Nuevo
orden geopolítico mundial
Fin
del Acto Primero
Por
Immanuel Wallerstein
La Jornada, 29/09/10
Sería un
error subestimar la importancia del acuerdo que el 9 de
septiembre tomaron Nicolas Sarkozy de Francia, en su
capacidad de actual presidente de la Unión Europea (UE), y
Dimitri Medvedev, presidente de Rusia. Es un acuerdo que
marca el fin definitivo del Acto Primero del nuevo orden
geopolítico mundial.
¿Qué se
decidió? Los rusos accedieron a retirar todas sus tropas de
lo que se conocen como “áreas centrales de Georgia”, o
“Georgia, propiamente”, es decir, las partes de Georgia
que los rusos reconocen como Georgia. Estas tropas están
siendo remplazadas por 200 monitores de la UE, y es algo que
se emprende con base en las garantías ofrecidas por la UE
de que no habrá ningún uso de fuerza contra Osetia del Sur
y Abjazia.
El asunto
del reconocimiento ruso a la independencia de Osetia del Sur
y Abjazia se ha dejado abierto por completo. Sarkozy y el
ministro de Relaciones Exteriores de la UE, Javier Solana,
“esperan” que en el futuro Rusia permita que los
monitores de la UE entren en estas áreas. El ministro ruso
de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que no hacen
tal promesa y que “todo arreglo de supervisión futura
requerirá de la ratificación de los gobiernos de Osetia
del Sur y Abjazia”. Lavrov dijo que las tropas rusas se
mantendrían en ambas áreas “en el futuro previsible”.
Y aunque el secretario del Consejo de Seguridad Nacional de
Georgia, Alexander Lomaia, aplaudió las claras fechas límites
para la retirada rusa de la Georgia “propiamente dicha”,
anotó que era “mala noticia que [el acuerdo] no se
refiriera a la integridad territorial [de Georgia]”.
Este
acuerdo fue alcanzado por Europa y Rusia, y Estados Unidos
no jugó ningún papel diplomático en lo absoluto. Medvedev
acusó a Estados Unidos de haber dado su bendición a la
acción original georgiana de invadir Osetia del Sur. Dijo
que, por el contrario, los europeos son “nuestros socios
naturales, nuestros socios clave”.
El
presidente de Georgia recibió mucho aliento de John McCain,
y el vicepresidente Cheney voló ahí para decir que Estados
Unidos daría mil millones de dólares en asistencia para la
reconstrucción de Georgia. Pero el secretario de Defensa,
Robert Gates, al explicar por qué esta ayuda no incluía
asistencia militar y por qué no habría sanciones económicas
contra Rusia, dijo: “si actuamos muy precipitadamente,
podemos ser nosotros quienes quedemos aislados”.
Así que,
¿cuál es el fondo del asunto? Rusia consiguió en Georgia
más o menos lo que quiso. Su reconocimiento
“irrevocable” de Osetia del Sur y Abjazia es algo que
tal vez pueda canjear en el futuro por un viraje básico en
las relaciones de Georgia con Rusia. Si no, no. El hecho es
que Europa cree que necesita reconciliarse con Rusia y ha
descartado reanudar lo que los chinos llaman “la guerra
civil europea”.
Estados
Unidos se percata de que no tiene cartas reales con qué
jugar. Entre tanto, en Medio Oriente sus aliados más
cercanos lo rechazan públicamente. En Irak, el primer
ministro Maliki se ha vuelto un negociador muy rudo en torno
a la continuada presencia de las tropas estadounidenses, y
no es imposible que, si Estados Unidos no hace más
concesiones importantes, los acuerdos actuales que terminan
el 31 de diciembre simplemente se agoten.
En Afganistán,
el presidente Karzai está tan exasperado con las misiones
de bombardeo de las tropas especiales estadounidenses que ha
exigido “una revisión de la presencia de tropas
estadounidenses y de la OTAN en el país”, en lo que CBS
News llama un “discurso de palabras ásperas”. La
provocación inmediata fue un ataque aéreo en Azizabad que
el ejército estadounidense alega que dejó pocas bajas y
que estaba dirigido contra los talibanes. Los afganos
insisten en que no había talibanes ahí y que un gran número
de civiles fue asesinado. Cuando los funcionarios de
Naciones Unidas y otros dieron credibilidad a la versión
afgana, el general estadounidense de mayor rango en Afganistán,
David McKiernan, se retractó de la posición estadounidense
e hizo un llamado a que se emprendiera una investigación
estadounidense de alto nivel, a cargo de un general venido
de Estados Unidos.
Y en Pakistán,
el presidente Bush autorizó la persecución álgida de los
talibanes de Afganistán a Pakistán, contraviniendo la
advertencia del Consejo Nacional de Inteligencia de que esto
conllevaría “un alto riesgo de desestabilizar más al
gobierno y al ejército paquistaníes”. La incursión
consiguió lo que el New York Times llama “una declaración
inusualmente fuerte” del jefe del ejército paquistaní,
el general Asfaq Kayani, quien dijo que sus fuerzas defenderían
la soberanía paquistaní “a toda costa”. Dado que el
gobierno estadounidense ha considerado al general Kayani
como su fuerte simpatizante en Pakistán, esto no es
exactamente lo que Estados Unidos quería escuchar.
Así que,
ignorado en Georgia, y atacado por sus aliados más cercanos
en Irak, Afganistán y Pakistán, Estados Unidos se
encuentra algo descontento por cómo entra en las realidades
del mundo posterior a la guerra fría, en el cual tiene que
jugar con reglas nuevas que le resultan muy poco de su
agrado.
Entre
tanto, como nota al margen, irónica y no carente de
importancia, el 10 de septiembre se celebró en Ginebra un
importante desarrollo de la física de partículas, cuando
el laboratorio de la Organización Europea para la
Investigación Nuclear (conocido como CERN, por sus siglas
en francés) logró un avance científico importantísimo
después de 14 años de trabajo y un gasto de 8 mil millones
de dólares. Fue un momento tan importante en la ciencia
mundial que sus contrapartes estadounidenses en el Fermilab
de Batavia, Illinois, abrieron botellas de champaña a las
4:38 de la mañana para celebrar. Sin embargo, Pier Oddone,
el director del Fermilab, admitió que era un “momento
agridulce”. Hasta 1993, Estados Unidos era la autoridad en
la física de partículas. Ese año, el Congreso
estadounidense, inundado de confianza en sí mismo por haber
“ganado” la guerra fría, consideraba que resultaba muy
costoso construir el tipo de supercolisionador necesario
para este avance de la física de partículas –ahora que
geopolíticamente era ya algo innecesario. Los europeos
tomaron una decisión muy diferente y Estados Unidos se
halla ahora en un segundo lugar aquí también.
Llamo a
esto el fin del Acto Primero porque ha sellado la realidad
de una arena geopolítica verdaderamente multilateral. Por
supuesto, hay otros actos por venir. Y cualquier amante del
teatro sabe que el Acto Primero meramente establece quiénes
son los actores. Es en el Acto Segundo donde vemos lo que
ocurre realmente. Y luego ocurre el Acto Tercero con el
desenlace.
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