ninguno veía la posibilidad de una salida independiente.
Milcíades Peña
Lo primero que salta a
la vista cuando se lee a Peña, es su sagacidad y simpleza
para atacar ciertos mitos y puntos comunes de la Historia
Argentina. Pero a la vez sus escritos son centralmente políticos,
apuntan a desmentir y desanudar los mitos relacionados a
posiciones políticas de diversas tendencias.
Una gran virtud de Peña,
es lograr una historia muy lejos de héroes y figuras
determinantes, en su obra se puede ver como actuaron las
clases sociales de cada momento, y luego ver esto a través
de algunas de sus principales figuras, de sus obras políticas.
No se detiene a explicar la grandeza o decadencia de una
persona pata
explicar el por que del desarrollo de la historia, sino al
revés. Al mismo tiempo tiene en cuenta y entrelaza
limitaciones exteriores como el imperialismo y el capital
extranjero.
En cuanto a la
“Revolución de Mayo”, Peña retoma algunas ideas de
Alberti. Para empezar el autor cree que le revolución no
fue exactamente una revolución, ya que no hubo cambios
importantes en la estructura política, social y económica
del país. A parte no existió participación de las masas
en dicho proceso. Fue más bien un cambio político, aunque
por momentos el autor reniega de la importancia de esto.
Su visión es que la
colonia era un “capitalismo colonial”, o sea no era
feudal , era una época de transición. Por lo tanto la
revolución capitalista era un mito de quienes buscaban
adaptar el pasado a la teoría de la sucesión de modos de
producción, no entendiendo que no la historia no es lineal,
sino combinada y desigual.
De esta forma se ubica
fuera de los marcos liberales, de pensar que fue necesaria
una gran revolución social nacional para insertar a
Argentina en un mundo capitalista. Ofrecía así una visión
alternativa a las existentes que pone en primer plano la
desconfianza en la burguesía y la necesidad de un nuevo
actor que realice los cambios más profundos.
El marxismo hoy
En la actualidad las
corrientes marxistas no han logrado superar los mismos
limites con que contaron los marxistas de principio del
siglo XX.
El Partido Comunista
(stalinista) y el Partido Comunista Revolucionario
(maoísta) son los continuadores de la idea de que la
revolución burguesa de mayo no fue completada, y es por
esta misma visión de los hechos de mayo que en la
actualidad se encuentran tejiendo alianzas con diversos
partidos burguesas. El primero con el Frente para la
Victoria de la presidenta Cristina Fernández; los segundos
se contentan con apoyar a los sectores ligados al Frente
Amplio Progresista del ex gobernador Binner.
El grupo de Razón y
Revolución (RyR) en cambio sostiene que la Revolución de Mayo
fue una revolución social, que transformó la
estructura económica y social de la nueva Argentina. Las
masas participaron activamente de estos sucesos, la burguesía
destruyó la colonia feudal y abrió la puerta al
capitalismo en la región. Esta revolución burguesa elimina
hoy en día la necesidad de la lucha contra el imperialismo,
por los derechos democráticos, ya que no estamos habitando
una semi-colonia. La revolución social de 1810 borró todo
rastro de feudalismo y transformó a Argentina en un país
capitalista con una burguesía soberana e independiente.
Hacia una posición
marxista
El marxismo hoy necesita
una posición clara e independiente, ya que es importante
discutir las posiciones reformistas y pos-modernos que
retoman ideas stalinistas y por ende liberales, llevando al
movimiento obrero tras alguna figura
de algún burgués o en el mejor de los casos de algún
tipo de reformismos.
Partiendo de la visión
de Peña, pero tratando de superar sus límites, podemos
llegar a una posición más dialéctica y cercana a la
realidad, que a la vez pueda plantear la necesidad de una
salida independiente a los problemas del capitalismo y que
conduzca verdaderamente al socialismo.
La colonia era
efectivamente una época de transición, donde diferentes
modos de producción se combinaron, que desarrolla una
estructura pre-capitalista donde se mezclaron elementos
feudales y pre-colombinos pero profundamente atravesados por
el naciente capitalismo , que de a poco fue horadando estos
elementos dando lugar a una sociedad lugar a una sociedad
completamente capitalista. Por lo tanto la revolución fue
solo un cambio político en medio de esta transición, pero
no hay que simplificar esta cuestión como lo hace Peña por
momentos. Esos cambios políticos implicaron una ruptura con
la metrópoli pero no la configuración de una nueva
sociedad. Los comerciantes que dominaron la sociedad
colonial lo hicieron después de 1810 (el núcleo
estancieril también
mantuvo su poder, aunque la formación de una clase ganadera
burguesa sea bastante posterior a 1810), pero es verdad que
el 25 de mayo de ese año quebró el vinculo con España y
trajo el libre comercio. Pero esta clase burguesa
comerciante y el núcleo de la futura clase burguesa
estancieril, poseían interés no nacionales, solo les
importaba comerciar libremente. Ningún sector en Argentina
quería pelearse con sus socios imperialistas europeos y
poner en pie una nación independiente por medio de una
radicalización de la sociedad. No hubo revolución social,
porque nadie quería cambios demasiados profundos que
pudieran perjudicar el negocio de la exportación de cueros
o el comercio.
En consonancia con esto,
la única clase que podía llevar adelante los cambios
profundos para poner crear una verdadera nación
independiente y que puede solucionar los problemas creados
por el capitalismo, es la clase obrera (que en esos momentos
estaba lejos de existir). Hoy existe y es la única que
puede encabezar una posición completamente independiente.
[1]
Mitre ocultó el “Plan de operaciones” de Moreno, ya
que este proponía ceder tierras a Inglaterra y otras
cosas.
[2]
En algunas notas como “A
30 años de la guerra de Malvinas” y “Socialismo o
liberación nacional. Una respuesta al PTS sobre el caso
Malvinas” en El
Aromo 66, Razón y Revolición se declara en contra del carácter
semicolonial de Argentina.